MAESTRE DE CAMPO JUAN MANRIQUE DE CÁRDENAS. 1587-1637.

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Se desconoce el lugar de nacimiento de Juan, aunque se estima que fue alrededor del año de 1587. Era hijo Bernardino de Cárdenas y Portugal y de Luisa Manrique de Lara y Acuña, poseedores entre los dos de varios títulos nobiliarios. Su padre, además de aristócrata, fue adelantado mayor del reino de Granada, alcalde mayor de Toledo y virrey y capitán general del principado de Cataluña y del reino de Sicilia.

Al parecer no se tiene certeza de cuando ingresó en el ejército, aunque dada su condición lo haría a una edad temprana. La primera noticia nos lo sitúa como capitán de caballos corazas en mayo de 1617 en las operaciones para la toma de la fortaleza más importante de Saboya, Vercelli, siendo la batalla más decisiva de la guerra de Monferrato, rindiéndose la plaza el veinticinco de julio.

En septiembre de 1621 es nombrado maestre de campo del tercio de Saboya y, además, recibe la sucesión en la encomienda de Villarrubia de Ocaña, perteneciente a la Orden de Santiago. En noviembre de ese mismo año solicita ser nombrado consejero en el Consejo Secreto de Milán, lo que se le concede.

Siendo su hermano Jorge gobernador de la plaza y presidio de Orán, resulta que este pidió una licencia para pasar a España por un periodo de cuatro meses, siendo nombrado Juan sus sustituto, arribando a dicha plaza en abril de 1622, ejerciendo el mando con acierto y resolución, ganándose la admiración y el respeto de todos con sus disposiciones y acciones militares contundentes contra los moros que asediaban un día sí y otro también Orán y Mazalquivir, distinguiéndose por su valor en el campo de batalla.

En 1623 mando construir la ermita de San Roque como acción de gracias por haber librado a ambos presidios de la peste que había azotado Túnez y Argel.

Tras regresar su hermano en 1624, pasó a mandar la artillería de Lombardía y al año siguiente es nombrado castellano de la plaza de Pavía, aunque parece ser que no hay información cierta de que tras Orán pasase a Italia a ejercer esos empleos.

De lo que si hay certeza es de que murió en Madrid el trece de noviembre de 1633, sin poder disfrutar de la encomienda jacobea ni de ser caballero de la Orden de Santiago, que la que se le había hecho merced en julio de ese año. No dejó descendencia.

Existe una carta anónima donde se da cuenta de sus dotes militares y valor en el campo de batalla. Es la escrita por un capitán destinado en Orán a otro capitán llamado Gregorio de la Cueva y es del tenor siguiente:

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Carta de una Capitán de Orán al Capitán Don Gregorio de la Cueva

No puedo dexar de dar cuenta a V. M. de los buenos sucessos que han habido en estas plaças de Oran contra los Moros desde cuatro de Abril, que vino a gobernarlas el señor don Iuan Manrique de Cardenas, por mandado de su Magestad, cuya prudencia, y buen govierno, assi en el arte militar, como en el politico, da muestras de la esperiencia que ha tenido en las ocasiones en que ha servido en Sicilia, la Mamora, Napoles mar de Levante, Verceli, y estado de Milan.

Estando declarados los Moros de la parcialidad de Abra por traydores, y que perdieron la paz por los delitos que cometieron, matando soldados, y a tres renegados que se bolvian a nuestra sagrada religion, y aver escedido en el numero de tiendas, y juntandose con muchos Moros de Guerra, velandose, y guardandose como quien sabia que avia perdido el seguro que tenian de paz, fue sobre ellos el señor don Iuan Manrique de Cardenas Governador, y Capitan General, y cautivo 319 pieças, y muchos ganados, y las cabeças principales se confessaron publicamente, que por sus pecados, y sus excessos justamente estaban cautivos. Entro con la presa e esta ciudad de Oran, vendiose en almoneda, y la parte que le tocó repartio entre los soldados mas pobres, que fue obra del cielo, por la estrema necesidad en que estavan, por no aver sido socorridos: y sus mismos vestidos repartio entre personas de mas consideracion.

El 17 de Iulio toco á arma el Castillo de san Felipe, y las atalayas dieron cuenta al señor don Iuan, como venian corriendo la tierra 400 cavalleros Moros. Salio a recevirlos con ciento y cicuenta cavallos, los Moros dieron media buelta, y por ser ya tarde se embosco esta noche el señor D. Iuan considerando que avian de bolver, como sucedio, que otro dia al amanecer vino la misma cavalleria, y reconociendola que estava en la emboscada, bolvieron las riendas, y el señor don Iuan con dos compañias de cavallos le siguio a rienda suelta seis leguas, matando muchos, y cautivando a nueve Cavalleros de importancia, osa bien particular el seguir tanto el alcance como la presa, que ha muchos años que no se ha hecho tan buena, sin perder un soldado.



