Serrano Suñer: Opiniones

"Personajes" que han dejado o pretendido dejar huella en la Historia siempre dentro de un contexto militar.

Moderador: Hans Joachim Marseille

Avatar de Usuario
josé luis
Suboficial Mayor
Suboficial Mayor
Mensajes: 1336
Registrado: 04 Dic 2004
Agradecimiento recibido: 1 vez

Parches

Mensaje por josé luis »

¡Hola a todos!

Cita de Verdoy: Cuando más tarde empezó a hacerse evidente que ganarían a los aliados, Franco se distanció del eje y comenzó un acercamiento a los aliados, por lo que destituyó a Serrano y puso en su lugar al anglófilo más adecuado para los intereses de España.

Cita de Armaria: Al acabar la Segunda Guerra Mundial, Franco no veía conveniente que su política fuera tan marcadamente fascista al menos cara al público, este tema y otros provocaron la salida de Serrano Suñer del gobierno, según dicen por ser "más papista que el Papa".

Franco sustituyó a Serrano el 2 de septiembre de 1942, así que entiendo que el texto de Armaria tiende a la confusión. Y en cuanto a lo apuntado por mi distinguido Verdoy, yo me permito discrepar de su interpretación. Por supuesto, Serrano también: [Fui llamado a El Pardo, como tantas otras veces, sin haberme advertido previamente de qué se trataba. Franco, nervioso, con mucho movimiento lateral de ojos, y muchos rodeos, me dijo: “Con todo esto que ha ocurrido, te voy a sustituir”.] (p. 371). [Como ya he puntualizado alguna vez, mi salida del Gobierno el 2 de septiembre de 1942, se debió a causas de la política interior española, y no, como quiso dar a entender una leyenda interesada, al deseo de Franco de cambiar el signo de su política exterior en vista de una previsible declinación de la estrella del Eje en la marcha de la guerra……Sólo desde un plano de ignorancia o de cinismo pudo sostenerse que mi salida obedecía a un cambio en la política exterior. Pero, sobre todo, no se entendería que mientras se ponía en el Ministerio a un hombre que pudiera tranquilizar a los aliados, se estuvieran pronunciando discursos y publicando artículos de mucho mayor compromiso con el Eje que los pronunciados o publicados en la etapa mía, esto es, la que luego se ha querido dar por liquidada con mi alejamiento del poder] (p.359). (Ramón Serrano Súñer, “Entre el silencio y la propaganda, la Historia como fue”. Memorias, Editorial Planeta, Barcelona, 1977).

No tengo las memorias citadas de Serrano; he sacado esas citas de sus memorias del libro de Ana Romero, “Historia de Carmen”, Planeta, Barcelona 2002. Es curioso, pero de esta manera indirecta, he ido recogiendo tantas citas de Serrano que ya casi no me vale la pena leer sus memorias. Aunque esto es peligroso, pues las citas han de verse en el contexto en que se hacen. Lo que está claro es que la política exterior de Franco no cambió sustancialmente a la salida del Gobierno de Serrano. Esto es fácilmente comprobable con los documentos hispanoalemanes existentes. Y por otra parte, nosotros sabemos ahora que en septiembre de 1942 la estrella alemana en la guerra estaba a punto de comenzar a extinguirse, pero en el verano de 1942 esta sospecha estaba lejos de afianzarse en el pensamiento de Franco.

Yo creo que la razón de la destitución de Serrano fue una cuestión de política interna y de poder. Nuestro distinguido Pla ha apuntado las claves, y la ocurrencia de que el verdadero franquismo nació con la destitución de Serrano es una apreciación que comparto plenamente. Y los elementos clave, como ya se ha apuntado en este topic, en la “trama contra Serrano” fueron Carmen Polo y Carrero Blanco.

Cita de Pla: Al agudizarse la pugna, Franco se decantó por el sector proaliado, sacando del gobierno a Serrano Súñer y desplazando a los falangistas del poder en FET de las JONS pero, al mismo tiempo, decapitando al sector pro aliado, que había conspirado con los anglosajones para imponerse (desgracia de Aranda, Orgaz, Kindelán y Beigbeder, entre otros). Luego vendría la retirada de la División 250 (1943)………..

