Panzer, detrás del mito (III) El fiel de la balanza

Historia Militar 1939-1945.

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¡Son más que bienvenidas! ¡El prototipo de la Daimler!

Voy a subirlas al hilo específico del Panther


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RECONSTRUYENDO



RETORNO


El 17 de febrero de 1943, mientras los combates arreciaban en la cuenca del Donetz, Heinz Guderian fue convocado al cuartel general del Führer. Hacía más de un año desde que los dos hombres se habían visto por última vez. El general encontró a un Hitler cansado y envejecido, que se mostró apesadumbrado por las dificultades que en el pasado habían impedido que se entendieran, y confió en que de nuevo pudieran trabajar juntos: le necesitaba porque sólo él podía hacer frente a la ingente tarea de reconstruir la fuerza acorazada de Alemania.

Guderian aceptó la propuesta de Hitler a condición de recibir poderes absolutos, y al menos nominalmente los tuvo. Fue nombrado Inspector General de las Fuerzas Acorazadas, un cargo que subordinaba a su mando tanto a las tropas acorazadas del Heer como las de las Waffen SS y la LW. No sólo iba a responsabilizarse de la estructura militar, sino que además supervisaría el diseño y producción de los medios acorazados, con poder de decisión a todos los niveles. Sólo respondería ante el mismo Führer.

Enseguida puso manos a la obra. El paisaje que se abría ante sus ojos era desolador: la PanzerWaffe creada con tanto esfuerzo en años anteriores yacía en pedazos por el frente de Rusia. Entre todas las unidades disponibles apenas se desplegaba medio millar de carros de combate incluyendo los modelos obsoletos sin valor combativo. No había nada parecido a una reserva: todas las fuerzas disponibles estaban comprometidas en el Este o en Túnez, y pronto tuvo claro que estas últimas estaban condenadas. Tras estudiar la situación (y reunirse de forma privada con Rommel) supo que la posición africana era insostenible, lo que significaba que al menos 3 PzDiv iban a desaparecer sin remedio.

Las PzDiv estaban reducidas al puro esqueleto. La primacía de las Waffen SS en el equipamiento de sus PzGrDiv había dejado la fuerza de las PzDiv en precario (recordemos que las tres PzGrDiv de las SS y la GrossDeutschland, eran en la práctica PzDiv en todo menos en el nombre, y de hecho eran las PzDiv más potentes de Alemania), y algunas ya no podían desplegar ni un sólo panzer operativo. Además la política de Hitler de dar prioridad a la formación de nuevas unidades, en vez de reemplazar adecuadamente las bajas, hacía que el valor combativo de esas unidades se estaba diluyendo poco a poco.

Por otra parte Guderian se enfrentaba a la hostilidad, encubierta y abierta, de las otras armas del Heer, que temían que la posición de privilegio del Inspector iría en detrimento de las tropas ajenas a la PanzerWaffe. No estaban muy desencaminados ya que el general había mostrado en años anteriores su desprecio por las fuerzas tradicionales que se arrastraban tras de sus PzDiv. Iba a haber choques, y no sin consecuencias.

En el área industrial el panorama no era menos sombrío. La producción era bajísima, con una media de 100 carros entregados mensualmente en un momento en que los soviéticos por fin ponían a pleno rendimiento sus fábricas en Tankograd y se disponían a alistar un millar de nuevos carros mensualmente. Los nuevos Tiger eran prometedores, pero apenas se había logrado entregar hasta entonces un centenar, y ya se habían perdido más de dos docenas en combate. El carro más producido en ese momento era el Pz III, pese a que todos los informes mostraban con meridiana claridad que ya había dejado de ser efectivo.

Sin embargo no todo eran nubes. Guderian se entendió sin dificultades con el ministro Speer, que al igual que el general contaba con la absoluta confianza de Hitler y había sentado en el 42 las bases para poner la industria a pleno rendimiento. Ambos eran hombres dinámicos que aborrecían la burocracia y la ineficiencia, y trabajaron juntos para poner remedio a la desastrosa situación de las PzDiv. Entre enero y junio de 1943 se produjeron 1280 Pz IV, 200 Pz VI Tiger, 250 Pz V Panther y 1240 StuG III, cifras que duplicaban ampliamente la producción completa de todo el año anterior. Los efectos de los grandes poderes otorgados a Speer y Guderian tras los desastres invernales y la política de movilización nacional apoyada por el ministro Goebbels empezaron a notarse.

También se incrementó la producción de otros equipamientos. Semiorugas, camiones, todo terreno, artillería… Las PzDiv empezaron a recuperarse de los estragos y hacia junio su fuerza media alcanzaba ya unos 120 carros de combate.

Sin embargo el flamante Generalinspektor comprobó muy pronto que, al margen de las promesas de Hitler, sus atribuciones estaban duramente limitadas.
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Mensaje por APV »

Respecto a la producción son interesante los comentario que Bayerlein atribuye a Rommel (en las memorias de Rommel pág 467), por los cuales recomienda dejar de gastar recursos en producir modelos nuevos de carros y centrar la producción en antitanques para una defensa en profundidad en el frente Oriental.

Si bien habla de antitanques de 75 mm, a esas alturas (mediados de 1943) es poco ¿no?
Última edición por APV el 12 Ene 2008, editado 1 vez en total.
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Depende: el 75/70 es un arma devastadora, y más manejable y económico que el Pak43
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Mensaje por Leiva »

Japa escribió:Hola, Leiva. Espero que el tema te esté gustando.

¿Puedes darnos los datos bibliográficos del libro de Mayer? ¿Te refieres a "Grenadiers"? ¿Hay edición en castellano?
Hola Japa

Me parece una idea acertadísima ir comentando en paralelo la evolución técnica, la táctica y la de la guerra. Y si además el desarrollo está tan bien contado y de forma tan amena el resultado es que me tienes enganchadísimo desde el principio. Enhorabuena.

En cuanto al libro de Meyer, efectivamente se trata de "Granadiers". La edición que tengo es la de Stackpole Books, 2005. Está en inglés.

Si quieres te escaneo el capítulo de la contraofensiva de Jarkov y te lo mando por mensaje privado.

Saludos
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No te preocupes: siendo de Stackpole el precio será asequible así que lo pondré en mi próximo pedido a Amazon (no sé como no lo vi cuando encargué el de Carius)
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Mensaje por APV »

Depende: el 75/70 es un arma devastadora, y más manejable y económico que el Pak43
Entonces si es factible un frente de 10 Km de profundidad cubiertos de campos de minas y infestado de esos cañones de 75 mm y antiaéreos para frenar a los carros rusos.

Teniendo en cuenta que supone una proporción de fabricación de 1 tanque ruso por al menos 10 antitanques alemanes hubiera permitido ganar tiempo.
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VIEJAS RENCILLAS, NUEVOS PROBLEMAS

Como ya se ha dicho, Guderian fue puesto al cargo de todas las fuerzas acorazadas del Reich, pero eso no implicaba que su autoridad fuera a ser respetada. Por un lado las Waffen SS y por el otro los mandos de la LW pusieron todas las trabas posibles a fin de mantener la independencia de sus propias fuerzas acorazadas. Si bien las PzGrDIv de las SS habían dado un gran resultado y podían apoyarse en ello para reafirmar su individualidad, lo cierto es que la cacareada división Hermann Goering (desplegada en ese momento en Túnez) no había rendido dividendo alguno.

Aún más patética había sido la actuación de las divisiones de campaña de la Luftwaffe durante los duros meses del invierno. Los mandos del Heer en general (y Guderian y Manstein en particular) presionaron para que esas unidades fueran disueltas y se aprovecharan sus plantillas para completar las bajas. Hitler se negó a menoscabar abiertamente a la Luftwaffe y tan sólo accedió a ir poniendo esas divisiones bajo las órdenes del Heer, pero con escala de mando propia. Algunas fueron directamente transferidas (caso de la 16ª LW Field Division) pero la LW insistió en que las unidades antiaéreas adscritas a ellas se mantuvieran bajo su mando. De ese modo no sólo seguían sin cubrirse adecuadamente las bajas de las divisiones veteranas, sino que las divisiones LW iban a sufrir una sangría tremenda durante los meses siguientes dada su nula experiencia como unidades integradas de combate y se mantendría una absurda dualidad de mando. Todo ello por el extraño temor que sentía Hitler a contrariar a su camarada Hermann, que para esas fechas era ya un abúlico morfinómano.

Pese a todo, las trabas de la LW o de las SS eran previsibles. Pero Guderian se encontró con otro obstáculo a su actuación que le cogió bastante desprevenido: la Artillería de Asalto.

Los StuG habían demostrado en las duras campañas soviéticas que eran un arma temible tanto en usos defensivos como ofensivos. Guderian, que en 1939 había hecho todo lo que estaba en su mano para impedir la creación de la Sturmartillerie, había decidido que después de todo se trataba de una fuerza acorazada y debía estar directamente bajo su mando. Así como Goering dijo, al respecto de una posible fuerza aérea de la KM, si vuela, es mío, el flamante Inspector exigió el control de todo lo que tuviera cadenas y un cañón. El proyecto era agrupar las baterías de StuG en batallones de cazacarros como apoyo de los panzer.

Al margen de otras circunstancias la idea en sí no era descabellada, pero el abierto desdén que había mostrado Guderian por las tropas no acorazadas del Heer y su directa oposición a la Sturmartillerie, unidos a su escaso don para la diplomacia, se convirtieron en un muro infranqueable. La Infantería se negó a que su principal fuerza de apoyo en el combate pasara a depender de las PzDiv puesto que las amargas experiencias de años anteriores les habían enseñado que la PanzerWaffe sólo se acordaba de ellos cuando estaba en un atolladero, y las promesas de apoyo de los panzer no les convencieron en lo más mínimo. Máxime cuando el propio Guderian había establecido desde el nacimiento del arma acorazada que los Panzer no debían desperdiciarse en el apoyo a los infantes. La Artillería por su parte no quería ceder el control de los StuG ya que consideraba (justificadamente) que habían dedicado mucho esfuerzo a crear ese cuerpo y mucha sangre para llevarlo a la excelencia; además era la única rama de la artillería que luchaba directamente bajo la línea de fuego, lo que la convertía en la primera proveedora de condecoraciones y honores para el Arma. Ante la clara oposición a la que se enfrentaba Guderian, ni siquiera Hitler le apoyó en la reunión del 9 de marzo, cuando sus propuestas fueron abiertamente rechazadas por los mandos de las otras armas.

