“The Pacific” hace buen trabajo en cuanto a recrear la mayor parte de cosas que ocurrieron esa noche, desde el punto de vista de muchos de los participantes. Así pues, vemos como Briggs reporta al centro de mando de Puller la presencia de japoneses rodeándole, y como se le ordena que se retire. Según Hammel, Puller habia ordenado esa tarde que todos los puestos de mando a nivel compañía y pelotón estuviesen interconectados por teléfono, y que todas las líneas fuesen verificadas.
Quizá el único “pero” fuerte que un servidor le pone a la recreación de los hechos en esa noche, es que es una visión demasiado “minimalista”. Sumando el que la acción se desarrolla de noche con la cosa de presentarnos mas o menos lo que ve Basilone, parecería que solo el y sus muchachos estaban defendiendo ese perímetro, creo que apenas si hay dos secuencias de un segundo en que se ve que hay mas disparos que los ellos efectúan.
Y es que debemos recordar que, aunque era un perímetro algo largo, habia cuando menos unos 600 tipos repartidos en puntos fuertes a lo largo del mismo.
Según el testimonio del capitán Kastumata, ante el fuego continuado de las ametralladoras, pidió apoyo a sus zapadores para que abriesen brechas entre el alambre de púas y también para destruir los nidos de ametralladoras que les estaban diezmando. Desgraciadamente se le comunico que los zapadores habían tenido que abandonar sus explosivos y casi todo su equipo a lo largo de la caminada por el sendero de Maruyama, así que se las arreglaron con lo que tenían.
Algunos de sus esfuerzos se vieron recompensados al poder inhabilitar temporalmente al menos uno de los nidos de ametralladoras de Basilone, Hammel también reporta que algo similar paso con otro puesto en el área de la Cia. “A”. ya sabemos que la pronta acción de Basilone al llevar una de sus armas al enclave donde las dos ametralladoras habían sido puestas fuera de servicio fue vital. Hammel menciona sobre el de la Cia. “A” que aunque todos los operadores de dichas ametralladoras fueron muertos o quedaron incapacitados, dos marines anónimos pudieron manipular una de las Browning enfriadas por agua lo suficientemente bien como para rechazar varios ataques antes de que llegase ayuda.
La gente de Katsumata se estrello contra un muro de fuego que incluía además de las ametralladoras, 18 BAR y dos cañones de 37 mm que no pararon de disparar proyectiles de metralla.
Katsumata trato de rodear con su gente las alambradas, pero fueron atrapados en el acto por fuego de mortero y de ametralladora (el batallón de Puller empleo unas 600 granadas de mortero de 60 mm esa noche). Docenas de sus hombres cayeron y el propio Katsumata recibio dos disparos, uno que le bolo la oreja derecha y otro le hirió la pierna izquierda.
Katsumata pudo ver como su compañía quedo exterminada. Como pudo se incorporo e intento organizar otros dos ataques con los supervivientes, pero la artillería de Don Pedro del Valle comenzó a hacer acto de presencia y todo intento por lograr un avance ordenado fue inútil. Así pues, el segundo batallón se “empantano”, el primer batallón (Mayor Eiji Mizuno) le siguió poco mas tarde con los mismos resultados. El tercer batallón (Mayor Tadao Yoshi) no tuvo mejor suerte ya en la madrugada, un superviviente de dicha unidad, el soldado de primera clase Masao Nakagawa, recordaría :
El tercer batallón avanzo de inmediato, aunque era de noche el enemigo tenia buen campo de tiro. El mayor Yoshi con gran determinación ordeno atacar y cada compañía, de acuerdo con sus indicaciones, inicio el asalto, pero debido a la gran concentración de fuego de ametralladoras y mortero, no se logro romper las líneas enemigas. El batallón tuvo gran dificultad en avanzar y solo una parte pudo seguir. Para el amanecer el fuego enemigo se habia hecho mas intenso y como resultado el tercer batallón (29 de infantería) quedo prácticamente aniquilado.
Es interesante indicar que Katsumata indica como, a diferencia de lo que los estereotipos hollywoodenses manejan, siempre se trato de atacar flanqueando, siendo el principal problema la dificultad para poder controlar y dirigir un ataque de noche y en esas condiciones climaticas, a lo que se debe añadir la potencia de fuego enemiga. Otra cosa que llama la atención fue que cuando Katsumata intento reunir a los supervivientes de su compañía, le costo gran trabajo poder mantenerlos juntos, apenas daba la espalda y literalmente se escabullian, o simplemente se negaban a seguir ordenes. La impresión de una experiencia como ese combate sin lugar a dudas podia mas que cualquier adoctrinamiento o cualquier deseo de morir por el emperador.