La guerra civil-confesional de Francia
Moderador: Prinzregent
- Gebisjager
- Subteniente
- Mensajes: 946
- Registrado: 17 Ago 2007
- Ubicación: Pirineos
-
Medallas
Parches
La guerra civil-confesional de Francia
LA GUERRA CIVIL-CONFESIONAL DE FRANCIA
Mapa de las guerras de religión en Francia
Orígenes y causas (1559-1562):
Desde mediados del s. XVI Francia vive una crisis que combinaba aspectos financieros, políticos y religiosos. La larga lucha contra los Habsburgo había forzado un incremento de la presión fiscal, la venta de oficios públicos y el endeudamiento. Así, en 1558 Enrique II se declaró en bancarrota y convocó los Estados Generales (no convocados desde 1484). Ante esta situación además las grandes familias nobles (Guisa, Borbones, Montmonrecy), con sus extensas redes clientelares, trataron de incrementar su influencia sobre la corona y colocar a sus miembros en los principales cargos.
Con todo, el mayor problema era el religioso, el avance del calvinismo era manifiesto en el oeste y sur de Francia. Estos estaban bien organizados independientemente, pero poco a poco fueron agrupándose en consistorios y sínodos. Además reforzaron sus filas con la conversión de los líderes de las ramas de Borbón (el príncipe de Condé) y Gaspar de Coligny (Almirante de Francia), a los que se sumaron multitud de pequeños nobles, magistrados y burgueses, celebrando el primer sínodo nacional en 1559.
Enrique II inició la represión de los protestantes pero falleció, siendo sucedido por su hijo menor Francisco II, de modo que la regencia recayó sobre sus tíos, los Guisa (Francisco, duque de Guisa y Carlos, cardenal de Lorena) fervientes católicos que acrecentaron la represión de los hugonotes (calvinistas franceses). La reacción no se hizo esperar y estos proyectaron una conjura para hacerse con el Rey y derribar a los Guisa (conspiración de Amboise) y que se saldó con el fracaso.
Coloquio religioso en Poissy
La súbita muerte del Francisco II modificó la situación. Le sucedió su hermano Carlos IX, también menor de edad, correspondiendo la regencia a su madre Catalina de Médicis, cuyo principal interés era lograr la paz y preservar los intereses de la Corona por encima de las confesiones religiosas. Intentó el acercamiento de posturas, convocando un coloquio religioso en Poissy (1561) que fracasó por la mutua intransigencia, pero optó por la tolerancia mediante el Edicto de Saint-Germain (1562) que otorgaba libertad de culto a los hugonotes. La matanza de hugonotes en Vassy por el duque de Guisa, condujo a la movilización calvinista y el nombramiento de Condé por los hugonotes como protector de la Corona francesa. Los Guisa replicaron solicitando de Carlos IX la revocación del Edicto de tolerancia. Así estalla una auténtica guerra civil donde los protestantes reclaman la libertad de culto y los católicos pretenden mantener la unidad de la fe del reino, que se agrava con la intervención de las potencias extranjeras.
Las Guerras de Religión (1562-1593). Fases y desarrollo:
Se desarrollan 8 guerras, en las que se alternan confusas operaciones militares que desembocan en paces de compromiso, que ponen de manifiesto la debilidad del poder centralista regio así como un despertar de los regionalismos.
La primera guerra se caracterizará por la violencia extrema entre los contendientes, a través de matanzas, asesinatos y torturas; y por la intervención de extranjeros: ingleses y alemanes al lado de los hugonotes, y el apoyo de Felipe II al partido católico.
Batalla de Dreux
Al amparo de la sorpresa los hugonotes se apoderan de varias grandes ciudades, entre ellas Orleans, Tours, Montpellier y Rouen. Por el tratado de Hampton Court (1562) buscan la alianza con los ingleses, los cuales a cambio ocupan El Havre. Pero los católicos logran restablecer la situación: reconquistan Rouen, en cuyo asedio muere Antonio de Borbón (rey consorte de Navarra) y en la batalla de Dreux (diciembre de 1562), derrotan a los protestantes y apresan el Príncipe de Condé, a costa de la muerte del Mariscal de Saint-André. La desaparición de las principales personalidades de la primera generación de las guerras culmina con el asesinato del duque Francisco de Guisa en el sitio de Orleans. Catalina de Médicis es nuevamente la dueña de la situación y sus aspiraciones de llegar a la paz cristalizan en el Edicto de Amboise (marzo de 1563), que pone fin a la 1ª Guerra.
Catalina de Médicis
Tras unos años de tranquilidad, se desata la segunda guerra, como consecuencia de la "Rebelión de los Países Bajos" (1566) en la cual el duque de Alba marcha militarmente desde Italia a los Países Bajos, de modo que los protestantes franceses se sienten amenazados e intentan un golpe de mano para apoderarse de la familia real (1567). Este incidente, es dirigido por el príncipe de Condé y en el mismo el canciller L'Hôpital es apartado del poder. No obstante, el conflicto es de corta duración, debido a los recelos de Catalina de un intervención española y al reforzamiento de los hugonotes por mercenarios alemanes, por lo que obtienen la paz de Longjumeau (marzo de 1568), que supone el restablecimiento del Edicto de Amboise.