Pese a no conseguir el control del Arma, Guderian logró que los StuG disponibles tras cubrir las plantillas de la Sturmartillerie se destinaran a rellenar huecos en las PzDiv, ya que mientras que el Pz III no estaba capacitado para luchar contra los T-34 o los Sherman en condiciones de igualdad, los StuG (que iban a reemplazarlo en las líneas de producción) sí lo estaban. Esa tendencia se mantuvo hasta el final de la guerra.

Los problemas dentro de la estructura militar no terminaban ahí, ya que algunos mandos del Heer profesaban una profunda animadversión por el Generalinspektor, debido a los múltiples desplantes que habían sufrido en las campañas de 1940 y 1941. El centro de la oposición a Guderian era el mariscal Von Kluge, que ya había sido ninguneado por él y Halder durante Barbarossa y que tuvo que sufrir más de una humillación pública tras el retorno del general. Ese rencor iba a tener funestas consecuencias.

Y para acabar de empeorar las cosas, Guderian se encontró con una última traba, esta vez de tipo tecnológico, ya que en 1943 empezó la introducción del nuevo carro medio alemán.
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LA LLEGADA DEL PANTHER

La esperada puesta en producción del PzKfw VI llegó en febrero de 1943, nueve meses después de que se decidiera su fabricación. De acuerdo a la planificación de WaPruff 6, el Panther debía convertirse a lo largo de ese año en la espina dorsal de la PanzerWaffe.

MAN introdujo algunos cambios en su proyecto inicial, y se sacaron algunos modelos de prueba; uno de ellos (Versuchs Panther V2) fue ampliamente testado en noviembre del 42, apareciendo una serie de defectos que iban a marcar el nacimiento del nuevo carro alemán.

Se crearon dos unidades para encuadrar los nuevos carros, los PzBon 51 y 52, y se probaron intensivamente los primeros ejemplares recibidos. Hacia finales de febrero estaban disponibles en los dos PzBon un total de 22 carros, y en marzo se entregaron otros 68, producidos por MAN, Daimler y, a partir de ese mes, Henschel.

Debido a una modificación de las condiciones originales a petición de Hitler, el blindaje delantero fue elevado hasta 80 mm, igualándolo al blindaje del mantelete de la torre, y el lateral quedó establecido en 40. Eso llevó al carro hasta las 44 tn de peso. Sin embargo la planta motriz prevista por MAN se había planeado en la idea de que el carro pesaría entre las 35 y las 40 tn. El motor elegido era un Maybach HL210 de 650 hp, lo que no era demasiado para un vehículo de ese peso (15 caballos por tn de peso, mientras que el T-34 tenía una relación potencia/peso de unos 18) y eso causaba sobreesfuerzos en el motor, la caja de cambios y la transmisión.

La torre era de una versión algo más estilizada de la torre Rheinmetall diseñada para instalarse en los Tiger de Henschel , y desde luego los defectos del Panther no iban a incluir el sistema de armas. La torre era un buen diseño, con algunos fallos menores como el ángulo de rebote bajo el mantelete cilíndrico, o la excesiva angulación del frontal que en determinadas posiciones bloqueaba las salidas delanteras de la barcaza, pero el blindaje era excelente y el cañón elegido, el 75 mm L/70 KwK 42 era un arma realmente impresionante, capaz de atravesar 100 mm de blindaje a 1500 m, un porcentaje de penetración que superaba al del cañón del Tiger I en un 10%; podemos decir sin exagerar que el KwK 42 fue el mejor cañón de carro de combate de toda la guerra. La óptica era igualmente de primer orden, como lo demuestra que los soviéticos informaran en los primeros combates contra el Panther que se habían comprobado caros destruidos a 2000 m de distancia.

Pese a los defectos apreciados en las pruebas los alemanes decidieron iniciar la producción masiva del Panther, cuya primera serie sería conocida como PzKfw V Ausf. D. Estaba previsto que entre junio y julio el Heer pudiera contar con 250 ejemplares para ir incorporándolos a las unidades del frente. Estos primeros Panther se distinguen con facilidad por la presencia de dos paquetes de tres lanzahumos, situados a los lados de la torre, muy adelantados. La inclinación del blindaje se había incrementado respecto al modelo de pruebas y era de 55 grados en el frontal y 40 en los laterales. Al inclinar más el blindaje hubo que alargar un poco la barcaza, lo que daba un peso final de 44,8 tn, pero la gran anchura de sus cadenas y el sistema de suspensión FAMO daban una presión sobre el terreno muy aceptable, de 0,735 Kg/cm2. Al igual que en el caso del Tiger, el radio de acción de un Panther con el depósito lleno no era muy alto, 250 km en carretera y 100 en todo terreno. Por comparación los T-34 soviéticos tenían casi el doble.

Sobre la base de los problemas vistos en las pruebas de los primeros 90 carros se estimó que era necesario introducir mejoras en la planta motriz, pero no se interrumpió la producción ya que el Heer quería contar cuanto antes con un buen número de Panther. Los siguientes 160 ejemplares se construyeron con el motor Maybach de 650 hp, en la idea de incorporarles después los cambios necesarios. Así pues se produjeron deliberadamente 160 ejemplares de un carro defectuoso.

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Las prisas se debían a la necesidad de contar con suficientes Panther para la proyectada ofensiva de verano, operación Zitadelle, lo que produjo un curioso efecto de retroalimentación, ya que a fin de esperar a tener suficientes Panther (entre otros motivos) se fue retrasando Zitadelle una y otra vez, y a fin de acelerar el comienzo de Zitadelle se optó por producir un carro problemático.

A partir del ejemplar 251 se introdujo una nueva planta motriz en base al Maybach HL230 de 700 hp. El aumento no era excesivo (50 hp) pero permitió corregir en parte los problemas de aceleración y aumentó ligeramente la velocidad en todo terreno. Adicionalmente el incremento de potencia aligeró el esfuerzo tanto de la caja de cambios como de la transmisión.

Además de los cambios en la planta motriz se modificó la suspensión haciéndola más resistente. También se suprimió la instalación de los lanzahumos ya que su colocación estaba mal estudiada: un impacto de un arma de mínimo calibre bastaba para reventarlos y eran demasiado visibles como para no convertirse en un blanco tentador. Un tubo fumígeno dañado podía asfixiar a la tripulación en unos minutos si el daño se producía con las escotillas abiertas, y podía delatar antes de tiempo la situación de los carros a la aviación o la artillería enemiga.

Los 250 ejemplares ya construidos se remitieron a una factoría en Alemania para modificarlos a fin de hacerlos similares a los siguientes (pero sin cambiar el motor).

A finales de mayo el Heer tenía alistados 368 Panther, incluyendo los 250 iniciales con el motor de 650, pero de cara a Zitadelle muchos de los ejemplares de la primera versión no estarían disponibles por estar en mitad de su proceso de remodelación o simplemente por avería. Dicho sea de paso, la industria había presentado unas previsiones de producción realmente optimistas, por no decir fantasiosas, que estimaban posible la fabricación de un millar de unidades mensuales a partir del mes de mayo (incluido). A la hora de la verdad el Heer sólo iba a disponer de un par de centenares de Panther, agrupados en los PzBon 51 y 52, a razón de 96 por unidad (4 compañías de 22 carros más 8 adicionales en el CG).

Y así se cerró el círculo ya que una buena parte de los carros que habían forzado el aplazamiento de la ofensiva de verano estarían fuera de servicio, debido a los defectos ocasionados por la precipitación en su fabricación de cara a esa ofensiva.
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Mensaje por Japa »

En la bibliografía sobre Túnez olvidé reseñar un excelente texto estadounidense, disponible en el GSCS:

"Defeat at Kasserine: American armor doctrine, training, and battle command in northwest Africa" de Mark Kalhoun


Puede descargarse en http://cgsc.cdmhost.com/cgi-bin/showfil ... calhoun%22
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Mensaje por Japa »

PREPARANDO ZITADELLE



ANTECEDENTES


La campaña del verano de 1943 fue el momento culminante de la Segunda Guerra Mundial. Pese a las derrotas de Stalingrado, el Alamein y Túnez, los nazis no estaban derrotados. Las duras batallas de ese invierno habían mostrado que las fuerzas alemanas no bastaban para vencer militarmente a la URSS, pero la vigorosa reacción de Kharkov demostró que Alemania aún estaba en condiciones de evitar una derrota absoluta. Si no la victoria, Hitler todavía veía posible forzar unas tablas y negociar una paz razonable si convencía a los aliados de que una solución puramente militar de la guerra tendría unos costes humanos y materiales intolerables. Pero desde su punto de vista eso requería una contundente victoria de las armas alemanas en el Este.

Como ya se vio anteriormente los retrasos durante la contraofensiva de Kharkov, en parte atribuibles a la desobediencia de las fuerzas Waffen SS, obsesionadas en reconquistar la ciudad a sangre y fuego, pero también a la nula cooperación ofrecida por el Grupo de Ejércitos Centro (que no apoyó la operación e incluso trató de sustraerle fuerzas para reforzarse) impidieron que se completaran los objetivos antes del deshielo y los barros. La última fase de la ofensiva, la eliminación del saliente que se formaría al norte de Kharkov, quedó sin realizar. El resultado fue una enorme prominencia situada al sur del área central del Frente Oriental, de unos 160-200 km de anchura con una profundidad de unos 90-110 km entre la parte más occidental y la ciudad de Kursk. Manstein opinaba que la eliminación de ese saliente debía acometerse nada más finalizada la rasputitsa, a fin de no dar tiempo a los soviéticos a reconstruir sus fuerzas, muy dañadas tras el mazazo de Kharkov.

