442 RCT los japoneses invaden Europa
Publicado: 20 Oct 2007
El Secretario de Guerra Adjunto pasando revista a la guardia de honor del 100º Batallón de Infantería,
442 Regimental Combat Team, en Italia en 1944.
A la izquierda, tras el capitán Young-oak Kim, se ve al general Mark Clark
En los días siguientes al bombardeo de Pearl harbour se presentaron en las oficinas de reclutamiento de Hawaii 12.500 japoneses, en su mayoría ciudadanos ya nacidos en Estados Unidos y muchos de ellos miembros de la Guardia Nacional. Deseaban más que ninguna otra cosa ser destinados a la lucha contra Japón, pero el Ejército dudaba de qué hacer con ellos. Al cabo se decidió integrarlos en un contingente exclusivamente formado por nipoamericanos para ser empleado en Europa como unidad de retaguardia.
El 5 de junio de 1942 se creó el Batallón Provisional Hawaiano con los nipoamericanos que habían prestado servicio en la Guardia Nacional. Se daba la paradoja de que mientras sus familiares eran internados en campos de concentración ellos vestían uniformes del Ejército.
Fueron embarcados de inmediato hacia San Diego, donde se les incorporaron japoneses de California y el 12 de junio de 1942 la unidad cambió su nombre por el de 100º Batallón de Infantería, embrión de lo que llegaría a ser el 442 Regimental Combat Team.
Recibieron un largo adiestramiento en Camp Shelby, Mississipi. Quizá el Ejército esperaba detectar entre ellos signos de deslealtad antes de llegar al combate. Y al fin, el 1 de febrero de 1943 fue activado el 100º Batallón de Infantería: 1.432 hombres bajo el mando del coronel Farrant L. Turner. Los oficiales de compañía eran japoneses.
En Shelby Camp continuaron su entrenamiento otros 2.686 nipoamericanos que irían integrándose en las demás unidades del 442 RTC: el 442 Regimiento de Infantería, el 522º Batallón de Artillería de Campaña y la 232º Compañía de Ingenieros de Combate.
El lema del 442 RCT elegido por los soldados fue: “Go for broke”, una expresión usada en los juegos de cartas en Hawaii para indicar una apuesta de órdago, se podría traducir como: a por todas.
Insignia del 442 RCT
El 100º Batallón de Infantería fue destinado a Argelia, ya liberada, con el propósito de emplearlo en rutinarias tareas de retaguardia: vigilancia de instalaciones militares, protección de convoyes de suministros,... Pero el coronel Turner removió cielo y tierra para que su unidad fuera enviada a primera línea, y sus ruegos no cayeron en oídos sordos. En Italia el avance era ralentizado por la tenaz resistencia alemana. Las bajas se multiplicaban por los duros combates y por las enfermedades. Hacían falta refuerzos, y el 100º Batallón se incorporó a la 34 División de Infantería (la Red Bull Division), una de las cinco divisiones frescas enviadas al frente.
El 26 de septiembre de 1943 los japoneses desembarcaron en Salerno, y al día siguiente entraron en contacto con el enemigo.
La noche del 18 al 19 de octubre la Red Bull Division tomó parte en el segundo cruce del río Volturno, donde el 100º Batallón se dio de bruces con el 29 Regimiento Panzer Grenadier, que mantenía posiciones bien atrincheradas y protegidas con campos de minas, y que además recibió ayuda de una compañía Panzer. El soldado Masao Awakuni fue el primer japonés en destruir un carro de combate alemán. Más adelante Awakuni se revelaría como un excelente servidor de bazooka.
Cinco días duró el choque entre japoneses y alemanes, y aunque el 100º Batallón se desempeñó bien, en conjunto el segundo cruce del Volturno resultó infructuoso.
