Liberacion de Smolensk

La Unión Soviética y aliados vs Alemania y sus aliados

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Gral Fernando
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Liberacion de Smolensk

Mensaje por Gral Fernando »

Mientras el ímpetu principal de la ofensiva del Ejército ruso se desbordaba por Ucrania hacia el Dnieper, los frentes del sector central comenzaron a abrirse camino hacia Smolensk. Una vez más, la resistencia alemana fue encarnizada, y los soviéticos tuvieron que resolver el nuevo problema de romper defensas profundas y bien organizadas. En 1943, el Ejército ruso llevó a cabo su ofensiva hacia Smolensk, en la importantísima dirección estratégica occidental, contra un enemigo muy fuerte todavía y que aún se mostraba muy activo. En esta operación, por primera vez desde el comienzo de la guerra, el frente de Kalinin y el frente occidental tuvieron que resolver el arduo problema de romper un sistema defensivo profundamente escalonado y en las adversas condiciones impuestas por un terreno boscoso y pantanoso y por las reducidas reservas de municiones y de carburantes con que contaban los citados frentes.Mientras se estaba preparando la operación, la Unión Soviética había obtenido grandes éxitos, tanto en el frente de combate como en el interior. Ahora estaba en condiciones de proporcionar a sus tropas el armamento y el equipo más modernos en las cantidades necesarias y de alimentarlas adecuadamente. Sin embargo, el abastecimiento de municiones, carburantes y lubricantes presentaba aún algunas sensibles dificultades que obstaculizaron, en gran parte, algunas acciones.
La situación estratégica en el frente germanosoviético aconsejaba también la realización de una ofensiva por parte del frente de Kalinin y del occidental, puesto que el fracaso de la ofensiva alemana de Kursk, los éxitos soviéticos sobre las direcciones de Oriol y de Biélgorod y la preparación simultánea de una ofensiva en el Donbáss, por parte de los frentes sudoccidental y meridional, habían creado una serie de circunstancias y de condiciones que ofrecían la posibilidad de derrotar a los alemanes sobre las direcciones estratégicas occidentales. Al mismo tiempo, la situación de la Alemania nazi y la de sus aliados había empeorado mucho en el curso del verano de 1943. Las pérdidas y los fracasos sufridos por sus tropas en el frente soviético habían dado lugar a una crisis en la coalición nazi. La moral del Ejército y de la población continuaba descendiendo. Mas a pesar de todo, Alemania era todavía fuerte militarmente y su derrota definitiva requeriría enormes esfuerzos por parte de todo el pueblo soviético y de sus Fuerzas Armadas.
El frente de Kalinin y el occidental debían llevar a cabo ahora una ofensiva contra una potente fuerza estratégica enemiga, que ascendía a unas 40 divisiones completas (el 50 % del Grupo de Ejércitos del Centro). Muchas de estas divisiones se hallaban en el frente desde el primer día de la guerra y, por lo tanto, habían adquirido una considerable experiencia en la defensa contra los ataques del Ejército ruso. Las fuerzas alemanas ascendían a 850.000 hombres, entre oficiales y soldados, con 8800 cañones y morteros, 500 carros de combate y cañones de asalto y 700 aviones, y ocupaban una fuerte posición defensiva, que consistía en cinco o seis cinturones defensivos, muy bien trazados y bien equipados, que alcanzaban una profundidad de unos 130 km. inicio

