Siguiendo los planes aprobados por el Almirantazgo, el 30 de Agosto el HMAS Australia y otros buques dieron cobertura a la fuerza neozelandesa que ocupó Samoa, y el 15 de Septiembre hicieron lo propio con las tropas australianas que desembarcaron en Rabaul. Tras ello el Contralmirante Patey recibió órdenes de escoltar convoyes de tropas desde Oceanía hasta el Mar Rojo, aunque cuando se supo que el Escuadrón de von Spee había sido reportado en Samoa y se había alejado en dirección Noroeste, el HMAS Australia y el crucero acorazado francés Montcalm (una rémora, pues no sobrepasaba los 21 nudos) fueron liberados para partir en su búsqueda. Solo habían navegado 200 millas hacia las Marshalls cuando fueron informados de que los SMS Scharnhorst y SMS Gneisenau habían bombardeado Papeete, a 5.000 millas de distancia de su ubicación, por lo que regresaron a Rabaul para aprovisionarse de carbón y demás suministros para un viaje tan largo. Finalmente Patey navegó hasta las islas Fiji el 12 de Octubre, pero se le prohibió ir más al Este, para disgusto del Contralmirante, que estaba convencido de que el destino del Escuadrón de Asia Oriental era Suramérica. De la misma opinión era el Vicealmirante Jerram, que en fecha tan temprana como el 17 de Agosto escribía al Almirantazgo: “Probablemente Scharnhorst, Gneisenau y Nurnberg estén operando juntos. Posible destino del Escuadrón alemán, costa del Pacífico de América”.
Tampoco los japoneses, que habían entrado en guerra el 23 de Agosto y disponían de una poderosa Armada, mostraron interés alguno en buscar los barcos de von Spee, su prioridad fue ocupar las posesiones alemanas en las Marshalls y las Carolinas, además del asedio de Tsingtao. Solo cuando este estaba cercano a su finalización, se ordenó a los buques nipones unirse a la búsqueda del Escuadrón de Asia Oriental, pero para entonces este se encontraba al otro lado del Pacífico.
Esta relajación, casi dejadez, por parte del Almirantazgo británico y sus aliados se explica en parte porque el comercio en el Pacífico era prácticamente nulo, todo lo contrario que en el Atlántico, de donde se recibían los vitales suministros para poder continuar la guerra en Europa, principalmente procedentes de EE.UU. y Canadá, aunque también resultaba muy valioso el comercio con Suramérica a través del Río de la Plata, que abastecía a Gran Bretaña de carne, trigo y nitratos procedentes de Chile, entre otras mercancías. En este Océano la Kaiserliche Marine tenía destinado un crucero ligero para vigilar los intereses de Alemania en México durante la revolución en este país, el SMS Dresden, que a finales de Julio es relevado por el otro crucero ligero, el SMS Karlsruhe, pero antes de que el primero pudiera regresar a su patria estalla la guerra y se le ordena dirigirse de nuevo al Caribe para actuar como corsario.
SMS Karlsruhe.
Para afrontar esta amenaza el Contralmirante Sir Christopher Cradock, Comandante de la Estación de la Indias Occidentales, contaba con cuatro antiguos cruceros acorazados de la clase County (o Monmouth) y un moderno crucero ligero, el HMS Bristol. Poco después de estallar el conflicto se le envían otros cinco anticuados cruceros acorazados, entre los que se encuentran el HMS Monmouth y el HMS Good Hope, que convierte en su buque insignia. Tras un mes de guerra Cradock llegó a la conclusión de que los buques de pasajeros alemanes embotellados en puertos estadounidenses, y que se temía actuasen como cruceros auxiliares, no levarían anclas, y que tanto el SMS Karlsruhe como el SMS Dresden estaban actuando más al Sur de su propia área de influencia. Debido a ello el Almirantazgo estuvo de acuerdo en crear una nueva Estación en Suramérica, con Cradock al mando, con la misión de cazar al SMS Dresden y proteger el tráfico marítimo del Mar de Plata, mientras la protección de las Indias Orientales y el Alto Atlántico Sur pasaron a ser responsabilidad del Contralmirante Stoddart, que se ocuparía del SMS Karlsruhe.
En Suramérica la Royal Navy solo contaba con una base en Port Stanley, Islas Malvinas, y hacia allí se dirigió Cradock al frente de su pequeña agrupación, compuesta por los cruceros acorazados HMS Good Hope y HMS Monmouth, además del crucero auxiliar HMS Otranto, mientras el crucero ligero Glasgow ya se encontraba en los mares del Sur, y hemos de detenernos en la descripción de estos buques pues, por una serie de malentendidos y escasa previsión del Almirantazgo, fueron los únicos que se enfrentaron al Escuadrón de von Spee en la batalla de Coronel.
