Shok Valley, donde crecen las Estrellas de Plata.

[Hicks]

El 6 de abril de 2008, fuerzas especiales americanas y afganas tomaron parte en una arriesgada incursión en el santuario talibán del Valle Shok, donde se encontraban el grupo terrorista islámico Hezeb Islamic al Gulbadin (HIG). El lugar, era un santuario inexpugnable que ni los rusos habían conseguido tomar; y solo se podía acceder desde el aire.
El objetivo, como no podía ser otro, era la captura o eliminación de los principales cabecillas del movimiento. A primera hora de la mañana, seis helicópteros CH-47 descendieron en las montañas, en una LZ a 3.000 sobre el nivel del mar. De ellos, Fuerzas de Operaciones Especiales del Destacamento Alfa 3336; el 201st Batallón de comandos afganos y miembros de OAD 3325, 3312 y 3310 partieron hacia el objetivo, situado en una cota más alta. Dada la impractibilidad del terreno, los helicópteros no se pudieron posar en tierra, y los hombres tuvieron que saltar a una altura de unos 2 mt con todo el equipo a cuestas, cayendo en un frio riachuelo, en un ambiente donde se llegaba a alcanzar temperaturas de bajo cero. Las unidades de elite que deben tomar el objetivo se dividieron en tres grupos de maniobra, el grupo de fuerzas especiales que encabezaba el asalto eran 15 Boinas Verdes americanos y 30 comandos afganos; los otros dos grupos se situan en zonas adyacentes para dar cobertura. Nada más empezar a subir, a veces sobre roca viva, las unidad principal de fuerzas especiales empezaron a tomar contacto con el enemigo, causándole algunas bajas. El plan era llegar a la aldea sin ser visto, atacando desde la posición superior, para combatir colina abajo. Sin embargo, los insurgentes, posiblemente alertados por el ruido de los helicópteros durante el vuelo de retorno, habían preparado un plan de contingencia, y en pocos minutos, más de 200 soldados enemigos; entre ellos varios guerrilleros de procedencia extranjera con experiencia militar; se situaron en la aldea que coronaba la posición afgano-americana. Los comandos del primer equipo fueron rodeados y atacados desde los edificios con armas de todo tipo, cohetes, fusiles de asalto, rifles de francotirador, ametralladoras. Les habían tendido una emboscada perfecta. Inteligencia más tarde supuso que aquella aldea había sido un arsenal de armamento desde los tiempos de la invasión soviética, dado el abundante material que fue utilizado contra los comandos. Los elementos que encabezaban el asalto, pronto se encontraron ante la lluvia de fuego, principalmente de ametralladoras pesadas y francotiradores, causando numerosas bajas en pocos minutos y provocando un muerto, quedando inmovilizados sin posibilidad de maniobra los 45 comandos del grupo principal del ataque. No obstante, pronto la maquinaria belica americana empieza a funcionar; cazabombarderos F-15 y helicópteros Apache atacan con mortal precisión (necesaria para evitar bajas amigas) las posiciones insurgentes, permitiendo a los comandos maniobrar. Aquello no arreglaba la situación, pero ayudaba, la lluvia de bombas, impedía maniobrar con libertad a los talibanes. Al mismo tiempo, los comandos devuelven el fuego; se empieza a disparar los M-203, y los afganos empiezan a disparar RPG contra las ventanas desde las que se les dispara. Los equipos de apoyo intentan llegar hasta la posicion del grupo de asalto.