Batalla de Montcontour
La tercera guerra se inicia en septiembre de 1568 con el alzamiento de los hugonotes en La Rochelle, erigida en la principal plaza protestante. Esta tercera guerra es de larga duración y las operaciones militares cobran mayor importancia. El ejército católico, dirigido por el Duque de Anjou (futuro Enrique III) y por el Mariscal de Tavannes, derrota decisivamente a los protestantes en las batallas de Jarnac (donde muere el Príncipe de Condé) y Montcontour. Sin embargo, los católicos no logran imponerse, La Rochelle es inexpugnable. Bajo la dirección política de Catalina de Médicis, Carlos IX entabla negociaciones con el almirante Coligny que finalizan en la paz de Saint-Germain (agosto de 1570), triunfo político inesperado para los hugonotes que, además de ciertas libertades para el ejercicio de su culto, obtienen cuatro plazas de "seguridad”: La Rochelle, Cognac, Montauban y La Charité, en evidente menoscabo de la autoridad real. La paz de Saint-Germain significa también la entrada del Almirante Coligny en el Consejo Real, desde donde va a adquirir una gran influencia sobre Carlos IX. El rey se dejaba seducir por la idea de Coligny de intervenir en los Paises Bajos en contra de los intereses españoles, como medio para reconciliar a católicos y hugonotes franceses, a la vez de iniciar una política nacional francesa independiente de la postura ideológica sostenida por la monarquía hispánica en Europa.
Matanza de la noche de San Bartolomé
La cuarta guerra tiene su detonante en la “Matanza de la noche de San Bartolomé” (24 de agosto de 1572), en la que fueron asesinados el almirante Coligny y otros líderes hugonotes, pues Catalina veía en las ambiciones de Coligny un peligro para la paz del reino. Tal matanza se extendió a otras partes de Francia, provocando el exilio y la radicalización de los hugonotes, que pasan a atacar directamente la autoridad real a través de un movimiento de resistencia, constituyendo un cuasi-estado hugonote en el sur y sureste de Francia. El hito más destacable de esta guerra es el nuevo sitio a La Rochelle. Con el edicto de Boulogne, se logra una paz de compromiso con los hugonotes.
La quinta guerra se desata al socaire del nombramiento del nuevo monarca, Enrique III (1574), el cual carente de recursos, se vió obligado a aceptar la humillante paz de Monsieur, confirmada en el Edicto de Beauliau (mayo de 1576), por el que se concedía amplia libertad de culto a los hugonotes en todo el reino, salvo París, y ocho plazas de “seguridad”.
El malestar producido entre los católicos por la capitulación de la monarquía ante los protestantes, les llevó a constituir un partido que sería el origen de la "Liga Católica", bajo la dirección del duque Enrique de Guisa. Pronto se generalizó una nueva lucha, la sexta guerra, su desarrollo fue favorable a los católicos, quienes en la paz de Bergerac (Edicto de Poitiers de 1577) consiguieron restringir las medidas anteriores favorables a los hugonotes.
La séptima guerra se produjó en un ambiente de confusión con tres poderes (protestante, católico y real), en que aún más claramente se mezclaba el interés religioso con la aventura política incontrolada, el afán nobiliario y las combinaciones extranjeras. Por último, el Duque de Anjou, actuó de mediador en la paz que se firma en Fleix (noviembre de 1580), que permite a los protestantes mantener durante seis años las plazas de “seguridad”.
Batalla de Coutras
La muerte (1584) del hermano de Enrique III, el duque de Anjou, agudiza la crisis del estado francés al ser el heredero más próximo a la corona el hugonote Enrique de Borbón (o Navarra). La Liga católica, dirigida por el duque Enrique de Guisa, firma con Felipe II el tratado secreto de Joinville, por el que se comprometían a elevar al trono al anciano cardenal de Borbón, como Carlos X. Así, surge la octava guerra religión, también conocida como la "Guerra de los tres Enriques" (1585-1588), que comenzaba en septiembre de 1585 con el entendimiento forzado de Enrique III con la Liga católica. Al principio, el ejército real es derrotado por Enrique de Borbón en la batalla de Coutras, pero los protestantes fueron severamente castigados por Enrique de Guisa en las batallas de Vimory y Auneau. Esta guerra tuvo su momento culminante en el “Día de las Barricadas”, en la que las tropas reales de Enrique III trataron de tomar París. Bloqueadas las tropas reales en el centro de la capital, tuvieron que ser liberadas gracias a la intervención del duque de Guisa, el mismo monarca huye de la ciudad y se refugia en Chartres (mayo de 1588), de modo que Enrique III tiene que plegarse a las exigencias de la Liga católica. Con ocasión de la reunión de los Estados Generales en Blois, el Rey mando asesinar al duque Enrique de Guisa y su hermano el cardenal Luis de Lorena. La reacción de París y de muchas provincias fue el levantamiento popular. La doctrina de la resistencia (a la tiranía), elaborada inicialmente por los hugonotes, pasó a ser utilizada ahora por los católicos. Mientras, en cambio, se produjo un acercamiento entre el Rey y Enrique de Navarra, que pasaron a asediar París. Allí un dominico exaltado atenta contra Enrique III en agosto de 1589, el cual herido mortalmente designa como sucesor a Enrique IV a condición de que se convirtiera al catolicismo.
Batalla de Arques
La designación de Enrique de Borbón como sucesor al trono de Francia en 1589 inicialmente no supuso ninguna mejoría en la marcha de la guerra civil francesa. De hecho, de 1589 a 1592 se desarrollan operaciones militares entre las que destacan las dos victorias sucesivas de Enrique de Borbón sobre el jefe de la Liga y superviviente de los Guisa, el duque Carlos de Mayenne, en Arques y en Ivry. El asedio de París se prolonga gracias al apoyo hispano del ejército de Flandes al mando de Alejandro Farnesio, que rompe el cerco (1590). En este clima de empate técnico, finalmente Enrique de Navarra procedió a abjurar del calvinismo en julio de 1593. El gobernador católico de París le abre las puertas de la ciudad y el ya Enrique IV penetra en París entre las aclamaciones del público (“París bien vale una misa”).
