En el mes de julio de 1944 la actividad de esta unidad fue frenética, cerca de unos 260 agentes se introdujeron, muchos, a 250 km más allá del frente de combate. A pesar de la complicada situación del frente en ese año, el servicio de inteligencia se tomó en serio el envío de saboteadores a la retaguardia soviética. Convenientemente se realizaba en zonas deshabitadas y boscosas, un buen refugio para este tipo de misiones.
Para estas misiones se utilizó el bimotor Heinkel He 111, pese a cumplir bien su función, se empezó a ver su falta de efectividad por su escasa velocidad, el cielo estaba muy controlado por el radar, la antiaérea, los cazas nocturnos y se requería un avión rápido.
Aunque se utilizaron los Junkers Ju 88 y 188 para estas misiones, adaptando en una góndola ventral unas trampillas especiales de evacuación, estos aviones no estaban diseñados para este tipo de "carga", unos pasajeros suplementarios que a duras penas entraban con un mínimo de equipamiento.



Con estos inconvenientes, se propuso la creación de un contenedor en cuyo interior se acomodarían dos o tres personas con todo el equipamiento necesario. Estos contenedores irían suspendidos en la panza del avión como bombas auxiliares ó depósitos extras de combustible. Se desenganchaba simplemente con pulsar un botón que accionaba el piloto cuando llegaba a la zona del objetivo.
El Instituto Alemán de Investigación de Vuelo sin Motor (Deutschen Forschungsanstalt für Segelflug – DFS) lo consideró como una idea sin sentido, pero rápidamente desarrolló un diseño que podía llevarse debajo de las alas del Ju 188, entre el tren de aterrizaje y el fuselaje. El objeto tenía forma de un cigarro de metal, con el espacio interior dividido en tres compartimentos.
La cámara principal del cilindro estaba forrada de madera contrachapada por el exterior y una envoltura de caucho flexible en el interior. Disponía de tres hamacas enganchadas a unas anillas fijadas a las paredes. El contenedor estaba equipado con un teléfono que permitía a los agentes hablar con el piloto durante el vuelo. Una vez lanzado, los paracaídas se abrían automáticamente y estabilizaban al contenedor en el aire reduciendo su tasa de descenso a 5.6 metros por segundo. Los ocupantes llegaban al suelo con los pies hacia abajo.
Bajo la supervisión del "Deutschen Forschungsanstalt für Segelflug", estos dispositivos se fabricaron a un ritmo de 200 unidades por mes en la fábrica de aviones de la ciudad austriaca de Wiener Neustadt y parte en una fábrica de Freilassing (ciudad situada al sureste de Baviera).
La cápsula no garantizaba al 100% la protección para los agentes. Estaban desprovistos de máscaras de oxígeno y ropa de abrigo. En una ocasión, un Ju-188 fue interceptado por cazas y debió realizar maniobras evasivas para lo cual tomó mayor altitud, olvidando que el “PAG” que portaba carecía de aprovisionamiento de oxígeno. Cuando intentó establecer contacto con el intercomunicador no obtuvo respuesta y, al volver a su aeródromo, descubrieron que uno de los agentes había muerto y los otros sufrido graves efectos de congelamiento. Otro peligro era la falta de protección contra el fuego antiaéreo o los disparos de los aviones, estos "pasajeros" no tenían la posibilidad de escapar.
A pesar de todo esto, las pruebas se consideraron exitosas y se obtuvieron los siguientes resultados: la capacidad de carga fue de 500 kg, de las cuales tres personas con equipos de 100 kg cada una, las 200 restantes estaban en un compartimento del contenedor. La altura mínima de descarga era de 200 metros. No se producía casi una deformación y daño del cuerpo de la cápsula. Posteriormente se desarrolló una versión para dos personas, los agentes se colocaban espalda con espalda y motorizada con una hélice accionada eléctricamente, se utilizaban para arrojarlas en aguas costeras, no se sabe si llegaron a un nivel operativo.


La mayoría se utilizaron en el frente oriental donde, tripulaciones del KG-200 volaron en 97 misiones, desplegando a unos 300 agentes. No cabe duda de que estos agentes debieron ser personas con gran valor y decididas para dejarse caer tras las líneas enemigas dentro de un PAG.


El "Personem Abwurf Gerät" permitió que los agentes pudiesen actuar tras las líneas enemigas portando equipo pesado, sin riesgo de recibir daños en las piernas como podía ocurrir en un aterrizaje normal con paracaídas. Además, dieron la oportunidad de hacer llegar agentes que en virtud de su condición física, por ejemplo personas con cierta discapacidad o ancianos que no podían usar paracaídas convencionales.
Fuentes:
http://www.mundohistoria.org/temas_foro ... -ger-t-pag
https://pikabu.ru/story/personen_abwurf ... er_5963348