Giovani fascisti: "4 gatos" que eran leones

[Buscaglia]

Gran relato. Me deja un poco sorprendido el mal uso que le dieron a esta unidad. Tenia lo que le faltaba a muchas unidades regulares italianas que eran precisamente ganas de combatir. Ya podían haber saboteado otras ordenes de Benito

saludos

Saludos.

La verdad es que sabemos bien las miserias que había en el Ejército italiano. La oficialidad monárquica tuvo que tragar con la creación de las divisiones de "Camisas negras" y, cuando la debacle del invierno-primavera de 1940-41 en Egipto, sintieron que la realidad de la guerra les había dado la razón. Por eso, cuando aparece la Giovani Fascisti y se muestra muy superior a una unidad regular, se la ningunea. Uno puede pensar ¿se atrevían a sabotear órdenes directas del Duce? Pero es que el Ejército, la Aviación y la Marina toreaban a Benito hasta la saciedad. Mussolini no era ni Stalin ni Hitler. A Benito, cuando quiso juzgar el asunto Matteoti, le entraron unos escuadristas hasta su despacho para amenazarlo y, desde ese día, sabía bien cuales eran sus límites.

En otro país, La Giovani Fascisti no hubiese llegado a combatir, pero las estrecheces del Ejército italiano le obligaron a lanzarla a la batalla, bien a su pesar.

[Buscaglia]

Saludos.

Proseguimos con las acciones de las Juventudes Fascistas.

Entre el 17 y el 30 de marzo de 1943 los Jóvenes Fascistas se baten en la Línea Mareth contra la 50ª División de Infantería inglesa. El 23 la lucha llega al cuerpo a cuerpo, cuando en un contraataque recuperan la posición Blascopino a los Green Howards, matándose en luchas individuales en las trincheras. Finalmente, cuando se da la orden de retirada de la Línea Mareth, la unidad se retira ordenadamente para tomar posiciones en la siguiente posición defensiva, el uadi Akarit.

La siguiente batalla de entidad es la de Enfidaville, combatida del 19 al 30 de abril. Tras un fuerte bombardeo aéreo, al alba del 22 de abril, la 6ª Brigada Neozelandesa y el elementos de la 167 Brigada de la Guardia, unidades de élite, atacan su sector. El ataque se centra principalmente sobre la Cota 141, defendida por la 2ª Compañía. Dos veces la pierden y dos veces la recuperan los italianos. Las dos reconquistas se han hecho con cargas de arma blanca y granadas. Las bajas son importantes en ambos bandos. Los italianos cuentan 150 muertos aliados sobre el campo de batalla, ellos han tenido 26 muertos, 48 heridos y 29 desaparecidos.

Los episodios de valor han sido múltiples en los dos campos. El voluntario David Stefano, herido, es capturado por los aliados y, a golpe de bayoneta, lo han llevado en vanguardia hasta las posiciones italianas de la Cota 141. Pretenden que, en la oscuridad, les abra paso. Otra de esas acciones fuera de las leyes de la guerra de los neozelandeses que nunca salen en los libros. Stefano grita “¡Disparad, somos enemigos!”. Cae muerto él y la patrulla aliada. La celada se evita.

Finalmente la Cota 141 cae de nuevo en manos aliadas. Sin esa posición, la línea no puede mantenerse, así que se prepara una contraataque. Lo protagoniza la 3ª Compañía. Contra todo pronóstico, logran expulsar a los aliados. El coste, enorme; al final del combate, a la compañía solo le quedan 20 hombres útiles.

[Triton]

Impresionante relato y un nivel de combatividad pocas veces visto en unidades italianas

Saludos

[Buscaglia]

Impresionante relato y un nivel de combatividad pocas veces visto en unidades italianas

Saludos

Saludos.

Totalmente de acuerdo. En cualquier caso, los italianos atacaban cuerpo a cuerpo en no pocas ocasiones. Con una peculiaridad: que utilizaban mucho más las granadas que en otros países, que tiraban al cuerpo del enemigo para que explotasen al contacto. Probablemente con otras granadas más pesadas no podía hacerse, pero las Breda eran tan poco potentes que esa técnica funcionaba bien.

[Buscaglia]

Saludos.

Liquidamos ya -obviamente, no en el sentido literal- a esta pequeña gran unidad.

