¿Hindenburg podía hacer que Hitler perdiera todo su poder?

[ivasam]

Saludos, hace un momento en el History Chanel vi un documental sobre la llegada al poder de Hitler, en el documental se asegura que Hindenburg podia facilmente disolver el poder de Hiltler, sin embargo al mismo Hidenburg le saludan con el clasico saludo NAZI, y se ven los simbolos Nazis por todas partes, por lo cual les pregunto es cierta esta aseveración, o Hindemburg ya por su vejez hacia una especie de titere util, de los Nacionalsocialistas.

Saludos

Iván

[MENCEY]

A Hindemburg le quedaban 2 telediarios, ni llegaba al Informe semanal,cuando Hitler llega al poder.

Era un hombre con un prestigio tremendo en Alemania,pero no estaba en condiciones fisicas e intelectuales para parar a Hitler, si es que lo penso.


saludos.

[Hans Joachim Marseille]

Saludos, sobrevivientes de telediario todos!

Yo tampoco creo que Hindenburg hubiese tenido poder para detener su ascenso político.

Comparando los cargos de Reichspräsident de ese entonces y el actual de Bundespräsident, Hindenburg sólo era el Jefe de Estado, mientras que Hitler tenía, como Reichskanzler (comparable con el de Bundeskanzler), el poder efectivo.

Además, Hitler fue muy respetuoso (al menos en público) con el mariscal.

Nos vemos en el aire!

[josé luis]

¡Hola a todos!

Para empezar, Hitler no habría sido nombrado canciller el 30 de enero de 1933 sin el apoyo de políticos como Neurath y la aquiescencia del presidente Hindenburg. Quizás llegase a canciller más adelante, pero en esos momento dependía de otros factores y personajes políticos, con el presidente a la cabeza.

Siendo canciller quiso apartar a Neurath como ministro de Exteriores (para poner a Rosenberg en su lugar) pero se vio parado en seco por Hindenburg. No, en 1933 Hitler carecía del poder para superar al ministro de Exteriores y al presidente del Reich.

Así que no juzguéis tan irrelevante el papel jugado por Hindenburg, a quien además Hitler veneraba.

Saludos cordiales
José Luis

[josé luis]

En junio de 1933, Göring intentó crear una agencia central de inteligencia para interceptar todos los telegramas diplomáticos, militares y políticos, con el objetivo de acceder sin restricciones a cualquier información vital. Neurath rechazó contundentemente esta propuesta e impidió que se llevara a cabo. Si bien más tarde Göring creó el Forschungsamt, un despacho de escucha telefónica de las conversaciones entre extranjeros y funcionarios alemanes.

Otro intento llevado a cabo esta vez por Goebbels para controlar la División de Prensa del Ministerio de Exteriores fue frustrado igualmente por Neurath.

Pero la situación que mejor puede ilustrar la tesitura en la que se encontraba Hitler desde su nombramiento como canciller el 30-1-1933 hasta la llamada “noche de los cuchillos largos” el 30-6-1934, viene dada por el clima de revolución que se vivió con el “desafío” de las SA y su intento de convertirse en una verdadera fuerza militar. El 20 de junio de 1934 Hitler fue abordado por Neurath, Papen (vicecanciller) y von Krosigk (ministro de Finanzas) para protestar por la campaña publicitaria que Goebbels estaba haciendo en contra de Papen y para pedir su dimisión. Hitler los calmó diciendo que se reuniría con el presidente para resolver ese y otros asuntos (SA). Antes de que Hitler fuera recibido en audiencia por Hindenburg, se encontró con el ministro de guerra, von Blomberg, quien le comunicó que el presidente estaba muy molesto con las SA y el riesgo de una lucha civil. Blomberg le espetó al canciller Hitler que si no tomaba los pasos necesarios para cambiar esa situación, el presidente Hindenburg se vería obligado a declarar la ley marcial y colocaría el control de la nación bajo las manos del Reichswehr (Ejército). A Hitler, y esto fue jugada de Papen y Neurath (entre otros), no le quedó más remedio que escoger entre las SA y el Reichswehr como base de poder. Escogió lo segundo y puso en marcha la “noche de los cuchillos largos” para acabar con la amenaza de Rohm.

