Manuel Hedilla, camisa vieja como los califica Lyudmila con toda razón, no se complicó la vida solamente por lo que tu insinuas David, ocupando la jefatura de la Junta Provisional de Mandos, se revela contra las ejecuciones indiscriminadas, que él considera ilegales, y en especial se opone a que los falangistas participen en operaciones de policía o "limpieza". Esa participación que daña la imagen pública de la Falange, la atribuye Hedilla al desorden propio de la retaguardia, a que Falange a multiplicado de tal manera sus efectivos, que la disciplina se hace imposible y que al espiritu falangista de los recien llegados es muy flojo. Sin embargo también muchos de los antiguos escuadristas interpretan a su manera la justicia y a quiénes debe ser aplicada con el máximo rigor. Aquí y allí y en ambos campos, se alzan débiles voces en favor de los enemigos que no pueden defenderse pero apenas son escuchados. La furia cainita sacude a España de "de monte a monte, de río a río, de mar a mar".David L escribió:como fue el caso del segundo Jefe Nacional de FE Manuel Hedilla, que pagó bien caro el querer mantener su independencia política ante la nueva era que se avecinaba con la Jefatura de Estado de Franco.
Un saludo.
Otro tanto le sucede a Dionisio Ridruejo, por cierto autor de mi firma, el cual es nombardo jefe provincial de Falange de Valladolid en Enero de 1937, cuando sólo cuenta veinticuatro años. Está también entre los que desaprueban los excesos represivos. Dionisio Ridruejo, cuya posterior trayectoria es conocida, ha dejado en sus casi unas memorias páginas testimoniales sobre el ambiente violento y convulso de aquella época, y alusiones, al tema de los castigos ejemplares y a quienes los practicaban.
Un saludo.