Los dos frentes soviéticos disponían, al comienzo de la operación, de una fuerza bastante considerable, que comprendía 1.253.000 hombres, entre oficiales y soldados, 20.600 cañones y morteros, más de 1400 carros de combate y cañones autopropulsados y más de 900 aviones.
La zona en que se llevaría a cabo esta operación tenía una gran importancia política y militar. Ante todo, estaba cerca del oblast (provincia) de Moscú, por la que pasaban las carreteras directas y más transitables que del Oeste llevaban a la capital rusa y lo mismo se podía decir, en dirección contraria, de las carreteras que llevaban a los centros de vital importancia de Alemania. En segundo lugar, el frente de Kalinin y el frente occidental amenazaban el flanco de toda la fuerza estratégica alemana desplegada al sur de la línea Kirov-Roslavl, lo que inquietaba al Alto Mando alemán por la posibilidad que entrañaba de que los soviéticos llevaran a cabo una ofensiva sobre la dirección occidental. En tercer lugar, aquél era el sector del frente en el que los alemanes se encontraban más cerca de Moscú (240-290 km), por lo que el STAVKA se veía obligado a mantener grandes concentraciones de fuerzas en esta zona. Por lo tanto, las fuerzas soviéticas, en el curso de su ofensiva, deberían superar la obstinada y encarnizada resistencia que los alemanes ofrecerían probablemente (y así ocurrió desde luego) en la defensa de sus líneas sobre las direcciones de Smolensk y de Roslavl.

La configuración geográfica del territorio, especialmente en el sector del frente occidental, hacía posible una ofensiva por parte de grandes fuerzas y con el empleo de todas las armas en dotación; pero, al mismo tiempo, ofrecía al enemigo muchas ventajas para la organización de una tenaz resistencia. En aquel territorio dominaba el terreno boscoso y pantanoso, cruzado por un gran número de ríos que discurrían de Norte a Sur, los cuales ofrecían escasas posibilidades de cruce y que, además, tenían, por lo general, las orillas occidentales altas y escarpadas. La deficiente red de caminos de la zona y la dificultad que entrañaba transportar tropas (para no hablar de materiales) por caminos de tierra y con mal tiempo, limitaban la libertad de movimiento de las fuerzas e incluso creaban dificultades para los defensores. El problema de organizar un flujo continuo de abastecimientos hasta las fuerzas atacantes adquirió una importancia primordial, tanto durante la preparación de la operación como durante la ejecución de la misma.

Como ya se sabe, al retirarse, los alemanes habían devastado ciudades y pueblos y habían quemado todo lo que dejaban atrás. Por lo tanto, el abastecimiento de las tropas soviéticas, durante la ofensiva, dependía por completo del transporte de material desde las bases estatales y militares, que se hallaban lejos, en la retaguardia, por lo que era esencial que los servicios de abastecimientos de los frentes desempeñaran perfectamente su misión.

Así, aunque la situación político-militar, estratégica y operativa, considerada en su conjunto, podía considerarse favorable, las condiciones en las que las fuerzas atacantes deberían llevar a cabo sus cometidos específicos contra un enemigo muy fuerte eran muy difíciles. Esto significaba que los oficiales, con función de mando a todos los niveles, deberían organizar la operación con la máxima precisión y dirigirla magistralmente. Asimismo, las tropas habrían de tener una moral alta, estar bien instruidas y llevar a cabo un esfuerzo inmenso para cumplirlos cometidos que se les habían asignado.

Parte de una potente ofensiva

La programación de la operación Smolensk, que era parte integrante de la ofensiva general del Ejército ruso en el verano y el otoño de 1943, se llevó a cabo simultáneamente, y en estrecha cooperación estratégica, con las operaciones de Oriol, Biélgorod-Járkov y el Donbáss. La concepción en la que se basaba la operación derivaba de la necesidad de conseguir el objetivo principal de la campaña de verano y otoño: o sea, imponer la retirada a la poderosa fuerza estratégica de asalto alemana que seguía estando concentrada en la zona del saliente de Kursk.