Varios soldados fueron heridos de gravedad en desfiladeros; desarrollando entonces un heroico y peligroso plan de rescate; mientras algunos hombre se exponían al fuego enemigo para socorrer a sus camaradas; el Sargento Scott Ford, organizo un equipo de rescate y evacuación, resultando alcanzado mientras dirigía las operaciones, el primer disparo lo detuvo su chaleco, el segundo le alcanzo el brazo, aunque esto no le impidió seguir en combate, tras hacerse un tosco torniquete. Mientras, otros se dedicaban a fuego de supresión, equipos de francotiradores, eliminaban a cuanto enemigo identificaban, a la vez que marcaban objetivos para el apoyo aéreo. Sin saber lo que les esperaba, los soldados controlaban su municion, para no malgastar; los enemigos también lo hacían, muestra inequívoca de la preparación que tenían y que estaba poniendo en apuros a los asaltantes; sus francotiradores fueron un peligro durante toda la batalla, disparando con preocupante precisión, fallando a escasos metros, centímetros en ocasiones de los soldados “nos estaban cazando, y ya estaban cazando demasiado” – dijo Howard, un francotirador del equipo asaltante -. Solo se hizo el silencio cuando una de las bombas derribo un edificio de tres plantas; la explosión hizo derrumbarse el edificio como un castillo de naipes, momento en el cual, el silencio reino durante unos minutos. La situación se hacia difícil a pesar de la heroica resistencia de los comandos; les atacaban desde todas las posiciones, aislados de toda ayuda, y la única ruta de escape, por la que habían ascendido, era ahora un foco de fuego enemigo. La única opción era escapar por el acantilado.
Mientras los hombres aguantaban aquel infierno, la Medevac (evacuación medica en combate) no se hizo esperar, los pilotos de Blackhawk, aun a riesgo de sus vidas, posaron sus helicópteros para la extracción de heridos en las zonas de aterrizaje marcadas, aun cuando estaban a tiro de fusil, (resultando herido uno de los pilotos de UH-60 por fuego de fusilería).
Tras casi 7 horas de interminable combate, en las que casi se habían agotado las municiones, los grupos de operaciones especiales americanos y afganos, mantuvieron la posición, rechazando en dos ocasiones dos intentos de ruptura de los talibanes; mientras que el apoyo aéreo ataco objetivos señalizados por tropas de tierra, manteniendo a raya al enemigo con un apoyo aéreo a veces peligrosamente cerca. Finalmente, se consigue evacuar la posicion, dejando el saldo de 15 heridos y 2 muertos (ambos de las fuerzas afganas) en el equipo de operaciones especiales que encabezaba el asalto. Casi la mitad de los soldados americanos que participan en la misión son heridos en combate; las bajas enemigas se cifraron entre 150 y 200. Debido a las acciones de aquel dia, se concedieron varias estrellas de plata a diversos soldados. La batalla además, sirvió para confirmar que el esfuerzo americano por instruir a un ejercito profesional afgano no cayo en saco roto; los soldados de elite afganos, “los lobos” (bautizados asi y temidos por los propios talibanes) lucharon con fiereza junto a sus camaradas americanos, que no tienen más que reconocimientos hacia ellos:
“Tenemos una gran relación con los comandos que entrenamos. Nos son leales, y nos protegen como nosotros mismos haríamos con uno de los nuestros” – Sargento de Inteligencia Luis Morales.
“Comemos, dormimos y entrenamos con ellos… y morimos con ellos. Son nuestros amigos. En el ataque principal perdi a mi interprete, y no había nadie más cercano a mi” – Capitan Kyle Walton, comandante del destacamento.
Este hombre respondia a las inciales de C. K. un joven huerfano de 23 años que soñaba con emigrar a EE.UU. algún dia.
“Son un miembro más del equipo” – “Uno de nuestros interpretes ha visto tanto combate como cualquiera de nosotros. Tiene seis años de experiencia en combate. Ha estado con seis grupos de operaciones especiales y ha estado en innumerables tiroteos. Y aun asi, lleva seis meses sin descansar” – Sargento de Inteligencia Luis Morales
“Con nuestros conocimientos tácticos y sus conocimientos del terreno y las gentes de afganistan, se convierten en un multiplicador de fuerza. Eso es lo que hacen operaciones especiales, les traen a su lucha cosas que no tienen, como el apoyo aéreo o armamento avanzado. Pero al final, sigue siendo una lucha afgana y somos parte de ella” – Capitan Kyle Walton.