Como podéis ver, la situación de Hitler antes del 30 de junio de 1934 distaba mucho de ser en términos de poder lo que fue a partir de esa fecha.

Saludos cordiales
José Luis

[Prinz Eugen]

Yo creía que "la Noche de los Cuchillos Largos" lo hicieron Hitler y Goering únicamente para deshacerse de los que les hacían sombra dentro de su partido, es decir de los que podían quedarse con el poder si a Hitler le pasaba "algo".

Saludos.

[josé luis]

¡Buenos días a todos!

Estimado Prinz,

La Noche de los Cuchillos Largos fue algo más que la detención y asesinato de muchos líderes de las SA, si bien ha pasado a la historia popular con ese significado. Pero hubo muchas cosas más; en realidad fue un auténtico golpe de estado. Podíamos abrir un topic para hablar de este asunto.

Saludos cordiales
José Luis

[josé luis]

Bueno, tal vez no haga falta abrir un topic para exponer brevemente lo que fue verdaderamente “La Noche de los Cuchillos Largos”.

[El 30 de junio de 1934, el gobierno alemán desató un reino de terror que fue conocido como “La Noche de los Cuchillos Largos”. Bajo la dirección de Heinrich Himmler, las Schutzstaffeln (SS) ejecutaron sin juicio a un número desconocido de miembros de las Sturmabteilung (SA). Se dirigió contra los tres cancilleres más recientes, arrestando a uno, enviando al exilo a otro, y ejecutando al tercero. Se asesinó a líderes políticos y se arrestó a miles más, encarcelando a algunos y enviando a otros a campos de concentración. Desde entonces en adelante, este estado de violencia se mantuvo en Alemania no cesando hasta el colapso final del Reich]

Así resume Zachary Shore lo que supuso la actuación nazi de terror que comenzó el 30 de junio de 1934. Hitler no sólo “actuó” para eliminar la menaza de la dirección de las SA, sino que se lanzó a aterrorizar y eliminar a sus rivales políticos y a los miembros de su gobierno que eran obstáculo –insuperable bajo la legalidad de la República de Weimar- firme contra sus apetencias de poder absoluto.

Si lo deseáis podemos ver en detalle algunos de los hechos más significativos de ese reinado del terror.

Saludos cordiales
José Luis

[Hans Joachim Marseille]

Saludos, sobrevivientes todos!

José Luis, yo también pensaba que la noche de los cuchillos largos era para eliminar a las SA, y que todo había sido planeado por Goering y Himmler. Y pensaba que el objetivo principal era Röhm. Ahora aclárenme algo: en esa noche ¿no mataron también a los general von Schleicher y von Bredow?

Apoyo la iniciativa de abrir un post con los detalles de esa noche.

Nos vemos en el aire!

[josé luis]

¡Saludos, Hans!

No sé por qué, pero tengo la impresión de que me habeís entendido mal o yo no me he expresado bien. Nunca dije que Hitler no encaminara sus delictivos actos en esa noche para eliminar a Rohm y demás compañía de las SA, sino que ese no fue su único objetivo en esta triste y famosa noche (y los días inmediatos que la siguieron). La canallada era mucho más ambiciosa.

Saludos cordiales
José Luis

[Hans Joachim Marseille]

¡Saludos, Hans!

No sé por qué, pero tengo la impresión de que me habeís entendido mal o yo no me he expresado bien. Nunca dije que Hitler no encaminara sus delictivos actos en esa noche para eliminar a Rohm y demás compañía de las SA, sino que ese no fue su único objetivo en esta triste y famosa noche (y los días inmediatos que la siguieron). La canallada era mucho más ambiciosa.

Saludos cordiales
José Luis

Esto lo entendí, José Luis. Sólo que no sabía que además había otros objetivos.

Lo que sí necesito que me aclaren es la duda de la muerte de von Schleicher...

Nos vemos en el aire!

[josé luis]

Claro que sí, amigo Hans. En la Noche de los Cuchillos Largos, los sicarios de Hitler asesinaron al que había sido canciller de la República de Weimar y oficial militar, el general Kurt von Schleicher.