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El objetivo era no sólo el aniquilamiento de las fuerzas en el área, a fin de reducir las posibilidades operativos del ER en 1943, sino también acortar considerablemente la línea del frente en casi 400 km, de modo que fuera posible retirar unidades a fin de preparar una reserva táctica que permitiera plantearse una defensa elástica. Además era razonable esperar que el ER lanzara sus reservas en apoyo de las fuerzas del saliente y así sería posible embolsar a una gran parte de las fuerzas soviéticas aprovechando la probada superioridad táctica de los alemanes. Para ello proponía que se llevara a cabo una operación limitada, por parte del Grupo de Ejércitos Sur y el Grupo Centro, a fin de cortar la base del saliente.

El mariscal opinaba que sería necesario empeñar, por parte del Grupo Centro, al IX Ejército de Model con seis PzDiv, 2 divisiones motorizadas y 7 InfDiv, mientras que el Grupo Sur emplearía al IV PzArm y el Destacamento Kempf, con 11 PzDiv (incluyendo ahí las PzGrDiv de las SS) y 7 InfDiv.

Como alternativa a la ofensiva Manstein proponía realizar una campaña defensiva en la cuenca del Donetz, replegándose hacia el Oeste a fin de atraer a las reservas soviéticas a un terreno adecuado para un nuevo contragolpe, esta vez de mucha mayor magnitud. Dicha opción fue apoyada firmemente por Guderian, que opinaba que era importante dedicar todo el año 1943 a la reconstrucción de la fuerza acorazada absteniéndose de operaciones ofensivas, y retomar la iniciativa en 1944 con una fuerza muy superior. Una de las causas de esa cautela en el usualmente audaz Guderian era su convencimiento de que las nuevas armas en las que Hitler ponía muchísimas esperanzas requerían un tiempo prudencial para su puesta a punto. Además la LW estaba recuperándose de las duras pérdidas del invierno y al igual que el Heer estaba incorporando nuevos equipamientos, luego una estrategia defensiva en ese año le pareció la opción más sensata.

Hitler rechazó la propuesta de mantenerse en 1943 a la defensiva. Para ello adujo numerosos motivos de carácter militar, pero al principal motivo fue el prestigio. Consideraba que sólo una gran ofensiva convencería a sus enemigos de que Alemania no estaba contra las cuerdas y tras una rotunda victoria podría plantearse unas negociaciones con los aliados occidentales desde una situación de fuerza. También esperaba que el triunfo evitaría la defección de sus socios, animaría a Japón a atacar a la URSS por el Este e incluso convencería a Turquía para que abandonase su neutralidad y se uniera al Eje. Estas dos últimas esperanzas del Führer eran, como sabemos, absolutamente ilusorias y muestran hasta qué punto las ideas de Hitler sobre política exterior carecían de contacto con la realidad. Japón deseaba una victoria de los alemanes porque esa era su única esperanza de ganar la guerra del Pacífico tras la derrota de Midway, pero no sólo no tenía voluntad alguna de atacar a la URSS tras su amarga experiencia de Khalkhin Gol, sino que carecía de las fuerzas necesarias incluso para una ofensiva limitada. En cuanto a Turquía, su gobierno veía las cosas con gran realismo: su nación no ganaba nada uniéndose a una contienda de resultado indeciso y sí se beneficiaba extraordinariamente de su neutralidad, sobre todo con el lucrativo comercio de cromo.

Así pues, la Wehrmacht iba a volver a pasar a la ofensiva en 1943 en gran parte por puras razones de imagen, quizás porque Hitler era incapaz de verse a sí mismo en un papel distinto al del caudillo conquistador.

En la primavera del 43, empero, hubo algunos movimientos diplomáticos hacia Moscú por parte de los alemanes (al parecer por iniciativa de Ribentropp, que trataba de recuperar su influencia en el entorno de Hitler). Los tanteos no condujeron a nada positivo pero parecen haber sido usados por Stalin como una baza para presionar a sus aliados occidentales antes que como una alternativa seria de negociación. No obstante debemos recordar que la contundencia de la vistoria de Manstein en Kharkov fue un verdadero shock para el líder soviético, y es posible que en algún momento se planteara realmente la posibilidad de buscar una solución negociada antes de arriesgar una nueva campaña.

A finales de marzo se ultimaron las directrices básicas de la nueva campaña: sin embargo el Führer no estableció una fecha clara para su inicio. Se abrió un compás de espera, y era Hitler quién decidiría su duración: la pelota estaba en su tejado.
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¿ALGUIEN SABE DÓNDE ESTÁ KURSK?

Manstein quería iniciar la ofensiva contra el saliente de Kursk, denominada ya como operación Zitadelle, a finales de abril, primeros de mayo, ya que la única garantía real de éxito sería atacar anticipándose a los movimientos soviéticos, pero Hitler empezó a aplazar la campaña. Pese a haber tomado la decisión de tomar la iniciativa, se sentía enormemente inseguro al respecto. Intuía que esa iba a ser la apuesta suprema y sus nervios le fallaban. Durante casi dos meses la ofensiva en sí misma estuvo en entredicho. De haber presionado de forma adecuada, los mandos del ejército hubieran podido evitar la operación, pero mientras Guderian, Model y Jold intentaban una y otra vez persuadir a Hitler para abandonar el ataque, Manstein permanecía a la expectativa, sin inclinarse claramente hacia un lado u otro y Hoth y Kluge apoyaban el ataque. Kluge en particular se oponía frontalmente a cualquier sugerencia de Guderian, aparentemente sin más argumentos militares que su profundo rencor. La división entre los jefes militares era cada vez mayor y eso iba a pagar graves dividendos.

Todavía el 10 de mayo Guderian insistió ante Hitler en parar las operaciones: ¿Cree usted que la gente sabe dónde está Kursk? Al mundo le es indiferente que nosotros tengamos o no tengamos Kursk. Hitler se mostró de acuerdo con él, pero no fue capaz de decidirse a hacer caso a lo que le decían su instinto y el general. Quizás temía que si cedía ante el Inspektor en eso, seguiría cediendo en otras cosas, y acabaría entregado el mando a Manstein, algo en lo que Guderian también insistía una y otra vez.

Hitler siguió aplazando la ofensiva. Manstein explica en sus memorias que en ocasiones aludía a la necesidad de mantener la cabeza de puente de Túnez, después a la inminencia de un asalto aliado contra Cerdeña, o tal vez contra las islas griegas. Ante esos argumentos opinaba Manstein que era necesario adelantar todo lo posible Zitadelle, a fin de adelantarse no sólo a los preparativos soviéticos sino también a los planes de los aliados en el Mediterráneo. La inesperada (para Hitler) caída de la cabeza de puente de Túnez en mayo le hizo aún más dubitativo. Se obsesionó con la idea de que sólo la superioridad técnica de las nuevas armas asegurarían la victoria, y quería dar tiempo a que hubiera suficientes Tiger y Panther disponibles.

No deja de ser curioso que Hitler, que consideraba que las derrotas se habían debido a la falta de voluntad de los mandos y la carencia de un auténtico espíritu nacionalsocialista en el Heer, pensase que sólo con sus armas milagrosas sería posible obtener una victoria decisiva. Guderian había sido muy claro al respecto del Panther y había explicado con toda franqueza que el nuevo carro no estaría operativo para Zitadelle porque no se habían resuelto los problemas del diseño inicial. Pese a ello Hitler seguía convencido de que el Panther sería el arma decisiva en Kursk y seguía esperando a que se desplegaran los primeros centenares de unidades, confiando en que eso volvería definitivamente las tornas en el frente. Al argumento de Manstein de que cuanto más se esperase más carros producirían los soviéticos, respondía con la aplastante superioridad técnica de los nuevos panzer que compensaría la diferencia numérica.

En la primavera Hitler ordenó que cesara la producción del Pz IV en favor de incrementar la salida de los Panther. Guderian inmediatamente se opuso en redondo a semejante medida que desde luego hubiera supuesto una sentencia de muerte para la PanzerWaffe en 1943. Con el Pz III definitivamente fuera de producción para el verano (a excepción de la versión N de apoyo) eso hubiera significado que las PzDiv sólo alistarían en la primera mitad del año unos 400 carros de combate entre Pz V y Pz VI, algo a todas luces absurdo.

Había también tensiones con la LW. Goering destinó al Mediterráneo a Richtoffen, el comandante que mejor conocía las condiciones de la lucha en el Este. En su lugar el general Dessloch fue puesto al mando de la 4ª LF, encargada de dar apoyo durante Zitadelle. El motivo parece ser estrictamente personal. Por una parte Richtoffen había mostrado una y otra vez su desacuerdo con Goering en torno al puente aéreo de Stalingrado y no había dudado en dirigirse directamente a Hitler para disuadirle de la operación. Ahora Goering quería sacarse de encima a los hombres cuya sola presencia bastaba para recordarle a Hitler su gran mentira en el abastecimiento del VI Ejército. Además Richtoffen había mostrado unas dotes de mando y una firmeza soberbias en todo momento, y el Reichsmarschall no quiso dejar en el teatro principal del conflicto a un general que podía hacerle sombra, quizás temeroso de que Hitler se decidiera a apartarle del mando de la LW en favor de tan eficiente subordinado. Manstein protestó con gran firmeza al conocer el reemplazo y exigió que Richtoffen volviera a ser puesto al mando de la 4ª LF, pero eso no hizo sino encolerizar a Goering que se negó a consentirlo y probablemente interpretó que el Heer conspiraba contra él.

