Batalla de Lowestoft 13 Junio 1665 Segunda Guerra angloholandesa
Una flota de más de un centenar de buques de las Provincias Unidas mandada por el vice almirante Jacob van Wassenaer Obdam attacó una flota inglesa de igual tamaño mandada por Jacobo Estuardo (James Stuart), Duque de York (futuro Jacobo II de Inglaterra e Irlanda y VII de Escocia) a cuarenta millas al este del puerto de Lowestoft en Suffolk, Inglaterra. Los holandeses estaban desesperados por impedir un segundo bloqueo inglés de sus puertos tras que el primero fuera levantado por los ingleses sólo debido a la falta de suministros. El dirigente holandés Johan de Witt, ordenó a Van Wassenaer atacar a los ingleses agresivamente durante un período de estables vientos de levante que habrían dado la ventaja del barlovento a los holandeses. No obstante, Van Wassenaer, que quizás pensaba que su flota seguía siendo demasiado inferior en potencia de fuego y adiestramiento para poder desafiar a los ingleses a una batalla total, pospuso el combate hasta que el viento roló para buscar un enfrentammiento menor en una posición defensiva a sotavento con la cuál podría romper el contacto y regresar sin desobedecer abiertamente las órdenes. Su actitud le costaría un sexto de su flota y la vida.
El 11 Junio Van Wassenaer avistó la flota inglesa de 109 barcos que portaban 4.542 cañones y 22.055 hombres; constaba de tres escuadras. Jacobo en personada mandaba la vanguardia, la escuadra de la bandera roja; el Príncipe Ruperto del Rin (famoso por su papel en la guerra civil inglesa, dos décadas atrás) mandaba el centro, la escuadra de la bandera blanca, y Edward Montague, 1er Earl (Conde) de Sandwich (no, no es el de las islas ni de los emparedados
)mandaba la retaguardia, la escuadra de la bandera azul. La flota holandesa de 103 bajeles que contaba 4.869 cañones y 21.613 tenía no menos de siete escuadras: la primera, del Almirantazgo de Amsterdam) al mando de Van Wassenaer.
Aparte de la confusión debida a esta multiplicidad de mandos, es ilustrativo de la poca confianza que Van Wassenaer sentía que antes de la batalla hizo enviar a casa toda su cubertería de plata y objetos de valor.
Ambas flotas sólo podían ser tan grandes mediante el empleo de mercantes armados: los ingleses usaron 24, los holandeses doce, algunos de ellos enormes buques de la Compañía de las Indias Orientales, especialmente traídos desde la Indias.
Ambas flotas navegaron de vuelta encontrada cañonéandose y luego orzaron. Durante la virada el
HMS Great Charity (anteriormente el holandés
"Groote Liefde", capturado durante la batalla de Portland en 1653) se quedó aislado y fue bordado y capturado por el capitán Jan de Haen, luego almirante, que inmediatamente retornó con su presa a los Países Bajos, una práctica obviamente desacertada que fue prohibida tras esta batalla.
Tras esto, ambas flotas volvieron a cruzarse. Aunque los ingleses tuvieron algunos problemas controlando estas maniobras, los holandeses fracasaron completamente en mantener una línea de batalla. En teoría, su posición a sotavento habría dado a sus cañones un mayor alcance (nota: debido a que la escora del buque aumenta el ángulo de elevación de las piezas), permitiéndoles destruir desde una distancia segura el aparejo y la arboladura de los buques ingleses con balas encadenadas. En realidad las diversas escuadras empezaron a bloquearse la línea de visión unas a otros, los almirantes y capitanes más deseosos de luchar dejaron rápidamente atrás a los menos entusiastas y los buques más viejos y lentos, mientras que los navíos de la compañía, que nunca se habían adiestrado en estas tácticas, se comportaron como si no hubiera otros barcos presentes y este desorden causó que la línea inglesa aislara algunos de los bajeles holandeses más lentos que a duras penas consiguieron escapar y reunirse con el grueso de la fuerza. Luego pretenderían que habían intentado atacar intencionadamente al enemigo de acuerdo con las órdenes generales. Algunos otros navíos resultaron estar al alcance óptimo para que los ingleses concentraran su fuego y se llevaron daños serios. El joven almirante de la flota de Frisia contraalmirante Auke Stellingwerf, fue partido en dos por un cañonazo. El veterano contraalmirante Kortenaer, probablemente el mejor de los mandos holandeses presentes, fue mortalmente herido en la cadera por una bala de cañón. Ahora Van Wassenaer suspendió la cadena de mando existente, con la esperanza de que al poner a todos los barcos directamente bajo su control le daría algo de coherencia a la fuerza holandesa. Sin embargo esto no hizo más que aumentar la confusión.
