Pero es que los posibles beneficios de tener dos acorazados en el Atlántico en 1941 podían ser mucho mayores que tenerlos en un fiordo noruego en 1942. En un combate 2:1 contra un Revenge (con protección similar al Hood) con un poco de suerte el combate podía durar muy poco, y la posibilidad de acabar con el convoy elevada (dependiendo del estado de la mar y la hora del día, claro), pues los Bismarck podían casi doblar en velocidad a muchos cargueros, y no era necesario esperar a que se hundiesen, bastaba con averiarlos lo suficiente con una andanada para marcar su posición, partir en busca de otro y rematarlos todos al final de la cacería. Si los Scharnhorst hundieron 22 buques, es de esperar que los Bismarck pudiesen hacer al menos otro tanto...Los riesgos tienen que estar en relación con los posibles beneficios. La posible disrupción en las comunicaciones por la presencia de dos acorazados sería temporal, porque su autonomía era bastante limitada (curioso en un barco supuestamente destinado a la guerra de corso). Si se atacaba algún convoy protegido, este se dispersaría mientras durase el combate con la escolta, por lo que, como mucho, se hundiría un barco muy viejo (aunque no era fácil hundir un acorazado al cañón si los pañoles no participaban) y algún mercante. Sin embargo el riesgo de sufrir daños severos no es despreciable. Como mínimo, inundaciones. Como máximo, algún torpedo como el que se llevó el Scharnhorst en Noruega
No puedo estar de acuerdo, los británicos ya habían sufrido los efectos de tener los Scharnhorst, Deutschland y Hipper en el Atlántico, por lo tanto sabían bien el peligro que un buque como el Bismarck podía causarles. Que dedicasen todos sus esfuerzos a su cacería (incluso enviando un buque como el HMS Renown, que suerte que no lo alcanzara...) así lo demuestra.Es decir, estamos arriesgando lo mejor de la flota alemana para intentar hundir unos pocos viejos cascarones. Los ingleses se quedaron mucho más aliviados tras perder el Hood que con el Bismarck en un fiordo noruego.
El desastre del PQ-17 fue el único éxito en toda la guerra de los buques germanos en Noruega como "flota en potencia", pero sólo gracias a un lamentable cúmulo de errores de los británicos. Por lo demás ¿cuántos buques enemigos hundieron en el Ártico los grandes buques sitos en Noruega? ¿Hubiese sido su rendimiento mejor con la adición del Bismarck?. No lo creo...Simplemente una salida en falso causó el desastre del convoy PQ-17. Recordemos que los barcos del PQ-17 eran modernos y rápidos, y su carga mucho más valiosa que lo que solía encontrarse en el Atlántico.
La alternativa lógica es combatir 2:1, y si se dan las circunstancias adecuadas, el convoy también caerá. Por supuesto, si los dos acorazados van acompañados del Prinz Eugen, tanto mejor. La posibilidad de encontrarse con uno de los dos Nelson era bastante remota, pero en ese caso sólo habría que aprovechar la ventaja en velocidad para rehuir el combate. Más complicado aún era encontrarse frente a un portaaviones, porque hasta donde yo sé en 1941 sólo daban escolta a los transportes de tropas. Era mucho más probable encontrarse con convoyes cuya única escolta estuviese formada por cruceros o buques menores que por portaaviones o Nelson...Si se ataca un convoy defendido, una alternativa es rodearlo, un acorazado por cada lado, pero entonces el que se enfrente al acorazado está en mala situación: combatiendo con un enemigo con igual armamento (o incluso superior si era un Rodney) y protección no muy inferior. Un combate de ese tipo tiene muchos boletos para que los dos barcos participantes sufran daños serios. La alternativa es combatir dos contra uno, lo que es mucho menos arriesgado, pero no garantiza atrapar el convoy. Salvo que se una a la fiesta algún crucero… y que no haya cruceros en el convoy escoltado, claro. Y rezar para que no haya portaaviones en el convoy.
Saludos.