Pese a todo el periodo de espera iba a ser bien aprovechado por los mandos del ejército y las Waffen SS. Los meses que transcurrieron entre abril y julio del 43 constituyeron un periodo de descanso para las tropas como no lo habían visto desde el comienzo de Barbarossa. No sólo se reorganizaron y rearmaron las divisiones, sino que se incorporaron incorporar todas las lecciones tácticas tan duramente aprendidas. Los artilleros de los panzer pudieron entrenarse en los combates a larga distancia mientras los Panzergrenadier se adiestraban en las tácticas de avance combinado y los ingenieros y zapadores estudiaban el nuevo campo de batalla y trabajaban duramente para que, llegado el momento, fuera posible abrir camino a los panzer.

Igualmente se incrementó el adoctrinamiento nacionalsocialista en todos los niveles. Los soldados no sólo aprendían cómo luchar, sino porqué luchaban. Las Waffen SS no se quedaban atrás y procuraban mejorar su preparación de forma obsesiva. El espíritu de la guerra total se bebía literalmente del aire.

La LW ensayó nuevas tácticas para la lucha CC, incorporando la nueva versión del Stuka, el Ju-87 G, armado con cañones de 37 mm, letales contra los carros en ataques posteriores, los FW190 en versión de cazabombardero y los nuevos y poderosos Hs-129, un formidable destructor de carros. Se esperaba que los sistemas de alerta basados en radares compensaran además la diferencia numérica con la aviación soviética, permitiendo ganar la superioridad sobre el campo de batalla.

Y el tiempo seguía pasando, para angustia de Manstein y Model, que debían dirigir la ofensiva y sabían muy bien que el enemigo no iba a quedarse de brazos cruzados esperando a que Hitler se decidiera a atacar.
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Mensaje por Japa »

PREPARANDO LA BIENVENIDA

El 8 de abril, Zukhov envió a Stalin un informe sobre la situación del frente. Entre otras cosas incluyó los siguientes comentarios:

…En vista de lo limitado de las grandes reservas, el enemigo se verá obligado en la primavera y en la primera mitad del verano a desplegar sus operaciones ofensivas en un frente más estrecho y cumplir la tarea rigurosamente por etapas…

…Probablemente, en la primera etapa, el enemigo, reuniendo el máximo de sus fuerzas, incluyendo de 13 a 15 divisiones acorazadas, con apoyo de gran cantidad de aviación, asestará el golpe con su agrupación de Oriol-Kromi para rodear Kursk por el noreste y con la agrupación de Belgorod-Kharkov para rodear Kursk por el sureste…

…Cabe esperar que el enemigo, en las operaciones ofensivas de este año, cifre las principales esperanzas en sus divisiones acorazadas y aviación, pues su infantería actualmente está bastante menos preparada para las operaciones ofensivas que el año pasado…


No iba a haber ningún tipo de sorpresa operativa en 1943. El mariscal tenía claro cual iba a ser el objetivo de los alemanes así como las líneas básicas de su ofensiva. Zukhov concluyó su informe con un consejo acerca de cómo conducir las operaciones:

… ESTIMO QUE NO ES CONVENIENTE EL PASO DE NUESTRAS TROPAS A LA OFENSIVA EN LOS PRÓXIMOS DÍAS CON EL FIN DE ADELANTARSE AL ENEMIGO. SERÁ MEJOR SI EXTENUAMOS AL ENEMIGO EN NUESTRA DEFENSA, LE ARRANCAMOS LOS DIENTES Y LUEGO, LANZANDO RESERVAS FRESCAS, CON EL PASO A LA OFENSIVA GENERAL, REMATAMOS DEFINITIVAMENTE SU AGRUPACIÓN FUNDAMENTAL

¿Porqué recomendaba Zukhov dejar que los alemanes golpearan primero? Porque el duro correctivo aplicado por Manstein en marzo demostraba que los alemanes estaban en condiciones de responder de forma contundente a las avanzadas soviéticas y aniquilarlas gracias a su gran habilidad operativa y su amplia superioridad táctica. Además las nuevas armas alemanas eran tremendamente eficaces en combates defensivos, lo que implicaba que cualquier punta acorazada del ER quedaría destruida en cuanto los panzer lograran aislarla.

Stalin era un defensor firme de la ofensiva a toda costa, pero decidió que si su mejor general opinaba que los soviéticos no debían atacar, habría que hacerle caso.

A mediados de abril Vasilievsky y Zukhov iniciaron los preparativos en el EM del Frente del Voronezh: en líneas generales, el plan era frenar el asalto del Grupo Centro germano en el lado norte del saliente para inmediatamente pasar a la ofensiva por su flanco, que quedaría expuesto cuando avanzaran hacia Kursk. Después, cuando las tropas alemanas del lado sur fueran debilitadas a fin de reforzar al grupo Centro, se pasaría igualmente a la ofensiva en la cuenca del Donetz para expulsar a los nazis de la mayor parte de Ucrania.

Todo dependía de que la ofensiva alemana se embotara pronto, para lo cual era necesario diseñar un sistema de fortificaciones de una profundidad sin igual. Si, como suponía Zukhov, los alemanes iban a disponer de poca infantería, eso daría al ER la oportunidad de dispersar y eliminar las puntas acorazadas enemigas, siempre y cuando la infantería soviética era dotada con suficientes armas CC y contaba con un apoyo artillero adecuado. También habría que disponer de suficientes reservas acorazadas como para cortar cualquier penetración enemiga. La VVS, por supuesto, debía estar preparada para expulsar a la Luftwaffe del cielo. Todo eso implicaba un tremendo esfuerzo industrial, militar y logístico.

Los soviéticos, pues, no iban a esperar ociosos. La población fue movilizada para ayudar a construir las líneas defensivas del saliente. Cinturón tras cinturón de posiciones que aprovechaban cada recoveco del terreno, con profundas zanjas anticarro y trincheras resistentes para que los fusileros dejaran pasar a los panzer y se lanzaran contra sus tropas de apoyo. Se prepararon centros de fuego contracarro por todo el frente, cada uno formado por dos docenas de piezas de 76 o de 85 mm, situados de modo que se cubrieran unos a otros en el campo de batalla y se sembraron millones de minas, en muchos casos antes de que los campos de cereal crecieran de modo que las cosechas ocultaron las barreras.

La infantería fue adiestrada duramente para cogerle la medida a los nuevos carros alemanes. El jefe del comisariado político en el frente, el futuro premier Nikita Kruschev, ordenó que se obviase el adoctrinamiento político y que los comisarios se aseguraran de que las tropas lo aprendían todo sobre la lucha contra los panzer. Según sus propias palabras, la lista de los puntos débiles del Tiger debía ser tan fácil de recordar para la tropa como el padrenuestro. Sobre todo se instruyó a las tropas en lo tremendo del combate que les esperaba, para que comprendieran lo decisiva que iba a ser la lucha. Al igual que sus enemigos al otro lado del frente, los soldados del ER sabían que iba a ser una combate de ahora o nunca.

El punto más débil eran las formaciones acorazadas: había que instruir nuevas tripulaciones, mejorar la logística, incrementar la capacidad de los talleres mecánicos divisionarios… y las comunicaciones. El talón de Aquiles seguía siendo la torre de dos tripulantes del T-34, ya que dificultaba notablemente su empleo táctico en grandes formaciones, así que en muchos casos los carros se usarían como apoyos de fuego desde posiciones preparadas, asomando sólo la torre del nivel del suelo, junto a los nuevos y poderosos cazacarros y cañones ATP pesados.

La VVS empezó a incorporar por fin nuevos aviones de combate en grandes cantidades, con cazas como el Mig-3 o el Yak-7, capaz de batirse de tú a tú con los Me109, o los potentes aviones de ataque IL-2. La ventaja tecnológica de los alemanes a comienzos del conflicto se había evaporado. Ahora la aviación soviética iba a disputarles el cielo con uñas y dientes. No obstante la coordinación con las tropas de tierra dejaba mucho que desear, principalmente por la falta de medios de comunicación. Se estaban recibiendo ya grandes cantidades de equipo electrónico americano, pero había que encuadrarlo y aprender a sacarle partido

La ayuda occidental llegaba en abundancia lo que permitió mejorar mucho las condiciones del suministro. Por primera vez casi desde el comienzo de la guerra los soldados soviéticos estaban bien armados, bien alimentados y bien instruidos. Al apoyar el peso de su propaganda en el patriotismo y la tradición el PCUS había hecho una buena elección. Los soldados sabían que estaba en juego su propia existencia como pueblo. El ER en su conjunto había renacido de las cenizas del 41 y el 42 mucho más formidable que antes. La iniciativa volvía a valorarse y los militares habían recuperado en el invierno honores y privilegios. Todavía había mucho por hacer, pero se sentía por todas partes la férrea decisión de no ceder, al precio que fuera.

Y el precio desde luego iba a ser muy alto. El 1 de julio Hitler finalmente tomó su decisión y anunció que Zitadelle empezaría el día 5 de ese mes.
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Mensaje por troyano »

Como siempre excelente trabajo Japa.

Solo una puntualización. En el penultimo párrafo haces referencia a los nuevos aviones de la VVS: el MIg-3 y el Yak-7. Esto no puede estar mas lejos de la realidad.

EL MIg-3 era una avión ya anticuado en 1943. Estaba operando desde 1941 y era un caza problematico, ya que aunque era excelente a alta cota, a baja cota estaba en inferioridad... y esa era precisamente el entorno de lucha en el frente del este. EN 1943 las unidades que quedaban estaban en frentes secundarios o dedicadas al reconocimiento en altura.

Algo parecido ocurre con el Yak-7. Es un avión de 1941-42. Derivado de un entrenador resulto competitivo a principios de la guerra porque su falta de blindaje lo hacia ligero y maniobrable. De la misma forma que el Mig, para 1943 estaba anticuado.