El 100º Batallón participó más adelante en el tercer cruce del Volturno y en los combates por Montecassino. El coraje de los soldados japoneses en combate les hizo acreedores del sobrenombre de “el batallón del corazón púrpura” por el elevado número de bajas que sufrieron. En febrero de 1944 sus efectivos se habían reducido a 521 hombres, y tuvieron que recibir refuerzos de Camp Shelby.
El 26 de Marzo, con Montecassino todavía en manos alemanas, la Red Bull Division fue enviada a la cabeza de playa de Anzio, donde desde el 22 de enero se libraban enconados combates, aunque en este sector los atacantes eran los alemanes, empeñados en aniquilar a las tropas desembarcadas para desanimar a los aliados a realizar futuros desembarcos. El 28 de marzo reemplazaron a la diezmada Tercera División. Allí lucharon los japoneses hasta la ruptura del cerco el 25 de mayo, cuando el 5º Ejército americano enlazó con las fuerzas de la cabeza de playa.
Con los alemanes en retirada, la Red Bull Division participó en la veloz marcha hacia el norte, en dirección a Roma. La última línea de defensiva antes de llegar a la capital italiana la plantaron los alemanes entre Lanuvia y La Torretto, Fueron necesarias 36 horas de encarnizados combates para superarla, y en la lucha participó el 100º Batallón con tal esmero que seis soldados japoneses recibieron la Cruz de Servicios Distinguidos por esta batalla.
El camino a Roma quedaba abierto. El día 4 de junio de 1944 los aliados entraron en Roma, pero la Red Bull Division no participó en la entrada triunfal. Se le ordenó detenerse el día antes a 11 km de la ciudad, y un día después, el 5 de junio, a las diez de la noche, cruzaron en camión Roma, sin detenerse, para tomar el puerto de Civitavecchia.
Se ha escrito, y todavía es objeto de polémica, que el trato que el general Clark dispensó a la 34 División se debía a la existencia del batallón japonés. Clark quería disfrutar de sus quince minutos de gloria realizando una solemne entrada en Roma. Sabía que en cuanto llegara el inminente día D se sumiría en el olvido el frente italiano, y Clark quería ganar notoriedad antes de que se eclipsara su relevancia pública. Pero la imagen de unos soldados asiáticos, menudos y desarrapados tras semanas de combates ininterrumpidos, no encajaba bien en la foto de su momento triunfal.
Hay quien supone que por eso se mantuvo a toda la 34 División apartada de Roma. Pero no hay pruebas de tal cosa.
A mediados de junio el 100º Batallón de Infantería abandonó la Red Bull Division y se incorporó al 442 Regimental Combat Team, que había llegado por fin a Nápoles, integrado por el 442 Regimiento de Infantería, el 522 Batallón de Artillería de Campaña y la 232 Compañía de Ingenieros de Combate, todas esas unidades integradas por oficiales y tropa de origen japonés.
A lo largo del mes de julio el 442 Regimental Combat Team conquistó las poblaciones de Belvedere, Luciana, y Livorno en medio de duros combates, por los que recibió una citación presidencial. Y en agosto de 1944 fue destinado a Francia para participar en el avance a través de los Vosgos. Se le asignó como objetivo la conquista de la ciudad de Bruyeres, que los japoneses tuvieron que tomar casa por casa y que les mereció una nueva citación presidencial.
En este sector los soldados japoneses del Ejército americano libraron en octubre de 1944 la más famosa de sus batallas:
el rescate del batallón perdido.
El 1/141, primer batallón del 141 Regimiento de Infantería (antigua Guardia Nacional de Texas) había quedado copado por fuerzas alemanas en el valle entre Biffontaine y La Houssiere, un área boscosa de vegetación densa y tupida. Otros dos batallones del 141 habían intentado liberarlo pero tuvieron que desistir tras sufrir cuantiosas bajas.
Hitler había dado órdenes personales de que se evitara por todos los medios el rescate del batallón americano. Quería lograr una victoria simbólica para su máquina de propaganda.
Al 442 RCT se le ordenó rescatar al 1/141, al que ya se conocía como el Batallón Perdido.