A principios de agosto tuvo aviso el señor don Iuan por las espias secretas de Argel, como un gran Morabito llamado Side Audali, con quien mas se tienen los Moros, predicava, y exortava de parte de su profeta Mahoma, que ganassen los perdones, y fuesse señores de las plaças de Oran, y de los Christianos, que en ellas estavan: porque la artilleria y arcabuzeria no solo no les haria daño sino que las valas se convertirian en manteca y açucar: lo qual no quedo Moro en el Reyno, que no intentasse la jornada, reduziendo a lo mismo a los que estavan de paz en la obediencia de su Magestad, y tenian seguro, y que por la mar se aprestava una armada en el puerto de Argel para el mismo efeto.

Los Turcos de Argel tienen por costumbre venir a los Alarbes a cobrar una renta que llaman la garrama. Y el Duque de Maqueda ha logrado eximir los Moros que estavan a devocion de su Magestad deste pecho, y ha salido con ello. Estos años passados visto por los Turcos vinieron este mes de agosto con mayor poder, y trayendo consigo los Alarbes que ay desde Argel a Melilla, que ay 130 leguas, , diziendo no venia a cobrar dellos, sino a pelear con los Christianos, y tomar estas plaças.

El Alcayde de esta Mahala es astuto, y hazia a dos juegos si le salia bien la interpresa en Oran, ganava gran honra y provecho, y si no cogia las cabeças de las parcialidades de Alarbes, y con esto cobrava por entero lo que le havian dexado de pagar.

El renegado Italiano, el Alcayde y su nombre Esfracaya, conocese la tierra en que nacio, porque tiene mas apariencia y palabra que manos. A los alarbes redujo y aseguro por medio de morabitos y dadivas, que su codicia es grande: llego diez leguas de aqui, y alli hizo instancia con los Moros que tenian seguro del Governador de Orán para que le siguiessen. Salio con ellos y empeço a inquietar con algunas Gacias.

A la primera salio D. Iuan Manrique de Cardenas nuestro Governador, y la siguio dos leguas, haziendola huyr, llevando consigo cien cavallos, que son pocos mas los que aqui tiene su Magestad, yva el primero, que en todas las ocasiones lo hace asi: los Moros a quien corria eran dozientos.

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Al segundo dia vino otra Gacia, que asi le llaman las corredurias que hazen los Moros con mas fuerça, y D. Iuan salio a ellos, y conocio por los movimientos de los Moros que trayan mas malicia, saco la infanteria, que seran 800 Infantes, y con la cavalleria salio a ellos, y descubrio ser el numero de los Moros mas de veynte mil: y con los avisos que tenia pudo juzgar que venia el gruesso de la Mahala mejorado.

Hizo sacar dos pieças de campaña, y con ellas, y su gente marcho la buelta del enemigo. Reconocio con su persona la gente que havia, y pareziendole que no era justo dexar de hazer demostracion, fue siguiendo los Moros hasta dos leguas de aqui, y viendo se retiravan cerro con ellos con siete arcabuzeros de a cavallo, con tan buen despejo, que le temieron, y dieron a huyr espaldas bueltas: no le siguio mas gente de la Cavalleria, no se sabe porque.

El Marques de Salinas, que es Capitan de Infaneria, y valeroso Cavallero, y amigo de D. Iuan, salio en su socorro, viendole tan empeñado, porque su persona y los siete soldados estavan entre mas de mil Moros. Llegó con cuatro a seis soldados de una manga de infantes que llevava, porque a la ligereza de su cavallo no pudieron seguir mas y anduvo muy valiente.

Lo mismo hizo don Christobal de Cardenas Capitan y camarada de don Iuan, y llegaron con el otros siete o ocho infantes: de manera que se salio bien deste lance sin muertes de nuestra parte, que fue harto, por verse don Iuan tan cerca de los Moros, que andava ya a lançadas el solo, porque los demas eran sus armas arcabuzes, y dada la carga, quedan sin armas armas que si llevaran unos garrotes.



Recogiose nuestra gente, y tiraronse algunos cañonazos, con alguna pezeçuela, entiendese, se ofendio al enemigo, porque el rastro de la sangre lo mostro.
A dos dias fue reforçada la Gacia, y vino con la Mahala a sentarse dos leguas de aqui. D. Iuan salio a reconoçerla, y escaramuçar con ella, aunque no se alejo tanto como las vezes passadas. Fue una legua de aqui donde empeço a travar sus escaramuças, assi de infanteria, como de gente de vallo, y vio, que los Moros eran muchos, pues en la cavalleria passaban de seis mil, y entre ellos cantidad de arcabuzeros de a cavallo, y Turcos y Moros de a pie mas de ocho mil co escopetas y lanças.