Otra vez las flotas volvieron a virar, y a desfilar de vuelta encontrada, como caballeros en la palestra. Lo que ocurrió a continuación es difícil de explicar, pero según fuentes holandesas, parece ser que al ejecutar la tercera virada, la flota holandesa perdió toda la coherecia porque el viento súbitamente roló al suroeste, lo que hizo que la flota neerlandesa chocara con la vanguardia y centro ingleses. La retaguardia inglesa sorteó la masa de buques entremezclados y navegó al sur situándose detrás de la flota holandesa. A continuación una flotilla de la vanguardia cerró la trampa por completo, bloqueando la retirada prevista a la costa de Holanda.
Si en efecto los holandeses estaban rodeados, su situación sería desesperada. El grueso de la fuerza inglesa al oeste tendría el barlovento, lo que impediría usar el abordaje como táctica. La retaguardia inglesa, disparando desde su posición a sotavento, podría dañar a los neerlandeses con impunidad. Como los holandeses tenían de nuevo el viento a favor en relación a la retaguardia inglesa, algunos de sus buques cayeron al este para atacarla. Durante esta acción, la almiranta de Montague fue abordada y temporalmente apresada por la dotación del
Oranje, mandado por el capitán Bastian Senten, que incluso izó la bandera holandesa en el
Prince Royal hasta que el Príncipe Ruperto en el
Royal James acudió al rescate represando el navío. En este punto, parece que la batalla entera degeneró en una rebatiña informe.
Durante estos combates el Earl de Marlborough y el Earl de Portland perecieron. Unas pocas horas más tarde, en torno al mediodía, Montague izó el pabellón de la escuadra azul en el mastelero de su mesana "Señal para que mi escuadra me siga" , y en efecto, la mayoría de los capitanes de la retaguardia inglesa siguieron a su superior cuando este fue derecho hacia la "línea" holandesa y la rompió (lo más probable es que pasara por una brecha) - dividiendo la flota holandesa y rodeando una parte de ella.
Aparte de estos problemas de posición, los holandeses tenían otra desventaja: en promedio sus cañones eran mucho más ligeros y el peso de sus andanadas menor. En especial los ocho mayores navíos ingleses eran casi imposibles de hunidr pero podían destrozar a los barcos holandeses más pequeños con una sola andanada. Por tanto los buques holandeses más grandes trataron de proteger a los pequeños. El buque insignia
Eendracht se batió con el
Royal Charles. Jacobo por poco fue muerto por una bala encadenada holandesa que decapitó a varios de sus cortesanos.
