La Festung Königsberg
Publicado: 17 Ago 2008
La Festung Königsberg:
Antes de la guerra, la costa del mar Báltico era un lugar pintoresco, Königsberg (actual Kaliningrado) era una ciudad que habia sido fundada en 1255 por el Rey Ottokar II de Bohemia, cuando acudió en ayuda de los caballeros de la Orden Teutónica durante la conquista y cristianización de la región histórica de Prusia, ocupada por los pueblos paganos bálticos. Tanto el castillo teutónico como la catedral de Königsberg representaban bellos edificios, los mercados siempre estaban bulliciosos, y la ciudad había dado grandes hijos tales como el famoso filósofo Immanuel Kant. Cuando la guerra europea explotó, el pasillo polaco quedó abierto, y la ciudad obtuvo mayores libertades de comerciales, y Prusia Oriental quedaba unida a la Gran Alemania. Incluso después de que la Operación Barbarroja se hubiese puesto en marcha, Königsberg se mantuvo en una relativa paz.
El comienzo: Ofensiva de Prusia Oriental
Mapa de operaciones Prusia Oriental de enero-febrero
No obstante, para principios de 1945 Königsberg ya había sido declarada una Festung y el peligro ruso estaba acechando las puertas del suelo patrio germano . El 3º Frente Bielorruso del General Ivan Chernyakhovsky (11º de Guardias, 39º, 43º y 50º Ejércitos; 1º, 3º, 4º y 15º Ejército Aéreos), con aproximadamente 1.500.000 tropas apoyados por varios miles de carros de combate y aviones, iba a ser quien llevaría el peso de la ofensiva de Prusia Oriental, la cual había sido convertida en una gigantesca red de fortificaciones, líneas defensivas y campos minados. La ofensiva soviética comenzó el 13 de enero precedida de un fuerte bombardeo de preparación, y casi fue un fracaso. Las tropas del Ejército Rojo avanzaron el primer día apenas 1,5 kilometros, a través de tres líneas defensivas. En cinco días, a base de un coste muy alto de bajas, las tropas soviéticas avanzaron tan sólo 20 kilómetros y no consiguieron una penetración decisiva en las líneas alemanas. Los defensores tenían la ventaja de contar con densas fortificaciones en el saliente de Insterburg al este de Königsberg, y alrededor de Heilsberg. Sin embargo, a partir del 17 de enero, el 3º Ejército Panzer alemán del General Erhard Raus es en gran parte destruido o se retira hacia Königsberg, mientras que Friedrich Hossbach, General del 4º Ejército, comenzó a encontrarse desbordado por sus flancos. Finalmente el General Chernyakhovsky logró dirigirse hacia Konigsberg el 20 de enero, y en una semana logró sitiar la ciudad, pero cañones de asalto alemanes estratégicamente situados los hicieron retroceder. Sin embargo los soviéticos se recuperaron y entre los días 29 y 30 de enero reestablecieron el asedio (es lo que también se denomina el primer sitio de Königsberg).
Más hacia el sur, el 14 de enero, el 2º Frente Bielorruso del Mariscal Konstantin Rokossovsky atacó a través del río Narew alcanzando en pocos días la orilla oriental del Vístula, así como Marienburg; el 20 de enero recibió la orden de hacer pivotar el eje de su avance hacia el norte, en dirección hacia Elbing. Este súbito cambio de dirección cogió al General Georg-Hans Reinhardt, Comandante en Jefe del grupo de Ejércitos Centro, por sorpresa. Así, el 22 de enero, en el flanco derecho de Rokossovsky el 3º Cuerpo de Caballería de la Guardia capturó la importante ciudad de Allenstein, amenazando directamente la retaguardia del 4º Ejército de Hossbach. Antes del 24 de enero, las unidades de vanguardia del 5º Ejército Acorazado de la Guardía de Rokossovsky habían alcanzado las orillas del Frisches Haff (actualmente laguna del Vístula), cortando por tierra toda comunicación con el resto de Alemania. De modo que todo el 4º Ejército alemán, junto con varias divisiones del 2º Ejército, quedaron atrapados en una bolsa centrada en Prusia Oriental. No obstante, los refugiados todavía podían cruzar a pie a Danzig, pues los alemanes conservaban el brazo de arena del Frische Nerugh y a que el Frisches Haff estaba cubierto por una capa de 30 centímetros de hielo. A su vez, ya desde el 20 de enero Hossbach, contraviniendo órdenes, había comenzado a retirar sus unidades más alejadas en la festung de Lötzen (piedra angular en la defensa de la línea defensiva de los lagos Masurianos) y con una serie de marchas forzadas trató abrirse camino hacia el oeste.
Tanto Reinhardt como Hossbach estaban resueltos a romper el cerco de Rokossovsky. Su ataque, concebido a modo de ariete para posibilitar también la huida de civiles, comenzó el 26 de enero. Tal repentina ofensiva aplastó al 48º Ejército soviético y a punto estuvo de alcanzar Elbing, ciudad en la que el 2º Ejército alemán se había hecho fuerte. Sin embargo, después de tres días de lucha con frío extremo y abundante nieve, el ataque germano fue finalmente rechazado. Consecuencia del fracaso, Reinhardt y Hossbach fueron relevados por Hitler, mientras que las unidades implicadas en la ofensiva se vieron obligadas a retirarse al Kessel (“caldero”) de Heiligenbeil (actual Mamonovo), un reducto de espaldas al Frisches Haff y al suroeste de Königsberg, con 600.000 civiles atrapados.
Para entonces, el 3º Frente Bielorruso había acorralando los restos del 3º Ejército Panzer entre Königsberg y la península de Samland. Además las fuerzas del 1º Frente Báltico de Hovhannes Bagramyan capturaron el 28 de enero la largamente disputada ciudad de Memel (actual Klaipeda). Por su parte los alemanes evacuaron los restos de las divisiones (58ª y 95ª Divisiones de infantería) que defendían la ciudad y los redistribuyeron en la Samland para reforzar sus defensas.
El sitio
El 25 de enero de 1945, en un reconocimiento tácito de que las fuerzas alemanas en Prusia Oriental y la bolsa de Curlandia quedaban muy por detrás de la nueva línea de frente, Hitler rebautizó tres Grupos de Ejército. El Grupo del Ejército del Norte se convirtió en el Grupo de Ejército de Curlandia; el Grupo Ejército de Centro (es decir, el ejército rodeado en la bolsa de Königsberg) se convirtió en el Grupo de Ejército Norte y el “Grupo de Ejército A” pasó a denominarse el Grupo de Ejército Centro.