El 27 de octubre inició su avance sobre Biffontaine. El terreno era incómodo para la marcha. Cada arbusto y cada matorral debía ser examinado antes de dejarlo atrás, mientras se soportaba ataques esporádicos de francotiradores, de artillería y morteros.
Al anochecer del 28 habían avanzado sólo 1500 metros. Por la noche el frío cortante y la lluvia impedían a los hombres descansar.
El día 29 el avance fue cortado en seco ante una posición extraordinariamente bien protegida. Los alemanes se habían atrincherado en un otero que cerraba el paso en el angosto valle. La estrechez del lugar impedía otra táctica que no fuera el asalto frontal. El 1/141 informaba de que su situación era por completo desesperada, así que no había tiempo para preparación artillera ni para aproximar penosamente algunos Sherman.
Se dio la orden de calar la bayoneta y cargar contra las ametralladoras alemanas, y los japoneses la cumplieron sin titubear: al estilo de la Gran Guerra la infantería se puso en pie y marchó hacia la muerte. El arbolado ofrecía alguna protección a los atacantes, pero las bajas fueron muy numerosas, los hombres caían con profusión, proyectiles de mortero caían sin cesar... Pero los hombres ocupaban el hueco de quienes caían y la carga no se quebrantó. El ímpetu del ataque venció al fin la moral de los alemanes, que no pudieron soportar el ver correr hacia ellos la multitud vociferante de japoneses a los que no parecían importar las bajas. Abandonaron sus posiciones y emprendieron la huída.
El 100/442 quedó diezmado, pero el relevo lo tomó el 2/442, que continuó el avance. La huida de los alemanes había sido tan precipitada que la siguiente colina había quedado desprotegida, y los japoneses se tomaron la revancha, causando a los alemanes 100 muertos y tomándoles 55 prisioneros.
A las 15:00 horas del 30 de octubre, tras cuatro días de combate en el bosque, al fin una avanzadilla conducida por el Sargento Takeo Senzaki, entró en contacto con “el Batallón Perdido".
La operación de rescate costó más bajas que el número de soldados que fueron liberados del cerco. Para rescatar a 221 soldados del 1/141, el 442 RTC sufrió más de 800 bajas, principalmente del 100/442.
Tras la acción de Biffontaine la unidad fue destinado a Italia, y aunque todavía sostuvo alguna escaramuza contra el enemigo ya no libró combates importantes.
Su tasa de bajas resulta sorprendente: un 314% de bajas. Sus miembros recibieron más de 18.000 condecoraciones individuales, además de ocho citaciones presidenciales para la unidad. En su nivel es la unidad más condecorada en toda la historia del Ejército de los Estados Unidos.
Sólo el 100/442, con apenas un millar de efectivos regularmente, recibió una Medalla de Honor del Congreso, 52 cruces de Servicios Distinguidos, 560 Estrellas de Plata, 4.000 Estrellas de bronce y 9.486 Corazones Púrpura.
A pesar de su historial cuando los veteranos del 442 RCT regresaron a su país se encontraron con frecuencia comercios y bares que colocaban en las puertas letreros de “no se admiten japos” y donde no se les atendía, mientras sus familias permanecían encerradas en campos de concentración tras alambres de espino. Hubo veteranos que al regresar a su pueblo se encontraron su casa saqueada o quemada.
A pesar de que en 1946 el presidente Harry S. Truman en un acto solemne en Washington colocó personalmente la banda de una citación presidencial sobre la divisa del 100º Batallón de Infantería, el clima de hostilidad hacia los americanos de origen japonés persistió largo tiempo y el destacado papel del 442 RCT en la guerra quedó sepultado en el olvido.
Esta foto es de después de la guerra
Fuentes:
http://www.homeofheroes.com/moh/nisei/index3_442nd.html
http://members.aol.com/ItalyWW2/442RCT.htm
http://www.globalsecurity.org/military/ ... -442in.htm