El comportamiento de las SA desde el nombramiento de Hitler como canciller, y más aún cuando Rohm obtuvo un escaño en el parlamento en diciembre de 1933, fue realmente una amenaza y un desafío constantes a Hitler y al Reichswehr. Al primero le llamaba el cabo ignorante de la IGM y a Blomberg le envió una carta en febrero de 1934 en la que le decía: “Ahora sólo considero al Reichswehr como una escuela de entrenamiento para el pueblo alemán. La dirección de la guerra –y por tanto, el entrenamiento, igual- en el futuro es tarea de las SA”. Además, las palizas que propinaban los miembros de las SA no se limitaban a los ciudadanos alemanes, sino también a los extranjeros. Ivone Kirkpatrick, de la embajada británica en Berlín, se pasó meses intentando obtener una satisfacción de las autoridades alemanas por esos delitos contra sus súbditos. Un caballero que no saludó un desfile de las SA en Hamburgo fue golpeado por las SA y posteriormente hospitalizado: era el cónsul-general portugués.

Hitler aguantaba lidiando con todos estos incidentes porque las SA eran su contrapartida de poder ante los políticos conservadores del Reichstag y los altos mandos del Reichswehr. Pero cuando se vio ante la perspectiva de que Hindenburg suspendiera las garantías constitucionales y pusiera el control del país bajo el Reichswehr, sólo entonces decidió acabar con Rohm y los suyos, y de paso aprovechar para acabar con sus otros rivales.

El 25 de junio de 1934, el general von Fritsch, comandante en jefe del ejército de tierra, colocó a las unidades del ejército de todo el país en estado de alerta, temiendo un golpe de estado de las SA. El 28 de junio la oficialidad del ejército expulsó a Rohm de la Liga de Oficiales Alemanes y de todas las asociaciones de veteranos. Al día siguiente el ministro de guerra, general Blomberg, en un artículo del Völkischer Beobachter (periódico oficial del Partido) solicitó el pleno apoyo del ejército a Hitler.

Todo parece indicar que la verdadera razón que precipitó a actuar tan rápidamente a Hitler vino por parte de Himmler el 28 de junio. En la boda del gauleiter Terboven en Essen, Hitler recibió un mensaje de Himmler en el que le informaba que el hijo del presidente, Oskar von Hindenburg, estaba preparando una cita a von Papen con su padre, probablemente para el 30 de junio. Sólo entonces Hitler consideró que Hindenburg, influenciado por Papen, podía limitar su poder estableciendo la ley marcial en Alemania. En una situación así, Hitler podía perder todo el poder que detentaba.

En la madrugada del 30 de junio, Hitler viajó a Bad Wiessee y ordenó el arresto de Rohm y su cohorte. Goebbels telefoneó a Göring a Berlín y pronunció el nombre en clave “kolibri” (colibrí), la señal para que los escuadrones de las SS pasaran a la acción. El 1 de julio Hitler ordenó la ejecución de Rohm, después de ofrecerle que se suicidara; el jefe de las camisas pardas se negó, y un guardia de las SS le pegó un tiro.

Göring ordenó quemar todos los informes de las purgas que se llevaron a cabo, pero de una lista que se salvó de la quema con los nombres de 85 víctimas mortales, sólo 50 de ellas eran miembros de las SA. El informe oficial del gobierno habla de 77 muertos, pero algunos estiman que pasaron de los 200 [K. D. Bracher, Die Nationalsozialistische Machtergreifung: Studien zur Errichtung des totalitären Herrschaftssystem in Deutschland (Frankfurt am Main: Ullstein, 1974), iii, p. 359, y Hermann Mau, “Die ‘Zweiter Revolution’ —der 30. Juni 1934,” VfZ, p. 134.]. Göring ordenó el encarcelamiento de 1.124 personas, de las que muchas de ellas nunca se supo su destino final.

Asesinado Rohm, le siguió el turno a Gregor Strasser, el que una vez había sido el líder del Partido Nazi. Fue secuestrado y luego asesinado. El general von Schleicher, ex canciller de la República de Weimar, fue asesinado en su casa. Elisabeth, su mujer, fue asesinada cuando intentaba socorrer a su marido. El general von Bredow, amigo y colega de Schleicher, fue asesinado de forma similar. Aristócratas como Freiherr von Guttenberg y el alto funcionario estatal Hans Ritter von Kahr sufrieron la misma suerte.