No obstante, fuerzas del ahora redesignado Grupo del Ejército Norte estaban comprimidas en tres bolsas consecuencia de los feroces ataques soviéticos: uno entorno a Königsberg, otro en la península adyacente Samland con salida al puerto báltico de Pillau (actual Baltijsk) y otro, finalmente, en la costa suroeste del Frisches Haff (en el kessel de Heiligenbeil).
Refugiados en Pillau
Para finales de enero de 1945 el 3º Frente Bielorruso había rodeado Königsberg por todo el lado terrestre, cortando la carretera hacia la península Samland hasta el puerto de Pillau, atrapando en Königsberg al 3 º Ejército Panzer y alrededor de 200.000 civiles sin apenas alimentos. Las provisiones para civiles eran tan escasas que estos se enfrentaron con tres sombrías alternativas:
- Permanecer en la ciudad y morir de hambre (las raciones se redujeron durante el asedio a 180 gramos de pan al día).
- Cruzar las líneas del frente y mendigar a la caridad de los soviéticos.
- Cruzar el hielo del Frisches Haff a Pillau en la esperanza de encontrar un lugar en un barco y ser evacuado, o desde allí andar con sus pertrechos por el estrecho brazo de arena del Frisches Nehrung hacia Gotenhafen o Danzig.
Erich Koch
Cientos optaron por cruzar la línea de frente, mientras que cada día alrededor de 2.000 mujeres y niños emprendían el arriesgado viaje a pie, sobre el hielo, de cruzar hacia Pillau. A su regreso de una visita a Berlín, el Gauleiter de la Prusia Oriental, Erich Koch, quien había ordenado a los defensores de Königsberg luchar hasta que no quedase un hombre con vida, optó por permanecer en la relativa seguridad de Pillau para organizar la evacuación en vez regresar a la capital de la Prusia Oriental. El 26 de enero, miles de refugiados fueron muertos mientras esperaban ser evacuados al estallar un depósito de municiones después de un ataque aéreo ruso. El primer vapor que zarpó de Pillau con 1.800 civiles y 1.200 heridos no llegó a un lugar seguro hasta el 29 de enero. En la madrugada del 12 de febrero, el barco hospital General Von Steuben fue torpedeado y hundido desde el submarino soviético S-13 tras partir de Pillau con 2.680 heridos, de los cuales se ahogaron casi todos. Por su parte la Kriegsmarine a parte del empleo de todo tipo de embarcaciones para la evacuación (operación Anibal) prestaba apoyo naval con los cañones pesados de los cruceros como el Admiral Scheer y Lützow. A lo largo de febrero, hubo combates desesperados debido a que los alemanes trataron de establecer un estrecho corredor entre Königsberg y la Samland. Pero durante un tiempo, las tropas soviéticas tuvieron éxito en la ruptura de dicho pasillo, dejando completamente aislada la ciudad de Königsberg.
Tropas soviética entrando en Frauenburg el 9 de febrero.
Con todo, el 19 de febrero, el 3º Ejército Panzer aislado en Königsberg lanzó un decidido ataque en dirección a Pillau, obligando a los soviéticos a retroceder con grandes pérdidas. El ataque fue encabezado por un carro T-34 soviético capturado por la 1 ª División de Infantería alemana que desde Königsberg logró unirse al XXVIII del Cuerpo del General Hans Gollnick, disperso por la península Samland, incluido el vital puerto de Pillau. Con la captura de la ciudad de Metgethen, la 1 ª División abrió el camino para que la 5 ª División Panzer se uniese a las fuerzas de Gollnick cerca de la ciudad de Gross Heydekrug al día siguiente. Los alemanes aprovecharon la nueva situación para solidificar las defensas de la zona, reabriendo el corredor terrestre de Königsberg a Pillau, de modo que se intensificó la entrega de suministros vía marítima y la evacuación de heridos y refugiados, a través del pequeño puerto de Pillau en el extremo de la península de Samland. No obstante persistía el peligro de ataques con torpedos a los buques.
Iván Chernyakhovsky
Entre el 13 y 29 de marzo (Operación Braunsberg) los soviéticos atacaron al 4º Ejército Alemán que se encontraba en el kessel de Heiligenbeil. Al concluir la batalla, el 4º Ejército había desaparecido y sin descansar las tropas soviéticas avanzaron de nuevo contra Königsberg. Señalar que durante dichos combates el General Ivan Chernyakhovsky cayó en acción cerca Mehlsack (la ciudad de Insterburg actualmente se llama Chernyakhovsky en su honor), su sucesor pasó a ser el Mariscal Aleksandr Vasilevsky. Para principios de abril la línea principal de frente se había trasladado varios cientos de kilómetros hacia el oeste, y la captura de la ciudad se convirtió en una prioridad secundaria para los soviéticos. Aun así, la guarnición permanecía intacta y no mostraba signos de rendirse. Con el tiempo, el mando soviético decidió capturar la ciudad por asalto en vez de asediarla.
Preparando el asalto
Defensas de Königsberg
Asaltar Königsberg no iba a ser una tarea fácil. La guarnición de la ciudad la constituían cinco divisiones reforzadas, con un total de 130.000 efectivos, los cuales estaban parapetados tras un potente anillo de posiciones defensivas construidas en 1888, que incluía 15 fuertes interconectados por túneles e que integraban alojamientos para la tropa. Era tal su solidez que éstos habían sido diseñados para resistir el bombardeo de los cañones pesados que se estaban elaborando en aquella época tras el asedio de París. Los alemanes seguían manteniendo el estrecho pasillo terrestre con la península Samland. De modo que si los soviéticos pretendían la captura de la ciudad previamente tendrían que romper este vínculo. A la espera de tal suceso, las tropas alemanas en la península, el redenomidado “Grupo Samland”, estaban preparados para el contraataque y evitar que esto sucediera.
Königsberg era, según Winston Churchill, "una fortaleza modernizada fuertemente defendida". Tres círculos concéntricos de fortificaciones rodeaban la ciudad: el anillo exterior reforzado por los 15 fuertes a las afueras de la ciudad; el anillo central en la periferia de la ciudad; y el centro urbano, en sí mismo una fortaleza, preparado para la lucha con defensas contra carro , barricadas y campos de minas, además de varios pequeños fuertes.
Para hacer frente a esa potencia defensiva, la Stavka (Alto Mando Soviético) había previsto un considerable apoyo de la aviación y la artillería, con densidades que podían alcanzar los 250 cañones por kilómetro en algunos sectores. Las tropas alemanas fueron también sometidas a la propaganda, explicando que su resistencia resultaría inútil, que la línea del frente quedaba lejos, detrás de ellos, que estaban atrapados en un “bolsa” y que lo mejor sería entregarse. Sin embargo, esta propaganda surtiría un efecto escaso o nulo.
