Re: La Batalla de Inglaterra
Publicado: 14 Ene 2014
Hola a todos
22 de Julio
Los alemanes iniciaron una ofensiva a mediados de julio con pequeños ataques de prueba y salidas para minar embocaduras de puertos . Fue durante una de estas salidas cuando el Hauptmann Hajo Hermann , Staffelkapitan del 7. Staffel del KG 30 , y cuatro de sus tripulaciones despegaron de Zwischenahn , en Alemania occidental, en la tarde del 22 de Julio . Cada uno de los Ju 88 llevaba dos minas magneticas de 495 kg, con destino al puerto de Plymouth.
Arrojar minas al mar desde el aire era una labor un tanto ardua .Tenian que ser soltadas cuando el avión volara a menos de 317 km/h, pues de otro modo el paracaídas estaba expuesto a rasgarse , con el consiguiente deterioro del delicado mecanismo de la mina al entrar en contacto con el agua.Era importante también colocar las minas certeramente en aguas poco profundas y en canales de gran densidad de tráfico , pues las que fueran a parar a cualquier sitio bien podría considerarse como desperdiciadas , esta necesidad de eficacia exigia una latura máxima de 90 metros para su lanzamiento.
Antes del despegue, Herrmann y sus hombres habían estudiado el objetivo detenidamente. Habian decidido acercarse al fondeaderodesde el noroeste a su altitud de crucero de 4,870 metros . Una vez ya sobre Plymouth descenderían a 90metros , dejarían caer sus minas en el canal occidental y escaparían hacia el mar con rumbo suroeste .
Herrmann llego a la altura del objetivo a la hora fijada y observo la línea de la costa y el puerto a la luz de la media luna . Fuera del alcance de su vista , dada la oscuridad , le seguain las otras tripulaciones . El piloto alemán se situó sobre las afueras del nordeste de Plymouth , poniendo rumbo hacia el suroeste. A continuación redujo gases y acciono los frenso de picado, situando bajo las alas , al mismo tiempo que nivelaba el avión, De esta forma hizo que el Junkers adoptara una postura perfectamente horizontal descendiendo a muy poca velocidad , en silencio , con un angulo de 45 grados . Herrmann esperaba que poniendo en practica esta táctica pasaría más tiempo hasta que fuera localizado por el enemigo.
De pronto a la mitad del descenso , Herrmann vio con horror cómo un objeto en forma de enorme salchicha se siluetaba ante sus ojos a la luz de la luna; un globo cautivo.Instintivamente , el piloto alemán intento desviar se bombardero , pero sin resultado.El junkers volaba muy lento y los controles resultaban ineficaces a esta velocidad. Al cabo de unos segundos Herrmann había entado en colisiٕón con el globo. Quizas , ´´ entrado en colisión ´´ no sea la expresión exacta , pues debido al angulo de descenso y a la posición horizontal del avión , sería más exacto decir que el bombardero se ´´ posó ´´ encima del globo.
Para los alemanes que iban a bordo del avión fue una experiencia de lo mas aterradora. El globo estaba lleno de un gas a base de hidrógeno , altamente inflamable, y baja presión; tenía bastante resistencia y soporto la fuerza del impacto, aunque anulando las velocidad del bombardero. Ahora tanto el globo como su desacostumbrada carga caían rápidamente.
´´ Duro solo unos segundos , aunque a mi pareció una hora ´´ , relato Herrmann posteriormente. ´´ Entonces noté que empezaban a encenderse los reflectores ingleses . Nos Habiamos desprendido del globo y seguíamos cayendo sin control , pues casi no llevábamos velocidad de desplazamiento horizontal. Tenía la impresión de estar tocando un piano cayendo desde un edificio de 50 pisos ´´.
Herrmann cerro los frenos de picado con un fuerte golpe a los controles y abrió gases al máximo , pero los mandos todavía no ´´ mordían ´´ . Parecía no haber otra alternativa que abandonar el bombardero , y el piloto grito a los miembros de su tripulación la orden de lanzarse en paracaídas . Un chorro de aire frio entro en el avión al desprenderse la escotilla de escape que comprendía la mitad posterior de la cabina . Entonces , casi en el mosmo instante , los controles empezaron a reaccionar y el junkers se estabilizó a muy pocos metros por encima de la ciudad de Plymouth. Justo a tiempo para los tripulantes alemanes , pues ninguno de ellos había tenido oportunidad de saltar.
A pesar del resplandor de un reflector que había estado siguiendo todas estas cabriolas , Herrmann pudo dirigirse hacia el rompeolas . Estaban ahora , según sus propias palabras , ´´ en la ratonera´´, volando bajo y despacio , entrando de lleno en la bien defendida zona del puerto , erizada de reflectores , que había sido alertada. Herrmann no podía hacer otra cosa que no fuera apretar los dientes , mantener los motores al máximo de su potencia y esperar lo peor . Cuando llego al rompeolas soltó las minas . De todos los puntos llovían trazadoras de antiaéreos , pero el Junkers parecía estar defendido por una fuerza misteriosa y no fue alcanzado.
Una vez fuera del campo de acción de las defensas antiaéreas , Herrmann hizo girar su avión y puso rumbo este , aterrizando sin novedad en Soesteberg, Holanda, después de un vuelo de dos horas con bastante frío. Sorprendentemente , el Junkers 88 no recibió grandes desperfectos después del trato a que había sido sometido : los dos frenos de picado estaban doblados y la pintura del borde de atque de las alas aparecia descascarillada , pero eso era todo . El hecho de que las hélices no estuvieran dobladas , ni tan siquiera señaladas , hace suponer que no llegaron a entrar en contacto con el tejido del globo .