En Kurks los cazas sovieticos que partian la pana era los La-5 y La-5F y los Yak-9 y Yak-9D,.. y estaba empezando a entrar en servicio el La-5FN.
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Mensaje por Japa »

Gracias por el apunte, troyano: elegí esos dos aviones como representativos de la generación "años 40" de la VVS (en contraposición a los aparatos en servicio en los años 30, que todavía eran la mayoría de los medios disponibles en Barbarroja) y como bien dices es una muy mala elección: a la velocidad que cambió la aviación en esos años ambos aparatos ya estaban fuera de juego en 1943.
Corrijo en la versión final y dejo mi error en el hilo, para que mis metidas de paa también consten :oops: :oops: :dpm:
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Mensaje por Japa »

PLANIFICACIÓN Y DESPLIEGUE

El plan operativo para Zitadelle no era excesivamente original. Como suponía Zukhov, el saliente sería desgajado en su base mediante dos ataques coordinados por los flancos, desde su lado norte (el área conocida como saliente de Orel) por el Grupo de Ejércitos Centro, y desde su lado sur, por la zona de Belgorod, por el Grupo de Ejércitos Sur. Por parte del Grupo Centro participarían el IX Ejército de Model y algunas unidades de apoyo del II PzArm, y por parte del Grupo Sur intervendrían el IV PzArm al mando de Hoth y el Destacamento de Ejército Kempf, al mando del propio Kempf, ambos bajo las órdenes de Manstein.

El IX Ejército debía romper el frente soviético al oeste de Maloarkhangelsk mientras que el IV panzer debía hacerlo entre Belgorod y Gertsovka para avanzar hacia el norte. Ambos ejércitos se reunirían en la ciudad de Kursk sellando el saliente y después procederían a aniquilar a las fuerzas soviéticas atrapadas mientras el Destacamento Kempf rompería entre Belgorod y Korocha, justo al este del avance del IV PzArm, para proteger el avance contra los refuerzos soviéticos que tratasen de auxiliar a las tropas del saliente. La cobertura aérea del IV PzArm la proporcionaría la 4ª LF, dirigida por Dessloch, mientras que el IX Ejército recibiría apoyo de la 1ª Fliegerdivission de la 6ª LF.

¿Cómo se organizaron los alemanes?

Zitadelle fue la última gran operación ofensiva del ejército alemán y en lo que a fuerzas blindadas se refiere fue la mayor concentración de unidades para un sólo combate en toda la guerra (ya que Barbarossa fue una operación en varios frentes diferentes con distintos objetivos) así que repasaremos con detalle cómo se desplegó la fuerza alemana en este combate decisivo, deteniéndonos con más atención en las tropas acorazadas.

GRUPO DE EJÉRCITOS CENTRO

– IX EJÉRCITO

Model interpretó con gran acierto todos los informes recibidos por la observación aérea y el servicio de inteligencia, y tenía una idea muy clara de la profundidad de las defensas soviéticas en su zona: de todos los mandos implicados fue el que más presionó para abandonar Zitadelle ya que intuyó que incluso una victoria implicaría unas pérdidas inaceptables. Hasta el último momento solicitó que se le cedieran varias divisiones de refuerzo, considerando que además de las disponibles bajo su mando al menos requería otras dos PzDiv y varias InfDiv. Veía muy clara la posibilidad de una ofensiva soviética desde su flanco oriental en cuanto sus fuerzas quedaran atascadas en las defensas de Rokossovski y quería contar con aluna reserva para esa contingencia. Kluge, al mando del Grupo de Ejércitos Centro, convenció a Hitler de que el general del IX Ejército era demasiado pesimista y exageraba la fuerza del ER, así que no recibió refuerzos. Su fuerza quedó, pues formada como sigue a fecha 5 de julio del 43.

• XX Cuerpo, al mando del general Von Roman

— 45ª InfDiv
— 72ª InfDiv
—137ª InfDiv
— 251ª InfDiv
— Mando de Artillería con dos batallones
— IV regimiento de ingenieros

• XLVI PzKorp, al mando del general Zorn

— VII InfDiv
— 31ª InfDiv
— 102ª InfDiv
— 258ª InfDiv
— Mando de artillería, con un regimiento de campaña, tres batallones de artillería, 1 de morteros pesados, 3 baterías de Flak 88 mm, el SturmAbt 909 y un batallón de observación.
— 1 batallón de ingenieros y diversas unidades menores auxiliares.

Esta unidad tenía adscrito al grupo Von Manteuffel, una agrupación de combate formada por tres batallones de cazadores y un batallón de artillería ligera.

Como puede verse, el llamado "XLVI PzKorp" no incluía ni una sola PzDiv y ni un sólo panzer, contando como únicos medios blindados con 35 StuG del 909 batallón de Sturmartillerie. y los cazacarros de los batallones divisionarios de PzJg, probablemente un total algo superior a cincuenta unidades.

• XLVII PzKorp, al mando del general Lemelsen.

— 2ª PzDiv
— 9ª PzDiv
— 20ª PzDiv
— 6ª InfDiv.
— 505 sPzAbt
— 312 compañía panzer (carros flammpanzer Pz III)
— Mando de artillería, con tres batallones de campaña, una batería independiente, dos regimientos de morteros pesados y dos SturmAbt (245 y 904).
— 1 regimiento de ingenieros y diversas unidades auxiliares.

Esta era la agrupación más poderosa de todo el IX Ejército. Sin embargo sus PzDiv estaban debilitadas y apenas disponían de un batallón completo de carros y uno incompleto. La 2ª PzDiv contaba con 60 Pz IV con cañón de 75 L/48, 38 Pz III con cañón de 50 L/60 y 38 carros de modelos más antiguos, Pz III y IV de cañón corto e incluso algunos Pz 38. La 9ª PzDiv contaba con 64 Pz IV, 30Pz III y 17 carros antiguos. La 20ª tenía 40 Pz IV, 20 Pz III y 25 carros antiguos. El 505 sPzAbt tenía 45 Pz VI Tiger, siendo con mucho la unidad más poderosa de la agrupación. Todo el XLVII PzKorp desplegaba 45 Pz VI, 164 Pz IV, 88 Pz III y 80 carros de modelos antiguos, 377 carros de combate en total, más una docena y media de flammpanzer Pz III

Los batallones de Sturmartillerie 245 y 904 incluían unos 70 StuG. A estas cifras habría que sumar algo menos de un centenar de cazacarros de los modelos Marder incluidos en los batallones de cazacarros divisionarios.

• XLI PZKorp, al mando del general Harpe.

— 18ª PzDiv
— 86ª InfDiv
— 292ª InfDIv
— 656 Regimiento PzJg
— 216 batallón Sturmpanzer
— 313 y 314 compañías panzer (flammpanzer)
— Mando de artillería con un regimiento de campaña, 6 batallones de artillería, 2 baterías independientes, un batallón de morteros pesados, un regimiento de morteros y los batallones 177 y el SturmAbt 244.
— 1 regimiento de ingenieros y unidades auxiliares.

De nuevo podemos ver que el pomposo título de "PzKorp" esconde una unidad que en esencia es de infantería, con tan sólo una PzDiv. En cuanto a fuerza acorazada, la 18ª PzDiv incluía 20 Pz IV, 12 Pz III y 43 carros antiguos, lo que la convierte en la PzDiv peor equipada de Zitadelle, con un total de tan sólo 75 carros de combate, más unos 40 FlammPanzer Pz III

El panorama cambia con respecto a los otros vehículos acorazados de combate, ya que los dos batallones de artillería de asalto sumaban unos 70 StuG, el 216 batallón desplegaba 66 cañones de asalto pesados Brümmbar y el 656 regimiento de PzJg tenía en plantilla 90 flamantes Ferdinand, los vehículos más poderosos del XLI PzKorp. Igualmente hay que sumar a estas cifras los PzJg de otros modelos que incluían las unidades divisionarias.

• XXIII Cuerpo, al mando del general Friessner.

— 78ª división de asalto (una unidad de infantería reforzada, con abundante artillería pero sin panzer)
— 216ª InfDiv
— 383ª InfDiv
— 189 batallón de Sturmartillerie.
— 87 regimiento de Infantería
— Mando de artillería, con 3 regimientos y 7 batallones de campaña, 4 baterías independientes, el batallón 185 de Sturmartillerie, 1 regimiento de morteros y un batallón de observación.
— 1 regimiento de ingenieros y unidades auxiliares.

El único apoyo acorazado del XXIII eran los 70 StuG de los batallones 185 y 189.

• Reserva del IX Ejército

— 4ª PzDiv
— 12ª PzDiv
— 10ª PzGrDiv

Estas tres unidades eran la única reserva a disposición de Model. La 4ª PzDiv alistaba 52 Pz IV, 40 Pz III y 16 carros antiguos. La 12ª tenía 35 Pz IV, 20 Pz III y 20 carros antiguos. La 10ª PzGrDiv tenía un batallón incompleto con unos 20 Pz IV y otros tantos Pz III. La reserva, pues, contaba con unos 107 Pz IV, 80 Pz III y 36 carros antiguos.

