Reino de Cerdeña (Fuente: Wikipedia):
El Reino de Cerdeña fue el nombre de las posesiones de la casa de Saboya en 1720, cuando la isla de Cerdeña le fue cedida al rey Víctor Amadeo II de Saboya.
En la edad media, la isla fue dominada por musulmanes, bizantinos, y después teatro de disputas entre pisanos y genoveses. El Regnum Sardinae, en español Reino de Cerdeña, fue creado en 1297 por el papa Bonifacio VIII, y asignado a Jaime II de Aragón, aunque su control real no fue definitivo hasta principios de siglo XV.
El descubrimiento de América provocó que la isla viviera una fase de decadencia, ya que la navegación y el comercio en el Mediterráneo declinó en favor del Atlántico y de la recién descubierta América; aunque adquirió gran importancia militar, al estar Cerdeña en el límite de las posesiones españolas, y convertirse en punta de lanza contra la expansión del imperio Otomano. De Cagliari zarparon grandes flotas españolas contra Túnez y Argel; y su costa fue asaltada y saqueada en varias ocasiones en el siglo XVI por turcos otomanos, franceses y piratas berberiscos, provocando la construcción de torres de vigilancia en todo el litoral.
Después de finalizada la Guerra de Sucesión Española, acabada en 1714, pasa a ser una posesión formal, reconocida por el Tratado de Utrecht, del Imperio austríaco, y Carlos VI del Sacro Imperio Romano Germánico hace efectiva su posesión, habiendo renunciado a cualquier reivindicación al trono español. El año 1720 el emperador cambia la isla de Cerdeña por el Reino de Sicilia, dando origen al nuevo Reino de Cerdeña bajo la Dinastía Saboya, gobernantes del Ducado de Saboya.
La guerra de sucesión austriaca (1740-1748) fue un conflicto bélico que involucró a la mayoría de las potencias de Europa sobre el tema de la sucesión de la archiduquesa María Teresa en la Monarquía de los Habsburgo. La causa de la guerra fue la alegada inelegibilidad de María Teresa para suceder a su padre Carlos VI en las diversas coronas que ostentaba, porque la ley sálica impedía la herencia real de una mujer. Esta iba a ser la justificación de Francia y del reino de Prusia, junto con el Electorado de Baviera, para desafiar el poder de Habsburgo. María Teresa fue apoyada por el reino de Gran Bretaña, la República Holandesa, el reino de Cerdeña y el Electorado de Sajonia. La guerra incluyó eventos periféricos como la guerra del Rey Jorge, en la América Británica, la guerra del Asiento (que comenzó en el Caribe), la Primera Guerra Carnática, en la India, la Rebelión jacobita de 1745, en Escocia, y la Primera y Segunda Guerras de Silesia. España entró en la guerra en el continente para restablecer su influencia en el norte de Italia, revirtiendo el dominio austriaco sobre la península italiana que se había logrado a expensas de España como consecuencia de la guerra de sucesión española. La guerra terminó con el Tratado de Aquisgrán en 1748, mediante el cual se confirmó a María Teresa como archiduquesa de Austria y reina de Hungría, pero Prusia mantuvo el control de Silesia. Sin embargo, la paz pronto se rompió cuando el deseo de Austria de recuperar Silesia se entrelazó con la agitación política en Europa, que culminó en la Guerra de los Siete Años (1756-1763).
En 1789, el rey Víctor Amadeo III se alía con el Reino de España, el Sacro Imperio Romano Germánico y el Reino de Prusia para hacer frente a las embestidas de la Revolución Francesa, pero fue abatido por Napoleón Bonaparte en 1796 perdiendo sus posesiones en Piamonte: el Ducado de Saboya y el Condado de Niza.
En 1793 la Primera República Francesa organiza una tentativa de invasión de la parte insular del Reino, el 28 de abril de 1794 los reyes fueron expulsados, mediante un levantamiento republicano. La casa de Saboya, con toda su corte, se exilia a Cagliari que se convierte en la nueva capital del reino hasta la restauración final de los estados de tierra firme (posesiones continentales del reino) en 1814.
Estos cañones sin duda participaron en estos conflictos.
CENTURIONE:
De 32 libras, 15 cm de calibre, fundido en Turin en1790, por el fundidor G. A. Bianco