Tras los durísimos combates de finales de abril, no hay apenas descanso. Unos días de aguantar más bombardeo aéreo y artillero, proseguido de una nueva batalla defensiva. Del 9 al 13 de mayo combaten en la Segunda batalla de Enfidaville. Los enemigos han rotado sus tropas de primera línea, mientras que las italianas están agotadas y, lo peor, cortas de munición y comida porque poco les llega desde Europa.

De nuevo el punto neurálgico es la Cota 141. Y, de nuevo, los italianos logran conservarla. Otras unidades ceden: entre ellas, la legendaria 90ª Ligera alemana. Los voluntarios fascistas deben alargar sus posiciones para cubrir también el frente abandonado por sus aliados. Tienen la pequeña recompensa de ser citados elogiosamente en el Boletín de Guerra del 11 de mayo, algo que el Regio Ejército había intentado evitar hasta ese momento. Pero es una especie de homenaje póstumo porque el 12 de mayo Mussolini autoriza a Messe a cesar una resistencia que se ha hecho imposible.

Unos de los pocos lugares donde se siguió combatiendo el 12 de mayo de 1943 -es lógico, nadie quiere morir el último día de combate y las acciones se habían hecho menos virulentas- era la sangrienta Cota 141, defendida por los voluntarios y que los aliados intentaron conquistar hasta el último día.
Para ese momento, de los Jóvenes Fascistas solo quedaba el equivalente a un batallón. Aguantan luchando un día entero tras la rendición de Messe. Tras disparar los últimos cartuchos, el 13 de mayo, el coronel del I Batallón, Sechi, les arengó con estas palabras: “Ayer el general Messe ha firmado la rendición. Es una hora grave para nuestro Regimiento, porque el enemigo va a ocupar la posición que no nos ha podido arrebatar en combate (…) Estoy orgullosos de haber sido vuestro comandante y estad vosotros mismos orgullosos porque permanecéis is imbatidos”.

Un final más que digno para una gran unidad.

[Buscaglia]

Saludos.

Los hindúes creen que su enemigo ha quedado tan dañado por el ataque anterior que no podrá aguantar su arremetida. Lo cierto es que los dos únicos tanques M-13 han sido individualizados y destruidos por la artillería aliada, lo mismo que algunas posiciones de los 47 mm. Pero la infantería no ha sufrido muchas bajas y la mayoría de las posiciones de ametralladoras siguen operativas. Los miembros de las juventudes fascistas no tienen mucha experiencia en fortificarse, pero han ocupado las posiciones heredadas de los bersaglieris de la Ariete, veteranos que han sabido preparadas en posiciones ocultas y desenfiladas. Las tanquetas L3 que funcionan como nidos de ametralladora han aguantado muy bien el fuego enemigo, solo puede ponerlas fuera de combate un impacto directo. La moral es buena, máxime porque los italianos descubren que los cadáveres de sus asaltantes huelen mucho a alcohol. El miedo está distribuido por igual en ambas partes.

Los hindúes atacan a la bayoneta junto a los carros. La orden es seguir el ritmo de los tanques para poder ocupar las posiciones italianas con su ayuda. Sufren el fuego de los 47 mm, que disparan proyectiles explosivos y de unos pocos morteros de 81 mm. Luego de las ametralladoras y la fusilería, en parte protegidos por su artillería de campaña y los tanques. Prosiguen y se llega a menudo al cuerpo a cuerpo con bayonetas. Pero para la noche, tras dos asaltos, la situación prosigue idéntica. Las posiciones italianas siguen cercadas, pero aún resistiendo. Ha pasado como con los escoceses. Los carros han avanzado, pero la infantería no ha podido ocupar la línea de defensa. El fuego de las armas portátiles los ha debilitado y desperdigado y, a la hora de asaltar las trincheras, ya eran pocos para desalojar a los fascistas.

Los carros, en terreno escarpado, no logran desarticular por si solos la defensa (recordemos que el 2 libras no tiene munición explosiva, es un anticarro puro). Entre los defensores hubo múltiples actos de heroísmo. El más reconocido, el de Ipolito Nicolinni. Un Valentine británico circula por las posiciones italianas, ya tras los cañones anticarro, que no pueden alcanzarlo en las orugas, único punto vulnerable. Hay que destruirlo de otra forma y lo intenta con granadas anticarro. Lo hace por tres veces, las dos últimas gravemente herido. En las tres ocasiones llega hasta el tanque, lanza, pero ninguna de las granadas explota. Finalmente, con el combustible y la munición gastada. los tanques han debido retirarse.