En torno a las tres de la tarde, el duelo entre el
Royal Charles y el
Eendracht terminó abruptamente cuando el
Eendracht explotó, matando a Van Obdam y a toda la dotación menos cinco hombres. Kortenaer era el segundo al mando; aunque fatalmente herido, no había muerto todavía y los otros almirantes no sabían de su estado. Por consiguiente durante horas la flota holandesa estuvo sin mando. Tras que explotara el
Eendracht, los ingleses se volvieron más osados, mientras que muchos capitanes holandeses desfallecieron: algunos barcos holandeses ya huyeron poco después, seguidos por el buque de Kortenaer
Groot Hollandia, ahora bajo mando de Stinstra. Ni que decir tiene que esto tuvo un efecto bastante negativo en la moral holandesa. Al anochecer, la mayor parte de la flota neerlandesa estaba en fuga, salvo por unos 40 navíos bajo el vicealmirante Cornelis Tromp y el contraalmirante Johan Evertsen, quienes asumieron ambos el mando (lo que demuestra el absoluto desorden en el bando holandes), quienes hicieron posible el escape y cubrieron la fuga, de este modo impidiendo una catástrofe completa, aunque se perdieron 16 barcos más. Los ingleses sólo perdieron un navío, el
Great Charity mencionado antes. Ocho bajeles holandeses fueron hundidos por los ingleses; seis de estos ardieron en dos incidentes separados cuando se chocaron y quedaron enredados en la huida y fueron incendiados por un brulote. Esto le sucedió al
Tergoes que se eneredó con el navío de la compañía
Maarseveen y el mercante and
Swanenburg; y también al
Koevorden,
Stad Utrecht y
Prinse Maurits. El ya mencionado navío de la compañía
Oranje explotó tras ser prendido fuego por otro brulote después de muchos intentos de bloquear y tomar al abordaje al
HMS Charles, lo que fue impedido primero por el
Mary bajo el capitán Jeremy Smith (el
Mary perdió 99 hombres de su dotación), uno de los segundos de York, y luego por el
HMS Royal Oak ,
Essex y
Royal Katherine. Según algunos , el i]Oranje [/i] perdió la mitad de su dotación de 400 hombres antes de sucumbir, su capitán, Senten, (que se rumoreaba era un escocés expatriado), herido grave, fue recogido del agua por un barco inglés, pero sucumbió poco después. Durante la huída neerlandesa, los ingleses apresaron nueve barcos más:
Hilversum, Delft, Zeelandia, Wapen van Edam y
Jonge Prins; el navío de la Compañía
Nagelboom y los mercantes
Carolus Quintus, Mars y
Geldersche Ruyter. Tromp fue capturado pero escapó. Ocho buques más viejos tuvieron que ser desguazados más tarde, ya que el coste de las reparaciones excedía su valor.
Las bajas holandesas fueron 2000 -2500 muertos y unos 2000 hechos prisioneros.
Los ingleses perdieron al contraalmirante Sampson, mientras que el vicealmirante Lawson fue mortalmente herido. Siempre ha sido un misterio por qué la flota inglesa no inentó al menos perseguir a los holandeses. Se han contado varias anécdotas para explicarlo. Según una, un capitán comentó a Jacobo que esperaba una dura lucha al día siguiente, puesto que creía que los holandeses luchaban mejor cuando estaban acorralados.
Entonces Jacobo, que ya había escapado de la muerte por los pelos, habría perdido el valor completamente. Otra leyenda es que la espsa de Jacobo ordenó al Lord Henry Brouncker mantener a salvo a su marido, obedeció dándole al capitán John Harman la orden de detener al
Charles durante la noche. En cualquier caso, el
Royal Charles recogió trapo durante la noche, y el resto de la flota inglesa hizo lo mismo.
Las bajas inglesas fueron unos 500 muertos.
El resultado de la batalla fue causado en parte por una desigualdad en la potencia de fuego, pero los neerlandeses ya se habían embarcado en un ambicioso programa de expansión, construyendo muchos navíos más pesados. Los ingleses no consiguieron aprovechar su victoria. Nunca lograron un bloqueo eficaz de la costa holandesa, y no pudieron impedir a la flota de la Compañía regresar de las Indias (batalla de Vågen). Las flotas, ahora mucho más igualadas en calidad, se encontraron de nuevo en la Batalla de los Cuatro Días en Junio de 1666.