1836, el Pronunciamiento de los Sargentos

[jmunrev]

El 12 de agosto de 1836 los sargentos de dos regimientos que custodian a la Reina en la Granja de San Ildefonso (Segovia) se amotinan y consiguen derrocar el gobierno y cambiar la Constitución. ¿Pero como se pudo llegar a tan disparatada situación?
El conocido como motín de la Granja o la Sargentada solo fue la gota que colmo el vaso. No se entiende de otro modo que unos sargentos de dos regimientos pudieran cambiar un régimen. España estaba en plena guerra civil, cristinos contra los carlistas, liberales contra absolutistas. Pero el bando liberal también estaba dividido. El motivo de discordia era la soberanía nacional que no contemplaba la constitución vigente, el Estatuto Real de 1834, en oposición a la Constitución de 1812. Los moderados defendían el primero y los exaltados el segundo. Entre estos últimos estaba la masonería, en pleno apogeo y una prensa muy poderosa y militante. El Gobierno en 1836 era moderado y parecía inclinarse por un entendimiento con los carlistas casando al pretendiente con la Reina para crear lo que vino a llamarse “absolutismo ilustrado”. También había rumores de una intervención francesa a favor de los moderados con la posibilidad incluso de anexionarse a cambio las Vascongadas. Y los exaltados eran perseguidos por el régimen moderado. En este contexto se producen diversos alzamientos en las provincias que se extienden con rapidez y dejan al Gobierno con el solo control de Madrid. La Guardia Nacional, brazo armado del régimen liberal ajeno al Ejército y responsable del orden interno, juega un papel determinante apoyando la causa exaltada.
La Reina Regente se encuentra entonces veraneando en el Palacio de la Granja, cerca de Segovia. Le custodian 2 compañías de Guardias de Corps, 2 escuadrones de Guardias a Caballo, 4 compañías del 4º Regimiento de Guardias Reales de Línea y otras 4 del 1er Regimiento de Granaderos Provinciales de la Guardia Real de Infantería. Los sargentos de las 8 compañias de infantería son veteranos de la dura lucha en el frente norte y llevan muy poco tiempo fuera del mismo. No se adaptan a la vida de guarnición y creen que por lo que han luchado durante tres años se está perdiendo. Por si eso fuera poco reciben solo 9 de los 13 reales que les corresponde de soldada. La chispa que finalmente detona el motin es la orden de desarmar la Guardia Nacional de Madrid y de arresto de liberales exaltados.
Esa tarde, en la formación de “lista” se toca el himno de Riego. Se arresta a los responsables y los sargentos deciden amotinarse al toque de silencio aprovechando una “fuga” masiva de oficiales a Madrid al teatro. Al grito de Viva la Reina y Viva la Constitución de 1812 se hacen con el control del Palacio. La Reina recibe una comisión de los alzados durante tres horas pero el resultado de las conversaciones es rechazado por los demás. En una segunda reunión se consigue que la Reina acepte la Constitución de 1812 y la convocatoria de Cortes Constituyentes. La guarnición de Madrid no se desplaza a reducirlos por temor a un alzamiento general en la capital, pese a ello, los amotinados despliegan en defensiva. Las presiones que ejercen el Gobierno y el aislamiento llevan a mayores demandas a la Reina y al final los sargentos consiguen que se cambie el Gobierno, que se rearme a la Guardia Nacional y que la Reina se traslade a Madrid. El pronunciamiento ha sido un éxito.

[Ditirambo]

Saludos jmunrev, vaya "que revuelto estaba el río" en España hacia 1836, alguna vez espero poder leer algo sobre las guerras carlistas. Tengo la impresión que a las guerras carlitas no se les conoce mucho ni aun en España, salvo por militares e historiadores.

Yo tengo a la espera un libro sobre el estado calamitoso del tesoro, la marina y el ejército con que España enfrentó las guerras civiles de Independencia de Hispanoamérica, (me he convencido de la postura histórica, que sostiene que las guerras de independencia fueron guerras civiles entre chilenos realistas y chilenos independentistas, en el caso de Chile, lo que vale para el resto de América), me gustaría encontrar algún texto más general sobre las guerras por cuestiones sucesorias en España, como para un inicio, es decir para un nivel de aprendiz.

