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Anton escribió:Un salvador de judíos japonés:
Chiune Sugihara (también conocido como Sempo Sugihara) era un diplomático del Imperio Japonés. En 1939 era viceconsul en Kaunas, capital de Litunia.
Anton escribió:Curiosamente parece que Tokyo no se percató de la irregular actuación del diplomático ni le impuso sanción ninguna, a pesar de que forzosamente tuvo que llamar la atención de alguien. Eso me hace pensar que Sugihara contó a su vez con protectores. Había destacado en 1932 en una misión en Manchuria y tal vez eso le había granjeado el aprecio de algunos de sus superiores. Por otra parte Japón no practicó ninguna política antisemita durante la guerra. Se creó en Shanghai un gueto donde se concentró a 20.000 judíos pero Tokyo se negó a asesinarlos incluso a pesar de las peticiones expresas que le hizo Alemania. Los judíos del gueto de Shangai pudieron sobrevivir a la guerra.
Anton escribió:...simplemente no volveré a escribiren el foro...
Anton escribió:¿Cómo es posible que un viceconsul se dedicara a firmar durante semanas miles de visados irregulares sin que ninguno de sus superiores se percatara.
Creo que es posible que Sugihara fuera descubierto pero no sancionado, quizá para evitar un incidente diplomático con Alemania, o tal vez porque Japón no pecaba de antisemitismo en absoluto. Esta hipótesis me parece sugerente, aunque es indemostrable, claro.
Homenajean al diplomático español que salvó la vida de 5.200 judíos húngaros
Efe - Budapest - 28-10-2008
(laregioninternacional.com) - El diplomático español Ángel Sanz Briz, conocido como el 'ángel de Budapest' por salvar la vida de 5.200 judíos húngaros en 1944, ha sido homenajeado por el Ministerio de Exteriores con una placa conmemorativa descubierta en la fachada de la embajada de España en la capital húngara.
'Rendimos hoy un sentido homenaje a la figura de un insigne diplomático español que supo hacer frente con determinación y coraje a la barbarie del holocausto', dijo la subsecretaria de Exteriores, María Jesús Figa, en el acto. Estuvieron presentes miembros de la familia Sanz Briz, los representantes de diferentes organizaciones judías de Hungría, así como de la vida social y diplomática del país.
La subsecretaria recordó que la Segunda Guerra Mundial fue uno de los periodos 'más oscuros de la historia de la humanidad' y que 'un nutrido grupo de diplomáticos españoles desarrollaron una labor para proteger y salvar la vida de muchos judíos, desde sus oficinas de Berlín, París, Sofía, Bucarest, Atenas y aquí mismo, en Budapest'.
'Con sentida emoción quiero hoy recordar las víctimas húngaras del holocausto y aquellas personas que lograron escapar del mismo y salvar sus vidas, algunas de las cuales hoy nos acompañan. A todas ellas también está dedicada esta placa conmemorativa', agregó.
La vocación humanista de Sanz Briz y la actitud mostrada en el desempeño de su tarea humanitaria 'debe servirnos más allá de imperativo ético y moral, como modelo de comportamiento para la defensa de la vida y de la dignidad de las personas', aseguró la subsecretaria.
Por otra parte, Adela Sanz Briz, hija del ex diplomático, dijo en nombre de la familia que 'a lo largo de su carrera mi padre siempre nos decía: lo que tuve el privilegio de hacer en Budapest es lo más importante que he hecho en mi vida'.
La placa recoge una cita del discurso de el rey Juan Carlos en la Asamblea Nacional de Hungría, en Budapest, el 30 de mayo de 2007 y dice.
'Quiero traer a la memoria la gran labor humanitaria llevada a cabo en 1944, junto con otros colegas extranjeros, por el diplomático español en Budapest Angel Sanz Briz, que lograría salvar tantas vidas de ciudadanos húngaros judíos, algunos de origen sefardí, sobre quienes se cernía un trágico destino', recoge la placa.
Angel Sanz Briz, salvó en 1944 la vida de 5.200 judíos húngaros ofreciéndoles protección diplomática en alguna de las varias casas alquiladas por él mismo, entre ellas, el actual edificio de la embajada de España.