Esta reflexión hay que matizarla. Es cierto que Franco realizó algunos movimientos de cara a los aliados, Jordana el más visible, pero no es menos cierto que también los realizó en sentido contrario, Yagüe el más obvio. Franco siguió un doble juego a partir de la Operación Torch de los aliados: manteniendo y reforzando sus lazos con el Eje y los aliados al mismo tiempo. Cuando Ginés Vidal presentó sus credenciales a Hitler como embajador español en Berlín, a primeros de diciembre de 1942, llevaba una petición de ayuda de Franco a Hitler. A finales de diciembre Canaris voló a España. A mediados de febrero de 1943 se firma en Madrid el protocolo secreto hispanoalemán sobre ayuda militar.

La retirada de la División Azul se decidió el 26 de septiembre de 1943 en una reunión ministerial. La decisión no se hizo pública. Después del revés del Eje en Stalingrado y en Túnez, y tras la capitulación de Italia es cuando se puede considerar, en mi opinión, un cambio sustancial en la postura de Franco a favor de los aliados.

Saludos cordiales
José Luis


“La autoridad del Estado no puede existir como un fin en sí mismo, ya que en tal caso todas las tiranías de la Tierra serían inatacables y quedarían consagradas. Si un Gobierno recurre a la fuerza para llevar a un pueblo a la ruina, la rebelión no es sólo un derecho, sino un deber para cada ciudadano de ese pueblo” (Adolf Hitler, “Mi Lucha”).
ImagenImagenImagenImagen
Avatar de Usuario
Verdoy
Comandante
Comandante
Mensajes: 3286
Registrado: 27 Abr 2004
Ubicación: Málaga, España
Contactar:

Medallas

Parches

Mensaje por Verdoy »

Mi estimado jose luis: Respecto a lo que comentas, tengo que decir que, en mi opinión, la caida de Serrano se cimenta principalmente en causas de origen exterior, si bien es verdad que a ello ayudaron otras de origen interior.

Desde mi punto de vista, el poder de Franco en esos primeros años de la guerra mundial se basaba en el equilibrio de las dos posturas imperantes; digamos "totalitaria del eje" o germanofila y monárquica aliadófila. Mientras éstas se contrarrestaran sin mayores peligros, Franco no tendría problemas internos (conspiraciones). Posicionando a Serrano en Exteriores, inclinaba la balanza un poco más hacia eje, lo que dejaba entrever las preferencias de Franco en un primer momento.

Pero a este status quo hay que añadir factores nuevos. Para empezar, las posturas enfrentadas en las que se basa el poder de Franco se pueden polarizar mucho y salir de su esfera de influencia para entrar directamente en las esferas de influencia de las potencias en conflicto, lo que podría originar una conspiración.

Por otro lado, la guerra empieza a ir mal para las potencias del eje.

De esta situación podemos colegir un cambio de estrategia: España, para su subsistencia, depende mucho más de los países aliados que de los del eje, por lo que la marcha de la guerra influye necesariamente en las simpatías.

Según mi enfoque, en este momento Franco, que sigue jugando a nadar y guardar la ropa, decide invertir la situación, posicionándose ligeramente al lado de los aliados (aunque también podríamos decir que se distanció del eje).

Sin embargo, los militares aliadofilos del gobierno pueden entrañar un peligro potencial debido a sus contactos consolidados con las potencias aliadas.

También Serrano comienza a ser un problema porque, en el mismo sentido y apesadumbrado por la actitud de Franco, se permite la licencia de criticarlo abiertamente en las recepciones y agasajos que le preparan en un viaje que tiene por Italia. Ésto, unido a la pérdida de apoyos que tiene en el partido lo precipitan al abismo. Lo cuenta el propio Cianno.

Carrero Blanco, figura naciente en los círculos del régimen, convence a Franco para incluir a Serrano en los ceses que Arrese había preparado para cambiar el gobierno, en los que caen también figuras aliadófilas peligrosas de peso como Varela.