El restablecimiento de la paz (1593-1598):
Felipe II, sostenido por facciones francesas, desorganizadas pero no desaparecidas, continúa la guerra contra Enrique de Borbón. Las operaciones, por lo general, son favorables a España, ya que, aunque Enrique de Borbón rechaza un intento de penetración hacia Borgoña en Fontaine-Française (1595), en el frente de los Países Bajos los éxitos hispano-flamencos amenazan peligrosamente a Francia. El Conde de Fuentes (sucesor de Farnesio) conquista las plazas de Doullens, Cambrai y Calais, incluso en 1597 se apodera de Amiens, reconquistada por Enrique IV seis meses más tarde. No obstante, El cansancio domina en ambos países, Felipe II atraviesa su tercera bancarrota (1597) y ello le hace imposible la continuación de la guerra.
Enrique IV
Así las cosas, Enrique IV dicta el documento que será pieza de primer orden en el intento de solucionar el problema religioso en Francia: el Edicto de Nantes (13 de abril de 1598), que asegura la libertad de conciencia y la extensión del culto calvinista a determinadas zonas del reino, junto con una serie de plazas de “seguridad" durante ocho años. Significa la forzada aceptación por el Estado de la existencia de dos confesiones religiosas en el país y el reconocimiento del partido hugonote, como una situación política al margen del Estado católico francés, que no se resolverá hasta 1629.
Dos semanas después (2 de mayo 1598) se firma la paz de Vervins entre España y Francia, sobre la base de la de Cateau Cambresis y la devolución de las conquistas españolas. Sin embargo, esta paz indica cierto declive de la hegemonía española y el punto de arranque de la supremacía francesa en Europa, con el reconocimiento del fracaso político de Felipe II como referente de la ordenación de la Cristiandad, España militarmente debilitada, agotada económicamente y con su prestigio dañado.
http://es.wikipedia.org/wiki/Guerras_de ... de_Francia" onclick="window.open(this.href);return false;
http://www.geocities.com/TimesSquare/Bu ... srelig.htm" onclick="window.open(this.href);return false;
http://forum.paradoxplaza.com/forum/sho ... p?t=100448" onclick="window.open(this.href);return false;
Mapa de las guerras de religión en Francia
Orígenes y causas (1559-1562):
Desde mediados del s. XVI Francia vive una crisis que combinaba aspectos financieros, políticos y religiosos. La larga lucha contra los Habsburgo había forzado un incremento de la presión fiscal, la venta de oficios públicos y el endeudamiento. Así, en 1558 Enrique II se declaró en bancarrota y convocó los Estados Generales (no convocados desde 1484). Ante esta situación además las grandes familias nobles (Guisa, Borbones, Montmonrecy), con sus extensas redes clientelares, trataron de incrementar su influencia sobre la corona y colocar a sus miembros en los principales cargos.
Con todo, el mayor problema era el religioso, el avance del calvinismo era manifiesto en el oeste y sur de Francia. Estos estaban bien organizados independientemente, pero poco a poco fueron agrupándose en consistorios y sínodos. Además reforzaron sus filas con la conversión de los líderes de las ramas de Borbón (el príncipe de Condé) y Gaspar de Coligny (Almirante de Francia), a los que se sumaron multitud de pequeños nobles, magistrados y burgueses, celebrando el primer sínodo nacional en 1559.
Enrique II inició la represión de los protestantes pero falleció, siendo sucedido por su hijo menor Francisco II, de modo que la regencia recayó sobre sus tíos, los Guisa (Francisco, duque de Guisa y Carlos, cardenal de Lorena) fervientes católicos que acrecentaron la represión de los hugonotes (calvinistas franceses). La reacción no se hizo esperar y estos proyectaron una conjura para hacerse con el Rey y derribar a los Guisa (conspiración de Amboise) y que se saldó con el fracaso.
Coloquio religioso en Poissy
La súbita muerte del Francisco II modificó la situación. Le sucedió su hermano Carlos IX, también menor de edad, correspondiendo la regencia a su madre Catalina de Médicis, cuyo principal interés era lograr la paz y preservar los intereses de la Corona por encima de las confesiones religiosas. Intentó el acercamiento de posturas, convocando un coloquio religioso en Poissy (1561) que fracasó por la mutua intransigencia, pero optó por la tolerancia mediante el Edicto de Saint-Germain (1562) que otorgaba libertad de culto a los hugonotes. La matanza de hugonotes en Vassy por el duque de Guisa, condujo a la movilización calvinista y el nombramiento de Condé por los hugonotes como protector de la Corona francesa. Los Guisa replicaron solicitando de Carlos IX la revocación del Edicto de tolerancia. Así estalla una auténtica guerra civil donde los protestantes reclaman la libertad de culto y los católicos pretenden mantener la unidad de la fe del reino, que se agrava con la intervención de las potencias extranjeras.
Las Guerras de Religión (1562-1593). Fases y desarrollo:
Se desarrollan 8 guerras, en las que se alternan confusas operaciones militares que desembocan en paces de compromiso, que ponen de manifiesto la debilidad del poder centralista regio así como un despertar de los regionalismos.
La primera guerra se caracterizará por la violencia extrema entre los contendientes, a través de matanzas, asesinatos y torturas; y por la intervención de extranjeros: ingleses y alemanes al lado de los hugonotes, y el apoyo de Felipe II al partido católico.
