Hermes escribió: ↑15 Nov 2020
Gracias Buscaglia!!, tomo nota. Lo buscaré!. Un saludo.
Saludos.
Veo que hace años se trató de la misión aérea italiana en China en el Foro, y se toca el tema norteamericano.
http://www.elgrancapitan.org/foro/viewt ... ilit=China
Un misión extraoficial norteamericana, liderada por el coronel John H Jouett, había creado la Escuela Central de aviación, el centro neurálgico de la incipiente aviación china. Pero en 1934 el Generalísimo les dio la patada y negoció con Roma, que desde 1934 ya les suministraba algunos aparatos. Los asesores italianos formaron a los chinos hasta 1937.
Para 1937 China había conseguido que los aparatos contabilizados fuesen 587, una fuerza aparentemente de entidad. Pero lo cierto es que la realidad era otra. 312 aviones estaban en segunda línea, sin entregar a unidades de combate operativas. Y no pensemos que eran aparatos viejos o de entrenamiento, a menudo se trataba de los modelos más nuevos, que quedaban para unidades en formación de las que nunca salían las nuevas promociones porque se trataba de una especie de "funcionarios aéreos": la familia del cadete había pagado un soborno para colocarlo allí y no había voluntad de que fuese al frente. O estaban almacenados en talleres sin llegar nunca a las condiciones de vuelo porque el negocio era mantener el taller o la línea de ensamblaje.
En un mundo, el de los años treinta, lleno de jóvenes "locos por volar", China era el único caso cuyos pilotos, a menudo, no se planteaban hacerlo jamás. Bueno, locos y locas, porque creo que había una mujer piloto en el Ejército.
Solo 275 aviones habían sido entregados a las unidades operativas. Pero estas escuadrillas, en julio de 1937, declaraban tener sólo 91 aviones en estado de vuelo. Un 33%: otro timo. Y, aún así, a falta de pilotos chinos, volaban algunos mercenarios europeos y norteamericanos. La corrupción imperante había hecho que se comprase mal, no pensando en las necesidades reales, sino en los porcentajes de los sobornos. Así había 15 modelos diferentes de diferentes países. Pero esto no era lo más grave. Lo peor era la actitud de los militares chinos entre quienes, por ejemplo, era impopular el Curtiss 75 "por sus elevadas prestaciones". De esos 275 aviones de primera línea, la mayoría eran norteamericanos y 54 eran italianos.
Como decimos, a falta de pilotos propios, por los campos de aviación chinos pasaron mercenarios norteamericanos pero sin autorización ni impulso del Gobierno de Washington. La cosa comenzó a cambiar en 1937 cuando, más que por los propios avatares bélicos, la misión italiana en China se retira por condicionamientos políticos, en concreto, la alianza con Japón.
En octubre de 1937 madame Chiang pidió al ingeniero Acampora que reiniciase las obras en la SINAW que era la única fábrica china capaz de contribuir significativamente al sector aeronáutico. Pero éste se negó con el argumento de que los japoneses podrían destruir la fábrica cuando quisieran. Probablemente esto era cierto, pero de Roma había llegado la consigna de no colaborar más.El día 12 el Corriere de la Sera adelantó que la misión italiana iba a ser retirada. En noviembre de 1937 Roma reconoció el estado de Manchukuo, lo que hacía imposible mantener la amistad con Chiang. Italia, que durante algunos años había coqueteado y apoyado a los “camisas azules”, el ala filofascista del Kuomintang (sea esto dicho con las debidas matizaciones, pienso como el historiador Nolde que el fascismo es un movimiento europeo; lo de los chinos “camisas azules” para mí era otra cosa, una ideología parcialmente totalitaria que derivaba de algunos principios de Sun-ya-Tsen, en fundador del Kuomingtan), abandonaba a China.
Tras ello la misión aérea italiana fue marginada y el 4 de diciembre el ministerio de Aviación chino invitó a los italianos a abandonar el país. Nueve oficiales y 5 suboficiales, más sus familias, evacuaron el país previa advertencia a los japoneses para que no bombardeasen el tren que los llevaba a Hong-Kong. El 19 de diciembre de 1937 embarcaron desde allí hacia Italia. El 9 de diciembre de 1937 se había cerrado definitivamente la fábrica Sino-Italian National Aircraft de Nanchang debido al avance japonés. Pese a las amplias inversiones, sólo había tenido tiempo de fabricar 3 SM 81 y dejar tres casi terminados en la línea de montaje.
Como los chinos eran políticamente sutiles, en junio de 1937 ya habían traído de Estados Unidos a Chenault en concepto de "agricultor", que preparó la llegada de aviadores mercenarios desde su país. Pero el peso del combate lo llevaba, de momento, la segunda opción china: la misión militar de la URSS. En realidad, las negociaciones con Washington no fructificaron hasta 1940, cuando Chiang ha roto con el comunismo y Rooselvelt envía a China armas bajo la fórmula de Préstamo y Arriendo y se organiza de forma paraoficial en AVG... que no tendrá su bautismo de fuego antes de Pearl.