Después de cuatro días de bombardeos de preparación artillera y bombardeos aéreos, el asalto soviético comenzó el 6 de abril. Dicha operación fue planeada para ser "estilo estrella". Es decir, las tropas atacarían desde diversos puntos a lo largo de todo el perímetro para confluir en el centro de la ciudad, dividiendo compartimentadamente a los defensores en grupos aislados incapaces de apoyo mutuo. Había dos frentes principales:el Norte (constituido por el 39º y 43º Ejércitos) y el Sur (con el 11 º Ejército de Guardias). El 50 º Ejército estaba estacionado en la parte noreste del frente, pero sólo actuó de manera limitada en el transcurso de las operaciones ofensivas.
El asalto
Ataque soviético de Königsberg del 6-9 de abril
Primer día: 6 de abril de 1945
fuerte de Königsberg
En la parte sur del frente, el ataque comenzó al amanecer con un intenso bombardeo de cañones y cohetes Katiuska, de una duración de tres horas, seguido por la primera oleada de ataque, constituida por 137.000 soldados, apoyados por 530 carros de combate y 2.400 aviones . Las divisiones de fusileros soviéticas rápidamente sobrepasaron la primera línea defensiva, debido a que sus defensores se habían sido eliminados o estaban desmoralizados tras varios días de intensos bombardeos. Al mediodía, los regimientos soviéticos de cabeza habían alcanzado la segunda línea defensiva, pero su progresión fue detenida al encontrarse una oposición más consistente, obligando a los comandantes soviéticos a utilizar sus fuerzas de reserva. Tres horas más tarde, la segunda línea de defensa fue traspasada en varios puntos.
Especialmente amarga fue lucha que tuvo lugar en las cercanías de la fortaleza VIII. Construida a finales del siglo XIX y modernizada, sus gruesos muros y su profundo foso, la hacían invulnerable a todo asalto frontal. A pesar de intenso fuego de artillería, sus defensores impidieron eficazmente cualquier tentativa de acercarse a las paredes del reducto. Solamente al amparo de la oscuridad las fuerzas soviéticas fueron capaces de alcanzar el foso y con el uso de explosivos de abrir alguna brecha en sus muros.
En el eje de ataque principal en el norte, el ataque se inició al mismo tiempo. Al mediodía, la primera línea de defensa había caído y la segunda línea se vio fuertemente sacudida y rota en varios lugares. Sin embargo, por la tarde, la progresión se hizo cada vez más lenta, especialmente en el flanco derecho, donde fuerzas alemanas estacionadas en la periferia occidental de la ciudad (el llamado Grupo Samland, y que incluía la mermada Grossdeutschland Panzergrenadier Division) intentaron varios ataques de flanco.
Mientras la fortaleza V, considerada la mejor fortificación de todo Königsberg, presentó una fuerte resistencia. Ante tal situación, los comandantes soviéticos decidieron rodearla y dejarla atrás, dejando tropas en la retaguardia para en el momento oportuno preparar un nuevo asalto.
Al anochecer, la batalla quedó atascada lo que permitió a ambas bandos consolidar sus líneas, reagrupar sus fuerzas y llevar las reservas a la línea del frente. Este primer día había tenido resultados diversos, ya que la progresión soviética no era tan buena como se esperaba. Sin embargo, tanto las defensas ciudad como la moral de los defensores estaban muy dañados, y las tropas, incluidos los oficiales, comenzaron a entregarse regularmente.
Durante este primer día de asalto, el mal tiempo impidió a las tropas soviéticas el uso de bombardeos de precisión con el efecto deseado. Además, aún fortificado, el terreno conquistado por las tropas soviéticas durante dicho día no estaba tan densamente poblado como la centro de la ciudad, por lo que se pudieron evitar momentáneamente los problemas asociados con la guerra urbana.
Segundo día: 7 de abril de 1945
Durante la noche las tropas alemanas intentaron varios contraataques, utilizando sus últimas reservas. A pesar de los amargos enfrentamientos y fuertes pérdidas en ambos bandos, los contraataques fueron repelidos. La peor parte se la llevó el Grupo Samland, el cual desencadenó no menos de una docena de contraataques.
La mejora de las condiciones meteorológicas permitió que el Ejército Rojo hacer un uso eficaz de los bombardeos de precisión a plena luz del día. Así, varios cientos de bombarderos pertenecientes a 1º, 3º y 15º Ejércitos Aéreos, con el apoyo de la aviación de la Flota del Báltico, bombardearon el centro de Königsberg y las cabezas de puente del Grupo Samland.
Mientras tanto, la fortaleza VIII, cercada por las tropas soviéticas, seguía presentando una considerable resistencia. El caso es que después de varios ataques infructuosos, el más astuto plan fue concebido. Con el uso combinado de pantallas de humo para ocultar el avance y lanzallamas para debilitar las posiciones defensivas, varios centenares de hombres lograron cruzar el foso y entrar en la fortaleza, donde se enzarzaron en un siniestro combate cuerpo a cuerpo. Una vez que las defensas externas quedaron debilitadas, tuvo lugar un asalto frontal masivo coronado por el éxito, de modo que el resto de la guarnición se rindió.
Durante este día, el 11º Ejército de Guardias trató de alcanzar el río Pregel, eliminando toda resistencia en el lado sur. Sin embargo, su avance fue frenado en el área central de la ciudad, donde cada edificio tenia que ser tomado literalmente aparte junto con sus defensores. Una escaramuza especialmente dramática fue la que tuvo lugar en la estación principal de tren y sus plataformas, donde casi todos los ferrocarriles se transformaron en un punto caliente, obligando a las tropas soviéticas a utilizar carros de combate y cañones de asalto para poder avanzar, cosa que no evitó padecer grandes pérdidas. Sólo al anochecer dicho sector fue completamente neutralizado, lo cual permitió a los soviéticos acercarse al tercer y último anillo interior de defensa.
En el norte, la fortaleza V, también aislada, presentaba resistencia desesperada. Los zapadores soviéticos finalmente lograron colocar explosivos en la base de sus paredes, practicando brechas que permitieron su asalto directo. Al igual que ocurrió con el asalto a la fortaleza VIII, un duro y salvaje combate cuerpo a cuerpo se desencadenó en el fuerte, el cual se prolongó durante toda la noche, cesando solamente por la mañana cuando las últimas tropas germanas se rindieron.
Al final del día 7, al ver que toda resistencia a ultranza era inútil, el Comandante de la ciudad el General Otto Lasch mediante mensaje radiado al Cuartel General del Führer pidió permiso para rendirse. La respuesta contundente de Hitler fue: "Hay que luchar hasta el último soldado".