Como vemos las fuerzas acorazadas de Model eran escasas. Contaba con 4 PzDiv, más otras dos en reserva, todas subequipadas, y otras 15 InfDiv y unidades menores, incluyendo sus dos fuerzas más poderosas, el 505 sPzAbt y el 656 Regimiento PzJg. Disponía de unos 675 carros de combate: 45 Pz VI Tiger, 290 Pz IV, 180 Pz III y unos 160 carros antiguos, más unos 50-60 flammpanzer Pz III, 250 StuG III, 66 Brümmbar, 90 Ferdinand y unos 200 cazacarros de diversos modelos. Incluso sumando todos estos tipos de vehículos la fuerza total del 9ª Ejército, incluyendo la reserva, es apenas de 1300-1400 vehículos de combate de todos los modelos. La falta de fuerza acorazada obligó a Model a adoptar una táctica prudente, tratando de conservar sus panzer para un esfuerzo decisivo.
Última edición por Japa el 16 Ene 2008, editado 1 vez en total.
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Mensaje por troyano »

Japa escribió:Gracias por el apunte, troyano: elegí esos dos aviones como representativos de la generación "años 40" de la VVS (en contraposición a los aparatos en servicio en los años 30, que todavía eran la mayoría de los medios disponibles en Barbarroja) y como bien dices es una muy mala elección: a la velocidad que cambió la aviación en esos años ambos aparatos ya estaban fuera de juego en 1943.
Corrijo en la versión final y dejo mi error en el hilo, para que mis metidas de paa también consten :oops: :oops: :dpm:
de nada hombre... un placer poder aportar un granito de arena a un trabajo tan bueno.

Personalmente prefiero que corrijas el hilo... es mejor para la gente que lo lea tener la versión correcta que no andar buscando rectificaciones. No creo que a nadie le importe... :dpm:
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Mensaje por Conde-Duque »

Estoy con troyano, es mejor que se vaya mejorando el hilo y que tan fantástico trabajo se contemple desde un principio :wink:

Saludoss
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Mensaje por Japa »

Esntre otras cosas ese es uno de los motivos de ir desarrolléndolo así: tendríais que haber leído la primera versión sin editar, era de sonrojo.
Feo, bajito y dicharachero
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Mensaje por Japa »

GRUPO DE EJÉRCITOS SUR

– IV PZARM

El IV PzArm fue dirigido por el general Hoth. Tras las últimas informaciones recabadas a finales de junio éste, de acuerdo con Manstein. decidió modificar las líneas básicas del ataque en el sur. Inicialmente debería haberse lanzado un asalto directo hacia el norte a través de Oboyán para buscar un rápido encuentro con el IX Ejército de Model. Sin embargo Hoth estimó que sería necesario eliminar antes la amenaza de las reservas acorazadas soviéticas. El despliegue final del IV Ejército se realizó de acuerdo a esas premisas, al igual que los movimientos que se produjeron durante los primeros días.

El IV PzArm era una fuerza acorazada muy poderosa. Veamos su estructura a día 5 de julio del 43.

• LII Cuerpo, al mando del general Ott

— 57ª InfDiv
— 255ª InfDiv
— 332ª InfDiv
— Mando de Artillería con 1 batallón de campaña, 3 baterías independientes y 1 regimiento de morteros pesados
— 1 regimiento de ingenieros y unidades auxiliares

• XLVIII PzKorp, al mando del general Von Knobelsdorff

— 3ª PzDiv
— 11ª PzDiv
— GrossDeutschland PzGrDiv
— 10ª PzBr
— Mando de artillería con 1 regimiento de campaña, 3 batallones, el batallón 911 de Sturmartillerie y uno de observación
— 1 regimiento de ingenieros con dos batallones y unidades auxiliares
— 616 Batallón Flak

La GrossDeutschland, con 14 Pz VI Tiger, 100 Pz IV, 20 Pz III y 12 carros antiguos más 35 StuG y 14 FlammPanzer era la división más poderosa del Heer, sólo igualada por la Totenkopf PzGrDiv de las SS. Por contra la 3ª PzDiv estaba reducida a un sólo PzBon con 33 Pz IV, 30 Pz III, 39 carros antiguos y 2 StuG; a su vez la 11ª estaba equipada con 48 Pz IV, 50 Pz III, 20 carros antiguos y 3 FlammPanzer. La unidad estrella era, sin embargo, la 10ª PzBr, que desplegaba los 200 Pz V Panther Ausf. D disponibles para Zitadelle. El cuerpo totalizaba, pues, 566 panzer (14 Pz VI, 200 Pz V, 181 Pz IV, 100 Pz III y 71 carros antiguos) más 17 flammpanzer y 68 StuG (los divisionarios más los del batallón 911)

• II SS PzKorp, al mando del general Paul Hausser

— Leibstandarte SS PzGrDiv
— Das Reich SS PzGrDiv
— Totenkopf SS PzGrDiv
— Diversas unidades regimentales de infantería, artillería e ingenieros adscritas desde la InfDiv 167
— Mando de artillería con 2 batallones y dos regimientos de morteros
— 1 regimiento de ingenieros con dos batallones y unidades auxiliares

Al igual que la GrossDeutschland, las PzGrDiv de las SS eran agrupaciones muy potentes. La Leibstandarte tenía 13 Pz VI, 85 Pz IV, 12 Pz III, 7 carros antiguos y 35 StuG. La Das Reich tenía 14 Pz VI, 68 Pz IV, 46 Pz III, 1 carro antiguo y 34 StuG. La Totenkopf tenía 15 Pz VI, 78 Pz IV, 47 Pz III, 8 antiguos y 35 StuG. En conjunto la fuerza de Papá Hausser desplegaría 42 Pz VI Tiger, 231 Pz IV, 105 Pz III y 16 carros antiguos, 394 panzer más 104 StuG.

Hausser, por cierto, no era un oficial de las SS al uso, ya que había sido militar y se retiró a principios de los 30 con el grado de teniente general. Luego se unió a las SA y, posteriormente, a las SS, donde fue encargado de dirigir la instrucción militar. Era un excelente táctico y un mando capaz y experimentado, probablemente el mejor de todas las Waffen.

Así pues, las fuerzas al mando de Hoth contaban con cuatro PzGrDiv (cada una de ellas mucho más poderosa que una PzDiv del Heer) y dos PzDiv más la 10ª PzBr (en la que Hitler había puesto muchas esperanzas) y tres divisiones de infantería, con una fuerza acorazada total de 56 Pz VI, 200 Pz V, 412 Pz IV, 205 Pz III, 87 carros antiguos ( 960 carros en total) y 172 StuG, a los que había que añadir un centenar de cazacarros. No sólo su fuerza acorazada era numéricamente superior a la del IX Ejército, sino que apenas incorporaba carros de los modelos desfasados.

Además esta enorme falange acorazada contaría con un apoyo adicional que cubriría su flanco derecho, el Destacamento Kempf

– ARMEEABTEILUNG KEMPF

La fuerza acorazada al mando del general Kempf debía proteger el avance del II SS PzKorp por su flanco derecho, de modo que la penetración no fuera cortada por los refuerzos soviéticos venidos de fuera del saliente. El Destacamento estaba dividido en tres cuerpos.

• III PzKorp, al mando del general Breith

— 6ª PzDiv
— 19ª PzDiv
— 7ª PzDiv
— Batallón de sturmartillerie 228
— Unidades regimentales adicionales procedentes de la 168 InfDiv
— sPzAbt 503

Las tres PzDIv estaban a un nivel medio de fuerza, y entre las tres sumaban 147 Pz IV, 96 Pz III y 53 carros antiguos, 296 panzer en total, más los 48 Pz VI del 503, repartidos a razón de una compañía por división (y no agrupados bajo el mando del sPzAbt) y unos 30 StuG.

• Cuerpo Rauss, al mando del general Rauss

— 106ª InfDiv
— 320ª InfDiv
— Batallón de sturmartillerie 393
— Mando de artillería con 1 regimiento, 3 batallones de campaña, uno de observación, SturmAbt 190, 1 batallón de cazacarros, 1 regimiento de morteros pesados y un batallón de morteros
— 1 regimiento de ingenieros y unidades auxiliares.
— 3 regimientos Flak de la LW con cañones de 88 mm

Esta fuerza tenía a su disposición unos 50 StuG y otros tantos cazacarros. Además las unidades de apoyo de la LW ofrecían un soberbio apoyo CC con varias docenas de cañones de 88 mm.

• XLII Cuerpo al mando del general Mattenklott

— 282ª InfDiv
— 39ª InfDiv
— 161 InfDiv
— Mando de artillería con 1 batallón de campaña, una batería independiente, 1 regimiento de morteros, dos batallones de cazacarros pesados, 1 batallón de morteros pesados y 1 de observación.
— 1 regimiento de ingenieros y unidades auxiliares.
— 1 regimiento de Flak de la LW con cañones de 88 mm

La fuerza de Mattenklott incluía casi dos centenares de los poderosos cazacarros pesados Nashorn, lo que junto al regimiento Flak le daba un potencial defensivo formidable. Sin embargo su fuerza ofensiva era reducida ya que carecía de batallón de cañones de asalto.

En conjunto el Destacamento Kempf no parece una agrupación demasiado formidable pero constituía la principal fuerza de infantería a disposición del Grupo Sur y se había procurado darle un potencial CC muy alto. Su misión era defensiva, debiendo avanzar en cobertura de los panzer de Hausser.

Con las fuerzas de Kempf, el Grupo Sur iba a desplegar en Zitadelle cerca de 1300 panzer (incluidos 90 Tiger y 200 Panthers), más de 200 StuG y varios centenares de cazacarros, incluyendo casi 200 Nashorns. Alemania jamás había juntado una fuerza acorazada tan formidable.

Con respecto a los sPzAbt, en la primavera del 43 se desechó la estructura D y se adoptó la E, con cuatro compañías de 9 Tiger, sin Pz III de complemento, y una fuerza establecida para todo el batallón de 45 carros.