Fuente :
Luftwaffe Editorial San Martin Alfred Price armas libro n° 4
saludos a todos
22 de Julio
Los alemanes iniciaron una ofensiva a mediados de julio con pequeños ataques de prueba y salidas para minar embocaduras de puertos . Fue durante una de estas salidas cuando el Hauptmann Hajo Hermann , Staffelkapitan del 7. Staffel del KG 30 , y cuatro de sus tripulaciones despegaron de Zwischenahn , en Alemania occidental, en la tarde del 22 de Julio . Cada uno de los Ju 88 llevaba dos minas magneticas de 495 kg, con destino al puerto de Plymouth.
Arrojar minas al mar desde el aire era una labor un tanto ardua .Tenian que ser soltadas cuando el avión volara a menos de 317 km/h, pues de otro modo el paracaídas estaba expuesto a rasgarse , con el consiguiente deterioro del delicado mecanismo de la mina al entrar en contacto con el agua.Era importante también colocar las minas certeramente en aguas poco profundas y en canales de gran densidad de tráfico , pues las que fueran a parar a cualquier sitio bien podría considerarse como desperdiciadas , esta necesidad de eficacia exigia una latura máxima de 90 metros para su lanzamiento.
Antes del despegue, Herrmann y sus hombres habían estudiado el objetivo detenidamente. Habian decidido acercarse al fondeaderodesde el noroeste a su altitud de crucero de 4,870 metros . Una vez ya sobre Plymouth descenderían a 90metros , dejarían caer sus minas en el canal occidental y escaparían hacia el mar con rumbo suroeste .
Herrmann llego a la altura del objetivo a la hora fijada y observo la línea de la costa y el puerto a la luz de la media luna . Fuera del alcance de su vista , dada la oscuridad , le seguain las otras tripulaciones . El piloto alemán se situó sobre las afueras del nordeste de Plymouth , poniendo rumbo hacia el suroeste. A continuación redujo gases y acciono los frenso de picado, situando bajo las alas , al mismo tiempo que nivelaba el avión, De esta forma hizo que el Junkers adoptara una postura perfectamente horizontal descendiendo a muy poca velocidad , en silencio , con un angulo de 45 grados . Herrmann esperaba que poniendo en practica esta táctica pasaría más tiempo hasta que fuera localizado por el enemigo.
De pronto a la mitad del descenso , Herrmann vio con horror cómo un objeto en forma de enorme salchicha se siluetaba ante sus ojos a la luz de la luna; un globo cautivo.Instintivamente , el piloto alemán intento desviar se bombardero , pero sin resultado.El junkers volaba muy lento y los controles resultaban ineficaces a esta velocidad. Al cabo de unos segundos Herrmann había entado en colisiٕón con el globo. Quizas , ´´ entrado en colisión ´´ no sea la expresión exacta , pues debido al angulo de descenso y a la posición horizontal del avión , sería más exacto decir que el bombardero se ´´ posó ´´ encima del globo.
Para los alemanes que iban a bordo del avión fue una experiencia de lo mas aterradora. El globo estaba lleno de un gas a base de hidrógeno , altamente inflamable, y baja presión; tenía bastante resistencia y soporto la fuerza del impacto, aunque anulando las velocidad del bombardero. Ahora tanto el globo como su desacostumbrada carga caían rápidamente.
´´ Duro solo unos segundos , aunque a mi pareció una hora ´´ , relato Herrmann posteriormente. ´´ Entonces noté que empezaban a encenderse los reflectores ingleses . Nos Habiamos desprendido del globo y seguíamos cayendo sin control , pues casi no llevábamos velocidad de desplazamiento horizontal. Tenía la impresión de estar tocando un piano cayendo desde un edificio de 50 pisos ´´.
Herrmann cerro los frenos de picado con un fuerte golpe a los controles y abrió gases al máximo , pero los mandos todavía no ´´ mordían ´´ . Parecía no haber otra alternativa que abandonar el bombardero , y el piloto grito a los miembros de su tripulación la orden de lanzarse en paracaídas . Un chorro de aire frio entro en el avión al desprenderse la escotilla de escape que comprendía la mitad posterior de la cabina . Entonces , casi en el mosmo instante , los controles empezaron a reaccionar y el junkers se estabilizó a muy pocos metros por encima de la ciudad de Plymouth. Justo a tiempo para los tripulantes alemanes , pues ninguno de ellos había tenido oportunidad de saltar.
A pesar del resplandor de un reflector que había estado siguiendo todas estas cabriolas , Herrmann pudo dirigirse hacia el rompeolas . Estaban ahora , según sus propias palabras , ´´ en la ratonera´´, volando bajo y despacio , entrando de lleno en la bien defendida zona del puerto , erizada de reflectores , que había sido alertada. Herrmann no podía hacer otra cosa que no fuera apretar los dientes , mantener los motores al máximo de su potencia y esperar lo peor . Cuando llego al rompeolas soltó las minas . De todos los puntos llovían trazadoras de antiaéreos , pero el Junkers parecía estar defendido por una fuerza misteriosa y no fue alcanzado.
Una vez fuera del campo de acción de las defensas antiaéreas , Herrmann hizo girar su avión y puso rumbo este , aterrizando sin novedad en Soesteberg, Holanda, después de un vuelo de dos horas con bastante frío. Sorprendentemente , el Junkers 88 no recibió grandes desperfectos después del trato a que había sido sometido : los dos frenos de picado estaban doblados y la pintura del borde de atque de las alas aparecia descascarillada , pero eso era todo . El hecho de que las hélices no estuvieran dobladas , ni tan siquiera señaladas , hace suponer que no llegaron a entrar en contacto con el tejido del globo .
Fuente :
Luftwaffe Editorial San Martin Alfred Price armas libro n° 4
saludos a todos