Victory & glory: Napoleon.

[Schweijk]

“Victory & glory: Napoleon”, lanzado en 2016, es un juego que combina los aspectos estratégico y táctico y en el que encarnaremos a Bonaparte en su intento de dominar Europa.

Se desarrolla por turnos. Sigue el sistema “igougo”, en el que primero uno de los bandos realiza sus movimientos y ataques y a continuación el otro.



Se encuentra exclusivamente en inglés. El manual también está en inglés; cuenta 106 páginas y está redactado de forma muy clara, con abundantes ilustraciones.

Adapta al ordenador el juego de tablero del mismo nombre, que a su vez constituye una revisión del más antiguo “Napoleon in Europe”.





Antes de seguir adelante conviene destacar que solo es posible conducir el imperio francés, y que no hay multijugador. Nuestro adversario será la inteligencia artificial, que maneja al Reino Unido y sus posibles aliados.

Para ilustrar cartas de acción y los diversos eventos el juego ha acudido a la obra del renombrado artista Keith Rocco, un experto en la época.



Agradezco a la compañía Matrix/Slitherine el que me haya facilitado un ejemplar para que pueda realizar este análisis.

[TheHetzer]

¡Genial! Me pongo en primera fila

[Schweijk]

Gracias TheHetzer.

Tenemos seis vídeo-tutoriales, alojados en Youtube, muy completos, que nos ayudarán a comprender todos los aspectos del juego.



Hay tres posibles niveles de dificultad. Optaré por el de “general”, en el que ningún bando recibe ventajas.



Toca elegir escenario. El de 1805, el principal, es el que se usa en el juego de tablero. Además disponemos de otros cinco.



Difieren, aparte del año de comienzo, en el de final (algunos acaban en 1815 y otros en 1818), en las tropas y mandos a nuestro servicio, y en las cartas de acción atribuidas.

Como ya dije, funciona por turnos. Tienen una duración de dos meses.

[Schweijk]

Para conocer mejor “Victory & glory: Napoleon” lo más recomendable será comenzar una partida. ¿Qué tal si nos enfrentamos a la segunda coalición?



Así se presenta el mapa estratégico al inicio del escenario.



Está dividido en regiones. En algunas aparece un soldado con una bandera: son los ejércitos disponibles. El número a su izquierda señala las unidades de que se componen.

Napoleón se halla en Borgoña. El “12” que vemos en su ficha representa su valor como comandante. Respecto al número en la esquina inferior derecha de sus unidades, indica la capacidad ofensiva.

También podemos distinguir flotas, unas en puerto y otras en el mar.

En cada turno disfrutamos de una serie de activaciones, normalmente entre tres y seis. Cada activación permite mover un ejército o una flota. Pero ojo, los ejércitos solo pueden desplazarse si tienen un general al frente, y estos no abundan. No hay almirantes.

Las flotas pueden moverse tres regiones cada vez, mientras que los ejércitos, salvo que usen las cartas “marcha forzada” o “movimiento estratégico”, solo una.

[Schweijk]

En la pantalla de diplomacia podemos comprobar el estado de nuestras relaciones con otras potencias.



El Reino Unido siempre se halla en guerra con nosotros. Las otras naciones solo romperán hostilidades cuando el nivel diplomático sea muy bajo.

Para arrimar el ascua a su sardina Francia y el Reino Unido emplean aquí puntos políticos, obtenidos al producirse ciertos acontecimientos o mediante algunas cartas.

Aunque no constituyan un estado también se tiene en cuenta el grado de simpatía de italianos y alemanes. Solo si nos profesan la suficiente cabrá reclutar tropas en sus territorios.

En todo momento es posible saber cómo va la partida, consultando el siguiente resumen.



Ahí se reflejan todos los factores que determinan la puntuación final.

[Schweijk]

Hemos mencionado en más de una ocasión las cartas de evento. ¿En qué consisten exactamente?



Son la forma de representar una serie de acciones que podemos llevar a cabo. Algunas en combate y otras no.

Las no aplicables al combate pueden ser militares (reclutar tropas o mejorarlas), políticas (expandir nuestro imperio, crear reinos satélites...) o incluso un azar contrario al enemigo (que estalle una tormenta y varios buques británicos se vayan a pique, por ejemplo).