El 12 de diciembre, en Fort Bragg, 10 Boinas Verdes del equipo de asalto recibieron la estrella de plata por las acciones en el Shok Valley:

- Staff Sgt. Dillon Behr
Bher mantuvo su posicion a riesgo de su propia vida, aun cuando fue herido en una pierna. Siguio contestando el fuego insurgente aun cuando fue herido de gravedad por segunda vez, negándose a ser evacuado a favor de sus compañeros americanos y afganos. Siguio disparando hasta que físicamente ya no pudo sostener su fusil

- Spc. Michael D. Carter
Carter abandono su posición a cubierto para cargar con herido exponiéndose al fuego enemigo. Carter, junto a dos compañeros, permitió la atención medica de 10 soldados afganos heridos. Mas tarde, Carter asistió al rescate de seis camarades heridos en una peligrosa bajada por el desfiladero de 20 m.

- Master Sgt. Scott Ford
Ford organizo un contraataque para reforzar la posición de uno de los equipos sitiados. Ford se expuso al fuego enemigo para dirigir a su equipo bajo él, moviéndose por el wadi, para llegar al primer equipo. Herido en la parte superior de su brazo por un francotirador, Ford se hizo un torniquete, bajando luego, el mismo la montaña.

- Staff Sgt. Shet E. Howard
Howard lucho bajo un acantilado, 20 mt más abajo, bajo intenso fuego enemigo, tras ver peligrar la posicion de dos compañeros gravemente heridos. Se coloco entre los insurgentes y los heridos, haciendo fuego de contra-francotirador con su fusil de precisión, abatiendo entre 10 y 20 enemigos. Se negó a retirarse de su posición aun cuando solo le quedaba un cargador. Solo se retiro tras la evacuación de todos sus compañeros.

- Staff Sgt. Luis Morales
Con total desprecio por su seguridad personal, Morales corrió en medio del fuego enemigo para socorrer a un compañero herido, utilizando su cuerpo como escudo humano para proteger a su compañero, siendo herido el mismo. Haciendo caso omiso de la gravedad de su herida, Morales se practico asi mismo los primeros auxilios y volvió a centrarse en auxiliar a su compañero de equipo.

- Staff Sgt. David J. Sanders
Sanders encontro una ruta alternative para auxiliary a los heridos. Y aunque difícil y tortuosa, Sanders subió hasta tres veces para evacuar las bajas.

- Staff Sgt. Ronald J. Shurer
Shurer inmediatamente presto ayuda sanitaria a cuatro soldados americanos heridos y a diez comandos afganos. Al menos en dos ocasiones, en posiciones expuesta al fuego enemigo.

- Staff. Sgt. John W. Walding
Walding lidero un ataque de quinientos metros sobre terreno impracticable, frente a los ataques aéreos de apoyo para reforzar su posición avanzada. A pesar de recibir una herida que arrastrara toda la vida, Walding siguió disparando fuego de supresión sobre las posiciones insurgentes a fin de proteger a sus camaradas. Una de sus piernas tuvo que ser amputada a consecuencia de las heridas.

- Cpt. Kyle M. Walton
Walton se expuso repetidamente al fuego enemigo para tratar de arrastrar a soldados americanos y afganos heridos a posiciones a cubierto del fuego. Walton señalo unos efectivos ataques aéreos, incluso dirigió un ataque con una bomba de 2.000 libras casi sobre su posición para impedir que las tropas insurgentes les sobrepasaran.

- Staff. Sgt. Mateo O. Williams
Williams mantuvo una lucha de casi una hora pendiente arriba para ayudar a sus compañeros. Despues de que su sargento fue herido, Williams tendio una cortina de fuego de ametralladora para prestar ayuda. Despues ayudo a evacuar al sargento por un desfiladero de 20 m casi en vertical hasta el punto de evacuación. Williams se enfrento a más fuego enemigo al volver a subir, ayudando a sus compañeros a ganar la seguridad del acantilado.