Batalla de Dreux
Al amparo de la sorpresa los hugonotes se apoderan de varias grandes ciudades, entre ellas Orleans, Tours, Montpellier y Rouen. Por el tratado de Hampton Court (1562) buscan la alianza con los ingleses, los cuales a cambio ocupan El Havre. Pero los católicos logran restablecer la situación: reconquistan Rouen, en cuyo asedio muere Antonio de Borbón (rey consorte de Navarra) y en la batalla de Dreux (diciembre de 1562), derrotan a los protestantes y apresan el Príncipe de Condé, a costa de la muerte del Mariscal de Saint-André. La desaparición de las principales personalidades de la primera generación de las guerras culmina con el asesinato del duque Francisco de Guisa en el sitio de Orleans. Catalina de Médicis es nuevamente la dueña de la situación y sus aspiraciones de llegar a la paz cristalizan en el Edicto de Amboise (marzo de 1563), que pone fin a la 1ª Guerra.
Catalina de Médicis
Tras unos años de tranquilidad, se desata la segunda guerra, como consecuencia de la "Rebelión de los Países Bajos" (1566) en la cual el duque de Alba marcha militarmente desde Italia a los Países Bajos, de modo que los protestantes franceses se sienten amenazados e intentan un golpe de mano para apoderarse de la familia real (1567). Este incidente, es dirigido por el príncipe de Condé y en el mismo el canciller L'Hôpital es apartado del poder. No obstante, el conflicto es de corta duración, debido a los recelos de Catalina de un intervención española y al reforzamiento de los hugonotes por mercenarios alemanes, por lo que obtienen la paz de Longjumeau (marzo de 1568), que supone el restablecimiento del Edicto de Amboise.
Batalla de Montcontour
La tercera guerra se inicia en septiembre de 1568 con el alzamiento de los hugonotes en La Rochelle, erigida en la principal plaza protestante. Esta tercera guerra es de larga duración y las operaciones militares cobran mayor importancia. El ejército católico, dirigido por el Duque de Anjou (futuro Enrique III) y por el Mariscal de Tavannes, derrota decisivamente a los protestantes en las batallas de Jarnac (donde muere el Príncipe de Condé) y Montcontour. Sin embargo, los católicos no logran imponerse, La Rochelle es inexpugnable. Bajo la dirección política de Catalina de Médicis, Carlos IX entabla negociaciones con el almirante Coligny que finalizan en la paz de Saint-Germain (agosto de 1570), triunfo político inesperado para los hugonotes que, además de ciertas libertades para el ejercicio de su culto, obtienen cuatro plazas de "seguridad”: La Rochelle, Cognac, Montauban y La Charité, en evidente menoscabo de la autoridad real. La paz de Saint-Germain significa también la entrada del Almirante Coligny en el Consejo Real, desde donde va a adquirir una gran influencia sobre Carlos IX. El rey se dejaba seducir por la idea de Coligny de intervenir en los Paises Bajos en contra de los intereses españoles, como medio para reconciliar a católicos y hugonotes franceses, a la vez de iniciar una política nacional francesa independiente de la postura ideológica sostenida por la monarquía hispánica en Europa.
Matanza de la noche de San Bartolomé
La cuarta guerra tiene su detonante en la “Matanza de la noche de San Bartolomé” (24 de agosto de 1572), en la que fueron asesinados el almirante Coligny y otros líderes hugonotes, pues Catalina veía en las ambiciones de Coligny un peligro para la paz del reino. Tal matanza se extendió a otras partes de Francia, provocando el exilio y la radicalización de los hugonotes, que pasan a atacar directamente la autoridad real a través de un movimiento de resistencia, constituyendo un cuasi-estado hugonote en el sur y sureste de Francia. El hito más destacable de esta guerra es el nuevo sitio a La Rochelle. Con el edicto de Boulogne, se logra una paz de compromiso con los hugonotes.
La quinta guerra se desata al socaire del nombramiento del nuevo monarca, Enrique III (1574), el cual carente de recursos, se vió obligado a aceptar la humillante paz de Monsieur, confirmada en el Edicto de Beauliau (mayo de 1576), por el que se concedía amplia libertad de culto a los hugonotes en todo el reino, salvo París, y ocho plazas de “seguridad”.
El malestar producido entre los católicos por la capitulación de la monarquía ante los protestantes, les llevó a constituir un partido que sería el origen de la "Liga Católica", bajo la dirección del duque Enrique de Guisa. Pronto se generalizó una nueva lucha, la sexta guerra, su desarrollo fue favorable a los católicos, quienes en la paz de Bergerac (Edicto de Poitiers de 1577) consiguieron restringir las medidas anteriores favorables a los hugonotes.
La séptima guerra se produjó en un ambiente de confusión con tres poderes (protestante, católico y real), en que aún más claramente se mezclaba el interés religioso con la aventura política incontrolada, el afán nobiliario y las combinaciones extranjeras. Por último, el Duque de Anjou, actuó de mediador en la paz que se firma en Fleix (noviembre de 1580), que permite a los protestantes mantener durante seis años las plazas de “seguridad”.
Batalla de Coutras
La muerte (1584) del hermano de Enrique III, el duque de Anjou, agudiza la crisis del estado francés al ser el heredero más próximo a la corona el hugonote Enrique de Borbón (o Navarra). La Liga católica, dirigida por el duque Enrique de Guisa, firma con Felipe II el tratado secreto de Joinville, por el que se comprometían a elevar al trono al anciano cardenal de Borbón, como Carlos X. Así, surge la octava guerra religión, también conocida como la "Guerra de los tres Enriques" (1585-1588), que comenzaba en septiembre de 1585 con el entendimiento forzado de Enrique III con la Liga católica. Al principio, el ejército real es derrotado por Enrique de Borbón en la batalla de Coutras, pero los protestantes fueron severamente castigados por Enrique de Guisa en las batallas de Vimory y Auneau. Esta guerra tuvo su momento culminante en el “Día de las Barricadas”, en la que las tropas reales de Enrique III trataron de tomar París. Bloqueadas las tropas reales en el centro de la capital, tuvieron que ser liberadas gracias a la intervención del duque de Guisa, el mismo monarca huye de la ciudad y se refugia en Chartres (mayo de 1588), de modo que Enrique III tiene que plegarse a las exigencias de la Liga católica. Con ocasión de la reunión de los Estados Generales en Blois, el Rey mando asesinar al duque Enrique de Guisa y su hermano el cardenal Luis de Lorena. La reacción de París y de muchas provincias fue el levantamiento popular. La doctrina de la resistencia (a la tiranía), elaborada inicialmente por los hugonotes, pasó a ser utilizada ahora por los católicos. Mientras, en cambio, se produjo un acercamiento entre el Rey y Enrique de Navarra, que pasaron a asediar París. Allí un dominico exaltado atenta contra Enrique III en agosto de 1589, el cual herido mortalmente designa como sucesor a Enrique IV a condición de que se convirtiera al catolicismo.