El vicecanciller von Papen fue arrestado en su oficina. Aunque no lo asesinaron, sí lo hicieron con dos de sus más altos cargos de gabinete: Herbert von Bose y Edgar Jung. Papen dio cuenta en sus memorias de los hechos:

[I got to the office at nine o’clock, to find that Göring’s adjutant,
Bodenschatz, had already rung several times asking me to call on
Göring immediately. Still without any hint as to what was going on,
I hurried over to his home in the garden of the Air Transport Ministry,
and I remember being amazed to find that the whole area was
full of SS guards armed with machine-guns.

Göring was in his study with Himmler. He told me that Hitler
had had to fly to Munich to put down a revolt headed by Röhm, and
that he himself had been given powers to deal with the insurgents in
the capital. I protested immediately at this, and pointed out that I
was the Chancellor’s deputy, in his absence such powers could only
be granted to me. Göring would not hear of this and declined flatly to
delegate his authority. With the police and the air force troops under
his command, he was certainly in the stronger position. I then said
that it was essential to tell the President what was happening, declare
a state of emergency, and bring in the Reichswehr to restore law
and order. Again Göring refused.

. . . Our discussion became distinctly heated, and Göring cut it short
by stating that my own safety demanded I should return to my home
immediately and not leave it again without his knowledge. I told him
that I would accept full responsibility for my own safety and was not
prepared to submit to what amounted to arrest. While this was going
on, Himmler kept passing messages to Göring. I did not understand
them at the time, but later realized that they were reports of the occupation
of my Vice-Chancellery by the SS and the Gestapo.

. . . In the Vice-Chancellery—and all this had to be pieced together
later—Bose had been shot out of hand, for “offering resistance.”
My secretary, Baroness Stotzingen, Savigny, and Hummelsheim
had been arrested and carted off to gaol or concentration camps. . . .
I could not understand the arrest of Hummelsheim, who had never
been a member of our inner circle.

. . . My home was surrounded by an SS detachment armed to the
teeth. The telephone was cut off, and in my reception room I found a
police captain, who had had orders that I was to have no contact with
the outside world and that no one was to be allowed to see me.

. . . I spent the next three days completely alone. I had no idea what
was going on in Berlin or in the country as a whole, and expected to
be arrested and probably shot at any moment. I had no doubt that
Goebbels, Himmler, and Heydrich had made up their minds that it
was time for the Marburg reactionary to be liquidated. As I learnt
later, the only man who stood between me and this fate was Göring.

He probably felt that my liquidation would only complicate matters
still more.

. . . During these three days I had one tenuous link with the outside
world. Certain good friends managed to walk past my windows to
convince themselves that I was still alive. One of these was the American
Ambassador, Mr. [William E.] Dodd, and another a courageous
and well-known medical consultant, Prof. Munk, who refused flatly
to be turned away by the guard until he had received a note in my
own handwriting proving that I was still alive. [Franz von Papen, Memoirs (London: Andre Deutsch, 1952), pp. 314-318]


La lista de asesinados continua en extenso, pero esto ya puede servir de muestra para conocer lo que significó verdaderamente ese auténtico golpe de estado de Hitler.

Saludos cordiales
José Luis

[Hans Joachim Marseille]

Saludos, sobrevivientes todos!

Agradecido con la información, José Luis Invalorable!

Y muy interesante el relato de von Papen...

Nos vemos en el aire!

[Prinz Eugen]

Gracias José Luís, aunque creo que la Noche de los Cuchillos Largos (llamado por Hitler "la Segunda Revolución") en realidad fue el punto de partida del Terror nazi hacia toda la oposición, interna o externa a su persona y no tanto el que dicho Terror externo al partido nazi formara parte de dicha purga, ya que meses antes (desde Mayo de 1.933) ya había iniciado el camino para la destrucción de la democracia alemana, prohibiendo los partidos alemanes excepto el N.S.D.A.P., convertido en partido único desde el 1 de Diciembre de 1.933.
Al menos esa es mi opinión al respecto.
Por lo demás sí que estaría bién que hiciéramos un tema aparte sobre el asunto .