Tercer día: 8 de abril de 1945:
Durante la noche el río Pregel fue cruzado por el 11º Ejército de Guardias, y a pesar del nutrido fuego enemigo al amanecer se estableció una cabeza de puente en la orilla opuesta. El 11º Ejército de Guardías continuó su avance y se unió con las tropas soviéticas al norte de la ciudad, completando el cerco y cortando toda comunicación con el Grupo Samland.
Por la tarde, el Mariscal Aleksandr Vasilevsky una vez más pidió a los defensores a rendirse. Esta oferta fue rechazada y las fuerzas alemanas intentaron romper el cerco, atacando tanto desde el centro de la ciudad como desde el flanco derecho a cargo del Grupo Samland. Estos últimos consiguieron avanzar varios kilómetros antes de ser detenidos. Aunque otro nuevo ataque fue preparado, la carencia de defensas antiaéreas germanas permitió que los aviones soviéticos Ilyushin Il-2 en ataque terrestre pudieran destruir un gran número de tropas. En general, durante esta campaña, la aviación soviética, demostró ser muy eficaz.
Para el final del día, estaba claro que los desesperados y heroicos esfuerzos del Grupo Samland de romper el cerco, cambiando la suerte de Königsberg, serían del todo infructuosos . Sin embargo, la victoria estaba lejos de lograrse, ya que casi 40.000 hombres, aunque muchos jóvenes y viejos Volkssturm, se resguardaban en el centro de la ciudad. El caso es que este fue sometido a un sistemático e intenso bombardeo.
Cuatro Día: 9 de abril de 1945
Durante el último día de la batalla la presión soviética fue masiva y constante de modo que los alemanes quedaron desbordados y con las comunicaciones colapsadas, viniéndose la defensa abajo. El General Otto Lasch estimó que después de haber exigido el máximo a la guarnición, y valorando que alargar toda resistencia era inútil, decidió por su propia iniciativa enviar emisarios a negociar la capitulación. A las 18.00 horas, sus emisarios llegaron a las líneas soviéticas, que a su vez enviaron una delegación al bunker de Lasch. Las condiciones de rendición garantizaban la vida, atención médica, comida, trato digno a los soldados y civiles prisioneros, así como la seguridad de permitir el regreso de los prisioneros a sus hogares al finalizar la guerra. Luego de entrevistar a los generales alemanes, el General Vasilievski describiría alarmado el terrible estado de depresión de Lasch. Poco antes de la medianoche, el cese de hostilidades se hizo efectivo.
Sin embargo, tras la rendición las tropas de ocupación rusas llevaron a cabo una campaña de terror encaminada a romper completamente el espíritu de los residentes de Königsberg . Como se describe Isabel Denny, los soldados rusos "saquearon la ciudad, quemaron, robaron, violaron y bebieron". Un número significativo de los alemanes optaron por suicidarse antes que hacer frente a la crueldad rusa.
Por su parte guarnición alemana de Pillau (Grupo Samland) fue asaltado inmediatamente después de la caída de Königsberg (operación Zemland). Las 20.000 tropas alemanas existentes lucharon ferozmente hasta el 26 de Abril de 1945, causando enormes daños a los rusos, pero al final no tuvieron más remedio que claudicar. El esfuerzo de evacuación de la Kriegsmarine terminó poco después que Pillau cayó.
Consecuencias:
Prisioneros alemanes tras la caida de Königsberg
Al enterarse Adolf Hitler de la prematura rendición de Königsberg, montó en cólera y dictó la orden de ejecución inmediata de Otto Lasch. Dicha orden nunca se llevó a cabo, logrando Lasch sobrevivir a la guerra. Sin embargo, los familiares del general fueron arrestados por las autoridades nazis.
El avance ruso a través de Prusia Orietal se caracterizó por el incendio, saqueo y cientos de atrocidades. Una proclama oficial del escritor ruso Ilya Ehrenburg decía: “¡Matad! ¡Matad! No hay inocentes entre los alemanes…Obedeced las instrucciones de nuestro camarada Stalin, destruyendo para siempre la bestia fascista en su refugio. Mancillad el orgullo racial de las mujeres alemanas. Tomadla como botín legitimo” Son muy numerosos los informes de violaciones de civiles alemanas por soldados del Ejército Rojo. Por no entrar en detalles, el libro “Berlín. La caída:1945”, de Anthony Beevor, resulta muy elocuente en cuanto a este tipo de crímenes y tropelías.
Casi el ochenta por ciento Königsberg fue destruida, primero por los bombardeos de la RAF en agosto de 1944 y, a continuación, por los bombardeos soviéticos durante abril de 1945. Casi todos los residentes alemanes que se mantuvieron hasta el final de la guerra, se estima que 200.000 de una población de preguerra de 316.000, fueron expulsados de la ciudad. Muchas personas murieron de hambre y la escasez continuó. Mientras Prusia Oriental era asegurada por las fuerzas rusas, más de 28.000 alemanes fueron enviados a gulags en Rusia, la poca maquinaria conservada se destruyó o fue enviada a las fábricas de Rusia, incluso rebaños de ganado fueron conducidos hacia el este. En Julio de 1946, Königsberg pasó a llamarse Kaliningrado, y comenzó la rusificación de la región. Nombres de ciudades y aldeas durante siglos alemanes fueron cambiados, y se instalaron colonos en su mayoría de rusos (y, en menor medida, bielorrusos y ucranianos), de otras zonas de la Unión Soviética. Esta zona se conoce actualmente como la región (oblast) de Kaliningrado.
En contrapartida, dada la actitud destructiva y revanchista de los soviética, conviene no olvidar los ingentes esfuerzos de la Kriegsmarine (operación Anibal) combinados con los la resistencia feroz de la Wehrmacht en tierra: cada hora de retraso al Ejército Rojo podía significar el rescate adicional de miles de ancianos, mujeres y niños, así como heridos de Prusia Oriental. Se estima que entre enero y mayo de 1945 fueron evacuados cerca de 2.000.000 de personas.
Como epílogo, desde un punto de vista historico-militar, la decisión de la Stavka de desviar importantes recursos del 2º Frente Bielorruso del Mariscal Rokossovsky hacia el norte, a Prusia Oriental, pudo resultar una decisón equivocada, porque obligó al Mariscal Zhukov a detener su avance a Berlín, ya que era Rokossovsky quien cubría su flanco derecho. Hay historiadores que aseguran que si Zhukov no se hubiera detenido momentáneamente, Berlín hubiera sida conquistada a inicios de marzo y la guerra en Europa hubiera acabado semanas antes, de modo que las tropas alemanas atrapadas en Danzig y Königsberg se hubieran rendido sin necesidad de combatirlas.