En 1989 fue galardonado con la medalla de los 'Justos entre las naciones' que concede el Gobierno de Israel, y con un diploma de honor de Yad Vashem, la institución que guarda la memoria de seis millones de civiles judíos exterminados durante la guerra.
El historiador Jaime Vándor pidió hoy que se dedique en España una calle al diplomático español Angel Sanz Briz que salvó la vida a 5.200 judíos en la II Guerra Mundial desde su destino en Budapest. Vándor, profesor de Historia del Judaísmo de la Universidad de Barcelona, participó en los actos de homenaje al diplomático, y solicitó en el Instituto Cervantes que las autoridades intenten que el nombre de Sanz Briz 'sea mucho más conocido en España'.
Precisamente, Jaime Vándor, nacido en 1944, estuvo de niño refugiado en la Casa Española del parque 'Szent István' de Budapest, junto a unas 500 personas más que se beneficiaron de las ayudas diplomáticas y salvoconductos que Sanz Briz les facilitó.
El profesor, judío de origen húngaro, puso como ejemplo a Italia, donde más de 100 calles llevan el nombre de Giorgio Perlasca, que siguió la labor iniciada por Sanz Briz, mientras 'en España no existe ninguna que lleve su nombre', lo que considera 'es una gran injusticia'.
Vándor añadió que para hacer más conocida la figura de Sanz Briz sería muy importante redactar una biografía seria y bien documentada, que hasta el momento no existe o también una película.
'Puede ser que haya motivos políticos detrás, pues él servía al régimen de Franco, aunque en este caso en contra de las directrices', opinó el experto, quien fue él mismo un refugiado en una de las llamadas 'Casas Españolas', alquiladas por Sanz, que dieron asilo diplomático a más de 5.000 judíos húngaros.
Asimismo el profesor agregó que 'el gobierno franquista de la época no se enteró de lo que hacía Sanz Briz' en Budapest. De todas formas, Vándor explicó que la Casa Sefarad-Israel hace todo lo posible para que Sanz Briz y los demás Justos entre las Naciones, medalla que concede el Gobierno de Israel, sean conocidos. Asimismo, el profesor saludó que el gobierno español haya introducido el Holocausto en la enseñanza media.
Karl Plagge
Para reconocer sus acciones y honrar su vida, los supervivientes del campamento de trabajo HKP 562 y sus hijos hemos creado este sitio para conmemorar la valentía y las buenas acciones del Mayor Karl Plagge, su benefactor durante el Holocausto. Esperamos que los materiales recogidos aquí documenten sus acciones y recuerden a las generaciones futuras el poder de un hombre valiente dedicado a hacer el bien en mitad del mal.
Karl Plagge nació en Darmstadt, Alemania, el 10 de julio de 1897. Era el hijo de un médico, que murió cuando Karl tenía solamente seis años. Tras graduarse en la escuela secundaria, fue llamado a filas en el ejército y sirvió durante la Primera Guerra Mundial en el frente occidental, participando en las luchas del Somme, Verdún y Flandes. En 1917 fue capturado por los británicos y permaneció internado como prisionero de guerra hasta 1920. Durante su cautiverio contrajo la polio, que derivó en la debilidad de sus piernas, dejándolo parcialmente minusválido. Regresó a casa con 23 años y se inscribió en la universidad de Darmstadt; habría querido ser médico como su padre, pero debido a la mala situación financiera de su familia se vio forzado a cursar una carrera más breve y se graduó en ingeniería mecánica y química en 1924. En 1930 quedó desempleado debido a la depresión mundial. Se inscribió en un curso de química farmacéutica en la universidad de Frankfort y terminó con un nuevo título universitario en 1932. Abrió un pequeño laboratorio farmacéutico en el sótano de la casa de su madre y se las arregló para ganarse la vida. Se casó con una mujer llamada Anke Madsen, pero no tenían hijos.
