¡Totalmente! Exceso de confianza: parece que los soldados austríacos valoraban su propia experiencia y tradición militar, ciertamente superior a la prusiana del momento, así como infravaloraban el notablemente el superior adiestramiento prusiano. De hecho, se comenta que en estos compases iniciales del enfrentamiento, anterior a Mollwitz, en los encuentros y escaramuzas entre patrullas y húsares de ambos bandos, los austríacos balaban, como señal de desprecio y confianza, a sus contrapartes prusianosMiguel Villalba escribió:En cuanto a la batalla en sí, todavía me cuesta creer que cogiesen a los austriacos de esa forma... teniendo una abrumadora superioridad en caballería, me huele a exceso de confianza gc83gc .
Para los prusianos la enseñanza será que tienen que levantar una caballería de calidad, como su infantería. Esto creo que lo logran en muy poco tiempo, pues para la guerra de los Siete Años ya tienen una caballería competente.
Con Silesia en manos prusianas ganaron mucho, no solo un territorio muy poblado sino también muy rico. Una potencia emergente que apalizaba a una super potencia.
La batalla tiene una enorme importancia regional y es clave para el crecimiento de Prusia. Dejó tocados a los austriacos en la guerra de Sucesión austriaca, pues propició el tratado de Breslavia entre prusianos y franceses para operar hacia territorio del imperio
Muy de acuerdo con las otras cosas que señalas aquí y también en lo que subrayas en el debate con Buscaglia: Austria sería una gran potencia determinante por derecho propio hasta los años de Solferino y Sadowa. Después, aunque en creciente eclipse, seguiría siendo un gran poder hasta la Gran Guerra, pero ya no tanto por su propia autonomía y vitalidad interna, sino por ser esa "necesidad europea" de la estabilidad y el equilibrio de poder interestatal.
Sin embargo, aquí debo disentir. El ascenso del poder de Brandeburgo-Prusia es un producto post-Westfalia, cuyo origen la propia tradición prusiana sitúa en el Gran Elector Federico Guillermo I (1640-1688). Antes de eso, el Margraviato de Brandeburgo simplemente no era sino otro principado a tener en cuenta en las relaciones de poder internas del Sacro Imperio por su alineación con alguno de los partidos o bandos internos de este. Si me apuras, yo diría que su protagonismo, jugando en una liga similar, era inferior al de Sajonia. Y su rol era parecido al de los sajones, oscilando entre bandos en función de sus intereses y los equilibrios de poder, pero sin tener el poder suficiente para ser el "pilar" de ningún partido. Es decir, en esos momentos, simplemente no era una entidad suficiente para situarse a la altura de una rivalidad dinástica propia con la Casa de Austria. De hecho, en esa época, si hay alguna dinastía alemana que pretende ser rival de los Habsburgo, no era protestante sino católica: los Wittelsbach de Baviera.Miguel Villalba escribió:En cuanto a la rivalidad Hohenzollern y Hasburgo, que yo recuerde venía de lejos. Durante la guerra de los Treinta Años, otra vez esta guerra , la dinastía Hohenzollern fué un pilar de los protestantes en el Sacro Imperio, apoyando a los suecos. Desde su casa madre, en Brandemburgo, fueron extendiendo sus tentáculos hasta hacerse con Prusia que yo recuerde.
Como digo, el verdadero ascenso de Prusia se empieza a dar en la segunda mitad del siglo XVII, pero es una "acumulación de fuerzas" discreta, que mantiene una relación más o menos leal con el titular imperial. Compárese, por ejemplo, el papel de Brandeburgo dentro del Imperio en las guerras contra el hegemonismo de Luis XIV, con el mucho más ambiguo, cuando no directamente hostil y en armas, de Baviera. Por ello, yo diría que la rivalidad dinástica Habsburgo-Hohenzollern como tal, como enemigos de entidad equiparable y elemento estructural de la política imperial y europea, no se establecería hasta Federico el Grande.
¡Un saludo!