Como resultado de esto, la nueva figura de exteriores es Jordana, aliadófilo, que nombra embajador en Berlín a Vidal, hombre de confianza que entre sus primeras tareas, tiene como objetivo la retirada de la División Azul.

Este gesto de Franco, en mi opinión, es un guiño a los aliados que tres años después lo aislarán internacionalmente...con lo que volverán los aires falangistas de autarquía.

Saludos a todos :)
Alexandros el Argéada
Graecia capta ferum victorem cepit....
Avatar de Usuario
Pla
Alferez
Alferez
Mensajes: 1670
Registrado: 03 May 2004
Ubicación: ESPAÑA
Agradecimiento recibido: 2 veces

Medallas

Parches

Mensaje por Pla »

josé luis escribió:... Es cierto que Franco realizó algunos movimientos de cara a los aliados, Jordana el más visible, pero no es menos cierto que también los realizó en sentido contrario, Yagüe el más obvio. Franco siguió un doble juego a partir de la Operación Torch de los aliados: manteniendo y reforzando sus lazos con el Eje y los aliados al mismo tiempo. Cuando Ginés Vidal presentó sus credenciales a Hitler como embajador español en Berlín, a primeros de diciembre de 1942, llevaba una petición de ayuda de Franco a Hitler. A finales de diciembre Canaris voló a España. A mediados de febrero de 1943 se firma en Madrid el protocolo secreto hispanoalemán sobre ayuda militar.

La retirada de la División Azul se decidió el 26 de septiembre de 1943 en una reunión ministerial. La decisión no se hizo pública. Después del revés del Eje en Stalingrado y en Túnez, y tras la capitulación de Italia es cuando se puede considerar, en mi opinión, un cambio sustancial en la postura de Franco a favor de los aliados.
Es cierto que a partir de 1943 es cuando se se puede apreciar el cambio sustancial (retorno desde la "no-beligerancia" a la neutralidad). Pero en estos asuntos, tan vistos y analizados, aunque probablemente de modo insuficiente, los matices son fundamentales.

Por ejémplo, la indicación de Verdoy ("la nueva figura de exteriores es Jordana, aliadófilo, que nombra embajador en Berlín a Vidal, hombre de confianza que entre sus primeras tareas, tiene como objetivo la retirada de la División Azul"), nos da cuenta de que los cambios, cuando se hicieron visibles en 1943, ya estaban realizados.

Pienso que la crisis definitiva del directorio militar que había gobernado con Franco desde 1939, se produjo en 1942, en el año del gran viraje de la guerra mundial. Crisis defintiva pues Franco, en la crisis de agosto-septiembre de 1942, se hizo con todos los poderes políticos y militares, tanto hacia el exterior como hacia el interior. Hasta 1942 había un sector "pro-eje", fundamentalmente organizado en torno al falangismo, y un sector "pro-aliado", organizado en torno a figuras militares y de monárquicos. Luego estaba un agente principal de los anglosajones, D. Juan March, y una multitud de agentes secudarios que laboraban por el eje o por los aliados.

En 1942, Franco se hace el jefe político principal, al tomar la jefatura de FET de las JONS (luego denominada Movimiento Nacional), y al hacerse el jefe indiscutido y simultáneo, de la fracción monárquica (los restos del TYRE), de la facción falangista, en 1942. Del Ejército lo era desde la Guerra. Y hasta podemos calibrar hasta que punto la crisis de 1942 fue "provocada" por el mismo Franco.

Me explico: el 17 de julio de 1942 (repárese en la fecha: 6º año triunfal), fue aprobada la Ley Constitutiva de las Cortes franquistas, que daban una cierta institucionalización al gobierno de directorio mantenido desde 1936. Un texto legal notable, pues define las líneas de poder que imperarán en la Dictadura que se inaugura, en tanto que régimen personalista e individualizado en la figura del dictador. La crisis de agosto-septiembre de 1942 fue inducida externamente, desde luego, pero aprovechando las relaciones internas de fuerzas. La diplomacia anglosajona es muy eficaz, y experta en lograr victorias diplomáticas de efectos tan concluyentes, sin desembarcar tropas.