En 1931, cuando la crisis económica en Alemania era cada vez más grave, el partido nazi de Adolf Hitler empezó a aumentar en popularidad; Hitler prometió el establecimiento del orden y un regreso a la prosperidad económica. Atraído por estas promesas económicas y sociales, Karl Plagge se hizo miembro del partido en 1931. Era inicialmente entusiasta en ayudar al partido nazi para que reconstruyera una Alemania devastada por la guerra y la depresión. Sin embargo pronto descubrió que estaba frecuentemente en desacuerdo con el partido; en primer lugar, descubrió que muchos de los responsables del partido eran unos "Bocazas y fanfarrones" que lo ofendían, igualmente se dio cuenta de que sus teorías raciales estaban faltas de rigor científico y eran estrafalarias. También se sintió molesto por la manera despiadada en la que el partido trató a sus adversarios, encarcelandolos antes de intentar reinsertarlos en la sociedad. Pensaba que estos problemas eran los propios de una nueva organización que se irían mejorando conforme el partido tuviese una mayor base social. Fue nombrado "Jefe de manzana" por el partido nazi, pero después de algunas semanas, disgustado con ese trabajo lo abandono. Aceptó realizar los discursos científicos en un instituto del partido y posteriormente fue nombrado cabeza del instituto de educación técnica del partido. Sin embargo, se negó a tomar parte en cualquier adoctrinamiento ideológico del partido e insistió en que todas conferencias y enseñanzas en su instituto fueran científicas y no ideológicas. Esta actitud le llevó a conflictos cada vez mayores con los jefes locales del partido, que acabaron con su destitución. Plagge fue degradado de su posición y denunciado por tratar de diluir la ideología del partido. También fue acusado de ser amigable con los Judíos y Francmasones a los que dio trabajo en su laboratorio y fue amenazado con tener que responder de ello ante el partido. Tras estos acontecimientos, Plagge, antes idealista quedó totalmente desilusionado con el partido nazi, y se negó no sólo a hacer cualquier tarea en favor del partido, sino que además empezó a actuar en contra de ellos.
En 1934 Plagge encontró trabajo en una firma de ingeniería llamada "Hessenworks". El propietario de esta firma era Kurt Hesse, que estaba casado con una mujer que era mitad judía y esperó que tener un miembro del partido nazi como socio protegería su corporación mercantil de los boicots antisemitas que los Nazis estaban organizando contra cualquier corporación mercantil poseída por Judíos. Con el paso del tiempo, Kurt Hesse y Karl Plagge se hicieron amigos íntimos. Antes de 1938 la atmósfera en Alemania se tornó sumamente peligrosa y amenazadora para cualquier Judío o "No-ario racialmente puro" que vivían en Alemania. Plagge hizo cuanto pudo para ayudar a proteger a su amigo y su familia. En 1938, poco después de la destrucción de "Kristallnatch" de las sinagogas de Darmstadt, Karl Plagge apadrino a Konrad el hijo recién nacido de Hesse. En la primavera de 1939, después de escuchar una alocución estridente hecha por un funcionario del partido, Karl Plagge se dio cuenta de que los Nazis estaban conduciendo a Alemania a la guerra.
http://www.raoulwallenberg.net/?es/prensa/2276.htm
Los nombres del Padre Arrigo Beccari y del Dr. Giusseppe Morealli estan relacionados con el rescate de un centenar de jóvenes judíos. Un grupo de niños huérfanos alemanes, austríacos y yugoslavos habían sido enviados al pueblo de Nonantola, en la Italia central. Don Arrigo Beccari era el maestro del pueblo y el superior del seminario para sacerdotes, y el Dr. Moreali era el médico. Cuando los chicos llegaron, se estableció una cálida relación entre los dos aldeanos, los niños y sus tutores.
El 8 de septiembre de 1943 los alemanes ocuparon el pueblo. Un día, las tropas de las SS estaban acampadas junto donde se hospedaban los muchachos, y los tutores pidieron a Don Beccari que que les ayudara. Sin esperar la autorización de sus superiores, alojó a los niños en el seminario, y dispersó a los mayores y a los tutores en granjas cercanas, procurando enviarles regularmente comida y ropa. Después de recibir un chivatazo, los nazis efectuaron una visita sorpresa al seminario y pidieron al rector que les mostrara a los muchachos que allí se alojaban. El rector “juró” que no habían niños en el monasterio. Los alemanes abandonaron el lugar, pero advirtieron severamente a Beccari por su vulgar comportamiento.
