por Capitán Prat el Mié 12 Abr 2017 19:21
Una confesion personal: aunque soy perfectamente consciente que Austria, o mejor dicho el Imperio Austriaco, fue una potencia militar con un ejercito mas que respetable y una muy buena marina en su momento, y que pelearon en muchas batallas, algunas de ellas decisivas en el devenir de la historia europea, como los dos asedios de Viena, las campañas de la Guerra de Sucesion austriacas, las campañas contra el Imperio Turco Otomano, o las guerras napoleonicas, me cuesta asociar la imagen de Austria hacia lo militar.
Me dicen Austria, y en Viena en particular y la imagen que me viene no son banderas, estandartes o cañones: es mi persona sentado ante una pequeña y cómoda mesa, teniendo en frente un buen café, un trozo de pastel o de torta Sacher, y de fondo una pequeña orquesta de cámara tocando alguno de los valses o polkas de Strauss.
Una confesion personal: aunque soy perfectamente consciente que Austria, o mejor dicho el Imperio Austriaco, fue una potencia militar con un ejercito mas que respetable y una muy buena marina en su momento, y que pelearon en muchas batallas, algunas de ellas decisivas en el devenir de la historia europea, como los dos asedios de Viena, las campañas de la Guerra de Sucesion austriacas, las campañas contra el Imperio Turco Otomano, o las guerras napoleonicas, me cuesta asociar la imagen de Austria hacia lo militar.
Me dicen Austria, y en Viena en particular y la imagen que me viene no son banderas, estandartes o cañones: es mi persona sentado ante una pequeña y cómoda mesa, teniendo en frente un buen café, un trozo de pastel o de torta Sacher, y de fondo una pequeña orquesta de cámara tocando alguno de los valses o polkas de Strauss.