La aparente depuración de elementos destacados del sector proaliado no fueron tales. Se trató sobre todo de eliminar a los que más se habían destacado como participantes en las conspiraciones. Franco era el jefe de los proaliados y, en esa jefatura, no toleraba a rivales (Orgaz, Aranda, etc...). El mantenimiento de Yagüe fue un gesto para no alarmar en exceso a los germano-italianos.

Muchos saludos
¿Una buena causa justifica cualquier guerra, o una buena guerra justifica cualquier causa?
Avatar de Usuario
josé luis
Suboficial Mayor
Suboficial Mayor
Mensajes: 1336
Registrado: 04 Dic 2004
Agradecimiento recibido: 1 vez

Parches

Mensaje por josé luis »

¡Hola a todos!

Estimados Verdoy y Pla,

Veréis, éste es un asunto muy complicado. Dada la insinceridad de Franco y su tradicional ambigüedad resulta poco menos que imposible discernir su verdadera posición en política exterior en el tiempo que analizamos: 1943. Abundan ejemplos que refuerzan la interpretación de una posición pro-aliada y ejemplos que posibilitan la argumentación contraria. Casi se puede decir que dejó hacer a Jordana y Arrese para cubrirse las espaldas y poder desautorizar a cualquiera de ellos si las circunstancias lo obligaban. De todas formas, yo no tengo duda alguna que él siempre albergó el deseo de que triunfara el Eje. Aunque ésta no es la cuestión.

Pero como aquí se trata de enriquecer el debate, si el autor del topic no tiene a mal que se robe un poco de protagonismo a Serrano en favor de Franco, (yo opino que Franco no cambió sustancialmente su posición, para utilizar la frase de Pla, de la no-beligerancia a la neutralidad hasta finales del verano de 1943), voy a poner, con vuestro permiso, dos citas de Preston, que utilizo como dos argumentos más para el sostén de mi opinión:


[En la segunda mitad de junio (1943), ante el convencimiento de Franco de que los aliados estaban detrás del manifiesto monárquico, Arrese acometió con furia a favor del Eje desde la prensa falangista. Se ordenó a Hayes que protestara ante Jordana (FRUS 1943, II, pp.609-11; Hayes, Wartime Misión, p.150). Menos convencido de la sinceridad de Franco, Hoare presentó en julio a Jordana una larga lista de detallados actos no neutrales cometidos por España, incluidos el abastecimiento y reparación de submarinos del Eje, la rápida repatriación de las tripulaciones aéreas del Eje que se habían visto obligadas a aterrizar en España, el sabotaje contra embarcaciones aliadas desde la costa sur, la existencia de redes de observación y espionaje, la violación de la correspondencia de la embajada británica y las actividades de una prensa exclusivamente partidaria del Eje (Hoare, Ambassador, pp.197-204).

Franco desdeñó estas quejas. Influido por los germanófilos Arrese, Girón y Blas Pérez, así como por Asensio y los generales más jóvenes, aún creía que Alemania derrotaría a los soviéticos. De hecho, los agregados en Berlín aún estaban enviando informes que daban por hecho la derrota aliada en Italia (Pereira a Salazar, 22 de junio de 1943, Correspondencia, IV, pp.234-239). En ese espíritu favorable al Eje, Franco hizo esfuerzos públicos y privados para reafirmar su posición. El sábado 17 de julio, en el discurso anual del aniversario de la GC ante el Consejo Nacional de FET y de las JONS, Franco hizo un movimiento desesperado. Apenas diez días después de los desembarcos aliados en Sicilia, afirmaba con vehemencia la hegemonía de la Falange. Llegó con Arrese, ambos con el uniforme blanco de la Falange, y Franco saludó a una multitud congregada con el saludo fascista. Después de que los monárquicos se hubieran revelado como indignos de su confianza, optaba por ligar su propia supervivencia a la de aquellos que más dependían de él: los falangistas. El discurso del Caudillo daba portazo al cambio político interno y denunciaba a los burgueses y conservadores pusilánimes que no comprendían ‘nuestra revolución’. La eterna amenaza del bolchevismo era motivo para cerrar filas dentro del bastión del falangismo y no arriesgarse al caos que acarreaban las instituciones democráticas (Arriba, 18 de julio, La Vanguardia Española, 18, 20 de julio. The Times 18 de julio de 1943).

