El impacto también provoco algunos incendios y la perdida temporal del timón, aunque los equipos de control de daños lograron extinguir las llamas y reestablecer el control del buque (con control manual) a los pocos minutos.
Mas grave fue lo que le paso al Mogami, que recibió casi al mismo tiempo otra bomba, casi en la misma área de la cubierta de hidros en donde había recibido ya cuando menos otros dos impactos. La enfermería del buque estaba precisamente debajo del área afectada, de manera que con la explosión trágicamente la gran mayoría de personal capacitado para proporcionar primeros auxilios y cuidado medico murió, lo mismo que varios elementos que habían resultado heridos anteriormente y que estaban recibiendo cuidados allí.
Peor aun, se declaro un incendio en buena parte de la superestructura entre la cubierta de hidros y los compartimientos de torpedos (afortunadamente ya sin dichos ingenios de destrucción), el incendio se estaba volviendo incontrolable a segundos debido a que muchas paredes y mamparas habían perdido estanqueidad y las llamas y el calor se estaban transmitiendo con facilidad a otras zonas no siniestradas.
El comandante Saruwatari nuevamente tomo la decisión correcta, aunque una decisión muy difícil, ordenando cerrar totalmente las escoltillas y puertas de acceso a todas las áreas afectadas, aunque eso implicase el dejar atrapados a muchos elementos que no habían tenido oportunidad de salir o que permanecían heridos o incapacitados. A la postre eso significo la salvación de la nave, pues los incendios comenzaron a amenguar.
El Mikuma por su parte recibió varios impactos cercanos, aunque no hay constancia de que hay habido algún impacto directo.
A las 15:25, el descorazonado capitán del Mogami radio el siguiente comunicado :
“Hemos recibido impactos de bomba en el Mogami, el Mikuma y el Arashio. Mikuma al garete. Abandonamos área.”
El Mikuma y el resto de sus tripulantes quedaban a su suerte...