Las denominaciones y la traducción de éstas es un tema que tiene su complejidad porque varía según las épocas, los ejércitos (incluso dentro de una misma lengua) y las armas o cuerpos (infantería, caballería, .... o marines como en este caso).
Respecto de los paracaidistas de infantería de marina franceses, lo primero a tener en cuenta es que las unidades de “Infanterie de marine” nada tienen que ver con lo que normalmente se entiende por tal (tipo USMC), sino que son unidades normales de infantería, caballería, paracaidistas ... que mantienen ese título por tradición (recordando a las viejas unidades de infantería colonial). Por tanto un “régiment de parachutistes d’infanterie de Marine” o RPIMa (en Francia ha desaparecido el escalón batallón y sólo existe el regimiento) es una unidad paracaidista no diferente de otras unidades paracaidistas (la verdad es que entender las denominaciones francesas es bastante complejo). Aunque varios ‘régiments de parachutistes’ formen parte de una 'brigade d’infanterie parachutiste’ no son comparables a las banderas paracaidistas de la extinta BRIPAC, las unidades francesas en general son muy potentes y además las paracaidistas cuentan en parte con blindados de ruedas.
Abajo pongo una imagen con las equivalencias de las distintas unidades en varios ejércitos y la composición las compañías francesas de infantería: como se ve su 'section’ equivale al ’platoon’ norteamericano y su `groupe’ a la 'squad’ .
En cuanto a los 'Royal Marines', aunque son infantería de marina también tienen la consideración fuerzas espaciales, herederas de los ‘Commandos’. Por lo que he visto, y como menciona hoff, utilizan algunas peculiares denominaciones para sus unidades. Abajo pongo una imagen de la composición de un ‘Commando’ en la época de las Malvinas. Se ve que cada compañía cuenta con tres ‘rifle troops’ (equivalentes a los ’platoons’ de la infantería normal). En España denominaríamos a estas ‘rifle troops’ secciones de fusiles. Las ‘rifle troops’ cuentan con tres 'sections', que nosotros denominaríamos pelotones.
Cien millones de ducados en picos, palas y azadones para enterrar a los muertos del enemigo. Ciento cincuenta mil ducados en frailes, monjas y pobres, para que rogasen a Dios por las almas de los soldados del rey caídos en combate. Cien mil ducados en guantes perfumados, para preservar a las tropas del hedor de los cadáveres del enemigo. Ciento sesenta mil ducados para reponer y arreglar las campanas destruidas de tanto repicar a victoria. Finalmente, por la paciencia al haber escuchado estas pequeñeces del rey, que pide cuentas a quien le ha regalado un reino, cien millones de ducados