por werto el Mié 10 May 2006 17:27
Bueno, vamos a efectuar unos comentarios sobre los pasos comentados en el postde de Harry Plasman sobre las posibilidades de Alemania de obtener la victoria.
a) Conquistar Polonia (1939)
Este paso, era, en efecto, realizable, no obstante es precisamente aquí es cuando empieza la derrota de Alemania. Todo lo que va hacer Alemania va a ir limitando sus posibilidades no de ganar la guerra sino de salir airosa, mediante una paz o un armisticio favorable, del conflicto.
El principal problema es que la Segunda Guerra Mundial empieza por un error de calculo de Hitler, y esto, en esencia, condicionará todo su desarrollo. Cuando decide invadir Polonia Hitler espera que los aliados no hagan nada y acepten esto como un hecho consumado, como nada habían hecho por Checoslovaquia, pero va ser esto precisamente lo que a convenza a los aliados de que los único que Hitler entendía eran la fuerza.
Puede decirse sin lugar a dudas que Hitler no quería la guerra, o que por lo menos no la quería en 1939 y por Polonia; pero fruto de un mal calculo se va a encontrar con una contienda con los anglo-franceses ya en 1939.
Una vez liquidada la resistencia de Polonia Alemania va a perder la única oportunidad que realmente tuvo de salir airosa del conflicto, y esto era retirarse del territorio polaco conquistado e indemnizar a los polacos por los daños causados.
El problema es que Hitler se negó a aceptar la realidad de que en 1940 Alemania no disponía de los medios para iniciar una campaña de expansión mundial frente a Francia y Gran Bretaña –que contaría con el más que previsibles apoyo de Estados Unidos desde el primer momento-.
Una vez finalizada la campaña Polaca Hitler, vagamente consciente del conflicto en que se mete y creyendo, como el resto de los mandos alemanes, que Alemania no se encontraba en disposición de realizar una campaña contra Francia-Gran Bretaña en el frente occidental, realiza ofertas de paz a los aliados, Hitler, que no puede anunciar una retirada sin concesiones, porqué esto evidenciaría la total inutilidad de la guerra contra Polonia y seria una fuente de desprestigio y debilidad política, ofrece a los aliados a cambio de un tratado de paz la devolución del territorio Polaco conquistado a cambio de 2 o3 de las colonias que poseía Alemania con anterioridad a la Primera Guerra Mundial.
Los aliados se niegan a aceptar las propuestas de Hitler y exigen la devolución de todo el territorio Polaco y el pago de indemnizaciones de guerra. Alemania se niega a aceptar dichas condiciones.
Una mediación entre ambos contendientes que esta a punto de tener éxito en octubre de 1939, la realizada por el magnate petrolero norteamericano William Rhodes Davis, con muchos intereses en Alemania, y apoyada por la CIO –confederación americana de los trabajadores, con más de 14 millones de votos electorales-, fue abortada en seco por el presidente Roosvelt, cuando en contra de todo los previsible Rhodes fue capaz de llegar a un acuerdo viable con los alemanes.
Rhodes había obtenido el compromiso de los Alemanes de devolver los territorios de la Checoslovaquia ocupada, reteniendo sólo aquellos poblados por alemanes, así como la devolución del territorio conquistado reteniendo Alemania sólo aquellos territorios que le fueron arrebatados en acuerdos posteriores al final de la Primera Guerra Mundial.
Hitler y Göering prometieron el inmediato cumplimiento de esos compromisos si Washington asumía de inmediato una mediación. Rhodes Davis regreso de inmediato a EE.UU. con un embajador alemán que pudiera extenderse en detalles si fuera necesario. Teóricamente deberían haberse reunido con Roosvelt el 5 de octubre, pero Roosvelt, consciente de que la guerra era el mejor camino para acabar con la Alemania nazi, decidió no recibir a Rhodes ni al embajador alemán.
Desde luego el trust de cerebros que acompañaba a Roosvelt tenía decidido desde bastante antes de 1939 que la Alemania nazi debía ser vencida. El general Marshal, por ejemplo, escribía, ya en 1937:
[…Es preciso librarse de Hitler. No le dejaremos salirse con la suya…] Marshall, citado por, SOLAR, David, 1986), “Quien quería la guerra”, Madrid, Historia 16, en VV.AA. (1986), La Segunda Guerra Mundial. Las Victorias Relámpago, p.8.
A partir de aquí la bola de nieve empezó a rodar por la ladera de la montaña haciéndose cada vez más grande. Y reduciendo cada vez más la posibilidad de Alemany de salir bien parada del conflicto. Llegado este punto Hitler hubo de asumir que estaba en mitad de un conflicto que no había planificado, al menos para 1939, y disponerse a afrontarlo, con consecuencias desastrosas, como era previsible.
b) Realizar un ataque relámpago hacia el norte y conquistar Dinamarca y Noruega (1940).