Se prepararon dos variantes de la operación: la primera preveía el esfuerzo principal hacia Roslavl y la segunda se orientaba hacia el Sur, con el grueso de las fuerzas al oeste de Briansk, en el caso de que la ofensiva del frente de Briansk, en la operación de Oriol, se detuviese. En ambas variantes, la finalidad de las operaciones era derrotar o inmovilizar a las fuerzas alemanas sobre el a la izquierda del Grupo de Ejércitos del Centro, que se encontraba delante del frente de Kalinin o del occidental, y apoderarse de la línea Smolensk-Roslavl. La primera de estas dos variantes se elaboró en todos sus detalles y se llevó a efecto. Se proyectó para una profundidad que iba de los 96 a los 144 km, y para realizarla el frente occidental (general V. C. Sokolovskij) disponía de los siguientes Ejércitos: 10° Guardia, 5°, 21°, 31°, 49°, 50°, 68° y el 1er. Ejército Aéreo, y además el Cuerpo Ejército Mecanizado y el VI Cuerpo de Ejército de Caballería Guardia; mientras que el frente de Kalinin (general A. I. Eremenko) comprendía los Ejércitos de asalto 3° y 4°, los Ejércitos 39° y 43° y 3° Ejército aéreo y el III Cuerpo de Ejército de Caballería Guardia, de los cuales solamente los que constituían su ala izquierda (Ejército 39° y parte del 43°) tenían que tomar parte en la inminente ofensiva.

Siguiendo el plan del STAVKA, el ataque principal se lanzó sobre la dirección de Roslavl, y corrió a cargo de las fuerzas desplegadas en el centro del frente occidental, mientras que su ala derecha, en colaboración con el ala izquierda del frente de Kalinin, debía derrotar primero a los alemanes que se hallaban en la zona de Yártsevo-Dorogobuzh y luego atacar en dirección a Smolensk.

La decisión de utilizar la fuerza principal del frente occidental para el ataque contra Roslavl fue una decisión dictada por el buen sentido, tras un cuidadoso análisis de la situación operativa y estratégica. Su objetivo era romper en dos el Grupo de Ejércitos alemanes del Centro, hacer avanzar por el flanco y por la retaguardia de las fuerzas enemigas de Briansk a las tropas del frente occidental y privar, al mismo tiempo, a los alemanes de las vías de comunicación (carreteras y vías ferroviarias) más importantes entre Smolensk y Briansk. De esta forma se crearían las condiciones favorables para la destrucción de las unidades alemanas, una por una.

Los comandantes de los dos frentes decidieron hundir la línea de defensa enemiga en siete sectores (tres en el frente de Kalinin y cuatro en el frente occidental), con un total de 65 km en un frente de 350 a 400 km de longitud. El tipo de maniobra operativa elegida fue la que se basaba en ataques frontales lanzados desde distintas direcciones. Para el esfuerzo principal, cuatro Ejércitos de infantería, uno de ellos mecanizado, y un Cuerpo de Ejército de caballería, todos del frente occidental, atacarían en un frente de 16 km de amplitud. Esta decisión contribuyó a inmovilizar simultáneamente ingentes fuerzas enemigas en un frente muy amplio; pero, por otra parte, dispersó el esfuerzo de las tropas atacantes y debilitó considerablemente el esfuerzo principal, a pesar de las proporciones de las fuerzas reunidas para efectuarla. Se proyectó desplegar el frente occidental en dos escalones, el segundo de ellos constituido por dos Ejércitos de infantería. El despliegue del general Sokolovskij se caracterizó por la utilización de un potente segundo escalón del frente, unido a segundos escalones, relativamente débiles, en el interior de los Ejércitos.

En el sector del frente de Kalinin, el Ejército 39 (la principal fuerza de asalto) desplegó en un solo escalón, pues Eremenko pensaba emplear parte de sus reservas para aprovechar el éxito.

En lo que respecta a las unidades acorazadas, mecanizadas y de caballería, las características del plan eran las siguientes:

-El general Sokolovskij decidió utilizar su Cuerpo de Ejército mecanizado V para sacar el máximo provecho de los eventuales éxitos obtenidos por su 10.° Ejército Guardia sobre la dirección principal y situar su Cuerpo de Ejército de caballería VI en la reserva del frente, con la intención de emplearlo en el sector del 10. ° Ejército Guardia para que colaborase con éste en la conquista de Roslavl.
-El general Eremenko matuvó a su III Cuerpo de Ejército de Caballería Guardia como reserva de frente. Para aprovechar las eventuales brechas abiertas en la defensas enemigas sobre la dirección de Dujóvcchina, se proponía introducir una fuerza compuesta por dos brigadas mecanizadas u una brigada de carros. Los comandantes se servían de los batallones autónomos de carros, de los regimientos y de la brigadas autónomas para el a poyo directo de la infantería.

