Bueno Akeno en modo alguno es mi intención incomodarte insisto en que desde tu absoluta convicción has defendido tu postura de modo admirable pero permíteme que yo mantenga la mía que no es de defensa absoluta de esa teoría pero si defensa de una duda que personalmente considero es razonable.
De todos modos y si se me permite acabaré de poner lo que queda del documental que sin duda apoya las tesis de un gran error en cadena desde el primero al mando, el presidente de EE.UU. entonces al toda su cadena de mandos y equipos de inteligencia
El principal experto en los criptólogos de la 2ª Guerra Mundial es el neoyorkino David Kahn, escritor, historiador y exdirector de New Age.
David Kahn comenta:
“Ninguno de los operadores, y eran muy expertos, captó ninguna transmisión desde los portaviones y quizás y aún más importante es que los mismos japoneses dicen que no hubo transmisiones desde esas naves.”
Quienes abogan por la conspiración sostienen que el motivo de
Roosevelt para permitir un ataque, era que le daría un motivo para entrar en la guerra por la puerta trasera.
Los historiadores tradicionales lo rechazan.
Habla David Kennedy autor de Freedom from Fear ganador además de un premio Pulitzer en el año 2000 por su libro sobre la depresión y la Segunda Guerra Mundial comenta:
“La idea de que un conflicto en el
Pacífico contra
Japón era una justificación para la guerra malinterpreta la estructura del pensamiento estratégico estadounidense de la época.”
“La guerra con
Japón era una distracción y detraía recursos del escenario principal del conflicto que era Europa esto nos lleva a comprender la absolutamente estrafalaria que es la idea de que existiera una conspiración.”
David Kennedy también afirma que
Stinnet malinterpreta el
Pacto Tripartito.
Según
Stinnet el acuerdo exigía que
Alemania acudiera en defensa de
Japón si estuviera en estado de guerra. Pero el
Pacto Tripartito no requería la ayuda germana a menos que
Japón fuese víctima de una agresión.
Dice Kennedy al respecto:
“Los términos concretos desacuerdo obligaban a cada uno de los firmantes ir en ayuda de otro miembro si éste era atacado, y cuando ocurrieron los hechos, de
Pearl Harbor,
Japón no era el atacado era el atacante.”
Kennedy tampoco acepta el argumento de que solo un acto de guerra no provocado llevaría a los estadounidenses a abandonar su firmemente arraigado aislacionismo.
“No hay duda de que sobre
Franklin D. Roosevelt recayó la enorme tarea histórica de convencer al pueblo estadounidense de que tenía intereses en el resultado de ese conflicto, pero a mi entender había tenido éxito al convencer a la mayoría de sus compatriotas de que
EE.UU. debía jugar un papel en ese asunto.”
Kennedy apunta a una enorme asignación aprobada por el
Congreso 9 meses antes de
Pearl Harbor. La
ley de préstamo y arriendo comprometió a
EE.UU a ayudar a
Gran Bretaña mediante el suministro de grandes cantidades de munición, aviones y otro tipo de material bélico esencial,
Todo ello por un valor de sietemil millones de dólares, más de seis veces el presupuesto de defensa de
EE.UU de tres años antes.
Kennedy comenta sobre ello:
“Fue una victoria espectacular para
Roosevelt al superar la fuerte tendencia al aislacionismo del país.”
Otros expertos también discuten la idea de que el informe del capitán
Mac Collum fuera adoptado por el Presidente como hoja de ruta hacia la guerra.
Warren Kimball Profesor de Historia de la Universidad de Rutgers dice:
“Es improbable si no ridículo pensar que no habría una sola indicación errónea en todo el documento, en alguna parte y que ese informe fuese un principio rector.”
Los historiadores también repudian la idea de que el telegrama enviado al almirante Kimmel y al teniente general Short recibido 9 días antes del ataque ordenara bajar la guardia de hecho buena parte del resto del texto da la impresión contraria.
Sobre ello habla David Kennedy:
“La alerta de guerra queda bastante explícito que por razones de tradición, políticas y me atrevo a decir que incluso morales,
EE.UU. querían que los japoneses hicieran el primer disparo, pero el mismo mensaje decía con énfasis, estas órdenes para hacer que los japoneses den el primer paso no deben, repito no deben poner en peligro a ninguna de sus fuerzas, si ello implica comprometer la defensa de su fuerza y personal no lo haga.”
Ahora y tras una nueva declaración de
David Kahn tenemos la de un
Profesor de la Universidad de South Carolina que se queda en una posición más intermedia pero sus palabras no dejan de hacernos ver que de algún modo
Roosevelt tuvo su parte de culpa en el ataque.
Para
David Kahn la culpa por el ataque recae en los mandos de
Pearl Harbor no en
Roosevelt o sus asesores.
Kahn comenta:
“Esos dos comandantes,
Short y
Kimmel tenían una misión allí que era defender
Pearl Harbor, tenían una tarea y no la hicieron.”
Este juicio es demasiado duro según otros historiadores, que afirman que la culpa no acaba en
Kimmel y
Short. Afirman que la historia real no es blanca o negra si no una oscura sombra gris.
Estos especialistas acusan a
EE.UU. de provocar deliberadamente a
Japón y que el ataque a
Pearl Harbor fue un ataque preventivo.
Continuará