Batalla de Arques
La designación de Enrique de Borbón como sucesor al trono de Francia en 1589 inicialmente no supuso ninguna mejoría en la marcha de la guerra civil francesa. De hecho, de 1589 a 1592 se desarrollan operaciones militares entre las que destacan las dos victorias sucesivas de Enrique de Borbón sobre el jefe de la Liga y superviviente de los Guisa, el duque Carlos de Mayenne, en Arques y en Ivry. El asedio de París se prolonga gracias al apoyo hispano del ejército de Flandes al mando de Alejandro Farnesio, que rompe el cerco (1590). En este clima de empate técnico, finalmente Enrique de Navarra procedió a abjurar del calvinismo en julio de 1593. El gobernador católico de París le abre las puertas de la ciudad y el ya Enrique IV penetra en París entre las aclamaciones del público (“París bien vale una misa”).
El restablecimiento de la paz (1593-1598):
Felipe II, sostenido por facciones francesas, desorganizadas pero no desaparecidas, continúa la guerra contra Enrique de Borbón. Las operaciones, por lo general, son favorables a España, ya que, aunque Enrique de Borbón rechaza un intento de penetración hacia Borgoña en Fontaine-Française (1595), en el frente de los Países Bajos los éxitos hispano-flamencos amenazan peligrosamente a Francia. El Conde de Fuentes (sucesor de Farnesio) conquista las plazas de Doullens, Cambrai y Calais, incluso en 1597 se apodera de Amiens, reconquistada por Enrique IV seis meses más tarde. No obstante, El cansancio domina en ambos países, Felipe II atraviesa su tercera bancarrota (1597) y ello le hace imposible la continuación de la guerra.
Enrique IV
Así las cosas, Enrique IV dicta el documento que será pieza de primer orden en el intento de solucionar el problema religioso en Francia: el Edicto de Nantes (13 de abril de 1598), que asegura la libertad de conciencia y la extensión del culto calvinista a determinadas zonas del reino, junto con una serie de plazas de “seguridad" durante ocho años. Significa la forzada aceptación por el Estado de la existencia de dos confesiones religiosas en el país y el reconocimiento del partido hugonote, como una situación política al margen del Estado católico francés, que no se resolverá hasta 1629.
Dos semanas después (2 de mayo 1598) se firma la paz de Vervins entre España y Francia, sobre la base de la de Cateau Cambresis y la devolución de las conquistas españolas. Sin embargo, esta paz indica cierto declive de la hegemonía española y el punto de arranque de la supremacía francesa en Europa, con el reconocimiento del fracaso político de Felipe II como referente de la ordenación de la Cristiandad, España militarmente debilitada, agotada económicamente y con su prestigio dañado.
http://es.wikipedia.org/wiki/Guerras_de ... de_Francia" onclick="window.open(this.href);return false;
http://www.geocities.com/TimesSquare/Bu ... srelig.htm" onclick="window.open(this.href);return false;
http://forum.paradoxplaza.com/forum/sho ... p?t=100448" onclick="window.open(this.href);return false;
Inter arma, silent leges
"No sobrevive la especie más fuerte, ni la más inteligente, si no la que mejor se adapta a los cambios." - Charles Darwin
"No sobrevive la especie más fuerte, ni la más inteligente, si no la que mejor se adapta a los cambios." - Charles Darwin
- Urogallo
- General de Ejercito
- Mensajes: 16384
- Registrado: 06 Nov 2003
- Ubicación: El foro de los 1.000 años.
- Agradecido : 76 veces
- Agradecimiento recibido: 5 veces
- Contactar:
-
Medallas
Parches
Re: La guerra civil-confesional de Francia
Por desgracia el tema de la ruina económica ya era más antiguo, pero no parece que el debilitamiento militar español fuese evidente en ese momento. Enrique IV trató de organizar diversas coaliciones contra España en los años siguientes, y encontró a sus posibles aliados muy poco convencidos de ese debilitamiento.
"Adoro Alemania. Por eso me gusta que haya dos" Charles de Gaulle.
-
- General de Ejercito
- Mensajes: 17211
- Registrado: 11 Abr 2006
- Agradecido : 10 veces
- Agradecimiento recibido: 594 veces
-
Medallas
Parches
Re: La guerra civil-confesional de Francia
Además el hecho de que Francia fuese la primera en firmar la paz dejó a ingleses y holandeses poco convencidos de su lealtad como aliado.
De todas formas las guerras de religión no habían terminado hubo guerras bajo Luis XIII entre la corona, la facción católica de su hermano y los hugonotes. Hasta la expulsión general de los hugonotes en tiempos de Luis XIV.
En todo caso fue mala idea para España meterse en eso justo cuando iban bien las cosas en Flandes y a Farnesio sólo le restaba someter 4 provincias rebeldes.