Después del discurso se procedió a la recepción anual al cuerpo diplomático en La Granja. Una lluvia torrencial obligó a los allí reunidos a guarecerse en el interior, con lo cual el desprecio deliberado de Franco a Hoare y Hayes quedó más evidente. Un Hayes indignado protestó ante Jordana por el discurso de Franco y solicitó una audiencia al Caudillo. De hecho, el propio Jordana estaba desolado por el tono inoportuno de las declaraciones de Franco (Jordana, anotación del 23 de julio de 1943 en el diario, citado por Tussel, “La etapa de Jordana”, p.180)]
(“Franco”, Paul Preston, Grijalbo, Barcelona 1994, pp.614-15)

Saludos cordiales
José Luis
“La autoridad del Estado no puede existir como un fin en sí mismo, ya que en tal caso todas las tiranías de la Tierra serían inatacables y quedarían consagradas. Si un Gobierno recurre a la fuerza para llevar a un pueblo a la ruina, la rebelión no es sólo un derecho, sino un deber para cada ciudadano de ese pueblo” (Adolf Hitler, “Mi Lucha”).
ImagenImagenImagenImagen
Avatar de Usuario
Pla
Alferez
Alferez
Mensajes: 1670
Registrado: 03 May 2004
Ubicación: ESPAÑA
Agradecimiento recibido: 2 veces

Medallas

Parches

Mensaje por Pla »

Parece un argumento fuerte el que propone la cita de Preston. Pero adolece, a mi juicio, de unilateralismo. No del autor, ni de su intención. Unilateralidad meramente objetiva, que tampoco lo invalida. Preston se refiere a la repercusión en España del Manifiesto Juanista, hecho público en Inglaterra. Nada más.

Por ello lo que sostiene Preston hay que entenderlo referido únicamente a eso: la reacción de Franco que, lógicamente, no podía ser de complacencia en ningún caso. Y así entendido, es totalmente correcto.

Pero es que no era eso lo único que pasaba. Entre los comienzos del año 1942 y los de 1943, había pasado algo muy importante e irreversible. A comienzos de 1942, el Alto Mando Aliado en el Atlántico y en el Norte de África, era británico. Pero a finales de 1942, el Alto Mando Aliado en ambas zonas era norteamericano (Eisenhower). Y el Alto Mando Aliado, que no Inglaterra, se entendió muy bien con Franco. Realmente bien. Y a largo plazo, como se tuvo ocasión de ver con el tiempo.

Si recordamos, fue Eisenhower el Presidente que reconoció a Franco y lo introdujo en la ONU, de la mano del antes citado José Félix de Lequerica (sucedió a Jordana, cuando éste murió, en Exteriores), que fue el primer cónsul (1947) en USA (abriendo camino hacia la embajada), y el primer embajador de España en la ONU. Eisenhower visitó España en 1953, solemnizando con su viaje el "ingreso" de Franco en el llamado "mundo libre".

Lo que sucediese en Inglaterra en 1943, disgustase o no a Franco, era ya secundario, pues el centro de mando se había desplazado de Londres a Washington. Y eso, como dije, fue irreversible.