Así pues, los efectivos desplegados de cara a Zitadelle totalizaban 38 divisiones, de las que 16 eran PzDiv o PzGrDiv reforzadas, y numerosas unidades menores de apoyo equivalentes a otras diez divisiones, incluyendo la brigada de Panthers, dos SpzAbt, un regimiento de cazacarros pesados, dos batallones de Nashorns y 10 batallones de Sturmartillerie. En cuanto a medios acorazados, se desplegaron algo más de 2000 panzer, 600 cañones de asalto y cerca de un millar de cazacarros. El poder ofensivo de esas tropas dejaba ridículamente pequeño el de los ejércitos que se lanzaron en 1941 sobre la URSS.
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Mensaje por Felix_Feito »

Buff, buena maquinaria. se puede desglosar un poco mas los denominados "carros antiguos" . me temo sopresas y ver por ahi algun alegre Pz I jeje

saludos
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Mensaje por Japa »

Se refiere a Pz III y IV de cañón corto, Pz38 y Pz II. l Pz I se retiró dle servicio en la primavera de 1942
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Mensaje por Felix_Feito »

Algo me sonaba de la retirada de los PZI, pero el otro dia en un documental, sobre el ataque aleman a stalingrado, salia un PZI en un barrio, supongo sean imagenes metidas un poco a calzador( en eso mismo, sale un asalto ruso con T 26 torreta 1933) pero taba con la duda

saludos
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Mensaje por Jaques »

Hola amigos.

Después de 1942 , la mayor parte de los Pz I fue utilizado en las escuelas de tanques.
Los tanques al Pz II y t-38 habían continuado en el servicio después de 1942, en acciones secundarias. Pz II usado como vehículo del comando y el T-38 aún en combate directo. Na batalha de Kurks usando la color Dark Gray , al 20ª panzer todavía tenía T-38 en su orden de la batalla.

Más información:

http://www.somnium.eti.br/arquivos/plas ... elismo.pdf
(en Português)

Saludos
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Mensaje por Japa »

Gracias, Jacques. Acabo de descargarme el archivo
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Mensaje por Jaques »

Hola japa

Felicitaciones para su trabajo.
Un otro artículo sobre la batalla de Kursk y los tanques usados por los 2 bandos:

http://www.somnium.eti.br/arquivos/mili ... _Kursk.pdf
(en português)


Saludos
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Mensaje por Felix_Feito »

Si, yo tambien, le veo mucho futuro a ese pdf... cuando tenga tiempo de ponerme a pintar carros nuevamente(hoy a caido un greyhound a 1/48, a ver cuando lo pinto jeje)

saludos
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Mensaje por Japa »

AL OTRO LADO DE LA COLINA

El despliegue germano era impresionante, pero el soviético no se quedaba atrás. La batalla por Kursk iba a ser un choque de gigantes.

Las tropas del ER en el sector se organizaron en tres frentes que participarían en los combates defensivos del Saliente: dos en primera línea (Central y Voronezh) y uno de reserva (Estepa).

Al norte de la protuberancia, oponiéndose a las fuerzas de Model, estaba el Frente Central, al mando de Rokossovsky. Estaba formado por cinco ejércitos de infantería (13º, 48º, 60º, 65º y 70º), y uno acorazado (2º), apoyados por el 16º Ejército aéreo. Además de estas fuerzas principales Rokossovsky contaba con una reserva general formada por un cuerpo de caballería, dos acorazados y diversas unidades de lucha CC.

El término ejército empleado por los soviéticos puede llamar a engaño respecto a las dimensiones de las tropas soviéticas, ya que no se corresponde con el concepto manejado por los alemanes o los occidentales. Un ejército en el ER equivaldría a un Cuerpo de Ejército en las naciones occidentales y estaba formado por una cifra que variaba entre cuatro y ocho divisiones. Sin embargo esta imagen es engañoso, ya que las divisiones del ER, partiendo de un volumen de fuerza inferior al normal en esos años (frente a los 14-15000 hombres de una división USA o alemana, una del ER desplegaba unos 9-10000 efectivos), estaban por debajo de su nivel de fuerza establecido debido a las tremendas sangrías de los dos años precedentes. Podemos considerar, a efectos prácticos, que una división del ER desplegaría en 1943 una plantilla de entre dos y tres regimientos y un ejército del ER equivaldría en volumen a tres o cuatro divisiones.

Las unidades que más se distinguían en combate recibieron a partir del 42 el título de Guardias y tenían preferencia en el equipamiento y los reemplazos. Por regla general, una unidad de Guardias tenía una capacidad de combate superior a la de una unidad equivalente estándar, y contaba con equipamientos más modernos y una complemento artillero más poderoso.

El Frente Central contaba con 4 divisiones de Guardias, 3 divisiones aerotransportadas de Guardias, 33 divisiones de fusileros, 3 de artillería, 1 división de destructores (CC), 1 división AA, 7 brigadas acorazadas (una de ellas, de Guardias), tres brigadas CC, 1 de artillería, 15 regimientos acorazados independientes y diversas unidades menores de todo tipo (zapadores, CC, morteros, lanzacohetes…). El equipamiento acorazado incluía unos 1100 carros y cerca de medio millar de cazacarros y cañones de asalto.

Al sur de Kursk, plantando cara a los soldados de Manstein, estaba el Frente del Voronezh, dirigido por Vatutin, con dos ejércitos de Guardias (6º y 7º), tres de fusileros (38º, 40º y 69º) más uno acorazado (1º) y el 2º Ejército de la VVS para prestar cobertura.

Vatutin disponía de 15 divisiones de Guardias, 20 de fusileros, 4 divisiones AA, 6 brigadas acorazadas, 6 regimientos acorazados y diversas unidades menores. Contaba con más de 1500 carros de combate y unos 300 cazacarros y cañones ATP. El Frente del Voronezh contaba con unidades mejor preparadas y más fuerza acorazada, pero estaba desplegado en un sector más extenso que el Frente Central.

Como reserva general en el área de Kursk estaba el Frente de la Estepa del general Konev. Disponía de un ejército de Guardias (5º), tres de fusileros (27º, 47º y 53º) y uno acorazado (5º Ejército acorazado de Guardias, la fuerza blindada más poderosa de Kursk) más el 5º Ejército Aéreo.

Konev contaba con 7 divisiones de Guardias, 5 aerotransportadas de Guardias, 9 de caballeria de Guardias, 20 de fusileros, 7 divisiones AA, 29 brigadas acorazadas de Guardias, 33 brigadas motorizadas, y unidades menores. Era una fuerza en la que primaba la movilidad, ya que su tarea era acudir allí donde se produjera una ruptura y, en caso de necesidad, cubrir la retirada de las fuerzas en el saliente. Contaba con unos 1400 carros de combate y cerca de 300 cazacarros.

Parte de las fuerzas de Vatutin y Konev estaban desplegadas fuera del área de Kursk, cubriendo otras secciones del frente. Aún así las unidades en el saliente sumaban algo más 1300000 hombres, con casi 3500 carros y cerca de un millar de cañones ATP y cazacarros, lo que daba inicialmente una ventaja al ER frente a los alemanes de 1'5/1 en tropas y 1'8/1 en vehículos acorazados de todo tipo.

El equipamiento blindado soviético era bastante homogéneo: carros ligeros T-70, carros medios T-34/76 (el modelo mayoritario del ER), carros pesados KV y cazacarros y cañones de asalto basados principalmente en el T-34. También había pequeñas cantidades de carros ingleses y americanos, unos 150 ejemplares asignados al Frente Central y 50-60 (entre ellos algunos Churchill) en el Frente de la Estepa.

Sin embargo la mejor baza de las fuerzas soviéticas no iban a ser su carros de combate, como puede pensarse, sino su infantería, desplegada en las profundas líneas defensivas del saliente. Había hasta 8 cinturones defensivos con una profundidad que alcanzaba en determinadas zonas los 160 km. La misma rivera del Don había sido convertida en una última línea de defensa por si todo lo demás fallaba.

El apoyo artillero a esas posiciones superaba con mucho lo esperado por los alemanes. En 1941 y 1942 las inmensas pérdidas materiales habían dejado a la artillería soviética reducida al esqueleto, pero en el verano del 43 el esfuerzo industrial por fin había dejado sentir su peso y el despliegue de bocas de fuego era estremecedor: 13000 piezas de artillería de campaña, 6000 piezas CC (mayoritariamente cañones ZIS-3 de 76'2, un arma mucho más eficaz que sus predecesoras como el M-1936) y cerca de un millar de lanzacohetes ATP Katyusha)

Los trabajos de fortificación y el aprovisionamiento y despliegue estaban listos a mediados de junio. Los retrasos en el inicio de la ofensiva dieron a los soviéticos margen suficiente como para preparar la batalla a su gusto. El transporte de medios y hombres estaba garantizado por nuevas líneas ferroviarias tendidas por los ingenieros del ER y los primeros miles de camiones enviados por el gobierno estadounidense. El acúmulo de municiones fue asombroso: la potencia de fuego que esperaba a los alemanes superaba todo lo visto en cuatro años de guerra. Las tropas, pese a la tensión de la espera, tenían la moral alta: todo lo que podía hacerse para enfrentarse a los alemanes se había hecho. Pero eso no era todo.

Había otras dos agrupaciones que no estaban desplegadas en el saliente de Kursk, sino al norte del mismo, frente a las posiciones alemanas en torno a Orel: el Frente Occidental, a las órdenes de Sokolovsky, y el Frente de Briansk, del general Popov. Estas dos formaciones debían esperar a que la ofensiva alemanas se atascara en las posiciones en torno a Kursk para pasar al ataque contra las fuerzas del Grupo de Ejércitos Centro, mientras el Frente de la Estepa hacía lo propio contra el Grupo Sur. Sokolovsky debía llevar el peso de la ofensiva soviética, mientras que las fuerzas de Popov cubrían su flanco meridional.

El Frente Occidental contaba con el 10º y 11º ejércitos de Guardias, siete ejércitos de fusileros (5º, 10º, 20, 31, 33, 49 y 50) y el 1º de la VVS. Desplegaba 16 divisiones de Guardias, 38 de infantería, 1 de artillería, 4 AA, 7 brigadas acorazadas de Guardias, 18 brigadas acorazadas, una de destructores de carros y 7 regimientos acorazados independientes. Contaba con unos 1500 carros de combate y cerca de 400 cazacarros y ATP.