De todas formas las guerras de religión no habían terminado hubo guerras bajo Luis XIII entre la corona, la facción católica de su hermano y los hugonotes. Hasta la expulsión general de los hugonotes en tiempos de Luis XIV.
En todo caso fue mala idea para España meterse en eso justo cuando iban bien las cosas en Flandes y a Farnesio sólo le restaba someter 4 provincias rebeldes.
Conoce al enemigo y conócete a ti mismo; y en cien batallas no estarás jamás en peligro Sun Tzu.
- Gebisjager
- Subteniente
- Mensajes: 946
- Registrado: 17 Ago 2007
- Ubicación: Pirineos
-
Medallas
Parches
Re: La guerra civil-confesional de Francia
Para mí, finales del siglo XVI, me parece un momento claro de declive de las armas españolas:Urogallo escribió:Por desgracia el tema de la ruina económica ya era más antiguo, pero no parece que el debilitamiento militar español fuese evidente en ese momento. Enrique IV trató de organizar diversas coaliciones contra España en los años siguientes, y encontró a sus posibles aliados muy poco convencidos de ese debilitamiento.
- La derrota de la "Armada Invencible" (1588)
- El fracaso de la "Liga Católica" en Francia (practicamente liquidados tras su derrota en la batalla de Fontaine-Française, 1594) y, por tanto, de sus aliados (y financiadores) españoles
- La permanente sangria de Flandes, a partir de 1590, tras la marcha del duque de Parma a Francia, los rebeldes holandeses, liberados de la presión a la que les sometía el duque, toman la iniciativa. Por otro lado,consecuencia de la crónica falta de dinero de la monarquía hispánica existe un periodo de continuos motines entre los años 1589 y 1607, que limitaron la capacidad del ejército. En 1590 los holandeses conquistaban Breda por sorpresa. Entre 1591 y 1592 consiguieron ocupar gran parte de las provincias de Güeldres y Overijssel, situadas al norte de los ríos Rin y Mosa, y en julio de 1594 completaban la conquista de la provincia de Groninga en el norte. Con la batalla de Dunas o Nieuwpoort (1600), donde por primera vez las tropas holandesas, de Mauricio de Nassau-Orange, vencieron a la españolas en campo abierto. Solo la Tregua d elos Doce años supuso un respiro.
Francia, por contra, superado el trance de las guerras religiosas-civiles va resurgiendo poco a poco. Así, para empezar amenazaría, incluso cortaría, las rutas tradicionales del famoso "Camino Español".
Saludos.
Inter arma, silent leges
"No sobrevive la especie más fuerte, ni la más inteligente, si no la que mejor se adapta a los cambios." - Charles Darwin
"No sobrevive la especie más fuerte, ni la más inteligente, si no la que mejor se adapta a los cambios." - Charles Darwin
- Urogallo
- General de Ejercito
- Mensajes: 16384
- Registrado: 06 Nov 2003
- Ubicación: El foro de los 1.000 años.
- Agradecido : 76 veces
- Agradecimiento recibido: 5 veces
- Contactar:
-
Medallas
Parches
Re: La guerra civil-confesional de Francia
Una verdadera lástima, pero el premio final era de lo más interesante.
Aunque teniendo en cuenta que Francia quedó anulada de una forma u otra como enemigo durante las siguientes décadas, quizás habría sido más interesante aprovechar la situación para romper el frente de los rebeldes.
En cuanto a la cuestión general del debilitamiento, me mantengo critico. La derrota de la liga es menos una cuestión militar que política, si nos atenemos al hecho evidente: La liga no tiene un sustituto de calidad frente a Enrique de Navarra, y mucho menos frente a un Enrique de Navarra católico. En cuanto a la Armada, o mejor dicho, las armadas, los propios historiadores ingleses reconocen que no había nada en Inglaterra para parar a la invasión.
El bloqueo de las operaciones en Flandes, por otro lado, es cuestión de simple poliorcetica. Los propios enemigos de España reconocían que los ejércitos españoles eran invencibles en campo abierto ( veáse la campaña del palatinado, que apenas tenía defensas modernas), así que se les negaba la posibilidad de una guerra de movimientos con una respuesta que era de simple espera: Nos fortificamos, y esperamos.
Aunque teniendo en cuenta que Francia quedó anulada de una forma u otra como enemigo durante las siguientes décadas, quizás habría sido más interesante aprovechar la situación para romper el frente de los rebeldes.
En cuanto a la cuestión general del debilitamiento, me mantengo critico. La derrota de la liga es menos una cuestión militar que política, si nos atenemos al hecho evidente: La liga no tiene un sustituto de calidad frente a Enrique de Navarra, y mucho menos frente a un Enrique de Navarra católico. En cuanto a la Armada, o mejor dicho, las armadas, los propios historiadores ingleses reconocen que no había nada en Inglaterra para parar a la invasión.
El bloqueo de las operaciones en Flandes, por otro lado, es cuestión de simple poliorcetica. Los propios enemigos de España reconocían que los ejércitos españoles eran invencibles en campo abierto ( veáse la campaña del palatinado, que apenas tenía defensas modernas), así que se les negaba la posibilidad de una guerra de movimientos con una respuesta que era de simple espera: Nos fortificamos, y esperamos.
"Adoro Alemania. Por eso me gusta que haya dos" Charles de Gaulle.
- Gebisjager
- Subteniente
- Mensajes: 946
- Registrado: 17 Ago 2007
- Ubicación: Pirineos
-
Medallas
Parches
Re: La guerra civil-confesional de Francia
Ciertamente, con el Edicto de Nantes (1598) lo que Francia consigue es una larga tregua, al autorizar la libertad de culto, con ciertos límites, a los protestantes calvinistas (hugonotes). Impuso la tolerancia, sino de corazón si de hecho. Dicho Edicto fue revocado cuando el poder monarquico (absolutismo) se hizo fuerte, con Luis XIV , por el edicto de Fontainebleau (1685), mediante el cual el protestantismo fue prohibido en todo el territorio francés.APV escribió: De todas formas las guerras de religión no habían terminado hubo guerras bajo Luis XIII entre la corona, la facción católica de su hermano y los hugonotes. Hasta la expulsión general de los hugonotes en tiempos de Luis XIV.