Saludos
¿Una buena causa justifica cualquier guerra, o una buena guerra justifica cualquier causa?
Avatar de Usuario
josé luis
Suboficial Mayor
Suboficial Mayor
Mensajes: 1336
Registrado: 04 Dic 2004
Agradecimiento recibido: 1 vez

Parches

Mensaje por josé luis »

Estimado Pla,

Lo que se está tratando, al menos por mi parte, es la actitud de Franco, su política exterior. Estoy muy de acuerdo con tu observación del “cambio de poder” del bando aliado en Europa en 1943, pero el que a los estadounidenses les fuera interesando paulatinamente tener en España una buena aliada en la posguerra y la actitud de Franco durante buena parte de 1943 son dos cuestiones relacionadas pero diferentes. En Washington se tenía pleno conocimiento de los actos de violación de neutralidad española, pero se optó por una política de apaciguamiento a medio plazo.

Hoare, el embajador inglés, detalla muy bien la actitud de Franco en una carta al Foreign Office del 11 de diciembre de 1943: “Resulta preocupante, aunque tal vez sea inevitable, que Franco se aproveche ahora de la paciencia aliada y de la ausencia de una oposición española eficaz como pruebas de la estabilidad de su régimen y de sus excelentes relaciones con Gran Bretaña y Estados Unidos. Para mí, que estoy en Madrid, esta insolente actitud pagada de sí misma me resulta particularmente irritante… aunque quizás logremos contener o frenar muchos actos no neutrales, el presente gobierno español, con Franco a la cabeza, es fundamentalmente hostil a los aliados y a los propósitos por los que luchamos”.

Saludos cordiales
José Luis
“La autoridad del Estado no puede existir como un fin en sí mismo, ya que en tal caso todas las tiranías de la Tierra serían inatacables y quedarían consagradas. Si un Gobierno recurre a la fuerza para llevar a un pueblo a la ruina, la rebelión no es sólo un derecho, sino un deber para cada ciudadano de ese pueblo” (Adolf Hitler, “Mi Lucha”).
ImagenImagenImagenImagen
Avatar de Usuario
Pla
Alferez
Alferez
Mensajes: 1670
Registrado: 03 May 2004
Ubicación: ESPAÑA
Agradecimiento recibido: 2 veces

Medallas

Parches

Mensaje por Pla »

Amigo José Luis, me está resultando muy interesante el debate. Desde luego que el asunto es la política exterior de Franco, de la que Serrano Súñer fue un hito y una referencia importante. Pero no la única.

Pero vayamos al asunto. Conozco la carta de Hoare, pero citada en un contexto muy concreto, no directamente. Y si la miras bien, me refiero al texto que has citado, no significa más que la indicación de que Londres y Washington no tenían la misma percepción respecto al régimen de Franco, respecto a la posición estratégica de España y respecto a la "oposición interna" de diverso signo.

Pero las relaciones de Franco con USA se establecieron desde 1942 de un modo bastante sólido, salvo el "apagón" diplomático de 1945, que fue sólo de cara a la galería. Fíjate que la carta de Hoare después de señalar que Franco presume de tener buenas relaciones con los anglosajones, dice:

"Para mí, que estoy en Madrid, esta insolente actitud pagada de sí misma me resulta particularmente irritante… aunque quizás logremos contener o frenar muchos actos no neutrales, el presente gobierno español, con Franco a la cabeza, es fundamentalmente hostil a los aliados y a los propósitos por los que luchamos"

Si Franco (aunque interiormente quizá hubiese preferido el triunfo del eje) podía presumir de tener excelentes relaciones con los anglosajones en 1943, y los ingleses no lo consideraban así respecto a ellos, es claro con qué clase de anglosajones tenía excelentes relaciones Franco, ¿no?

Y fluidas. El cambo de poder en el Atlántico ha perdurado hasta hoy, por eso decía que se hizo de modo irreversible. Pero se hizo en 1942. Y desde luego que Washington y Londres no han tenido las mismas percepciones repecto a España, ni entonces, ni ahora.

Muchos saludos
¿Una buena causa justifica cualquier guerra, o una buena guerra justifica cualquier causa?
Avatar de Usuario
josé luis
Suboficial Mayor
Suboficial Mayor
Mensajes: 1336
Registrado: 04 Dic 2004
Agradecimiento recibido: 1 vez

Parches

Mensaje por josé luis »

¡Buenos días a todos!

