Re: Desembarco de Anzio
Publicado: 24 Ago 2010
El problema, creo yo, no era tanto de planes sino de medios.
Cualquiera de las alternativas “audaces” (fuese dirigirse hacia Roma, hacia el interior o hacia el Sur) crearía una crisis muy grave a los alemanes, y probablemente le obligaría a retirarse. De hecho, la forma “sensata” de avanzar en una península como la italiana, estrecha y con múltiples barreras montañosas, parece esa: rodear las líneas defensivas con saltos anfibios. Algo así se había hecho en el Norte de Sicilia con bastante éxito. La duda puede ser donde lanzar la operación, si en Anzio, o en el Norte de Roma, la Toscana, incluso en el Sur de Francia. Pero las limitaciones del apoyo aéreo condicionaban la amplitud del “salto”.
Pero el problema es otro, que es el clásico de todas las operaciones anfibias: lo clave no suele ser en desembarco (normalmente se acumula tal superioridad que se vence incluso frente a defensas férreas como en Omaha; Dieppe y Tobruk fueron casi los únicos asaltos anfibios fracasados de toda la guerra.) sino en los días siguientes: ver quien será más rápido en llevar refuerzos, si el atacante, que se supone que goza de superioridad y del dominio del mar, pero debe llevar todo mediante embarcaciones. O el defensor, se supone que en inferioridad, pero cuenta con líneas terrestres más eficientes.
En el caso de Anzio el condicionante era la necesidad de llevar los medios anfibios al Canal para Overlord. Lo que limitaba la magnitud del desembarco, y, creo yo, condenaba la operación. Hemos visto como el cuarto día ya había importantes refuerzos alemanes en el área, que superaban a los efectivos desembarcados. Por ¿planificación, suerte? la actuación aliada fue muy tímida (el primer día, un avance de 5 Km, una hora de marcha a pie) y las líneas estaban muy poco extendidas.
Pero supongamos que se trata de envolver al enemigo marchando hacia el Este, hacia el valle del Liri. En ese caso queda expuesto el flanco noroeste de la operación, precisamente el más vulnerable, por estar más cerca de los nudos de comunicaciones alemanes (Roma). Supongamos también que Kesselring no pierde los nervios (que no los solía perder) y ordena seguir manteniendo las posiciones en la línea de Cassino, en todo caso permitiendo pequeñas rectificaciones para liberar efectivos. Y la primera semana se lanza un contraataque masivo en la línea Cisterna - Aprilia. En ese caso da lo mismo que los aliados hayan tomado terreno más elevado en las colinas albanas, pueden ser embolsados igual.
En resumen: creo que la aventura de Anzio, con efectivos limitados, era de alto riesgo. Tras la crisis de Salerno ya se sabía de las rapidísimas respuestas alemanas, e ir a Anzio con aún menos tropas era jugársela. Probablemente la única opción razonable era la tomada: tomar una cabeza de playa y atrincherarse. Recordemos que Patton al ver el planteamiento aconsejó a su amigo Lucas que se dejase herir, pues no veía futuro a la operación y sí muchos riesgos.
Corriendo riesgos, y con mayor disponibilidad de tanques, otra opción era presionar continuamente para no perder la iniciativa, y obligar a los alemanes a empeñar sus refuerzos en la defensa sin permitir organizar un contraataque. Esta solía ser la táctica alemana (y la que se ha seguido posteriormente): muchas veces es más peligroso atrincherarse que atacar. Pero para eso lo ideal hubiese sido disponer de más carros y de más suministros. Porque la opción arriesgada ofrecía grandes posibilidades si salía bien, pero también tenía boletos para acabar en un gran desastre mucho peor que el de Arnhem. Y, de paso, en ese desastre se perderían medios anfibios muy valiosos para la siguiente operación.
Eso sí, en Anzio se aprendieron lecciones muy importantes para Normandía:
- La operación debía ser efectuada con efectivos muy importantes, lo más que se pudiese. Eso condenaría al retraso (y a la inutilidad) a Anvil.
- Contando con esos efectivos, se debía actuar agresivamente desde el primer momento. Agresivamente no quiere decir a tontas y a locas, sino sin dejar de presionar para que el enemigo tenga que elegir entre ceder terreno (en Anzio no se podía, pero en Normandía sí) o empeñar sus reservas sin poder organizar un contraataque.
- Era crítico retrasar la llegada de refuerzos alemanes.
Esto último significó lanzar ataques continuos con pocos efectivos y poca potencia de fuego, y bajas muy importantes. Pero conseguiría que Alemania tuviese que empeñar sus unidades acorazadas en la defensiva, y uno se llegó a lanzar un contrataaque como los de Salerno o Anzio.