El Frente de Bryansk era con mucho la formación más reducida, con tres ejércitos de fusileros (3º, 61 y 63º), y un total de 24 divisiones de fusileros, 4 AA, 3 brigadas acorazadas de Guardias, 2 brigadas acorazadas y una de destructores. Disponía de unos 400 carros y un centenar de cazacarros.

Dentro del despliegue soviético llama la atención el empleo de los medios acorazados a nivel de brigada o regimiento. Esto es así porque se decidió primar la flexibilidad de uso antes que el empleo en masa, a fin de poder adaptarse al cualquier cambio en las circunstancias con la mayor rapidez posible. En ese sentido el ER demostró una notable mejora en sus capacidades operativas (aunque en el aspecto táctico seguía bastante por detrás de sus enemigos, sobre todo en el combate de carros)

Sólo había un error de peso en las disposiciones soviéticas. Considerando que el IX Ejército estaba bastante más cercano a la ciudad de Kursk, que era el principal nudo de comunicaciones del saliente, supusieron que el principal esfuerzo alemán vendría de ahí, y se dio prioridad al refuerzo y las fortificaciones del Frente Central, Esa presunción se veía reforzada por el hecho de que el Grupo de Ejércitos Sur había llevado el peso de los combates de febrero y marzo y era de suponer que estaría más debilitado que las tropas de Model. Como hemos visto el cálculo soviético estaba equivocado, ya que las tropas de Manstein habían recibido prioridad a la hora de reforzarse y eran con mucho la parte más poderosa del despliegue germano. Ese error de Stavka iba a tener graves consecuencias.
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Mensaje por Japa »

OMISIONES Y OBERTURA

Estudiando por encima la composición de las fuerzas preparadas para Zitadelle, y comparándolas con las usadas en Blau o en Barbarossa, salta a la vista una importante diferencia, que es la proporción de unidades acorazadas y unidades de infantería. De media, en anteriores campañas por cada PzDiv habían participado cinco o seis InfDiv, sin embargo en Zitadelle iban a desplegarse una veintena de InfDiv junto al equivalente a 18 PzDiv (considerando que las PzGrDiv eran unidades tan poderosas o más como las PzDiv, y que cada uno de los batallones de la 10ª PzBr equivalían igualmente a una PzDiv, al menos en fuerza acorazada). Es decir, había muy poca infantería.

Esto puede parecer una cuestión menor dada la magnitud de las fuerzas acorazadas presentes, pero no lo era: el propio Guderian había experimentado en 1941 lo arriesgado que era dejar atrás a las fuerzas de infantería. Sin su apoyo los panzer estaban inermes frente a las posiciones de artillería CC, y sin infantería no era posible asegurar el terreno conquistado o eliminar las bolsas enemigas, ya que es la infantería la que controla y garantiza el terreno, no los carros. Además, sin suficiente infantería de acompañamiento, una infantería enemiga motivada y bien preparada (y la del ER lo era) se convertía en un serio adversario de los panzer.

Una proporción mínimamente aceptable hubiera sido de dos unidades de apoyo por cada unidad acorazada, lo que simplemente hubiera requerido el concurso de otras diez divisiones de infantería. ¿Porqué no se desplegaron?

La respuesta tradicional es que en Stalingrado y Túnez se perdieron demasiadas fuerzas que no se pudieron suplir, pero eso sólo es parcialmente cierto, y aquí el general Manstein es un testigo de gran interés.

En sus memorias Manstein marca con claridad que la ausencia de suficientes tropas de infantería fue consecuencia de una serie de decisiones de Hitler. La primera fue la de consentir la formación de las unidades de campo de la LW: como ya hemos visto, esas fuerzas carecían de verdadero valor combativo y sus integrantes hubieran sido mucho mejor empleados para reconstruir durante el invierno la fuerza de la infantería del Heer, ya que las InfDiv en el frente del Este estaban muy por debajo de sus plantillas previstas, y se podía considerar afortunada la división que alistase un 70 % de su fuerza autorizada.

La segunda decisión fue consentir la formación de la cabeza de puente de Túnez. Hubo sobradas ocasiones de retirar las fuerzas allí comprometidas, como el periodo de caos entre los aliados que siguió a la victoria de Kasserine. De haberse hecho así, y tanto Rommel como los otros generales en el terreno (a excepción de Kesselring) habían avisado que la cabeza era a medio plazo indefendible, se hubiera podido preparar una adecuada defensa de Sicilia e Italia sin retirar fuerzas del Este, ya que se habrían sacado de África cerca de 150000 combatientes.
La tercera tiene que ver con al incapacidad de Hitler para correr riesgos: Manstein considera (con razón) que si realmente Zitadelle era la apuesta decisiva de la guerra, todo lo demás pasaba a ser secundario, y podrían haberse sacado fuerzas de Kubán, Noruega o Grecia para reforzar la ofensiva. Sin embargo el Führer, que continuamente manifestaba su desprecio por los aliados occidentales, de pronto se veía amenazado por desembarcos anglosajones casi en cualquier parte del continente, incapaz de aceptar el argumento de que con las fuerzas aliadas comprometidas en África no era viable imaginar un asalto anfibio a Noruega o a los Balcanes. A ojos de Hitler todas y cada una de las porciones de su imperio se volvían irreemplazables ¿Debilitar las defensas noruegas? ¡Eso arriesgaría los suministros suecos de hierro! ¿Replegarse hacia el norte de Grecia? ¡Los yacimientos de Ploesti estarían inermes! ¿Un repliegue táctico en el Donetz? ¡El carbón de la cuenca ucraniana era irremplazable!.

El propio carácter de Hitler jugaba contra Alemania, porque no sólo no se sacarían fuerzas de otros teatros para reforzar el asalto a Kursk, sino que en mayo y junio se drenaron fuerzas del Frente Oriental a fin de enviarlas a Túnez, Francia o los Balcanes para desesperación de los generales del Este. Un factor tan sencillo como el repliegue de las fuerzas de Túnez en abril hubiera impedido que se sacaran fuerzas de la misma Zitadelle cuando los combates alcanzaban su punto álgido, y cualquiera que entendiera mínimamente las dificultades de un asalto anfibio sabría que Noruega estaba a salvo con tan sólo un tercio de las fuerzas que protegían sus costas (y que estuvieron ociosas hasta el mismo final de la contienda), pero el Führer no se dejaba guiar por la lógica, sino por sus miedos.

Y llegamos a Julio de 1943, con todos los actores en su sitio, y el drama a punto de comenzar. En la noche del 4 al 5 de julio las fuerzas alemanas empezaron a ocupar sus posiciones de partida. La PanzerWaffe nunca estaría en mejor forma. Su moral era alta: tenían las mejores armas y su nivel de adiestramiento estaba en la cima. El adoctrinamiento intensivo de los últimos meses había sido muy eficaz y no sólo los soldados de las SS sino también los del Heer tenían claro que su destino era vencer y dominar. Además el verano era el tiempo de las victorias: en años anteriores, ante el vigoroso avance de los panzer, los subhumanos del Este habían sido sorprendidos y derrotados una y otra vez, y ahora no iba a ser diferente. Las unidades se prepararon para iniciar el avance, los artilleros cargaron sus cañones y los mandos miraron sus relojes. Empezó la cuenta atrás.

A las 2,20 horas de la madrugada del 5 de julio, justo diez minutos antes de que la artillería alemana del Grupo Centro iniciara su barrera preparatoria, se desencadenó un huracán de fuego sobre las líneas alemanas: la artillería soviética del Frente Central abrió fuego con todas sus piezas, desorganizando las puntas del avance alemán cuando aún se estaban reuniendo. Los Untermensch no estaban dormidos: el Ejército Rojo recogía el guante y se aprestaba a la batalla.
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Mensaje por Japa »

KURSK



Para occidente, la batalla de Kursk estuvo durante décadas en el limbo de la historia; los historiadores anglosajones de los años 50-60 apenas reseñaron los combates del arco de Orel-Kursk, enfocando la guerra en el frente oriental en los momentos decisivos de Moscú y Stalingrado. De ese modo se centraron en la campaña de Normandía, convirtiéndola en el Eje de la victoria aliada, y no volvía a mencionarse al ER hasta el paso del Vístula y la caída de Berlín. En las memorias de Churchill apenas se comentan los combates de julio del 43 en un párrafo, y en su Batallas Decisivas el general Fuller tan sólo dedica una línea a mencionarlos. Una de las mayores batallas de todos los tiempos simplemente no existía para Occidente.

Eso no cambió hasta los primeros 70, cuando la atención de los estudiosos se volvió por fin hacia la URSS. A raíz de ello la situación se desplazó al otro extremo y se generó un enorme volumen de mitología en torno a Zitadelle y sus consecuencias. Eso se debió a que los historiadores aceptaron sin dudar las versiones que podían leerse en los informes oficiales y los libros de historia soviéticos. Kursk se convirtió en una batalla de dimensiones apocalítpticas, un triunfo sin paliativos del ER. En boca de los historiadores el saliente se transformó de la noche a la mañana en la tumba del ejército nazi. La imagen que se dio en esos años era la de una llanura sembrada de panzer destruidos y banderas rojas hondeando.

Es a partir de los primeros 90, con el acceso a los archivos soviéticos, cuando se han podido empezar a desmontar las leyendas triunfales surgidas en torno a ese enfrentamiento junto con una buena parte de la mitología aliada y germana en torno a la WWII. Es cierto que Kursk fue el momento álgido de la guerra, el punto en el que la marea cambió definitivamente, pero las cosas sucedieron de forma muy diferente a como se contaron.

Afortunadamente hoy es posible contrastar bastante documentación sobre el tema y podemos presentar un cuadro razonable de los combates del verano de 1943. A medida que avance el tema iré tocando algunos de las leyendas más recurrentes de Kursk, y viendo qué queda al revisarlas con seriedad.
Última edición por Japa el 20 Ene 2008, editado 1 vez en total.
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