Saludos.

[Marseille]

Saludos foreros.
La noche de los cuchillos largos fue el inicio de una epoca de totalitarismo y de represion contra aquellos que se oponian a los lineamientos y la politica de Hitler.
Lo de la prohibicion de los partidos en Alemania, se debe al pretexto de que no debia de existir mas el partido comunista aleman y entonces a los demas partidos tambien se les prohibio por que se decia que en cierta parte eran comunistas, por ejemplo al partido social-democrata.
Hasta pronto.

[josé luis]

¡Hola a todos!

Retomando este antiguo tema, de hecho la misma noche del 30 de enero de 1933 estaba en marcha un plan para impedir que Hitler fuese nombrado canciller por Hindenburg.

Schleicher (todavía canciller en funciones), Hammerstein-Equord (comandante en jefe del Reichsheer), y Brüning (antiguo canciller) habían enviado a un enlace militar a esperar a la estación del ferrocarril a Blomberg (que entonces estaba como representante de la delegación alemana para temas de desarme), a quien Hindenburg había llamado a Berlín para nombrarlo (de acuerdo con Hitler) ministro de Defensa. La idea de Schleicher era que Blomberg fuera a reportar a Hammerstein antes de acudir al llamado de Hindenburg. En este caso, Schleicher y Hammerstein intentarían convencer a Blomberg para que en su encuentro posterior con Hindenburg advirtiese al presidente de la República de Weimar y comandante supremo del Reichswehr que el pretendido nombramiento de Hitler no contaba con el apoyo del ejército.

Pero ese movimiento se frustró por la intervención de Oskar von Hindenburg (el hijo del presidente), que también había acudido a la estación a esperar a Blomberg. En esa noche del 30 de enero estaba teniendo lugar una discusión en la antecámara de Hindenburg entre Hitler, Göring, Papen, Hugenberg, etc., sobre la composición del nuevo gabinete. Hugenberg se oponía a Hitler en varios asuntos que ahora no vienen al caso. Entonces, Papen (creo recordar) advirtió a los allí reunidos que si no pasaban inmediatamente a comunicarle el acuerdo a Hindenburg antes de la medianoche, tenía conocimiento de buena fuente de que el Reichswehr se haría con el poder, presionando a Hindenburg. Ahora no tengo ganas de concretar este episodio más documentadamente, pues estoy escribiendo de memoria, pero lo cierto es que Oskar von Hindenburg, que estaba por allí cerca, fue buscado por un miembro del grupo (un militar, creo), y preguntado qué había de cierto en el rumor de Papen. Oskar confirmó ese rumor y por ello fue enviado a la estación del tren para que trajese a Blomberg inmediatamente al grupo de Hitler et al para presentarse al presidente sin pérdida de tiempo.

Así, cuando Blomberg llegó a la estación, su decisión de acompañar a Oskar marcó probablemente el futuro cercano de lo que aconteció aquella noche. Tal vez si acudiera al llamado de Hammerstein, las cosas habrían discurrido de otra manera. Nunca lo sabremos.

Saludos cordiales
José Luis

[Pablorojo]

Bueno, creo que Hitler y sus secuaces se movieron muy habilmente en todo este contexto y fueron más inteligentes que sus rivales en esta partida de ajedrez por el poder.
La voluntad de Hitler para hacerse con la cancillería a toda costa fue lo que prevaleció, ayudado por la precariedad de la salud de Hindemburg, quien obviamente no era el mismo que en años previos.

Saludos.

[Urogallo]

De todas formas, como ya hemos comentado, si Hindemburg no podía fiarse de Ludendorff, que era un viejo conocido de Hitler, y que advirtió muy severamente a su viejo superior contra el nuevo canciller...Es que ya no debía tener la cabeza muy bien situada sobre los hombros.

[Pablorojo]

Con respecto a la advertecia de su viejo compañero de la Gran Guerra:

"Yo profetizo solemnemente que este hombre maldito precipitará nuestro Reich en el abismo y hundirá nuestra nación en una miseria inconcebible. Las generaciones futuras os maldecirán en vuestra tumba por lo que habéis hecho".
Ludendorff al presidente del Reich Hindemburg. En referencia a Hitler. Finales de enero de 1933

Saludos.