El Padre Beccari visitaba a los niños casi a diario, inspirándoles coraje y esperance. Pese a todo, tanto él como el Dr. Moreali estaban muy preocupados y empezaron a planear como llevarse a los niños hacia el sur de Italia, que ya había sido liberada por los Aliados. Debido al riesgo natural de esta ruta de escape (a través del campo de batalla), el plan fue reemplazado por una huida hacia el norte, hacia la neutral Suiza. Para facilitar las cosas, ambos contactaron con los partisanos anti-fascistas del norte de Italia.
Poco después, el grupo llegó a la frontera suiza por la noche y consiguió entrar en el país. Después de la guerra, los niños inmigraron a Palestina.
www.yadvashem.org/
Eduardo Propper de Callejón (1895 - 1972) fue un diplomático español. Mientras estuvo destacado en la embajada de París, prestó su ayuda para la huida de miles de judíos perseguidos durante la Segunda Guerra Mundial, desde la Francia ocupada hacia España, hechos por los que fue distinguido como Justo entre las Naciones en octubre de 2007.
Cuando se firma el armisticio de 22 de junio de 1940, Propper de Callejón era primer secretario de la Embajada Española en París. Para evitar el saqueo de la colección de arte conservada en el Castillo de Royaumont, propiedad de sus suegros, lo declaró como su residencia principal. Gracias a los consiguientes privilegios diplomáticos, pudo impedir que se expoliasen numerosas obras de arte. Entre ellas se encontraba un tríptico de Van Eyck, uno de los artistas más admirados por Adolf Hitler. Dado que sus suegros eran judíos, era probable que el ejército nazi acabara despojándoles de su colección de arte.
En julio de 1940, desde el consulado de Burdeos, expidió, en colaboración con el cónsul portugués Aristides de Sousa Mendes, más de treinta mil visados a refugiados judíos para que pudieran atravesar España camino de Portugal. Los visados se emitieron eludiendo los trámites ordinarios que exigían las autoridades de Madrid, lo que motivó que Ramón Serrano Suñer, Ministro de Asuntos Exteriores del régimen franquista, transfiriese inmediatamente a Propper de Callejón a Larache (Marruecos). Posteriormente fue también enviado a Rabat, Zúrich, Washington, Ottawa y Oslo. Falleció en Londres en 1972. En vida, nunca fue reconocido públicamente por su heroísmo.
http://judiosenelnortedesefarad.blogspo ... brado.html
Bernardo Rolland de Miota, fue un diplomático español que, desde su posición de Cónsul General de España en París (1939-1943) evitó la confiscación de los bienes de un puñado de judíos sefarditas. Intercedió por 14 judíos españoles enviados al campo de Drancy y organizó la repatriación de otros 77, trabajo que terminó Alfonso Fiscowich. Su actuación en favor de los judíos provocó graves tensiones con las autoridades alemanas de la Francia ocupada y con el entonces Embajador de España, Félix de Lequerica.
Rolland, y otros diplomáticos españoles que cómo él, ayudaron a los judíos a huir del Holocausto, fueron rescatados del olvido el año 2000 cuando el Ministerio de Asuntos Exteriores de España dedicó una página web a su memoria, denominada Diplomáticos españoles durante el Holocausto, siendo Ministro Abel Matutes. Posteriormente, el año 2007, fueron homenajeados otro golpe en una exposición titulada Visados para la libertad organizada por la Casa Sefarad en Madrid.
Bernardo Rolland, Julio Palencia Tubau y Sebastián Romero Radigales han sido propuestos el año 2008 por la Fundación Raoul Wallenberg para ser designados como Justos entre las Naciones, distinción que el estado de Israel a aquellas personas que no siendo de confesión o ascendencia judía, ayudaron a los judíos víctimas de la persecución antisemita durante el Tercer Reich.
http://www.raoulwallenberg.net/?en/savi ... a.2820.htm
Miguel Ángel de Muguiro, diplomático español que, desde su lugar a la Embajada de España en Budapest (Hungría), contribuyó a la salvación de judíos perseguidos por el gobierno pro-alemán de Miklós Horthy. En un ambiente de pogromos, persecuciones por las calles y campos de tránsito organizados por los nazis húngaros de la Cruz Flechada para concentrar a los judíos antes de su envío a los campos de exterminio, Miguel Angel de Muguiro, como Encargado de negocios, escribió a Madrid escandalizado por los registros y las palizas que practicaban los miembros de las SS.
