
Randy Shughart, condecorado a título póstumo con la Medalla de Honor, pocos días antes de la Batalla de Mogadiscio. Shughart murió en combate el 3 de octubre de 1993, cuando protegía a la tripulación del Black Hawk Super Six-Four derribado.
El 3 de octubre de 1993, las fuerzas de las Naciones Unidas realizaron un operativo destinado a capturar a dos líderes del clan de Mohamed Farrah Aidid, principal señor de la guerra somalí y autoproclamado presidente.
Shughart era parte del equipo de francotiradores de la Fuerza Delta junto con el sargento de primera clase Brad Hallings y el brigada Gary Gordon, líder de la unidad.
Durante la operación, Súper Seis-Uno, uno de los helicópteros UH-60 Black Hawk que estaba destinado a la inserción y apoyo aéreo para el equipo de asalto, fue derribado y se estrelló en la ciudad. El equipo de búsqueda y salvamento de combate fue enviado a asegurar el área.
Poco después otro helicóptero, el Súper Seis-Cuatro, fue derribado también. Los Rangers que se encontraban en tierra no fueron capaces de ayudar a la tripulación del segundo helicóptero derribado, ya que estaban combatiendo con la milicia de Aidid mientras trataban de avanzar hacia el primer helicóptero.
Shughart, Hallings y Gordon, que estaban ofreciendo cobertura de francotiradores desde el aire, solicitaron permiso para descender y proteger al segundo helicóptero, en el que había cuatro tripulantes gravemente heridos.
Como líder del equipo de francotiradores, Gordon hizo una petición formal de inserción. Los comandantes de la misión se negaron, aduciendo que la situación ya era demasiada peligrosa como para que solo tres francotiradores pudieran proteger exitosamente a la tripulación del Black Hawk e indicaron que siguieran dando apoyo desde el aire. Gordon, sin embargo, adujo que no había posibilidad de que la tripulación del helicóptero pudiera sobrevivir por su cuenta, y reiteró la solicitud hasta que, finalmente, recibió el permiso.
Antes de que pudieran ser desplegados, un jefe de tripulación en el Black Hawk resultó herido y Hallings tuvo que hecerse cargo de la minigun, dejando solos a Shugart y Gordon para ser enviados en defensa de la tripulación del Súper Seis-Cuatro.
Una vez en el suelo, los francotiradores, armados solo con armas cortas y armas personales, tuvieron que luchar para llegar a la ubicación del helicóptero. Cuando llegaron a él, Gordon y Shughart sacaron al piloto, Mike Durant, y los otros miembros de la tripulación del helicóptero, y establecieron posiciones defensivas alrededor del aparato siniestrado.
A pesar de las fuertes bajas sufridas por los somalíes, Gordon y Shughart resultaron superados y fueron incapaces de resistir el ataque cuando se agotaron sus municiones. Se cree que Gordon fue el primero en resultar mortalmente herido. Shughart caería poco después. La turba invadió entonces el área, donde encontró y capturó a Durant. Los 2 francotiradores habían matado al menos a 25 miembros de la milicia antes de caer. Sin duda salvaron la vida de Durant, a pesar de que fue capturado. La multitud lo habría matado y arrastrado su cuerpo por las calles también, pero dieron tiempo a que algunos altos mandos de la milicia de Aidid llegaran y lo reclamaran como prisionero/propiedad.
Existen discrepancias acerca de cual de los dos francotiradores murió primero. El registro oficial indica que cayó primero Shughart, pero Mark Bowden, autor del libro Black Hawk Down: A Story of Modern War, la obra más vendida que trata acerca de los incidentes de octubre de 1993, habla acerca de un relato hecho por el sargento Paul Howe, otro miembro del equipo Delta que participó en la batalla. Howe dice que escuchó a Shughart pedir ayuda por la radio y que el arma que se entregó a Durant no era el distintivo M14 utilizado por Shughart. Durant ya estaba armado con su H&K MP5, arma típica usada por los pilotos, que se le había atascado varias veces. Durant tenía también un arma que nunca utilizó. Además, Howe dice que Gordon nunca habría dado su propia arma a otro soldado mientras aún pudiera pelear.
Lo mejor del Call Of Duty, es que ni te duelen los tiros ni pagas la munición.
El Maestro Zebra.
Ab insomne non custita dracone