Brasidas escribió:Los persas se libraron de este tema, por varias razones. Ya de entrada eran muy tolerantes y dejaban mucha independencia a sus gobernadores locales. De hecho, la palabra "sátrapa" se ha convertido en sinónimo de eso mismo, un reyezuelo local que puede hacer lo que quiera mientras pague el tributo.
Sí y no; los sátrapas eran muy similares a los gobernadores romanos, gobernaban en provincias (satrapías) creadas administrativamente por los persas, muchas veces englobaban pueblos que nunca habían estado unidos anteriormente; como es el caso de los judíos, que dependían de la satrapía de Siria, con capital en Damasco, y que englobaba los territorios arameos (muchos de ellos diferentes estados), los territorios fenicios (todas sus ciudades-estado del Líbano), la isla de Chipre, y los territorios hebreos (que no sólo incluían a los judíos, sino también a los israelitas/samaritanos). Era el sátrapa quien debía administrar estos territorios y quien debía reportar a la administración central los tributos y tropas exigidos...muy similar a lo que hacía un gobernador romano. Luego, por debajo del sátrapa había dinastas locales, por supuesto, igual que había dinastas locales en el imperio romano (los reyes de Palmira, por ejemplo, o los monarcas mauritanos) que tenían sus grados de autonomía. Pero era lo que había en aquella época, y con aquellas comunicaciones que eran básicamente a caballo, camello u otro animal de transporte
Brasidas escribió:Además, el conquistador persa de Judea, Ciro, había permitido la vuelta de judíos que habían tenido que huir anteriormente con los babilonios, y entiendo que eso sentó las bases de un buen entendimiento judeo-persa.
Bueno, también hubo cierto problemas, como se muestran en la Biblia...sobre todo entre samaritanos y judíos, que como mencionan los libros de Esdrás y Nehemías, en cuestión del culto en el Templo (quién tenía derecho a practicarlo o no) y sobre la muralla de Jerusalén (si superaban el límite de altura y fortaleza establecidos o no)...probablemente los judíos y los israelitas/samaritanos dieron algún que otro quebradero de cabeza al sátrapa de Damasco
El momento ideal para ser un héroe, es aquél en que se ha acabado la batalla y los otros tipos han muerto, que Dios los tenga en su gloria, y tú te llevas todo el mérito.
Harry Flashman