Norman Schwarzkopf siempre quiso ser militar. Su padre, veterano de la Primera Guerra Mundial se había graduado en West Point, y cuando EE.UU se implicó en la Segunda Guerra Mundial regresó al servicio activo, alcanzando el rango de “Brigadier General”.
Al finalizar la guerra fue destinado a Irán con la misión de organizar y formar la Policía Nacional Iraní, obligando al joven Norman a asistir a diversas escuelas de Irán, Suiza, Alemania e Italia
Al regresar a los EE.UU siguió los pasos de su padre e ingresó también en West Point, graduándose en 1956 con una Licenciatura en Ingeniería Mecánica, siendo nombrado “2nd Lieutenant “.
Antes de su primer destino como Oficial Ejecutivo del “2nd Airborne Battle Group” perteneciente al “187th Airborne Infantry Regiment” sito en Fort Campbell (Ketucky), recibió formación avanzada de Infantería y Paracaidismo en “Fort Benning “(Georgia). Posteriormente sirvió con la “101st Airborne” y con la “6th Infantry” en Alemania, siendo ayudante de campo en Berlín durante 1960 y 1961, años cruciales en la historia de la ciudad.
De regreso a su país obtuvo un Master en Ingeniería Mecánica en la Universidad del Sur de California, especializándose en el estudio de los misiles guiados.
En 1965 regresó a West Point como instructor de ingeniería, pero decidió unirse a muchos de sus ex compañeros que se dirigían a Vietnam como asesores del Ejército de Vietnam del Sur. Ya en Asia como asesor de la “South Vietnamese Airborne Division” fue promocionado de “Captain” a “Major”.
El 3 de agosto el Major Schwarzkopf se encontraba en el estratégico Campamento de las Fuerzas Especiales de Duc Co, al oeste de Pleiku y cerca de la frontera de Camboya cuando fue atacado por dos Regimientos del NVA, un enemigo mucho mejor entrenado y equipado que los dos Batallones del Vietcong con los que los defensores creían enfrentarse.
El 17 de agosto y tras varios días de dura y costosa batalla, los Marines Survietnamitas y el ARVN lograron hacer retroceder a las tropas comunistas hacía sus santuarios en Camboya.
Al día siguiente el Comandante del MACV, el General William Westmoreland llegaba en helicóptero para conocer de primera mano detalles de tan importante enfrentamiento. Allí fue presentado al asesor norteamericano para en un principio recoger sus observaciones y ser informado de la actuación de los aliados survietnamitas.
Según recoge en su biografía “It Doesn´t take a Hero” publicada en 1992, el encuentro le dejó una imagen bastante negativa:
El General se acercó y retrocedió un poco porque no me había cambiado de calcetines en una semana y apestaba. Mientras tanto, los cámaras le habían seguido y varios reporteros se acercaron con micrófonos. “No, no” dijo el General. “Por favor, mantengan los micros alejados. Quiero hablar con este hombre”. No estaba seguro de lo que esperaba escuchar, quizás algo como “¿Están sus hombres bien?, ¿Cuanta gente ha perdido?, o “Buen trabajo, estamos orgullosos de usted”. En su lugar hubo un incómodo silencio, y entonces preguntó, “¿Cómo ha sido la comida?”.
Encuentro entre Schwarzkopf y Westmoreland
¿La comida?. ¡Por amor de Dios, había estado comiendo arroz y nabos crudos de la selva que el Sargento Hung había conseguido arriesgando su vida!. Estaba tan aturdido que lo único que pude contestar fue, “Uh, bien señor.”
“¿Ha estado recibiendo su correspondencia con regularidad?”, preguntó el General. Todo mi correo había sido enviado a los Cuarteles Generales de Saigon, y supuse que sí. Así que dije “Oh, sí señor”.
“Buen trabajo, muy bien muchacho”. ¿Muchacho?. Y con esto, se marchó. Se trataba de un evidente truco de Relaciones Públicas. Dijo adiós a los de los micrófonos mientras las cámaras seguían la secuencia en la distancia. En ese momento perdí todo el respeto que había tenido al General.
18 de agosto de 1965. Las tropas vietnamitas, encabezada por Norman Scwarzkopf marchan hacia Pleiku después de despejar la Carretera 19.
Recuperándose de sus heridas. Vietnam, 1966.
Cuando terminó su período de servicio en Vietnam, regresó a su puesto de profesor en West Point.
En 1968 ascendió a “Lieutenant Colonel”, se casó con Brenda Holsinger y sirvió en el “Command and General Staff College” Leavenworth, Kansas.
Como bajas de los EE.UU en Vietnam aumentaban, Schwarzkopf se convenció de que era su deber sacar provecho de su formación y experiencia para salvar vidas, así que en 1970 regresó a Vietnam como Comandante de Batallón.
Uno de los incidentes más notables de su carrera sucedió en mayo de ese año, cerca de la zona de My Lai, lugar donde abundaban las minas.
Siempre que sucedía un incidente de este tipo el “Colonel” viajaba con su helicóptero para proceder a una evacuación rápida de los heridos y para hablar con sus hombres. Se trataba de subir la moral y evitar posibles represalias con los civiles.
Cuando el “Colonel” Schwarzkopf recibió esa mañana la noticia de que los hombres bajo su mando se habían encontrado un campo de minas, acudió como siempre al lugar en su helicóptero. Allí constató que varios soldados aún seguían atrapados e inmovilizados. Schwarzkopf les instó a volver sobre sus pasos lentamente. A pesar de ello un hombre pisó un artefacto, resultando gravemente herido. La agonía del soldado aterrorizó aún más a los compañeros situados en sus cercanías, que temían que les sucediera lo mismo.
Schwarzkopf, también herido por la explosión reptó hasta llegar al herido, otro hombre se aproximó a un árbol cercano para cortar una rama con la que improvisar una férula para su compañero. Al hacerlo, él también pisó una mina, muriendo en el acto, matando a los dos hombres situados más cerca de él y alcanzando la pierna del oficial de enlace de Schwarzkopf.
Finalmente el “Colonel” condujo a sus hombres a zona segura. Fue condecorado con la Estrella de Plata por su valentía, pero lo más importante de todo es que cimentó su reputación como un Oficial que correría cualquier riesgo por la seguridad de los soldados bajo su mando.
Antes de la nuevo periodo de servicio terminase, el “Colonel” Schwarzkopf había sido condecorado con tres Estrellas de Plata, fue herido de nuevo y en 1971, regresó a los EE.UU con el hombro escayolado.
Schwarzkopf fue siempre conocido como un oficial duro, pero que cuidaba de sus hombres. Siempre les decía que a algunos les podían no gustar sus estrictas normas, pero que eran por su bien: "Cuando suban al avión para ir a casa si lo último que piensan es ' Odio a ese hijo de puta´, eso está bien porque quiere decir que regresan a casa con vida.”
Fuentes.
http://www.achievement.org/autodoc/page/sch0bio-1
http://en.wikipedia.org/wiki/Norman_Schwarzkopf,_Jr.
http://www.achievement.org/autodoc/prin ... /sch0int-1
“Vietnam Magacine”