“Berlín. La caída: 1945”, de Anthony Beevor
"The Fall of Hitler's Fortress City", de Isabel Denny
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Antes de la guerra, la costa del mar Báltico era un lugar pintoresco, Königsberg (actual Kaliningrado) era una ciudad que habia sido fundada en 1255 por el Rey Ottokar II de Bohemia, cuando acudió en ayuda de los caballeros de la Orden Teutónica durante la conquista y cristianización de la región histórica de Prusia, ocupada por los pueblos paganos bálticos. Tanto el castillo teutónico como la catedral de Königsberg representaban bellos edificios, los mercados siempre estaban bulliciosos, y la ciudad había dado grandes hijos tales como el famoso filósofo Immanuel Kant. Cuando la guerra europea explotó, el pasillo polaco quedó abierto, y la ciudad obtuvo mayores libertades de comerciales, y Prusia Oriental quedaba unida a la Gran Alemania. Incluso después de que la Operación Barbarroja se hubiese puesto en marcha, Königsberg se mantuvo en una relativa paz.
El comienzo: Ofensiva de Prusia Oriental
Mapa de operaciones Prusia Oriental de enero-febrero
No obstante, para principios de 1945 Königsberg ya había sido declarada una Festung y el peligro ruso estaba acechando las puertas del suelo patrio germano . El 3º Frente Bielorruso del General Ivan Chernyakhovsky (11º de Guardias, 39º, 43º y 50º Ejércitos; 1º, 3º, 4º y 15º Ejército Aéreos), con aproximadamente 1.500.000 tropas apoyados por varios miles de carros de combate y aviones, iba a ser quien llevaría el peso de la ofensiva de Prusia Oriental, la cual había sido convertida en una gigantesca red de fortificaciones, líneas defensivas y campos minados. La ofensiva soviética comenzó el 13 de enero precedida de un fuerte bombardeo de preparación, y casi fue un fracaso. Las tropas del Ejército Rojo avanzaron el primer día apenas 1,5 kilometros, a través de tres líneas defensivas. En cinco días, a base de un coste muy alto de bajas, las tropas soviéticas avanzaron tan sólo 20 kilómetros y no consiguieron una penetración decisiva en las líneas alemanas. Los defensores tenían la ventaja de contar con densas fortificaciones en el saliente de Insterburg al este de Königsberg, y alrededor de Heilsberg. Sin embargo, a partir del 17 de enero, el 3º Ejército Panzer alemán del General Erhard Raus es en gran parte destruido o se retira hacia Königsberg, mientras que Friedrich Hossbach, General del 4º Ejército, comenzó a encontrarse desbordado por sus flancos. Finalmente el General Chernyakhovsky logró dirigirse hacia Konigsberg el 20 de enero, y en una semana logró sitiar la ciudad, pero cañones de asalto alemanes estratégicamente situados los hicieron retroceder. Sin embargo los soviéticos se recuperaron y entre los días 29 y 30 de enero reestablecieron el asedio (es lo que también se denomina el primer sitio de Königsberg).
Más hacia el sur, el 14 de enero, el 2º Frente Bielorruso del Mariscal Konstantin Rokossovsky atacó a través del río Narew alcanzando en pocos días la orilla oriental del Vístula, así como Marienburg; el 20 de enero recibió la orden de hacer pivotar el eje de su avance hacia el norte, en dirección hacia Elbing. Este súbito cambio de dirección cogió al General Georg-Hans Reinhardt, Comandante en Jefe del grupo de Ejércitos Centro, por sorpresa. Así, el 22 de enero, en el flanco derecho de Rokossovsky el 3º Cuerpo de Caballería de la Guardia capturó la importante ciudad de Allenstein, amenazando directamente la retaguardia del 4º Ejército de Hossbach. Antes del 24 de enero, las unidades de vanguardia del 5º Ejército Acorazado de la Guardía de Rokossovsky habían alcanzado las orillas del Frisches Haff (actualmente laguna del Vístula), cortando por tierra toda comunicación con el resto de Alemania. De modo que todo el 4º Ejército alemán, junto con varias divisiones del 2º Ejército, quedaron atrapados en una bolsa centrada en Prusia Oriental. No obstante, los refugiados todavía podían cruzar a pie a Danzig, pues los alemanes conservaban el brazo de arena del Frische Nerugh y a que el Frisches Haff estaba cubierto por una capa de 30 centímetros de hielo. A su vez, ya desde el 20 de enero Hossbach, contraviniendo órdenes, había comenzado a retirar sus unidades más alejadas en la festung de Lötzen (piedra angular en la defensa de la línea defensiva de los lagos Masurianos) y con una serie de marchas forzadas trató abrirse camino hacia el oeste.
Tanto Reinhardt como Hossbach estaban resueltos a romper el cerco de Rokossovsky. Su ataque, concebido a modo de ariete para posibilitar también la huida de civiles, comenzó el 26 de enero. Tal repentina ofensiva aplastó al 48º Ejército soviético y a punto estuvo de alcanzar Elbing, ciudad en la que el 2º Ejército alemán se había hecho fuerte. Sin embargo, después de tres días de lucha con frío extremo y abundante nieve, el ataque germano fue finalmente rechazado. Consecuencia del fracaso, Reinhardt y Hossbach fueron relevados por Hitler, mientras que las unidades implicadas en la ofensiva se vieron obligadas a retirarse al Kessel (“caldero”) de Heiligenbeil (actual Mamonovo), un reducto de espaldas al Frisches Haff y al suroeste de Königsberg, con 600.000 civiles atrapados.
Para entonces, el 3º Frente Bielorruso había acorralando los restos del 3º Ejército Panzer entre Königsberg y la península de Samland. Además las fuerzas del 1º Frente Báltico de Hovhannes Bagramyan capturaron el 28 de enero la largamente disputada ciudad de Memel (actual Klaipeda). Por su parte los alemanes evacuaron los restos de las divisiones (58ª y 95ª Divisiones de infantería) que defendían la ciudad y los redistribuyeron en la Samland para reforzar sus defensas.
El sitio
El 25 de enero de 1945, en un reconocimiento tácito de que las fuerzas alemanas en Prusia Oriental y la bolsa de Curlandia quedaban muy por detrás de la nueva línea de frente, Hitler rebautizó tres Grupos de Ejército. El Grupo del Ejército del Norte se convirtió en el Grupo de Ejército de Curlandia; el Grupo Ejército de Centro (es decir, el ejército rodeado en la bolsa de Königsberg) se convirtió en el Grupo de Ejército Norte y el “Grupo de Ejército A” pasó a denominarse el Grupo de Ejército Centro.