No se resolvio a embestir, por no perder la gente que tiene para guarda destas fortificaciones fuera dellas. Pues si eso sucediera, no tenian los enemigos sino entrase en Oran. Mas no pareciendo poder sufrir como tan animoso y buen soldado la desemboltura y osadia de los enemigos, hizo bolver las caras, y vino marchando hazia esta ciudad, para mejorarse, y hazer alto, como lo hizo media legua antes de llegar a la primera torre, dexando acercar los Moros. Y puso la cavalleria en dos tropas y en seguimiento de cada una, un Capitan con una manga de infantes en retaguardia.

Dexo otras dos con el esquadron, que le tenia muy bien guarnecido, y con sus mangas envistio con la cavalleria y mangas a los Moros, y diose tan buena maña, que les mato y hirio catidad de Moros, sin que a el le hiriessen ningun soldado. Por donde se conoce esta facion fue ayuda de Dios, y no por esto se dexe de entender el gran valor y prudencia de quien lo governava en su nombre en el suelo.

Sobre retirar uno de los Moros muertos, fue bien travada la escaramuça. Era persona de tanta considercaion, que le llamavan Rey de una parcialidad de Moros que llaman Zuetes, los quales no pagan tributo, ni respetan al Turco, ni salieron con lo que pretendian, pues vino su cabeça a acompañar otras, que tienen enramada una torre de las atalayas que aqui ay, donde se ponen las cabeças de Moros valerosos, y principaes, que vienen contra las armas del Rey.

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En cinco meses tiene puestas don Iuan ocho, no aviendo del tiempo pasado mas de tres: por donde Moros y Christianos no pueden ignorar su valentia y buena disposicion en cosas de la guerra. Y en esta hizo los oficios de General, Maestredecampo, Sargento Mayor, y Capitan, porque estava ausente el Sargento Mayor, y aunque fue llamado no acudio.

Retiraronse los Moros este dia, y don Iuan hizo lo mismo, y otro dia de mañana salio al campo a aguardar sus enemigos, no vinieron, que lo dexaron para el siguiente, y con mas fuerça se llegó querer entrar en una fuente, cuya agua sirve de regadio a nuestras huertas, y tambien es la que se beve.Defendieronlo la gente que mando poner nuestro General su guardia, y el salio al socorro.

Travose un escaramuça bien de veras, donde se retiraron los Moros por tres vezes, hasta que cansado don Iuan cerro con ellos, y los hizo huir. Mataronse este dia cantidad de Turcos y Moros,. Otro dia sucedio lo mismo, y don Iuan con la vigilancia possible acudia a todo de manera, que sin perder un hombre hizo huir y retirarse destas plaças mas de quarenta mil enemigos dellas.

El Turco traia mas de quatro mil tiradores, y esccalas, çapas, pala y espuertas. La gente que venia con lanças a cavallo eran mas de catorce mil. Los peones dizen los Moros, que no ay quenta, pues hasta los viejos y tullidos venian a hallarse en el despojo, y que a su parecer serian mas de 40 mil en todos. Creese ansi, porque las vezes que salimos al campo, estava tan cubierto de Moros, que no se veia la yerva.

Estos efetos los haze nuestro Señor, ayudando al buen gobierno y sagacidad y valor deste Cavallero, que en todo lo que ha estado a su orden lo ha mostrado, cumpliendo con las obligaciones de su ncaimiento y gran calidad, como hijo de los Duques de Maqueda y Najara.

A quatro dias que se levanto la Mahala, y fue huyendo de la furia y valor del Geral don Iuan Manrique de Cardenas, llegaron al puerto de Mostagan treinta y quatro navios de Moros, por General un gran pirata llamado Tabaco, que venia a ayudar a la Mahala por la mar y por la tierra, con intento de ganar a Oran y matar a los Christianos y passar a la costa de España a tomar algun lugar. Fue nuestro Señor servido de deshazer la maquina, y ansi se bolvieron los del exercito y la Mahala castigados con gran perdida, y los de la armada corridos y avergonzados de aver visto el valor de las armas de su Magestad, en manos del General don Iuan Manrique de Cardenas, a quien la Divina guarde muchos años.

En Oran, a 12. de Setiembre . de 1622.

NOTA: Antes de que se piense que este texto de la carta es un copiar y pegar, aclaro que está transcrito a la letra, tal y como aparece en el original, del que lo he extraído y puede leerse en la página de la Biblioteca Digital Hispánica.

Fuentes Documentales

- http://dbe.rah.es/biografias/116765/jua ... e%20Saboya.

- Biblioteca Digital Hispánica - Biblioteca Nacional. MSS/2353(H.189R.-190V.)

- Archivo Histórico Nacional, OM-EXPEDIENTILLOS,N.1740

- Imagen de la Puerta de España de Orán: https://elretohistorico.com/alonso-cord ... alcaudete/