Estimado Pla,

No creo que haya ningún desacuerdo de fondo en lo que estamos debatiendo. En última instancia las políticas interior y exterior de Franco siempre buscaron la consolidación de su mando y su propia supervivencia, respectivamente. Serrano -más allá de su ideal político, que me es odioso- era un hombre de integridad intelectual sin parangón entre Franco y sus conmilitones, y, obviamente, su presencia en Exteriores no podía seguir manteniéndose dado el rumbo de los acontecimientos.

En cuanto a lo que comentas de que "Washington y Londres no tenían la misma percepción respecto al régimen de Franco....", habría que distinguir, por una parte, Churchill y Roosevelt (Truman y Eisenhower, después), y, por otra parte, algunos miembros de sus gobiernos y de los respectivos parlamentos.

Hoare llevaba en Madrid desde principios de 1940 (creo recordar) y sus percepciones sí que eran muy diferentes de las de Churchill y Roosevelt, como también eran muy diferentes de las del ingenuo Hayes. No es que los dos mandatarios desconocieran las actividades franquistas, contrarias a los intereses que ellos defendía y por los que aparentemente luchaban, sino que estaban dispuestos a tolerar esos devaneos con tal de tener a Franco en su órbita de influencia.

Hay una frase que llegó a hacerse famosa más tarde entre los círculos de intelegencia estadounidenses aplicada a los dictadores extranjeros a quienes Washington defendía: "es un hijo de xxxx, pero es un hijo de xxxxx de los nuestros". A Franco se la aplicaron perfectamente.

Son los callejones oscuros y malolientes de la política, que no escapa a la condición humana, su hacedora. Yo no olvido que Stalin fue para los dos líderes occidentales el simpático "tío José". Y Truman admiraba a este sanguinario tirano, a quien calificó de "honesto" y su muerte como de "auténtica catástrofe". Es más, afirmó en privado algo que podía perfectamente aplicarse a Franco, mutatis mutandis, y que venía a significar que podía negociar con Stalin siempre que los EE. UU. se salieran con la suya en el 85% de los casos, y que lo que sucediera en la URSS no era cosa suya.

Pero me estoy yendo del tema. Sólo quiero decir finalmente que la política exterior para Franco era siempre un acomodo a sus intereses de poder, ya tuviera que tratar con dictaduras como la suya o con democracias. Serrano no creo que encajara muy bien en ese juego indigno.

Saludos cordiales
José Luis
“La autoridad del Estado no puede existir como un fin en sí mismo, ya que en tal caso todas las tiranías de la Tierra serían inatacables y quedarían consagradas. Si un Gobierno recurre a la fuerza para llevar a un pueblo a la ruina, la rebelión no es sólo un derecho, sino un deber para cada ciudadano de ese pueblo” (Adolf Hitler, “Mi Lucha”).
ImagenImagenImagenImagen
Avatar de Usuario
Pla
Alferez
Alferez
Mensajes: 1670
Registrado: 03 May 2004
Ubicación: ESPAÑA
Agradecimiento recibido: 2 veces

Medallas

Parches

Mensaje por Pla »

josé luis escribió:... Hay una frase que llegó a hacerse famosa más tarde entre los círculos de intelegencia estadounidenses aplicada a los dictadores extranjeros a quienes Washington defendía: "es un hijo de xxxx, pero es un hijo de xxxxx de los nuestros". A Franco se la aplicaron perfectamente.
Totalmente de acuerdo en lo expuesto, estimado amigo.

Cito este párrafo únicamente para aclarar que la frase es de Roosevelt y se aplicó a Anastasio "Tacho" Somoza, el fundador de la dinastía de los Somoza de Nicaragua. Dinastía de notable éxito pues fueron dictadores de Nicaragua él mismo, su hijo (Tachito) y su nieto (Tachito Jr.).

Franco, en el fondo, fue eso. El modelo de dictador que los USA conocían bien en América (Somoza, Machado, Porfirio Díaz, etc...), resultó que también funcionaba bien en Europa. Al menos en la Europa hispana.