En cada escenario se parte con unas predeterminadas. Las demás se reparten aleatoriamente. Cada dos turnos se nos ofrecerá una pareja y habrá que elegir una.



Además determinados acontecimientos de la partida harán que aumente nuestro mazo.

[Schweijk]

El tamaño máximo de los ejércitos es de veinte unidades, aunque ciertas cartas pueden aumentarlo.

Cuando un ejército entra en una región ocupada por otro enemigo se pueden dar los siguientes hechos:

─ el ejército enemigo evade el combate, huyendo a otra región.
─ el ejército enemigo es tan pequeño que resulta arrollado y desaparece.
─ se produce una batalla.

Las batallas pueden ser menores o grandes. Las menores se producen cuando al menos uno de los contendientes no llega a ocho unidades. Constan solo de frente y reservas.



La gran batalla es más compleja, pues el frente se divide en sector central y flancos.



En ambos caso la lucha se produce por turnos. Durante los mismos, siguiendo el orden de activación, que depende sobre todo de la calidad del comandante, cada unidad puede, de forma individual, atacar, moverse o permanecer inactiva. Las unidades derrotadas son puestas en fuga (existiendo la posibilidad de recuperarlas) o destruidas.

Cuando a uno de los adversarios le están yendo mal las cosas lo habitual es que intente retirarse del enfrentamiento. Entonces puede producirse una persecución.



En la misma se tiene en cuenta el valor de las unidades de caballería y del general, y las unidades puestas en fuga. Todo ello determinará las eventuales bajas.



Al final de la batalla obtenemos un resumen de lo sucedido.



Las batallas navales son parecidas. La principal diferencia es que cabe capturar naves enemigas. Pero no nos engañemos, en este juego el mar pertenece a los británicos.

[APV]

Por lo que he visto en los vídeos a los barcos españoles les dan el nivel inferior. Y en las batallas terrestres la clave es la artillería para eliminar la rival y luego sus unidades, y la caballería para perseguir.

[Schweijk]

Según mi experiencia esa es la mejor táctica. Evitar el cuerpo a cuerpo salvo que la superioridad resulte manifiesta y machacar al enemigo con la artillería, primero sus baterías, luego la caballería y por último la infantería. Así se llega en las mejores condiciones posibles a la persecución final.

[Schweijk]

Para derrotar a otra potencia los franceses deben ocupar la región donde se encuentra su capital. El enemigo dispone de un turno para recobrarla. Si no lo consigue firmará automáticamente la paz y durante seis turnos se mantendrá en estado de “neutralidad amistosa”. Bajo dicha condición no puede declarar la guerra a los galos y estos pueden circular libremente por su territorio. Pasados los seis meses recupera su autonomía.



Rusia solo es vencida si se capturan a la vez Moscú y San Petersburgo. Respecto a Francia, si cae París el plazo para reconquistarla es de dos turnos; de no conseguirlo la partida concluye.

Cada primavera se pueden reclutar nuevas tropas en la capital. Además también se consiguen refuerzos usando diversas cartas.



El juego no tiene en cuenta factores logísticos. El mal tiempo solo afecta a los franceses, siempre que sus enemigos empleen una carta de evento. En este caso perderán algunas de sus unidades. La probabilidad de perderlas es mayor en Rusia o España que en el resto de Europa.

La partida llega a su fin:

─ al concluir el último turno.
─ si Napoleón muere en batalla o todas las unidades de su ejército perecen en la misma.
─ si Francia se encuentra en paz con todas las potencias a la vez.

Entonces aparece el resumen de la misma, con los puntos de cada bando y la enumeración de todo lo acontecido.

[Schweijk]

Valoración final:

“Victory & glory: Napoleon” es un juego de baja complejidad. Pretende trasladar al ordenador el original de tablero y lo cumple con creces. Sencillo, divertido y muy adictivo, hace difícil resistirse a echar un turno más.

La inteligencia artificial no cesa de discurrir maldades y no da un respiro, ni diplomático ni militar. Sus ejércitos se conducen con astucia, atacando sin dudarlo si gozan de superioridad y rehuyendo el combate en caso contrario.

Nos hallamos, en resumidas cuentas, ante un entretenimiento ideal para esas temporadas en que nos apetece mandar tropas sin quebrarnos la cabeza con un montón de factores.

https://www.youtube.com/watch?v=0-_zYpPwMdI