Saludos
Cualquiera de las alternativas “audaces” (fuese dirigirse hacia Roma, hacia el interior o hacia el Sur) crearía una crisis muy grave a los alemanes, y probablemente le obligaría a retirarse. De hecho, la forma “sensata” de avanzar en una península como la italiana, estrecha y con múltiples barreras montañosas, parece esa: rodear las líneas defensivas con saltos anfibios. Algo así se había hecho en el Norte de Sicilia con bastante éxito. La duda puede ser donde lanzar la operación, si en Anzio, o en el Norte de Roma, la Toscana, incluso en el Sur de Francia. Pero las limitaciones del apoyo aéreo condicionaban la amplitud del “salto”.
Pero el problema es otro, que es el clásico de todas las operaciones anfibias: lo clave no suele ser en desembarco (normalmente se acumula tal superioridad que se vence incluso frente a defensas férreas como en Omaha; Dieppe y Tobruk fueron casi los únicos asaltos anfibios fracasados de toda la guerra.) sino en los días siguientes: ver quien será más rápido en llevar refuerzos, si el atacante, que se supone que goza de superioridad y del dominio del mar, pero debe llevar todo mediante embarcaciones. O el defensor, se supone que en inferioridad, pero cuenta con líneas terrestres más eficientes.
En el caso de Anzio el condicionante era la necesidad de llevar los medios anfibios al Canal para Overlord. Lo que limitaba la magnitud del desembarco, y, creo yo, condenaba la operación. Hemos visto como el cuarto día ya había importantes refuerzos alemanes en el área, que superaban a los efectivos desembarcados. Por ¿planificación, suerte? la actuación aliada fue muy tímida (el primer día, un avance de 5 Km, una hora de marcha a pie) y las líneas estaban muy poco extendidas.
Pero supongamos que se trata de envolver al enemigo marchando hacia el Este, hacia el valle del Liri. En ese caso queda expuesto el flanco noroeste de la operación, precisamente el más vulnerable, por estar más cerca de los nudos de comunicaciones alemanes (Roma). Supongamos también que Kesselring no pierde los nervios (que no los solía perder) y ordena seguir manteniendo las posiciones en la línea de Cassino, en todo caso permitiendo pequeñas rectificaciones para liberar efectivos. Y la primera semana se lanza un contraataque masivo en la línea Cisterna - Aprilia. En ese caso da lo mismo que los aliados hayan tomado terreno más elevado en las colinas albanas, pueden ser embolsados igual.
En resumen: creo que la aventura de Anzio, con efectivos limitados, era de alto riesgo. Tras la crisis de Salerno ya se sabía de las rapidísimas respuestas alemanas, e ir a Anzio con aún menos tropas era jugársela. Probablemente la única opción razonable era la tomada: tomar una cabeza de playa y atrincherarse. Recordemos que Patton al ver el planteamiento aconsejó a su amigo Lucas que se dejase herir, pues no veía futuro a la operación y sí muchos riesgos.
Corriendo riesgos, y con mayor disponibilidad de tanques, otra opción era presionar continuamente para no perder la iniciativa, y obligar a los alemanes a empeñar sus refuerzos en la defensa sin permitir organizar un contraataque. Esta solía ser la táctica alemana (y la que se ha seguido posteriormente): muchas veces es más peligroso atrincherarse que atacar. Pero para eso lo ideal hubiese sido disponer de más carros y de más suministros. Porque la opción arriesgada ofrecía grandes posibilidades si salía bien, pero también tenía boletos para acabar en un gran desastre mucho peor que el de Arnhem. Y, de paso, en ese desastre se perderían medios anfibios muy valiosos para la siguiente operación.
Eso sí, en Anzio se aprendieron lecciones muy importantes para Normandía:
- La operación debía ser efectuada con efectivos muy importantes, lo más que se pudiese. Eso condenaría al retraso (y a la inutilidad) a Anvil.
- Contando con esos efectivos, se debía actuar agresivamente desde el primer momento. Agresivamente no quiere decir a tontas y a locas, sino sin dejar de presionar para que el enemigo tenga que elegir entre ceder terreno (en Anzio no se podía, pero en Normandía sí) o empeñar sus reservas sin poder organizar un contraataque.
- Era crítico retrasar la llegada de refuerzos alemanes.
Esto último significó lanzar ataques continuos con pocos efectivos y poca potencia de fuego, y bajas muy importantes. Pero conseguiría que Alemania tuviese que empeñar sus unidades acorazadas en la defensiva, y uno se llegó a lanzar un contrataaque como los de Salerno o Anzio.
Saludos