Muguiro, como otros diplomáticos españoles, había rescatado un viejo decreto promulgado por Primo de Rivera en el año 1924, en virtud del cual todos aquellos que demostraran ser de origen sefardita, obtendrían inmediatamente la nacionalidad española. Ocultaban que el decreto había expirado en 1931, pero en Madrid no lo recordaban y los nazis, naturalmente, no lo sabían. Muguiro se acogió a este decreto para solicitar a las autoridades húngaras la protección de los sefarditas. El problema es que en Hungría, sefardites de verdad había muy pocos, no daban ni para llenar un tren.
Sin embargo Muguiro continuó sus esfuerzos e informó en Madrid del negro futuro que esperaba a la comunidad judía. Haciendo valer su condición de diplomático intercedió a favor de todos los judíos que pudo y culminó su obra haciéndose cargo de un cargamento de niños, 500 exactamente, el destino de los cuales era una cámara de gas en Polonia. Consiguió visado para todos y los despachó a Tánger, que en aquellos días era una especie de colonia española. Esta y otras actuaciones le dieron muy mala fama entre húngaros y alemanes, que presentaron una queja a las autoridades españolas. Muguiro fue cesado fulminantemente. Su lugar lo ocupó el secretario de Embajada que, como él, se había estado implicado personalmente en el salvamento del judíos perseguidos. Se lamaba Ángel Sanz Briz, más tarde reconocido con el título de Justo entre las Naciones, junto al diplomático sueco Raoul Wallenberg que, también destinado a Budapest, fue el iniciador de esta acción salvadora.
http://es.wikipedia.org/wiki/Miguel_%C3 ... de_Muguiro
Sebastián Romero Radigales, fue un diplomático español que desde su lugar como Cónsul General de España en Atenas (1943-1944) organizó la repatriación por tierra, mar y aire de los judíos de origen sefardita. Ante las objeciones para su entrada en España, propuso Marruecos. Entre marzo y junio de 1943 48.000 judíos de Salónica fueron deportados al campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau. Romero Radigales actuó para intentar liberar a los deportados sefardíes. Saltándose a las autoridades alemanas, consiguió trasladar 150 sefardíes desde Salónica a Atenas.
Ante la falta de respuesta del régimen de Franco sobre la repatriación de los judíos sefardis, Alemania propuso como solución provisional el suyo internamente a Bergen-Belsen. Romero se opuso rotundamente, pidiendo el internamiento en territorio griego y la exclusión de niños y ancianos, además de que el transporte se realizara en las mejores condiciones posibles. El 13 de agosto de 1943 llegaron a Bergen, después de doce días de viaje, 367 judíos sefardíes, entre ellos 40 menores de 14 años y 17 mayores de 70 años. El Cónsul consiguió evitar la confiscación de los bienes de algunos sefardíes, que llegaron a España entre el 10 y el 13 de febrero de 1944.
Sebastián Romero, Julio Palencia Tubau y Bernardo Rolland de Miota han sido propuestos el año 2008 por la Fundación Raoul Wallenberg para ser designados como Justos entre las Naciones, distinción que el estado de Israel a aquellas personas que no siendo de confesión o ascendencia judía, ayudaron a los judíos víctimas de la persecución antisemita durante el Tercer Reich.
http://es.wikipedia.org/wiki/Sebasti%C3 ... _Radigales
José Rojas Moreno, fue un diplomático español que, desde su posición como Embajador de España en Bucarest (Rumanía) (1941-43) consiguió que se revocasen los decretos de expulsión dictados contra un grupo de judíos sefarditas y la promesa formal que, en el futuro, ninguno de ellos sería expulsado.
Julio Palencia Tubau, fue un diplomático español que, desde su lugar como Ministro de la Embajada de España en Sofía (1940-1943) denunció la legislación antisemita del gobierno búlgaro - que afectaba a 50.000 judíos - y va interceder ante Bulgaria y Alemana para proteger los derechos y bienes de 150 judíos sefardíes. Se enfrentó sin éxito con las autoridades nazis para evitar la ejecución del judío Leon Arie, los hijos del cual adoptó para que pudiesen salir del país y reencontrarse con su madre. El embajador de Alemania en Sofía calificó a Julio Palencia de «fanático anti-alemán» y «amigo de los judíos».