Sobre el frente occidental, en la articulación de las fuerzas, se obtuvo una densidad de unos 18 carros de combate por kilómetro en los sectores escogidos para el hundimiento, mientras que en el frente de Kalinin la densidad obtenida fue de 13-14. Donde se utilizaban carros de combate tan sólo como apoyo para la infantería, la densidad era de 12 ó 13 por kilómetro en el frente occidental y de 6 ó 7 en el de Kalinin. Eran estas últimas unas densidades bastante bajas, especialmente para el citado apoyo a la infantería.

El aspecto característico del apoyo de la artillería era una concentración de piezas sobre la dirección del esfuerzo principal que, por kilómetro, alcanzaba la cifra de 165 entre cañones y morteros, mientras que en los otros sectores elegidos para la ruptura había densidades bastante bajas (de artillería y morteros de calibre superior a los 75 mm), con una media inferior a las 100 piezas. La cantidad de municiones disponible al comienzo de la operación (de 2 a 2,5 veces la dotación habitual de combate) era asimismo bastante reducida, sise tiene en cuenta que las defensas que se tenían que hundir se extendían en profundidad y que además se habían preparado con anticipación y muy minuciosamente.
El apoyo aéreo se basaba en la utilización de las fuerzas aéreas de los frentes directamente en el campo de batalla, sobre todo para tener la seguridad de que las defensas alemanas se hundirían precisamente sobre la dirección principal de ataque. Para el primer día se preveía que las operaciones aéreas se limitarían a dos o tres misiones por avión bélicamente eficiente. Los dos Ejércitos aéreos (1° y 3°) se componían, al comienzo de la operación, de un 31 % de cazas, un 30 % de aviones para ataques al suelo (Shturmovik), un 18 % de bombarderos diurnos, un 14 % de bombarderos nocturnos y un 7 % de aviones de reconocimiento. El bajo porcentaje de bombarderos, especialmente bombarderos diurnos, hacía muy difícil la ejecución de los cometidos confiados a las fuerzas aéreas y, sobre todo, el ataque a las reservas alemanas durante su aproximación a la línea del frente. Los frentes se reforzaron sólidamente con fuerzas de ingenieros, utilizándose cuatro brigadas de asalto de estas tropas; en el sector principal se concentraron otras unidades de ingenieros pertenecientes tanto al frente como a la reserva del STAVKA, alcanzando así una densidad relativamente alta, de 5,2 compañías por kilómetro de frente.

La reordenación del despliegue, efectuada en gran escala por los frentes, les garantizó una considerable superioridad sobre la dirección elegida para el esfuerzo principal; pero, puesto que no se tomaron las medidas necesarias para ocultar dicha superioridad, el Servicio de Información alemán consiguió descubrir los preparativos para el ataque, por lo que la falsa concentración de las grandes unidades del frente occidental destinadas al ataque, puesta en práctica en la zona del Ejército 50, entre el 26 de julio y el 2 de agosto, no obtuvo los resultados apetecidos. Una importante labor de organización y de información de las tropas contribuyó a que, antes del comienzo de la operación, la moral de los soldados estuviese preparada para las inminentes batallas.

El hundimiento de las defensas

El Ejército 5, el 10° Ejército Guardia y el Ejército 33 del frente occidental lanzaron la ofensiva el 7 de agosto, a las 6,30 horas, después dé una preparación artillera que duró un huna y 50 minutos. En seguida se vio que los combates en la zona principal de la defensa alemana serían largos y difíciles. Las fuerzas atacantes tuvieron que vencer una encarnizada resistencia y rechazar contraataques por parte de carros u de artillería, de forma que, al final del primer día, el avance sobre la dirección principal había sido tan sólo de 4 km. Durante la jornada, el general Sokolovskij decidió emplear el Ejército 68, del 2.° escalón, para acelerar el hundimiento, pero no consiguió su objetivo, y los intentos y encarnizados combates continuaron en los días sucesivos. Pero al fin, en el transcurso de dos semanas de ataques, las fuerzas rusas del frente occidental hundieron la zona de defensa alemana, avanzado entonces en una profundidad que oscilaba entre los 27 y los 40 km.