[Germánico]

Si os interesa este tema, leed "A treinta días del poder", de Turner (Quinteto). A mí no me convencieron sus tesis, pero desde luego hace un buen repaso a todas las triquiñuelas que acabaron con Hitler en el poder.

Saludos.

[josé luis]

¡Feliz Navidad!

En mi opinión, sí existía la posibilidad de que Hindenburg hiciese caer a Hitler de la Cancillería del Reich, más o menos en los mismos términos que lo había hecho anteriormente con Schleicher. La salud mental del mariscal fue un factor importante sólo a partir de julio de 1934. Con anterioridad a esas fechas, podía haber tomado una decisión en el sentido del que hablamos. Sólo necesitaba tres cosas: petición, motivo y apoyo.

Durante el primer año y pico de la política nazi, había motivos suficientes como para que la oposición interna a Hitler (o al Partido) solicitase de Hindenburg la destitución de Hitler mediante los mecanismos legales a su alcance. De hecho, lo que tenían en mente Papen, Schleicher, Hammerstein, etc., en junio de 1934 era conseguir de Hindenburg el establecimiento de la ley marcial y un gobierno de corte esencialmente militar. La vida cotidiana de Alemania durante buena parte de 1933 y principios de 1934 era realmente un estado de terror gangsteril a cargo de las SA (que fueron el instrumento principal de Hitler para deshacerse físicamente de quienes se le oponían), y había signos más que evidentes de la paulatina destrucción de las instituciones del Estado que estaba llevando a cabo el Partido nazi desde el poder.

Pero lo que faltaba para poder echar a Hitler del poder en esas fechas era la unión de sus oponentes, especialmente dentro del Reichswehr. El nombramiento de Blomberg como ministro de Defensa (un nombramiento dudosamente legal, pues ningún militar en activo podía ocupar ese puesto), y la llegada de Reichenau (a petición de Blomberg), antiguo jefe de estado mayor en el distrito militar y división del general Blomberg, al ministerio de Defensa para convertirse en su mano derecha, fueron los dos factores que decidieron la suerte del Reichswehr y, por ende, de Alemania.

Es un hecho probado que Blomberg y Reichenau fueron enterados por Hitler de lo que éste se proponía llevar a cabo el 30 de junio de 1934, "Día de los Cuchillos Largos", y que consintieron. Y es un hecho probado que sabían que se iba a producir el arresto de los generales Schleicher y Bredow; y hay suficientes indicios como para sospechar que también sabían que los iban a asesinar. De hecho, Reichenau redactaría el informe oficial de la muerte de Schleicher, estableciendo cínicamente que había sido muerto "por ofrecer resistencia a su arresto". Pero la realidad, que muy probablemente él conocía, fue que los sicarios de Hitler asesinaron al antiguo canciller y a su esposa en su residencia. Lo que sucedió el día 30 de junio y los dos días siguientes fue una auténtica orgía gangsteril para eliminar a casi todos los principales oponentes que aún tenía el nazismo.

El Reichswehr (su liderazgo en general) se alegró de la eliminación de la cúpula dirigente de las SA, aunque detestara los medios utilizados, pero quedó consternado por el resto de asesinatos (políticos y civiles), y conmocionado por el asesinato de dos oficiales generales. Werner von Fritsch, comandante en jefe del Reichsheer, se las tuvo con Blomberg para que se llevara a cabo inmediatamente una investigación sobre las muertes de Schleicher y Bredow, acción que éste se negaba a dar curso. Fritsch no se contuvo y extendió su petición a Göring y al propio Hitler. Incluso, ya en julio, se desplazó a la residencia del presidente Hindenburg, pero éste ya sólo era capaz de hablar de sus experiencias de la pasada guerra. Otros oficiales del Estado Mayor General, (Manstein y Halder, incluidos) querían que se reuniese el generalato. Al final fueron más o menos contenidos ante la promesa de Hitler de que se castigaría severamente a los culpables de esas dos muertes.