El segundo paso era también realizable, pero no vino por decisión propia de los alemanes, sino impuesto por las necesidades del momento. Había que evitar que los aliados ocupasen una posición que amenazase el flanco Norte de Alemania, como en efecto pensaban hacer, y, sobre todo, bloqueasen las exportaciones de mineral de hierro sueco hacia Alemania, lo cual simplemente habría colapsado la producción industrial alemana.
Por otra parte la campaña de Dinarmaca-Noruega, si bien fue un éxito a corto plazo tuvo efectos tremendamente perjudiciales apara los alemanes a medio plazo. Para empezar: puso a disposición de los británicos 4,3 millones de toneladas de buques mercantes de la flota Noruega –la cuarta del planeta- lo cual seria después un activo muchísimo más valioso que cualquier aportación que hubiese podido aportar para los aliados la ocupación de Noruega –si fuesen los aliados quienes hubiesen atacado a Noruega la derrota de Francia se hubiese producido de igual manera, de hecho la batalla de Flandes comenzó antes de que terminasen las operaciones en Noruega, y tras las derrota de Francia la posición de los aliados en Noruega hubiese sido insostenible-.
Por otra parte las perdidas y daños en los buques de la marina alemana fueron considerables, y equiparables a las perdidas británicas, de manera que cuando acabo la batalla de Francia Reäder apenas tenia nada que lanzar contra las líneas de comunicación navales de los aliados.
b) Romper el frente Oeste y conquistar Francia y el Benelux (1940).
Este paso eran también realizable, como en efecto lo fue, –aunque los alemanes pensaban en mayo-junio de 1940 que no era así-, pero sólo contando con increíbles errores de concepción del mando conjunto aliado.
En cualquier caso esta decisión vino tomada, nuevamente, por las necesidades del momento. Una vez declarada la guerra y visto que su desarrollo seria largo los alemanes eran concientes de que no podrían ganar una guerra de desgaste prolongada frente a Francia y Gran Bretaña, de manera que se imponía hacer algo cuanto antes porqué cuanto más tiempo pasase más adversa seria la situación para Alemania. A modo de ejemplo ya en 1940 sólo Gran Bretaña tenía una producción de aviones y blindados superior a la germana.
Las circunstancias que rodearon la adopción del plan de Manstein y la posterior caída de Francia fueron uno de los resultados bélicos más inesperados de todos los tiempos, al igual que una de las campañas operacionales mejor acometidas de toda la Historia. Ni los propios alemanes esperaban obtener una victoria de la magnitud de la que obtuvieron. Pero una vez vencida Francia, cuya negativa a proseguir la lucha sólo se explica por el miedo de amplios sectores del ejercito francés al estallido de una insurrección social en caso de proseguir la contienda, el problema seguía ahí. Los ingleses, tras varias rondas de contactos, decidieron avenirse a una paz con Alemania mientras los alemanes ocupasen una pulgada de territorio extranjera. Y si para los nazis era imposible volver atrás sin compensación después de la invasión de Polonia para estos resultaba imposible aceptar las condiciones que imponían los británicos.
Con Francia inesperadamente neutralizada se imponía sacar a Gran Bretaña de la guerra, que en realidad era a cuanto podía aspirar Alemania, mediante una paz de compromiso que permitiese a los alemanes salir de la contienda obteniendo algo. Ahora bien ¿Cómo lograr esto?
d) Fuerte ofensiva aérea contra Gran Bretaña (1940).
Los alemanes aplicaron todo su potencial aéreo contra Gran Bretaña tratando de dominar desde el aire en canal, para poder efectuar un desembarco sobre la zona sur de Gran Bretaña, esto imponía, antes de cualquier tipo de operación, destruir a la RAF y después a la Royal Navy desde el aire.
La conclusión fue que eran los alemanes incapaces de vencer a la RAF, que sus perdidas eran muy superiores a las británicas, y que su industria aeronáutica trabajaba a un ritmo más lento que la británica.
e) Bloquear el Canal de la Mancha con los U-Boot y desembarcar en Gran Bretaña (septiembre-octubre 1940).
El canal de Mancha no podía ser bloqueado por submarinos, como mucho podía ser negado al trafico comercial enemigo, pero no a sus buques de guerra –la función primordial de los submarinos es el reconocimiento o la supresión del trafico comercial enemigo-.
En cualquier caso cualquier operación sobre Gran Bretaña, dejando a parte que los alemanes simplemente no tenían medios navales para cruzar el canal, imponía destruir a la RAF y a la Royal Navy, y los alemanes simplemente no disponían de recursos para hacer esto.
El resto de momento es Historia ficción.