No obstante, fuerzas del ahora redesignado Grupo del Ejército Norte estaban comprimidas en tres bolsas consecuencia de los feroces ataques soviéticos: uno entorno a Königsberg, otro en la península adyacente Samland con salida al puerto báltico de Pillau (actual Baltijsk) y otro, finalmente, en la costa suroeste del Frisches Haff (en el kessel de Heiligenbeil).
Refugiados en Pillau
Para finales de enero de 1945 el 3º Frente Bielorruso había rodeado Königsberg por todo el lado terrestre, cortando la carretera hacia la península Samland hasta el puerto de Pillau, atrapando en Königsberg al 3 º Ejército Panzer y alrededor de 200.000 civiles sin apenas alimentos. Las provisiones para civiles eran tan escasas que estos se enfrentaron con tres sombrías alternativas:
- Permanecer en la ciudad y morir de hambre (las raciones se redujeron durante el asedio a 180 gramos de pan al día).
- Cruzar las líneas del frente y mendigar a la caridad de los soviéticos.
- Cruzar el hielo del Frisches Haff a Pillau en la esperanza de encontrar un lugar en un barco y ser evacuado, o desde allí andar con sus pertrechos por el estrecho brazo de arena del Frisches Nehrung hacia Gotenhafen o Danzig.
Erich Koch
Cientos optaron por cruzar la línea de frente, mientras que cada día alrededor de 2.000 mujeres y niños emprendían el arriesgado viaje a pie, sobre el hielo, de cruzar hacia Pillau. A su regreso de una visita a Berlín, el Gauleiter de la Prusia Oriental, Erich Koch, quien había ordenado a los defensores de Königsberg luchar hasta que no quedase un hombre con vida, optó por permanecer en la relativa seguridad de Pillau para organizar la evacuación en vez regresar a la capital de la Prusia Oriental. El 26 de enero, miles de refugiados fueron muertos mientras esperaban ser evacuados al estallar un depósito de municiones después de un ataque aéreo ruso. El primer vapor que zarpó de Pillau con 1.800 civiles y 1.200 heridos no llegó a un lugar seguro hasta el 29 de enero. En la madrugada del 12 de febrero, el barco hospital General Von Steuben fue torpedeado y hundido desde el submarino soviético S-13 tras partir de Pillau con 2.680 heridos, de los cuales se ahogaron casi todos. Por su parte la Kriegsmarine a parte del empleo de todo tipo de embarcaciones para la evacuación (operación Anibal) prestaba apoyo naval con los cañones pesados de los cruceros como el Admiral Scheer y Lützow. A lo largo de febrero, hubo combates desesperados debido a que los alemanes trataron de establecer un estrecho corredor entre Königsberg y la Samland. Pero durante un tiempo, las tropas soviéticas tuvieron éxito en la ruptura de dicho pasillo, dejando completamente aislada la ciudad de Königsberg.
Tropas soviética entrando en Frauenburg el 9 de febrero.
Con todo, el 19 de febrero, el 3º Ejército Panzer aislado en Königsberg lanzó un decidido ataque en dirección a Pillau, obligando a los soviéticos a retroceder con grandes pérdidas. El ataque fue encabezado por un carro T-34 soviético capturado por la 1 ª División de Infantería alemana que desde Königsberg logró unirse al XXVIII del Cuerpo del General Hans Gollnick, disperso por la península Samland, incluido el vital puerto de Pillau. Con la captura de la ciudad de Metgethen, la 1 ª División abrió el camino para que la 5 ª División Panzer se uniese a las fuerzas de Gollnick cerca de la ciudad de Gross Heydekrug al día siguiente. Los alemanes aprovecharon la nueva situación para solidificar las defensas de la zona, reabriendo el corredor terrestre de Königsberg a Pillau, de modo que se intensificó la entrega de suministros vía marítima y la evacuación de heridos y refugiados, a través del pequeño puerto de Pillau en el extremo de la península de Samland. No obstante persistía el peligro de ataques con torpedos a los buques.
Iván Chernyakhovsky
Entre el 13 y 29 de marzo (Operación Braunsberg) los soviéticos atacaron al 4º Ejército Alemán que se encontraba en el kessel de Heiligenbeil. Al concluir la batalla, el 4º Ejército había desaparecido y sin descansar las tropas soviéticas avanzaron de nuevo contra Königsberg. Señalar que durante dichos combates el General Ivan Chernyakhovsky cayó en acción cerca Mehlsack (la ciudad de Insterburg actualmente se llama Chernyakhovsky en su honor), su sucesor pasó a ser el Mariscal Aleksandr Vasilevsky. Para principios de abril la línea principal de frente se había trasladado varios cientos de kilómetros hacia el oeste, y la captura de la ciudad se convirtió en una prioridad secundaria para los soviéticos. Aun así, la guarnición permanecía intacta y no mostraba signos de rendirse. Con el tiempo, el mando soviético decidió capturar la ciudad por asalto en vez de asediarla.
Preparando el asalto
Defensas de Königsberg
Asaltar Königsberg no iba a ser una tarea fácil. La guarnición de la ciudad la constituían cinco divisiones reforzadas, con un total de 130.000 efectivos, los cuales estaban parapetados tras un potente anillo de posiciones defensivas construidas en 1888, que incluía 15 fuertes interconectados por túneles e que integraban alojamientos para la tropa. Era tal su solidez que éstos habían sido diseñados para resistir el bombardeo de los cañones pesados que se estaban elaborando en aquella época tras el asedio de París. Los alemanes seguían manteniendo el estrecho pasillo terrestre con la península Samland. De modo que si los soviéticos pretendían la captura de la ciudad previamente tendrían que romper este vínculo. A la espera de tal suceso, las tropas alemanas en la península, el redenomidado “Grupo Samland”, estaban preparados para el contraataque y evitar que esto sucediera.
Königsberg era, según Winston Churchill, "una fortaleza modernizada fuertemente defendida". Tres círculos concéntricos de fortificaciones rodeaban la ciudad: el anillo exterior reforzado por los 15 fuertes a las afueras de la ciudad; el anillo central en la periferia de la ciudad; y el centro urbano, en sí mismo una fortaleza, preparado para la lucha con defensas contra carro , barricadas y campos de minas, además de varios pequeños fuertes.
Para hacer frente a esa potencia defensiva, la Stavka (Alto Mando Soviético) había previsto un considerable apoyo de la aviación y la artillería, con densidades que podían alcanzar los 250 cañones por kilómetro en algunos sectores. Las tropas alemanas fueron también sometidas a la propaganda, explicando que su resistencia resultaría inútil, que la línea del frente quedaba lejos, detrás de ellos, que estaban atrapados en un “bolsa” y que lo mejor sería entregarse. Sin embargo, esta propaganda surtiría un efecto escaso o nulo.