Lo cierto es que Blomberg y Reichenau, con su actuación en los sucesos de marras, hicieron cómplice al Reichswehr de los asesinatos del "Día de los Cuchillos Largos". Y al poco tiempo, el mismo día de la muerte de Hindenburg, tomaron de propia iniciativa la decisión ilegal de cambiar el juramente de lealtad del Reichswehr, para que todos los militares jurasen "obediencia incondicional" a Hitler como Führer (Hitler también actuó ilegalmente al proclamarse Führer y comandante supremo del Reichswehr a la muerte de Hindenburg) y Canciller del Reich y pueblo alemán. El 2 de agosto de 1934 Blomberg fue el primer militar en realizar ese juramento, y con él la mayor parte de la oficialidad. Fritsch se oponía a esa medida ilegal, y sólo después, cuando Hitler convocó el plebiscito para despojar de ilegalidad las medidas que se habían adoptado a la muerte del presidente, se promulgó la ley del juramento del Reichswehr el 20 de agosto de 1934. Todos los miembros del Reichswehr juraron en la nueva forma.

A partir de entonces, cualquier vía para echar a Hitler del poder sólo podía tener lugar mediante un golpe de estado con o sin su asesinato.

Saludos cordiales
José Luis

[Marseille]

Saludos foreros.
Interesantes tus parrafos Jose Luis, respecto al cambio del juramento de lealtad a Hitler agrego que Blomberg además de ser el primer oficial del alto mando en realizar el juramento esté le ordeno al ejercito realizar este juramento hacia Hitler.
Con la noche de los cuchillos largos se reafirmaba la ostentación del poder en Hitler solo faltaba que Hindenburg se retirará de la escena hecho que solo tardaría en llegar solo un mes para tener el poder total.
Hasta pronto.

[Novaliches]

De todas formas, como ya hemos comentado, si Hindemburg no podía fiarse de Ludendorff, que era un viejo conocido de Hitler, y que advirtió muy severamente a su viejo superior contra el nuevo canciller...Es que ya no debía tener la cabeza muy bien situada sobre los hombros.

Efectivamente. El Generalfeldmarschall que, por cierto, despreciaba profundamente a Hitler -el remoquete de "el cabo de Bohemia" es suyo- no estaba ya por aquellas fechas para muchos trotes, pues parece ser que únicamente hacía caso a su hijo Oskar, rechazando entre otros los consejos de su viejo conocido Ludendorff...

A poco de subir al poder los nazis hicieron una de sus acostumbradas puestas en escena nocturnas, con desfile de antorchas incluido, cantando canciones patrióticas durante todo el tiempo... los testigos recuerdan ver al viejo mariscal como un colegial coreando las canciones, casi lloroso y profundamente emocionado...

Poder se supone que podría haber parado los pies a Hitler, pero teniendo en cuenta que a la muerte del mariscal se debería haber reinstaurado la monarquía de los Hohenzollern y no se hizo...

[Pablorojo]

Asesinado Rohm, le siguió el turno a Gregor Strasser, el que una vez había sido el líder del Partido Nazi. Fue secuestrado y luego asesinado. El general von Schleicher, ex canciller de la República de Weimar, fue asesinado en su casa. Elisabeth, su mujer, fue asesinada cuando intentaba socorrer a su marido. El general von Bredow, amigo y colega de Schleicher, fue asesinado de forma similar. Aristócratas como Freiherr
La lista de asesinados continua en extenso, pero esto ya puede servir de muestra para conocer lo que significó verdaderamente ese auténtico golpe de estado de Hitler.

Como resultado del gangsterismo nazi, también eliminaron a alguien ajeno a las luchas políticas.
El crítico musical Wilhelm Edward Schmid fue asesinado por error; los hombres de las SS que le mataron creyeron que era el doctor Ludwig Schmitt, que había sido simpatizante de Otto Strasser.

Saludos.

[cañaytapa]

"la noche de cuchillos largos" supuso el fin de las SA. Se temía que, o bien acabaran en una revolución obrera, o se creara un Estado paralelo dentro del propio Estado. Por eso fue apoyada por los sectores más conservadores del país.

Si a esto le añadimos las luchas de poder dentro del propio Partido Nazi, con el intento de Rohm de quitarse a Himmler y sus SS, el plato estaba servido.

Parar a Hitler hubiera sido complicado pues creo que controlaba ya entonces los dos estados alemanes más importantes: Prusia y Baviera.