Muchos saludos
¿Una buena causa justifica cualquier guerra, o una buena guerra justifica cualquier causa?
Avatar de Usuario
josé luis
Suboficial Mayor
Suboficial Mayor
Mensajes: 1336
Registrado: 04 Dic 2004
Agradecimiento recibido: 1 vez

Parches

Mensaje por josé luis »

Me agrada enormemente la abundancia de tus conocimientos, Pla.

Unos apuntes más sobre Serrano y su relación con Franco, que recojo de su biografía por Preston. El 3 de septiembre de 1945 le envió una carta a Franco proponiéndole, en vista de los acontecimientos internacionales, el licenciamiento de la Falange y un nuevo gobierno en los que se incluyera a Gregorio Marañón, José Ortega y Gasset y Francesc Cambó. Parece ser que Franco escribió en el margen de la carta “No”, junto a “Je, je, je”.

El 1 de enero de 1949 Serrano publicó un artículo en ABC donde criticaba la pasividad de la vida política española (“perezoso aburrimiento”) y enfatizaba el hecho de que España no podía permitirse el lujo de intentar vivir aislada del mundo. Parece ser que su cuñado no se lo tomó nada bien: “Se aburrirá él, suspenderé el diario ABC por tres meses y a este presumido de Serrano lo desterraré a Canarias”. Más tarde le comentó al poeta colombiano Eduardo Carranza, cuando éste le refirió la actitud de Serrano, “Pues a Ramón, si hay que fusilarlo, se le fusila también”.

Saludos cordiales
José Luis
“La autoridad del Estado no puede existir como un fin en sí mismo, ya que en tal caso todas las tiranías de la Tierra serían inatacables y quedarían consagradas. Si un Gobierno recurre a la fuerza para llevar a un pueblo a la ruina, la rebelión no es sólo un derecho, sino un deber para cada ciudadano de ese pueblo” (Adolf Hitler, “Mi Lucha”).
ImagenImagenImagenImagen
Avatar de Usuario
Pla
Alferez
Alferez
Mensajes: 1670
Registrado: 03 May 2004
Ubicación: ESPAÑA
Agradecimiento recibido: 2 veces

Medallas

Parches

Mensaje por Pla »

Sobre Franco y la política exterior española en el periodo que va de junio de 1940 a octubre de 1942, Churchill da cuenta en sus Memorias, con unas apreciaciones muy interesantes.

Por ejemplo, Churchill sostiene que Franco nunca pensó en entrar en guerra contra Inglaterra, ni en dejar paso libre a los alemanes a través de España para atacar Gibraltar y someter a Portugal. Dice que lo más grave que ocurrió es que Franco, tras la contudente reacción británica ante la derrota de Francia, pensó que la guerra sería larga (luego no confiaba mucho en una victoria alemana) y, en una guerra de desgaste, el bloque anglosajon (USA ya aplicaba generosamente la Ley de Préstamo y Arriendo) tenía muchas más posibilidades de imponerse.

No sería un gran general Franco, pero era general, y había dirigido una política exterior durante la guerra civil 1936-1939, como para no otear el horizonte temporal con más profundidad que la prensa española de la época, encandilada con las victorias alemanas.

Pero, más aún, Churchill dice acerca de los hechos sucedidos en noviembre de 1940 (sí, en 1940), y textualmente, que:

"... el gran peligro de la intervención española había pasado ya, aunque entonces lo ignorábamos; y, lo que era más, había pasado para siempre. (...)No tardaré en registrar otros servicios, incluso mayores, que las cualidades del general Franco rindieron a la causa aliada".

Lo que, atribuido al año 1940, es toda una revelación. Que en los años finales de la guerra Franco dio a los aliados cuantas facilidades le solicitaron, es cosa conocida. Pero acabando 1940, sin haber enviado la División 250, ni nada... es muy sorprendente.

Saludos
¿Una buena causa justifica cualquier guerra, o una buena guerra justifica cualquier causa?
Responder

Volver a “Personajes de la Historia de España y Países Hispanohablantes”