El HMS Good Hope era un crucero acorazado de la clase Drake, comisionado en 1902, de 14.150 toneladas y 162 metros de eslora (18 más que un clase Scharnhorst), pero pobremente armado en comparación, pues solo portaba dos cañones de 234 mm en torres individuales a proa y popa, más 16 de 152 mm, la mitad de los mismos ubicados en casamatas en los costados, tan cerca de línea de flotación que solo podían utilizarse con el mar en calma. John Fisher se quejó amargamente del diseño, señalando que “las armas en las casamatas laterales son prácticamente inútiles, lo sabemos por experiencia. La mitad de las ocasiones no pueden ver el objetivo por su baja ubicación, y la otra mitad resultan inundadas por el mar”. Tampoco la protección era especialmente impresionante para un buque de su tamaño y desplazamiento, con una cintura acorazada que alcanzaba un espesor máximo de 152 mm, la misma densidad que tenía el blindaje de las dos torres principales, mientras la cubierta protegida oscilaba entre los 25 y 64 mm. Sin embargo el puente acorazado estaba mejor protegido que la mayor parte de los buques de su clase, 305 mm de acero, cuyo peso quizá hubiese sido mejor empleado en una mejor protección de las torres. La velocidad era excelente en el momento de su comisión, narrando su Oficial de Artillería, Teniente Ernle Chatfield (durante la guerra Capitán del crucero de batalla HMS Lion) que en la prueba de la milla lanzada se alcanzaron los 24 nudos, convirtiendo al HMS Good Hope en el crucero más veloz de la Royal Navy. También fue el primer buque británico en ser totalmente pintado en gris, abandonando el clásico esquema victoriano. En 1913 pasó a la reserva siendo nuevamente movilizado a mediados de 1914, con una tripulación formada en un 90% de reservistas, que cuando partió de Portsmouth para cruzar el Atlántico prácticamente no había realizado ningún ejercicio de tiro real.
HMS Good Hope.
Si el buque insignia de Cradock no era un dechado de virtudes, al menos disponía de dos cañones de grueso calibre, no como el HMS Monmouth, clase County, sobre los que Fisher en esta ocasión comentó que “Sir William White diseñó la clase County, pero olvidó añadirle las armas”. Y es que este barco, de 9.900 toneladas, portaba catorce piezas de 152 mm, cuatro de ellas montadas en dos torres dobles a proa y popa, el resto en casamatas con el mismo problema que el HMS Good Hope, tan cerca de la línea de flotación que a poco que el mar estuviese algo movido resultaban inutilizables. Estos viejos cañones Mark VII solo tenían un alcance máximo de unos 11.200 metros, 1,200 metros menos que el alcance de los 21 cm SK L/40 de los Scharnhorst situados en casamatas (elevación máxima de 16º) y 5.000 metros menos que los ubicados en las torres (elevación máxima de 30º) lo que suponía una importante desventaja táctica. La protección también dejaba mucho que desear, con una cintura acorazada que alcanzaba un espesor máximo de 102 mm, al igual que las torres, mientras el puente blindado estaba protegido por 254 mm de acero. La velocidad en el momento de su comisión, Diciembre de 1903, alcanzaba unos respetables 23 nudos, quizá lo único destacable de esta clase de cruceros acorazados. Para colmo de males en Agosto de 1914 se embarcó una tripulación formada principalmente por reservistas, guardacostas e incluso una docena de jóvenes cadetes navales, poco o nada familiarizados con el buque.
HMS Monmouth. Se puede observar la inapropiada disposición de los cañones situados en las casamatas de los costados.
Acompañaba a los dos buques principales de Cradock el crucero auxiliar HMS Otranto, buque de pasajeros requisado por la Royal Navy al iniciarse la guerra. Comisionado en 1909 para la Steam Orient Company, desplazaba 12.100 toneladas a 18 nudos, y una vez convertido en HMS se le dotó de ocho cañones de 120 mm, con la misión de enfrentarse a cruceros auxiliares germanos, en ningún momento nadie pretendió que pudiese combatir contra buques de guerra enemigos.
HMS Otranto.
Esperando a la agrupación de Cradock se encontraba el crucero ligero HMS Glasgow, clase Town, comisionado en 1910, de 4,800 toneladas, 25 nudos de andar y armado con dos piezas de 152 mm y diez de 101 mm, con una tripulación entrenada y en conjunto superior a cualquiera de los cruceros ligeros que formaban parte del Escuadrón de Asia Oriental. Antes de estallar la guerra estaba previsto que el barco regresara a Gran Bretaña, motivo por el cual la tripulación había comprado numerosos objetos para llevar a casa, además de 60 loros brasileños que fueron alojados en jaulas en la cubierta. Cuando estalló el conflicto y hubo que desembarcarlo todo, los marineros insistieron en quedarse con los loros (resultaba habitual que los buques británicos contasen con una o varias mascotas), y el Capitán John Luce permitió que se quedasen a bordo, para desgracia de los loros…
HMS Glasgow.