El 25 de diciembre, en Florida se hace entrega de otra estrella de plata a un oficial de la fuerza aérea.
- Staff Sgt. Zachary Rhyner.
Durante la batalla, Rhyner dirigió eficazmente el apoyo aéreo, como era se esperaba de su función de controlador aereo, dirigiendo a los Apache, F-15 y A-10 en apoyo a sus compañeros. Herido en el combate, dirigió un total de 9 ataques con hellfire; 162 con cohetes; 12 bombas de 500 libras y una de 2.000 libras. Tambien se descargaron a señalización suya 4.570 disparos de cañón. Compaginando los ataques mientras devolvía el fuego enemigo con su M4.

Nada se menciona de los comandos afganos que participaron, a nivel condecoración o reconocimiento. Dado que llevaron gran peso de la lucha y se comportaron eficazmente, supongo que obtendrían algún reconocimiento oficial del ejercito o del gobierno afgano.


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[Farolo]

Algún reconocimiento seguro que tendran esos afganos. Tambien supongo que será discreto por interes y seguridad.

Muy bueno Hick.

[harry_flashman]

De acuerdo que sea información oficial, pero el tono de propaganda es tan marcado que lo hace poco creíble. Sólo falta ver a Gary Cooper como protagonista.

[Farolo]

Propaganda ? pues no se, no es una accion muy conocida que digamos.

Ahora será que los chicos de los equipos Alfa hacen teatro. En fin ,

[Quinto_Sertorio]

Hombre, propaganda, propaganda... La entrada de Günther Prien en Scapa flow, aquello no tenía más sentido que la propaganda, pura y dura, y de la buena. Pero ahí sigue el Royal Oak, según creo....

Por lo demás, lo que yo leo en esta historia, es precisamente lo contrario de la propaganda: Una operación mal concebida, planeada y ejecutada; un desastre total y sin paliativos, que no terminó peor gracias a la capacidad personal de los soldados allí presentes, y del apoyo aéreo masivo.

Propaganda, lo que es propaganda... poquita, me parece a mi.

Saludos

[Hicks]

Lo que ocurre es que al tema de las Estrellas de Plata si se le ha dado bombo, por que desde Vietnam nunca se habian otorgado tantas a en una sola batalla a una misma unidad. Date cuenta que de 15 americanos que formaban la fuerza asaltante que quedo atrapada, 10 consiguieron la distincion. No estoy seguro, pero creo que los filtros a los que se someten a los soldados para otorgar las medallas son muy rigurosos, para evitar metidas de pata que acaben en escandalo.
Pero hay estan las heridas de guerra para demostrar que no fue un paseo por el campo. No hablamos de la soldado Lynch, donde nadie sufrio ni un rasguño a pesar del "intenso combate que se entablo para rescatar a la soldado".

Por cierto, aqui un video del apoyo aereo en la batalla
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[Jaro]

Por lo demás, lo que yo leo en esta historia, es precisamente lo contrario de la propaganda: Una operación mal concebida, planeada y ejecutada; un desastre total y sin paliativos, que no terminó peor gracias a la capacidad personal de los soldados allí presentes, y del apoyo aéreo masivo.

Exactamente, eso mismo creo yo. La cosa salió tan mal que casi diría que a los condecorados les dieron la medalla por el empeño que pusieron en salvar sus propias vidas.
En esta historia yo no veo propaganda sino lo de siempre: los soldados de a pie se ven metidos en un brete por la ineptitud de algunos superiores y tienen que salvar el pellejo a fuerza de agallas y sacrificio.
Como decía Chuk norris en "Delta Force": "En los años que pasé en Vietnam ellos planificaban y nosotros moríamos" (y disculpadme la frivolidad de la fuente).

Muy interesante la crónica, Hicks.

[SusoRail]

Como siempre y para no perder la costumbre muy bueno Hicks