El ala izquierda del frente de Kalinin pasó a la ofensiva el 13 de agosto. Al finalizar la primera fase del ataque no había conseguido hundir las defensas alemanas, sino tan sólo penetrar en sectores aislados en una profundidad que variaba entre los 5 y los 6,5 km.

El hecho de que los combates que se libraron durante la primera fase fueran tan prolongados se debía, principalmente, a la rapidez con que los alemanes habían recibido refuerzos, sacados de la zona de Oriol-Briansk (en efecto, sólo del 1 al 18 de agosto unas 13 grandes unidades fueron desplegadas contra los frentes occidental y de Kalinin). Entre los demás factores que también concurrieron a la prolongación de la lucha se pueden citar: la habilidad de los alemanes para establecerse en posiciones preparadas con anterioridad, tanto con las fuerzas que se retiraban como con las que acababan de llegar, y ello gracias á la lentitud de la acción de hundimiento efectuada por los rusos; el bajo nivel de la actividad aérea soviética contra las reservas alemanas que se estaban aproximando al frente, y el hecho de que la ofensiva soviética no había conseguido el elemento sorpresa. Pero, aunque las fuerzas atacantes no consiguieron hundir, en su primer ataque, las defensas enemigas en profundidad, su ofensiva consiguió mantener inmovilizadas no sólo a las divisiones alemanas que ya se encontraban en aquel sector, sino también a las 13 grandes unidades transferidas allí desde otros sectores. La mayor parte de estas últimas se habían trasladado desde la dirección de Oriol, por lo que les fue más fácil al frente de Briansk y al central llevara cabo la proyectada operación de Oriol. Por lo tanto, se conseguía así la finalidad principal de la primera fase de la operación.

La segunda fase comenzó tras una pausa de siete días en los combates, en el transcurso de la cual el frente occidental modificó su despliegue y se preparó para reanudarla ofensiva. El éxito de la ofensiva lanzada por el frente de Briansk y por el central llevó a ambos frentes cerca de Liudínovo y de Briansk, por lo que ya no era necesario que la fuerza principal del frente occidental continuase atacando hacia Roslavl, y mucho menos que se dirigiese hacia el Sur. Por esta razón, el general Sokolovskij pidió y obtuvo del STAVKA el consentimiento para efectuar un cambio de dirección de su esfuerzo principal: de Roslavl a Yelnia-Smolensk. Así, pues, se modificó el despliegue de las tropas, de las armas y de los vehículos, esta vez sin que los alemanes se dieran cuenta; asimismo se formaron grupos de asalto y se preparó el plan para la operación de Yelnia-Dorogobuzh.

Mientras el frente occidental se preparaba para la operación de Yelnia-Dorogobuzh, el ala izquierda del frente de Kalinin reanudó su ataque en dirección a Dujóvschina, el 23 de agosto, después de una pausa de cinco días; pero, como el plan no se había preparado con la debida minuciosidad, el ataque no consiguió romperlas defensas alemanas. Y así en dos semanas de ataques, el grupo de asalto del ala izquierda del frente de Kalinin no logró obtener ningún éxito. En conjunto, todo el frente de Kalinin sólo consiguió inmovilizar a las divisiones alemanas que defendían aquel sector, por lo que, evidentemente, no pudieron utilizarse contra el frente occidental, pero en cambio no había llevado a término la misión que se le había asignado, que era lo que debía haber hecho por encima de todo. Después de las modificaciones necesarias en su despliegue, el frente occidental reanudó la ofensiva el 28 de agosto, llevando a cabo su esfuerzo principal en dirección a Yelnia. El primer día, la fuerza atacante consiguió abrir, en el principal cinturón defensivo alemán, una brecha de 25 km de anchura y de 5 a 8 de profundidad, por la que penetró el Cuerpo de Ejército Mecanizado V. Al día siguiente, la brecha se extendió en una amplitud de casi 30 km y con una profundidad de 12 a 15, y por ella se introdujo a su vez el VI Cuerpo de Ejército de Caballería Guardia, seguido, el 30 de agosto, por el II Cuerpo de Ejército Acorazado Guardia, el Tatsinsk, que se hallaba disponible desde hacía diez días en la reserva del STAVKA. Aquel mismo día, el citado Cuerpo de Ejército Tatsinsk avanzó 20 km y, junto con el 10.° Ejército Guardia, conquistó Yelnia.