El general Norris, jefe de la ofensiva, pregunta porqué no se ha ocupado aún Bir-el-Gobi. Se le responde que “la resistencia en feroz. Nuestros ataques no han tenido resultado. Pérdidas graves”.

Estos no eran ya los italianos de un año antes, superados por la simple aparición de un tanque pesado.

Saludos.

Por ofrecer una perspectiva global, mientras el 4 de diciembre de 1941 los "jóvenes fascistas" resitían en Bir-el-Gobi, el general Cruewell, que quería montar un contraataque y cercenar la cabeza del la avanzada inglesa en Libia que atacaba esta posición, separándola de su base en Egipto, pide a la división Ariete y Triestre que le apoyen. El jefe del Cuerpo de Ejército Motorizado, el general Gambara, responde que ambas unidades están exhaustas y en el limite de sus posibilidades bélicas:es imposible que emprendan acciones ofensivas, En ese momento, Cruewell, en un acto de humillación premeditada, comienza a emitir por radio la pregunta "¿Donde está Gambara?" como queja por lo que considera inacción culposa de los italianos. Lo cierto es que, tras semanas de combate, ni la Ariete ni la Triestre podían hacer ya gran cosa más que retirarse en orden. Lo mismo que las divisiones Panzer alemanas. Pero desde ese día "¿Donde está Gambara?" se convirtió en una frase habitual de los germanos para zaherir a sus aliados.

[Buscaglia]

Saludos.

Proseguimos con las acciones de las Juventudes Fascistas.

Entre el 17 y el 30 de marzo de 1943 los Jóvenes Fascistas se baten en la Línea Mareth contra la 50ª División de Infantería inglesa. El 23 la lucha llega al cuerpo a cuerpo, cuando en un contraataque recuperan la posición Blascopino a los Green Howards, matándose en luchas individuales en las trincheras. Finalmente, cuando se da la orden de retirada de la Línea Mareth, la unidad se retira ordenadamente para tomar posiciones en la siguiente posición defensiva, el uadi Akarit.

Saludos.

Amplío algunos detalles de esta batalla, con muchos elementos en común con la del Bir-el-Gobi.

Tras unos tanteos los días previos -para despistar, porque Monty había intentado originariamente romper la Línea Mareth atacando por un flanco, con un rotundo fracaso- la tarde del 20 de marzo cayó sobre la Jóvenes Fascistas el peso de la ofensiva aliada. La unidad cubría una posición a unos 12 kilómetros de la costa y 300 cañones de la Artillería Real descargaron sobre ellos la mayoría de los 36.000 proyectiles con los que pulverizaron las posiciones del Eje. Los italianos respondieron con sus autocannoni de 65/17 sobre Morris CS8, sus autocannoni de 75/27 sobre Fiat-SPA TL37, sus 100/17 sobre Lancia 3Ro y los antiaéreos de 20/65. Pero con muchas menos piezas y escaso municionamiento.

La ofensiva en sí, sin embargo, no podía ser masiva porque el terreno era escarpado y estaba poco consolidados, no consintiendo una presencia de medios masiva. Así que la ruptura la intentaron 4 batallones de infantería y un regimiento de carros Valentine. Avanzando de noche con los barreminas Scorpion delante, llegaron hasta el wadi Zigzau. Pero estaba protegido por una zanja antitanque y la topografía era endiablada. El ataque se frenó y la artillería y los morteros italianos machacaron a los atacantes, si bien los Valentine resultaban poco vulnerables a la artillería. Al amanecer solo se había logrado una cabeza de puente de 1550 x 800 metros.

Durante todo el 21 prosiguió el forcejeo, con fuerte actividad artillera y ataques y contraataques de infantería por toda la línea de contacto. Pero el 22 la superioridad numérica de la infantería inglesa y, sobre todo, de sus tanques, comenzó a hacerse notar. Un grupo de 42 Valentine consiguió dejar atrás el wadi y se lanzó sobre las posiciones italianas... Pero, como en la batalla de Bir-el-Gobi, la defensa italiana había permitido a los carros alemanes reposicionarse y ahora acudía al rescate. Dos batallones de infantería alemanas y 30 panzer atacaron a los carros, destruyendo a casi todos. La infantería inglesa retrocedió de nuevo a sus líneas y se suspendió la ofensiva.