Después de cuatro días de bombardeos de preparación artillera y bombardeos aéreos, el asalto soviético comenzó el 6 de abril. Dicha operación fue planeada para ser "estilo estrella". Es decir, las tropas atacarían desde diversos puntos a lo largo de todo el perímetro para confluir en el centro de la ciudad, dividiendo compartimentadamente a los defensores en grupos aislados incapaces de apoyo mutuo. Había dos frentes principales:el Norte (constituido por el 39º y 43º Ejércitos) y el Sur (con el 11 º Ejército de Guardias). El 50 º Ejército estaba estacionado en la parte noreste del frente, pero sólo actuó de manera limitada en el transcurso de las operaciones ofensivas.
El asalto
Ataque soviético de Königsberg del 6-9 de abril
Primer día: 6 de abril de 1945
fuerte de Königsberg
En la parte sur del frente, el ataque comenzó al amanecer con un intenso bombardeo de cañones y cohetes Katiuska, de una duración de tres horas, seguido por la primera oleada de ataque, constituida por 137.000 soldados, apoyados por 530 carros de combate y 2.400 aviones . Las divisiones de fusileros soviéticas rápidamente sobrepasaron la primera línea defensiva, debido a que sus defensores se habían sido eliminados o estaban desmoralizados tras varios días de intensos bombardeos. Al mediodía, los regimientos soviéticos de cabeza habían alcanzado la segunda línea defensiva, pero su progresión fue detenida al encontrarse una oposición más consistente, obligando a los comandantes soviéticos a utilizar sus fuerzas de reserva. Tres horas más tarde, la segunda línea de defensa fue traspasada en varios puntos.
Especialmente amarga fue lucha que tuvo lugar en las cercanías de la fortaleza VIII. Construida a finales del siglo XIX y modernizada, sus gruesos muros y su profundo foso, la hacían invulnerable a todo asalto frontal. A pesar de intenso fuego de artillería, sus defensores impidieron eficazmente cualquier tentativa de acercarse a las paredes del reducto. Solamente al amparo de la oscuridad las fuerzas soviéticas fueron capaces de alcanzar el foso y con el uso de explosivos de abrir alguna brecha en sus muros.
En el eje de ataque principal en el norte, el ataque se inició al mismo tiempo. Al mediodía, la primera línea de defensa había caído y la segunda línea se vio fuertemente sacudida y rota en varios lugares. Sin embargo, por la tarde, la progresión se hizo cada vez más lenta, especialmente en el flanco derecho, donde fuerzas alemanas estacionadas en la periferia occidental de la ciudad (el llamado Grupo Samland, y que incluía la mermada Grossdeutschland Panzergrenadier Division) intentaron varios ataques de flanco.
Mientras la fortaleza V, considerada la mejor fortificación de todo Königsberg, presentó una fuerte resistencia. Ante tal situación, los comandantes soviéticos decidieron rodearla y dejarla atrás, dejando tropas en la retaguardia para en el momento oportuno preparar un nuevo asalto.
Al anochecer, la batalla quedó atascada lo que permitió a ambas bandos consolidar sus líneas, reagrupar sus fuerzas y llevar las reservas a la línea del frente. Este primer día había tenido resultados diversos, ya que la progresión soviética no era tan buena como se esperaba. Sin embargo, tanto las defensas ciudad como la moral de los defensores estaban muy dañados, y las tropas, incluidos los oficiales, comenzaron a entregarse regularmente.
Durante este primer día de asalto, el mal tiempo impidió a las tropas soviéticas el uso de bombardeos de precisión con el efecto deseado. Además, aún fortificado, el terreno conquistado por las tropas soviéticas durante dicho día no estaba tan densamente poblado como la centro de la ciudad, por lo que se pudieron evitar momentáneamente los problemas asociados con la guerra urbana.
Segundo día: 7 de abril de 1945
Durante la noche las tropas alemanas intentaron varios contraataques, utilizando sus últimas reservas. A pesar de los amargos enfrentamientos y fuertes pérdidas en ambos bandos, los contraataques fueron repelidos. La peor parte se la llevó el Grupo Samland, el cual desencadenó no menos de una docena de contraataques.
La mejora de las condiciones meteorológicas permitió que el Ejército Rojo hacer un uso eficaz de los bombardeos de precisión a plena luz del día. Así, varios cientos de bombarderos pertenecientes a 1º, 3º y 15º Ejércitos Aéreos, con el apoyo de la aviación de la Flota del Báltico, bombardearon el centro de Königsberg y las cabezas de puente del Grupo Samland.
Mientras tanto, la fortaleza VIII, cercada por las tropas soviéticas, seguía presentando una considerable resistencia. El caso es que después de varios ataques infructuosos, el más astuto plan fue concebido. Con el uso combinado de pantallas de humo para ocultar el avance y lanzallamas para debilitar las posiciones defensivas, varios centenares de hombres lograron cruzar el foso y entrar en la fortaleza, donde se enzarzaron en un siniestro combate cuerpo a cuerpo. Una vez que las defensas externas quedaron debilitadas, tuvo lugar un asalto frontal masivo coronado por el éxito, de modo que el resto de la guarnición se rindió.
Durante este día, el 11º Ejército de Guardias trató de alcanzar el río Pregel, eliminando toda resistencia en el lado sur. Sin embargo, su avance fue frenado en el área central de la ciudad, donde cada edificio tenia que ser tomado literalmente aparte junto con sus defensores. Una escaramuza especialmente dramática fue la que tuvo lugar en la estación principal de tren y sus plataformas, donde casi todos los ferrocarriles se transformaron en un punto caliente, obligando a las tropas soviéticas a utilizar carros de combate y cañones de asalto para poder avanzar, cosa que no evitó padecer grandes pérdidas. Sólo al anochecer dicho sector fue completamente neutralizado, lo cual permitió a los soviéticos acercarse al tercer y último anillo interior de defensa.
En el norte, la fortaleza V, también aislada, presentaba resistencia desesperada. Los zapadores soviéticos finalmente lograron colocar explosivos en la base de sus paredes, practicando brechas que permitieron su asalto directo. Al igual que ocurrió con el asalto a la fortaleza VIII, un duro y salvaje combate cuerpo a cuerpo se desencadenó en el fuerte, el cual se prolongó durante toda la noche, cesando solamente por la mañana cuando las últimas tropas germanas se rindieron.
Al final del día 7, al ver que toda resistencia a ultranza era inútil, el Comandante de la ciudad el General Otto Lasch mediante mensaje radiado al Cuartel General del Führer pidió permiso para rendirse. La respuesta contundente de Hitler fue: "Hay que luchar hasta el último soldado".