Como consecuencia del éxito del avance soviético sobre la dirección de Yelnia, los alemanes comenzaron a retirarse hacia Dorogobuzh, en el curso de la noche del 30 al 31 de agosto. Al amanecer del 31, el Ejército 5 atacó, y, persiguiendo a las fuerzas enemigas que se retiraban, entró en Dorogobuzh al día siguiente. En este momento, ya casi todo el frente occidental tomaba parte en la ofensiva, que se había extendido sobre un frente de amplitud superior a los 150 km.

En vista del éxito obtenido por las fuerzas del general ScIkolovskij y con el fin de aprovecharlo por completo, el comandante del frente de Briansk solicitó permiso al STAVKA para modificar el despliegue del Ejército 50 (que había pasado del frente occidental bajo su mando tan sólo quince días antes). Con el consentimiento del STAVKA, trasladó este Ejército a la zona del frente occidental, entre el 30 de agosto y el 3 de septiembre, y dos días después lo lanzó hacia el Sudoeste, contra el flanco y la retaguardia de las fuerzas alemanas situadas en Briansk.

Pero de improviso, entre el 3 y el 6 de septiembre, el ataque del frente occidental perdió impulso. Mientras el ala derecha (Ejércitos 5 y 31) iba abriéndose camino por las colinas boscosas del sudeste de Yártsevo, el centro (10.° Ejército Guardia, Ejército 21 y Ejército 68) encontró sólidas posiciones enemigas preestablecidas al oeste de Yelnia; intentó cruzarlas y no lo consiguió, y mientras tanto el ala izquierda (Ejércitos 10, 33 y 49) se extendía excesivamente durante los prolongados combates que se desarrollaron en la zona de colinas boscosas situadas al sudeste de Yelnia. Ahora, antes de poder irrumpir a través de las defensas enemigas, era preciso modificar de nuevo el despliegue, llevar a cabo el abastecimiento de municiones y preparar las tropas. En consecuencia, a fin de poder llevar a cabo todo esto, se ordenó una pausa de siete días.

LIBERACION

Por su parte, el ala izquierda del frente de Kalinin continuó atacando hasta el 6 de septiembre, pero sin obtener ningún resultado positivo; en vista de ello, el día 7 el STAVKA tomó la decisión de detener también su ofensiva y reanudarla en más propicia ocasión.

En el transcurso de la segunda fase, podo tanto, el frente occidental había conseguido derrotar a las fuerzas alemanas de la zona de Yelnia-Dorogobuzh, logró avanzar hacia el Oeste unos 30 ó 49 km por término medio, se apoderó de Yelnia, y liberó más de 1000 ciudades y pueblos. Esta fase reveló también, más claramente que la primera, la importancia que tenía la operación en el cuadro de la ofensiva general del Ejército ruso; pues, mientras al comienzo de la primera fase el 40%, aproximadamente, de las divisiones alemanas situadas sobre la dirección occidental y en la sudoccidental se encontraba ante los dos frentes soviéticos, esta proporción ascendió al 44 % antes de que finalizara la segunda fase.