Inter arma, silent leges
"No sobrevive la especie más fuerte, ni la más inteligente, si no la que mejor se adapta a los cambios." - Charles Darwin
"No sobrevive la especie más fuerte, ni la más inteligente, si no la que mejor se adapta a los cambios." - Charles Darwin
-
- General de Ejercito
- Mensajes: 17211
- Registrado: 11 Abr 2006
- Agradecido : 10 veces
- Agradecimiento recibido: 594 veces
-
Medallas
Parches
Re: La guerra civil-confesional de Francia
También afectadas por la guerra en Francia por ejemplo cuando se desvió para desembarcar en Bretaña en 1596.En cuanto a la Armada, o mejor dicho, las armadas,
Respecto al Palatinado en realidad toda Alemania al comienzo de la guerra estaba repleta de fortificaciones nuevas según Parker.El bloqueo de las operaciones en Flandes, por otro lado, es cuestión de simple poliorcetica. Los propios enemigos de España reconocían que los ejércitos españoles eran invencibles en campo abierto ( veáse la campaña del palatinado, que apenas tenía defensas modernas), así que se les negaba la posibilidad de una guerra de movimientos con una respuesta que era de simple espera: Nos fortificamos, y esperamos.
Más bien el problema es que no había una escuadra que apoyase en la fluvial y costera holanda las operaciones, por ejemplo la guerra contra los pesqueros y la instalación de corsarios no se realizó hasa el S. XVII.
Por otro lado la monarquía tendía a desviar la atención a otros asuntos y no se tomó en serio el asunto del comercio holandés con España.
Conoce al enemigo y conócete a ti mismo; y en cien batallas no estarás jamás en peligro Sun Tzu.
- Urogallo
- General de Ejercito
- Mensajes: 16384
- Registrado: 06 Nov 2003
- Ubicación: El foro de los 1.000 años.
- Agradecido : 76 veces
- Agradecimiento recibido: 5 veces
- Contactar:
-
Medallas
Parches
Re: La guerra civil-confesional de Francia
Pués es curioso, por que el mismo Parker afirma que el Palatinado cae en un plazo record precisamente por que no se ha invertido nada en construir fortificaciones del nuevo tipo.
Se lo tomó muy, muy en serio, pero era una situación imposible de controlar. Las hambrunas periodicas en la meseta, y sobre todo en Andalucia occidental, no se podían contener sin el grano del báltico que se transportaba en cargueros holandeses. La situación llegó a ser tan traumática, que en la decada de los años 20 ( si no estoy citando mal a Parker) se permitió sin ningún limite el desembarco de grano en los puertos españoles.
Se lo tomó muy, muy en serio, pero era una situación imposible de controlar. Las hambrunas periodicas en la meseta, y sobre todo en Andalucia occidental, no se podían contener sin el grano del báltico que se transportaba en cargueros holandeses. La situación llegó a ser tan traumática, que en la decada de los años 20 ( si no estoy citando mal a Parker) se permitió sin ningún limite el desembarco de grano en los puertos españoles.
"Adoro Alemania. Por eso me gusta que haya dos" Charles de Gaulle.
-
- General de Ejercito
- Mensajes: 17211
- Registrado: 11 Abr 2006
- Agradecido : 10 veces
- Agradecimiento recibido: 594 veces
-
Medallas
Parches
Re: La guerra civil-confesional de Francia
No se yo por lo que recuerdo de su libro sobre la guerra de los 30 años señala que hubo un proceso de construcción e inversión en ejércitos en los años previos por parte de todos los príncipes muy importante aumentando incluso la seguridad de los viajeros.Pués es curioso, por que el mismo Parker afirma que el Palatinado cae en un plazo record precisamente por que no se ha invertido nada en construir fortificaciones del nuevo tipo.
Pero en cambio en Alemania la guerra de movimientos fue habitual.
El problema era que no se apoderan de los mercantes holandeses y los dejan comerciar libremente con España por la necesidad del grano Báltico (complicado por los conflictos en la zona), aunque en el S. XVII según Elliot se intentó negociar directamente con la Hansa y también se bloqueó el comercio de la sal (importante económicamente para Holanda).Se lo tomó muy, muy en serio, pero era una situación imposible de controlar. Las hambrunas periodicas en la meseta, y sobre todo en Andalucia occidental, no se podían contener sin el grano del báltico que se transportaba en cargueros holandeses. La situación llegó a ser tan traumática, que en la decada de los años 20 ( si no estoy citando mal a Parker) se permitió sin ningún limite el desembarco de grano en los puertos españoles.
Ahora bien el deficit de cereal se debía en parte a la falta de tierras de cultivo debido a las prerrogativas de la Mesta en la Meseta para el ganado ovino.
Esa lana después era exportada a Flandes, llegando a los holandeses, donde se fabricaba textil (textil que hacía la competencia a la producción de paños de Cataluña); por lo que la Mesta tenía intereses en la situación de Flandes.
Es decir una situación de círculo vicioso para España.
Conoce al enemigo y conócete a ti mismo; y en cien batallas no estarás jamás en peligro Sun Tzu.
