Publicado: 29 Jul 2007
Por el Titulo, pense que se referia al Gneral Manuel Baquedano, conocido como "El General Invicto" o el "Conquistador del Peru".
saludos
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Foro Militar e Historia Militar el Gran Capitán
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El General Manuel Baquedano González, tras hacer uniformar sus relojes a los demas jefes, el dia antes de las Batallas de LimaA los señores Jefes, oficiales, clases y soldados del Ejército.
Vuestras largas fatigas tocan ya a su fin. En cerca de dos años de guerra cruda, más contra el desierto que contra los hombres, habéis sabido resignaros a esperar tranquilamente la hora de los combates, sometidos a la rigurosa disciplina de los campamentos y a todas sus privaciones.
En los ejercicios diarios y en las penosas marchas a través de las arenas quemadas por el sol, donde os torturaba la sed, os habéis endurecido para la lucha y aprendido a vencer.
Por eso habéis podido recorrer con el arma al brazo todo el territorio de esta República que ni siquiera procuraba embarazar vuestro camino. Y cuando habéis encontrado Ejércitos preparados para la resistencia detrás de fosos y de trincheras, albergados en alturas inaccesibles, protegidos por minas traidoras, habéis marchado firmes, imperturbables y resueltos, con pasos de vencedores.
Ahora el Perú se encuentra reducido a su capital, donde está dando desde hace meses el triste espectáculo de la agonía de un pueblo. Y como se ha negado a aceptar en hora oportuna su condición de vencido, venimos a buscarlo en sus últimos atrincheramientos para darle en la cabeza el golpe de gracia y matar allí, humillándolo para siempre, el germen de aquella orgullosa envidia, que ha sido la única pasión de los eternos vencidos por el valor y generosidad de Chile.
Pues bien, que se haga lo que ha querido; si no lo han aleccionado bastante sus derrotas en mar y en tierra, donde quiera que sus soldados y marinos se han encontrado con los nuestros, que se resigne a su suerte y sufra el último y supremo castigo.
¡Vencedores de Pisagua, de San Francisco y de Tarapacá; de Angeles, de Tacna y Arica, adelante!
El enemigo que aguarda es el mismo que los hijos de Chile aprendieron a vencer en 1839 y que vosotros, los herederos de sus grandes tradiciones, habéis vencido también en tantas gloriosas jornadas.
¡Adelante! A cumplir la sagrada misión que nos ha impuesto la Patria. Allí, detrás de esas trincheras, débil obstáculo para vuestros brazos armados de bayonetas, os esperan, el triunfo y el descanso; y allá en el suelo querido de Chile, os aguardan vuestros hogares, donde viviréis perpetuamente protegidos por vuestra gloria y por el amor y el respeto de vuestros conciudadanos.
Mañana, al aclarar el alba, caeréis sobre e enemigo y al plantar sobre sus trincheras el hermoso tricolor chileno, hallaréis a vuestro lado a vuestro General en Jefe, que os acompañará a enviar a la Patria ausente el saludo del triunfo, diciendo con vosotros. ¡Viva Chile!.
Manuel Baquedano.
El General Manuel Baquedano González tras la Ocupacion Lima"Esta tarde a las 6 P. M. marchará todo el Ejército para caer sobre el enemigo antes de aclarar. La I División atacará el ala derecha del enemigo; la II División en el centro por San Juan y la III División el ala izquierda . Yo espero que todos cumplirán con su deber. Somos chilenos y el amor a Chile nos señala el camino de la victoria... ¡Adiós Compañeros! Hasta mañana después de la Batalla..."
saludosHoy, al tomar posesión, en nombre de la República de Chile, de esta ciudad de Lima, término de la gran jornada que principió en Antofagasta el 14 de Febrero de 1879, me apresuro a cumplir con el deber de enviar mis más entusiastas felicitaciones a mis compañeros de armas por las grandes victorias de Chorrillos y Miraflores, obtenidas merced a su esfuerzo y que nos abrieron las puertas de la Capital del Perú.
La obra está consumada. Los grandes sacrificios hechos en esta larga campaña obtienen hoy el mejor de los premios en el inmenso placer que inunda nuestras almas cuando vemos flotar aquí, embellecida por el triunfo, la querida bandera de la Patria.
En esta hora de júbilo y de expansión, quiero también deciros, que estoy satisfecho de vuestra conducta y que será siempre la satisfacción más pura y más legítima de mi vida haber tenido la honra de mandaros.
Cuando vuelvo la vista hacia atrás para mirar el camino recorrido, no se que admirar más; si la energía del país que acometió la colosal empresa de esta guerra o la que vosotros habéis necesitado para llevarla a cabo. Paso a paso, sin vacilar nunca, sin retroceder jamás, habéis venido haciendo vuestro camino, dejando señalado con una victoria el término de cada jornada. Por eso, si Chile va a ser una nación grande, próspera, poderosa y respetable, os lo deberá a vosotros.
En las dos últimas sangrientas batallas, vuestro valor realizó verdaderos prodigios. Esas formidables trincheras que servían de amparo a los enemigos, tomadas al asalto y marchando a pecho descubierto, serán perpetuamente el mejor testimonio de vuestro heroísmo.
Os saluda otra vez, valientes amigos y compañeros de armas, y os declaro que habéis merecido bien de la Patria.
Felicito especialmente a los jefes de división, General Sotomayor y Coroneles Lynch y Lagos, por la serenidad que han manifestado en los combates y por la precisión que han ejecutado mis órdenes; A los jefes de las brigadas y a los jefes de los cuerpos, por su arrojo y por el noble ejemplo que daban a sus soldados; a estos, en fin, por su bravura sin igual.
Debo también mis felicitaciones y gratitud a mi infatigable colaborador el General don Marcos Maturana, Jefe de Estado Mayor General; al Comandante General de Artillería, Coronel don José Velásquez, que tanto lustre ha dado a la arma de su predilección; al Comandante General de Caballería y jefes que servían a sus órneles.
En cuanto a los que cayeron en la brecha, como el Coronel Martínez, los comandantes Yávar, Marchant y Silva Renard, los mayores Zañartu y Jiménez y ese valiente Capitán Flores de Artillería, que reciban en su gloriosa sepultura las bendiciones que la Patria no alcanzó a prodigarles en vida.
Cumplido este deber, estrecho cordialmente la mano de todos y cada uno de mis compañeros de armas, con cuyo concurso he podido realizar la obra de tan alto honor y de tan inmensa responsabilidad que me confió el Gobierno de mi país.
Palacio de Gobierno, Lima, 18 de Enero de 1881
Manuel Baquedano
Me ha picado la curiosidad.Jaro escribió:En hispanoamérica hay una afición enorme a cultivar la memoria de generales invictos, cada país tiene por lo menos uno:
en Venezuela: Cipriano Castro