Tengo la idea que luego de terminadas las guerras de Independencia, y a pocos años, el verse enfrentados a las guerras carlistas, debe haber tenido en muy mal estado la capacidad militar (me refiero a medios y recursos y no al valer militar del soldado español) de España durante la primera mitad del Siglo XIX.

[cañaytapa]

La historia continúa con el restablecimiento momentáneo de la Constitución de 1812. Lo que pasó es que las cortes Constituyentes de 1837, a pesar de estar controladas por los progresistas, promulgaron una Constitución más conservadora que la de 1812 para evitar conflictos con los moderados. La opción era mejor que el Estatuto del 34 y, dada su flexibilidad, perduró con modificaciones hasta el derrocamiento de Isabel II en 1868.

[harry_flashman]

Pérez Galdós cuenta en sus Episodios Nacionales una versión de los hechos en la que se trasluce que el desarrollo de los hechos fue un tanto sainetesco. Además de lo del teatro, cuenta -probablemente, con buenas fuentes- que el oficial superior que conduce a la comisión a presencia de la reina les dice "permanezcan ustedes en posición de firmes y sin decir nada", respondiéndole uno "Pues si no vamos a decir nada, excusado es que vayamos". O sea, que la realeza y afines no era muy consciente de la situación real.

[Harald]

Muy bien descrita la sargentada, jmunrev.
Un buen libro sobre el conflicto es el de Alfonso Bullón de Mendoza: La Primera Guerra Carlista, editorial Actas 1992, que tiene 700 páginas, para hacerse una idea del detalle con que trata el conflicto, y con unos magníficos mapas. Bullón de Mendoza llega incluso a hablar de la sargentada como "la revolución de la Granja", con lo que queda claro la importancia que confiere al suceso. Por poner un ejemplo de sus innumerables consecuencias: al mes siguiente, septiembre de 1836, se abolió el requisito de presentar pruebas de nobleza para el ingreso en las academias militares (pág. 146 de la obra de Bullón de Mendoza). Un logro más de los sargentos.

Por cierto, me gustaría contar una anécdota sobre aquella Guardia Real de Infantería a la que pertenecían los sargentos sublevados (aunque quizá no venga muy al caso y si es así me disculpais). Al principio de la guerra el principal apoyo militar de la Reina Regente Maria Cristiana fue la Guardia Real de Infantería, cuyos soldados llevaban inscritos en sus morriones las siglas GRI. Debido a ello los carlistas llamaron "griris" a los cristinos. La palabra se simplificó en "guiris". Como los cristinos recibieron bastante ayuda exterior durante el conflicto (hubo tropas francesas, inglesas y portuguesas luchando contra los carlistas) el apelativo de "guiri" pasó a designar a cualquier extranjero, en un intento de los carlistas de dar a entender que los soldados cristinos eran principalmente forasteros mientras que ellos, los carlistas, eran los auténticos españoles. De ahí que todavía hoy en España llamemos guiris a los extranjeros. (Al menos así lo cuenta Bullón de Mendoza en la página 33 de su libro).

[jmunrev]

Genial, llevaba años preguntandome por el origen de esa expresión, gracias.
¿Y el de gabacho?

[Harald]

No sé si estás de broma, jmunrev, pero ya que preguntas: lo he mirado en el diccionario etimológico de Joan Coromines y dice:
Gabacho: nombre despectivo que se aplica a los franceses, aproximadamente desde 1530. Procede el occitano: gavach, que significa montañés grosero, persona procedente del norte que habla mal el idioma del país.
O sea que lo de gabacho lo copiamos de los mismos franceses.

[jmunrev]

No era broma Harald, agradezco tu participación tan interesante. por cierto, bienvenido.

[Harald]

Gracias, jmunrev. Llevo años leyéndote con interés y ahora que me he decidido a intervenir es un placer y un honor dialogar contigo.
Sigue tan cañero como siempre que te aseguro que somos muchos los que lo valoramos.