Juan Schwartz Díaz-Flores, diplomático español que, desde su lugar como Cónsul de España en Viena (Austria) contribuyó a la salvación de judíos perseguidos por los nazis.
José Ruiz Santaella, funcionario español del cuerpo diplomático. Como agregado en la embajada de Berlín en los años 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, contribuyó, con la ayuda de su esposa Carmen Schrader, a salvar la vida de Gertrud Neumann, Ruth Arndt y Lina Arndt, perseguidas por su condición de judías por el Tercer Reich.
Luiz Martins de Souza Dantas
Embajador brasileño en Francia, 1940. Extendió visas a cientos de Judíos en la Francia ocupada después de la invasión Nazi en 1940, poniendo en riesgo su carrera diplomática. Souza Dantas estaba a cargo de la misión diplomática brasileña en Francia de 1922 a 1944. Conmovido por lo que luego llamó "un sentimiento cristiano de piedad", otorgó visas diplomáticas para entrar a Brasil a cientos de personas que estaban escapando del Nazismo. Con estas acciones, Souza Dantas salvó cerca de 800 personas del exterminio. En junio de 2003 fue proclamado "Justo entre las Naciones".
Aracy de Carvalho-Guimaraes Rosa
Ayudante del Embajador Brasileño en Berlín. Rosa extendió 80 visas a perseguidos en Berlín, salvando así muchas vidas. Por sus acciones, Rosa recibió el premio de "Justo entre las Naciones".
Aristides de Sousa Mendes
Cónsul General de Portugal en Bordeaux en 1940. Extendió más de 30.000 visas-salvadoras Portuguesas. Diez mil fueron para judíos y 20.000 fueron para otros refugiados. Mendes salvó a la familia real Habsburg entera, incluyendo a la Emperatriz Zita. También salvó al gabinete belga en el exilio. Mendes condujo personalmente a cientos de judíos refugiados a través de un puesto de control de la frontera española. Todas estas actividades para salvar vidas fueron hechas en contra de las órdenes y las políticas de su gobierno. Fue despedido y perdió todas sus propiedades. Murió en la pobreza en Lisboa en 1954. En noviembre de 1995, Portugal restauró su carrera y lo premió con una medalla especial por salvar vidas. Fue el primer diplomático reconocido por el Museo del Holocausto de Jerusalén (Yad Vashem).
Carlos de Almeida Afonseca Sampayo Garrido
Ministro Plenipotenciario, Embajador de Portugal en Budapest de 1939 a 1944. El Dr. Garrido ayudó a un gran número de judíos húngaros que fueron a la misión diplomática portuguesa en 1944 en busca de protección portuguesa. Junto a Branquinho, su sucesor, alquiló causas y departamentos para ocultar y proteger refugiados de la deportación y el asesinato. Fue un instrumento para establecer la política de protección de judíos portugueses en Hungría. En mayo de 1944 fue enviado a Suiza y en numerosas ocasiones intervino a favor de judíos desde su función en Suiza.
Alberto Carlos de Liz-Teixeira Branquinho
Encargado de Negocios en Budapest en 1944. Obtuvo permiso del gobierno portugués para extender salvoconductos para todas las personas que tuvieran parientes en Portugal, Brasil o en las Colonias Portuguesas. Después del 15 de octubre de 1944 hubo una gran demanda de estos documentos. Branquinho fue autorizado para extender 500 salvoconductos, pero de hecho, entregó más de 800. Luego, los portugueses establecieron varios salvoconductos para refugiar a los 800 judíos protegidos. A pesar de los constantes ataques hechos por el Arrow Cross húngara, las casas portuguesas permanecieron relativamente intactas durante la guerra. Él también estableció una oficina de la Cruz Roja Portuguesa en la embajada portuguesa para ocuparse de los judíos refugiados.
Buscaglia escribió:Por cierto, como curiosidad anotar que se cobraba 2.000 francos por pasar un judío a España desde el País Vasco-frances. Un proceso técnicamente fácil en muchos casos, uno de los pasos consistía entrar en la casa por la puerta del lado francés y salir por el huerto, que daba al lado español. Eso sí, si el fugado era francés "no judío" sólo se le cobraban 500 francos.
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