
Tres soldados austrohúngaros del regimiento de infanteria Nº 59 de Salzburgo armados con mazas de trinchera con púas y con máscaras de gas y stahlhelms. 1917.
En los asaltos a las trincheras y en los cuerpo a cuerpo los soldados solían utilizar las bayonetas fijadas en los fusiles, o blandiéndolas solas; muchos soldados, por iniciativa propia, utilizaban medios de fortuna, barras de hierro, las pequeñas palas de trinchera, punzones, etc. Pero se redescubre la maza como otra arma de asalto, con la finalidad concreta de rematar a los heridos y a los gaseados aún vivos. La maza la usarán los ejércitos austrohúngaro y alemán, el francés y el británico, pero no el turco ni el italiano; estos preferirán seguir utilizando el puñal de trinchera, la bayoneta o la pala o, en algunos casos, fabricarán mazas artesanalmente o utilizarán las del enemigo.
Esto ayudó a la propaganda italiana que las consideró armas “bárbaras”: cuando se capturaba a soldados austrohúngaros con una maza en la mano se los fusilaba inmediatamente. Pero los italianos no dijeron nada de su uso por sus aliados de la Entente. Los austrohúngaros, por su lado, no airearon demasiado el uso de las mazas que, en todos los frentes y ejércitos, eran temidas y odiadas.
Lo mejor del Call Of Duty, es que ni te duelen los tiros ni pagas la munición.
El Maestro Zebra.
Ab insomne non custita dracone