Tercer día: 8 de abril de 1945:
Durante la noche el río Pregel fue cruzado por el 11º Ejército de Guardias, y a pesar del nutrido fuego enemigo al amanecer se estableció una cabeza de puente en la orilla opuesta. El 11º Ejército de Guardías continuó su avance y se unió con las tropas soviéticas al norte de la ciudad, completando el cerco y cortando toda comunicación con el Grupo Samland.
Por la tarde, el Mariscal Aleksandr Vasilevsky una vez más pidió a los defensores a rendirse. Esta oferta fue rechazada y las fuerzas alemanas intentaron romper el cerco, atacando tanto desde el centro de la ciudad como desde el flanco derecho a cargo del Grupo Samland. Estos últimos consiguieron avanzar varios kilómetros antes de ser detenidos. Aunque otro nuevo ataque fue preparado, la carencia de defensas antiaéreas germanas permitió que los aviones soviéticos Ilyushin Il-2 en ataque terrestre pudieran destruir un gran número de tropas. En general, durante esta campaña, la aviación soviética, demostró ser muy eficaz.
Para el final del día, estaba claro que los desesperados y heroicos esfuerzos del Grupo Samland de romper el cerco, cambiando la suerte de Königsberg, serían del todo infructuosos . Sin embargo, la victoria estaba lejos de lograrse, ya que casi 40.000 hombres, aunque muchos jóvenes y viejos Volkssturm, se resguardaban en el centro de la ciudad. El caso es que este fue sometido a un sistemático e intenso bombardeo.
Cuatro Día: 9 de abril de 1945
Durante el último día de la batalla la presión soviética fue masiva y constante de modo que los alemanes quedaron desbordados y con las comunicaciones colapsadas, viniéndose la defensa abajo. El General Otto Lasch estimó que después de haber exigido el máximo a la guarnición, y valorando que alargar toda resistencia era inútil, decidió por su propia iniciativa enviar emisarios a negociar la capitulación. A las 18.00 horas, sus emisarios llegaron a las líneas soviéticas, que a su vez enviaron una delegación al bunker de Lasch. Las condiciones de rendición garantizaban la vida, atención médica, comida, trato digno a los soldados y civiles prisioneros, así como la seguridad de permitir el regreso de los prisioneros a sus hogares al finalizar la guerra. Luego de entrevistar a los generales alemanes, el General Vasilievski describiría alarmado el terrible estado de depresión de Lasch. Poco antes de la medianoche, el cese de hostilidades se hizo efectivo.
Sin embargo, tras la rendición las tropas de ocupación rusas llevaron a cabo una campaña de terror encaminada a romper completamente el espíritu de los residentes de Königsberg . Como se describe Isabel Denny, los soldados rusos "saquearon la ciudad, quemaron, robaron, violaron y bebieron". Un número significativo de los alemanes optaron por suicidarse antes que hacer frente a la crueldad rusa.
Por su parte guarnición alemana de Pillau (Grupo Samland) fue asaltado inmediatamente después de la caída de Königsberg (operación Zemland). Las 20.000 tropas alemanas existentes lucharon ferozmente hasta el 26 de Abril de 1945, causando enormes daños a los rusos, pero al final no tuvieron más remedio que claudicar. El esfuerzo de evacuación de la Kriegsmarine terminó poco después que Pillau cayó.
Consecuencias:
Prisioneros alemanes tras la caida de Königsberg
Al enterarse Adolf Hitler de la prematura rendición de Königsberg, montó en cólera y dictó la orden de ejecución inmediata de Otto Lasch. Dicha orden nunca se llevó a cabo, logrando Lasch sobrevivir a la guerra. Sin embargo, los familiares del general fueron arrestados por las autoridades nazis.
El avance ruso a través de Prusia Orietal se caracterizó por el incendio, saqueo y cientos de atrocidades. Una proclama oficial del escritor ruso Ilya Ehrenburg decía: “¡Matad! ¡Matad! No hay inocentes entre los alemanes…Obedeced las instrucciones de nuestro camarada Stalin, destruyendo para siempre la bestia fascista en su refugio. Mancillad el orgullo racial de las mujeres alemanas. Tomadla como botín legitimo” Son muy numerosos los informes de violaciones de civiles alemanas por soldados del Ejército Rojo. Por no entrar en detalles, el libro “Berlín. La caída:1945”, de Anthony Beevor, resulta muy elocuente en cuanto a este tipo de crímenes y tropelías.
Casi el ochenta por ciento Königsberg fue destruida, primero por los bombardeos de la RAF en agosto de 1944 y, a continuación, por los bombardeos soviéticos durante abril de 1945. Casi todos los residentes alemanes que se mantuvieron hasta el final de la guerra, se estima que 200.000 de una población de preguerra de 316.000, fueron expulsados de la ciudad. Muchas personas murieron de hambre y la escasez continuó. Mientras Prusia Oriental era asegurada por las fuerzas rusas, más de 28.000 alemanes fueron enviados a gulags en Rusia, la poca maquinaria conservada se destruyó o fue enviada a las fábricas de Rusia, incluso rebaños de ganado fueron conducidos hacia el este. En Julio de 1946, Königsberg pasó a llamarse Kaliningrado, y comenzó la rusificación de la región. Nombres de ciudades y aldeas durante siglos alemanes fueron cambiados, y se instalaron colonos en su mayoría de rusos (y, en menor medida, bielorrusos y ucranianos), de otras zonas de la Unión Soviética. Esta zona se conoce actualmente como la región (oblast) de Kaliningrado.
En contrapartida, dada la actitud destructiva y revanchista de los soviética, conviene no olvidar los ingentes esfuerzos de la Kriegsmarine (operación Anibal) combinados con los la resistencia feroz de la Wehrmacht en tierra: cada hora de retraso al Ejército Rojo podía significar el rescate adicional de miles de ancianos, mujeres y niños, así como heridos de Prusia Oriental. Se estima que entre enero y mayo de 1945 fueron evacuados cerca de 2.000.000 de personas.
Como epílogo, desde un punto de vista historico-militar, la decisión de la Stavka de desviar importantes recursos del 2º Frente Bielorruso del Mariscal Rokossovsky hacia el norte, a Prusia Oriental, pudo resultar una decisón equivocada, porque obligó al Mariscal Zhukov a detener su avance a Berlín, ya que era Rokossovsky quien cubría su flanco derecho. Hay historiadores que aseguran que si Zhukov no se hubiera detenido momentáneamente, Berlín hubiera sida conquistada a inicios de marzo y la guerra en Europa hubiera acabado semanas antes, de modo que las tropas alemanas atrapadas en Danzig y Königsberg se hubieran rendido sin necesidad de combatirlas.
“Berlín. La caída: 1945”, de Anthony Beevor
"The Fall of Hitler's Fortress City", de Isabel Denny
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