La tercera fase, como la segunda, estuvo precedida por un intervalo de siete días, durante los cuales se modificó el despliegue, se repusieron las reservas de víveres y de municiones y se preparó asimismo a las tropas para el combate. El frente de Kalinin reanudó la ofensiva el 14 de septiembre, y el frente occidental siguió su ejemplo el día siguiente. Durante los primeros días de ataque ya se abrió una brecha en las defensas alemanas y el día 19 los dos frentes se hallaban en plena ofensiva en un sector de unos 250 km de amplitud. Su ataque principal había conseguido una penetración de unos 40 km. La noche del 18 a119 de septiembre, las fuerzas del frente de Kalinin ocuparon Dujóvschina, y el 21 del mismo mes Demidov. Luego, siguiendo su avance, envolvieron a los alemanes por el lado norte de Smolensk, mientras el frente occidental, que había ocupado Yártsevo el día 16, cortaba el día 23 el ferrocarril Smolensk-Roslavl y, tras alcanzar el 24 el río Sozh, rebasaba la ciudad de Smolensk por el Sur. El 10° Ejército Guardia habían irrumpido a su vez en Roslavl, donde se combatía duramente en las calles. Por último, un ataque nocturno, efectuado desde el Nordeste y el Sudeste pór las fuerzas de los Ejércitos 5, 31 y 68 liberó al fin Smolensk el día 25, y este mismo día el 10.° Ejército guardia obligaba a los alemanes a abandonar Roslavl.

El día 2 de octubre, los dos frentes soviéticos habían alcanzado la línea Usviati-Rudniá-LeninoDribin-Propoisk (Slavgorod), pero chocaron con una resistencia alemana muy bien organizada.

Se vio claramente, entonces, el resultado de la tercera fase de la operación por Smolensk: se había infligido una grave derrota a la 3a y a la 41 Panzerarmee, así como al Ejército 9, y se habían liberado muchas y grandes ciudades y más de 5000 pueblos. En los 17 días de ofensiva que siguieron a la apertura de la brecha en el sistema defensivo alemán, al norte de Dujóvschina y al oeste de Yelnia, las fuerzas de los dos frentes lograron avanzar en una profundidad que oscilaba entre los 100 a los 180 km.

Además, la ofensiva hizo posible ampliar el alcance de los combates activos por parte de otras fuerzas soviéticas en el verano de 1943. En el transcurso de la ofensiva, el frente de Kalinin y el frente occidental habían provocado el traslado de 13 unidades alemanas de la dirección de Oriol-Briansk y el de otras tres de otros sectores, facilitando así el buen resultado de la contraofensiva soviética en Kursk. Los dos frentes inmovilizaron también importantes fuerzas enemigas en septiembre y octubre, impidiendo su traslado a otros sectores: de esta manera facilitaron la liberación del este de Ucrania y del Donbáss y contribuyeron al éxito de la batalla por el Dnieper y por la Ucrania occidental. Su ofensiva ayudó, asimismo, al frente de Briansk y al central a alcanzar la línea que se extendía de Rogachov a Gómel y que proseguía hacia el Sur. La consecuencia de todo ello fue que el frente oriental alemán, que antes formaba una sola fuerza estratégica, acabó por encontrarse partido en dos por una barrera natural: los bosques de Polese.

Por lo tanto, la operación de Smolensk, que tuvo lugar durante la ofensiva general del Ejército ruso en el verano y el otoño de 1943, desempeñó un papel importantísimo. Tres Ejércitos alemanes sufrieron una dura derrota, y en el transcurso de una ofensiva en un frente de 400 km las fuerzas soviéticas penetraron a través de cuatro cinturones fortificados enemigos (en algunos puntos incluso de cinco o seis) y obligaron a retirarse a cinco divisiones de infantería, 1 Panzerdivision y 1 División Motorizada, causando también graves bajas a 11 divisiones de infantería y a 4 divisiones acorazadas o motorizadas. El resultado de la operación fue que las fuerzas atacantes avanzaron un total de 200 0 250 km, liberando el territorio del de Smolensk e iniciando con ello la liberación de la Rusia Blanca.

Fuente: http://www.europa1939.com/ww2/1943/smolensk.html


No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo. (Oscar Wilde)
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