- Loïc
- Teniente
- Mensajes: 1848
- Registrado: 20 Feb 2005
- Agradecimiento recibido: 1 vez
-
Medallas
Parches
Re: Guerras de Religion
http://www.francebalade.com/paris/parisespagn1594.jpg
un episodio de la 8a y la mas larga Guerra de Religion, ilustracion de la epoca, marzo de 1594 retirada de las tropas extranjeras enviadas por el Duque de Parma en guarnicion en Paris desde 3 años que saludan al Rey Enrique IV, Napoletanos en vanguardia, Españoles, Valones en retaguardia, los arcabuceros Napoletanos pueden conservar sus mechas porque considero a los Italianos como amigos pero lo prohibo a los Españoles, solo desean el mal a Francia, un año después el Bearnés Rey de Francia y de Navarra derrotarà a sus queridos vecinos en Fontaine-Française contrarrestando una invasion de Borgoña por las fronteras con Franco-Condado
Calumniad, calumniad, de la calumnia quedara siempre algo
- Loïc
- Teniente
- Mensajes: 1848
- Registrado: 20 Feb 2005
- Agradecimiento recibido: 1 vez
-
Medallas
Parches
Reîtres jinetes del apocalipsis
personajes indisociables de las Guerras de Religion en Francia, los Reitres aunque no fueron ni peores ni mejores que la soldatesca de la epoca dejaron el recuerdo notorio de brutales combatientes de sinistra memoria, esta tropa de caballeria ligera conocida por sus famosas armaduras negras (aunque estas ultimas no eran una particularidad de los Reitres como se suele creer) y armada con pistolas hizo maravillas contra la gendarmeria tradicional que no utilizaba armas de fuego.
Estos mercenarios a caballo nacieron en Alemania (Brunswick Sajonia Renania Palatinado) y vendieron sus servicios a España, a los Holandeses antes de llegar en Francia donde aparecieron en 1553, Enrique II tenia bajo su mando 7000 de ellos en las ultimas Guerras de Italia.
Bien pagados y tantos bien pagados que hasta jovenes Franceses de origen noble apadrinados por un Rittmeister (Capitan) de Reitres vinieron vivir en sus familias del otro lado del Rin para poder alistarse en un Escuadron.
Al servicio de la causa Protestante (pero no siempre, el bando catolico los tuvo tambien), estos "Diablos negros" "Diablos con pistolas" "embadurnados" se distinguieron en la batalla de Dreux en 1562 donde pese a muchas bajas cargaron cuatro veces.
Pero 1587 fue el año de los Reitres, año fatal porque el Duque de Guise casi los exterminaron en los dos batallas de Vimory y Auneau en octubre y noviembre, hubo tantos muertos que las corazas y cascos de los Reitres pudieron rellenar los fosos del castillo de Auneau y que los campesinos de las cercanias utilizaron el lugar como una mina de hierro durante dos siglos
Liliane & Fred Funcken
armadura de Reître (recreacion)
detalles
http://www.armae.com/moderne/cuirasses_ ... reitre.htm
Estos mercenarios a caballo nacieron en Alemania (Brunswick Sajonia Renania Palatinado) y vendieron sus servicios a España, a los Holandeses antes de llegar en Francia donde aparecieron en 1553, Enrique II tenia bajo su mando 7000 de ellos en las ultimas Guerras de Italia.
Bien pagados y tantos bien pagados que hasta jovenes Franceses de origen noble apadrinados por un Rittmeister (Capitan) de Reitres vinieron vivir en sus familias del otro lado del Rin para poder alistarse en un Escuadron.
Al servicio de la causa Protestante (pero no siempre, el bando catolico los tuvo tambien), estos "Diablos negros" "Diablos con pistolas" "embadurnados" se distinguieron en la batalla de Dreux en 1562 donde pese a muchas bajas cargaron cuatro veces.
Pero 1587 fue el año de los Reitres, año fatal porque el Duque de Guise casi los exterminaron en los dos batallas de Vimory y Auneau en octubre y noviembre, hubo tantos muertos que las corazas y cascos de los Reitres pudieron rellenar los fosos del castillo de Auneau y que los campesinos de las cercanias utilizaron el lugar como una mina de hierro durante dos siglos
Liliane & Fred Funcken
armadura de Reître (recreacion)
detalles
http://www.armae.com/moderne/cuirasses_ ... reitre.htm
Calumniad, calumniad, de la calumnia quedara siempre algo
- Triton
- Großadmiral
- Mensajes: 25225
- Registrado: 16 Dic 2005
- Ubicación: Zaragoza
- Agradecido : 1497 veces
- Agradecimiento recibido: 6907 veces
-
Medallas
Parches
Re: La guerra civil-confesional de Francia
Preciosa armadura
Saludos.
Saludos.
........Y caminaré sin miedo por el valle de las sombras y la muerte y a nada temeré porque soy el mayor hijo de puta del valle.
--------------------------------------
Ab insomne non custita dracone
--------------------------------------
Ab insomne non custita dracone
- Satur
- General de Ejercito
- Mensajes: 15681
- Registrado: 10 Mar 2007
- Ubicación: Las Palmas, España
- Agradecido : 22 veces
- Agradecimiento recibido: 667 veces
-
Medallas
Parches
Re: La guerra civil-confesional de Francia
La primera película francesa con "argumento" fue precisamente "El Asesinato del Duque de Guisa". No he podido encontrar fotos, pero sí un cuadro de 1834, de Paul Delaroche.
Fuente: http://www.epdlp.com/cuadro.php?id=2316
Fuente: http://www.epdlp.com/cuadro.php?id=2316
Cuando el líder eficaz ha dado por terminado su trabajo,
la gente dice que todo ocurrió de un modo natural.
LAO TSE.
--------------------------------------
Ab insomne non custita dracone
la gente dice que todo ocurrió de un modo natural.
LAO TSE.
--------------------------------------
Ab insomne non custita dracone