LSanzSal escribió:Y yo volvería a la tesis anterior, en la que creo que coincidimos la mayoría.
Desde luego, la mediocre arma aeronaval inglesa les permitió sobrevivir en el Atlántico y el Mediterráneo, más por falta de enemigos que por sus propias cualidades, pero…
Supongamos un arma aeronaval construida con parámetros similares a los de la japonesa y la norteamericana. Implicaría:
- Las nuevas construcciones harían énfasis en la capacidad aérea y no en el (absurdo) blindaje. No estarían disponibles hasta mediados de 1940, sin embargo.
- Se hubieran desarrollado tipos adecuados. Al menos, un caza monoplano moderno, un torpedero monoplano, y un bombardero en picado. Con prestaciones similares a aviones como el Brewster Buffalo, el Curtiss SBC Helldiver, y el Douglas Devastator. Capacidad había, aviones como el nonato Gloster F.5/34, o un Hurricane navalizado, hubiesen sido una buena opción para la FAA, un bombardero como el Sea Skua (prescindiendo de su uso como caza puede optimizarse para esa misión) y un torpedero derivado de los competidores de las especificaciones F.27/32 (la del Fairey Battle) o la F.4/34 (cuyos prototipos fueron desarrollados como el caza Fulmar y el remolcador de blancos Hawker Henley).
- Se dispondría de suficientes aviones y pilotos como para completar las dotaciones.
Los nuevos portaaviones tendrían un diseño más parecido al Ark Royal, al Shokaku o a los Yorktown: eso quiere decir una capacidad de al menos 80 aviones, y un grupo aéreo más o menos similar: un tercio de cada tipo. En fases siguientes de la guerra se aumentaría la proporción de cazas en detrimento de otros tipos.
Eso quiere decir que en la batalla de Punta Stilo el Eagle hubiese operado con una docena de torpederos y ocho cazas, y probablemente poco hubiese variado, salvo que su casco no hubiese sido averiado por explosiones de bombas cercanas, y hubiese podido operar en el ataque a Tarento. El ataque a Tarento en lugar de ser lanzado con 21 torpederos, lo hubiese sido con 40 ó 50 (30 ó 40 torpederos, el resto bombarderos e iluminantes).
En Matapán, parece razonable que más buques italianos hubiesen sido dañados, y el Vittorio Veneto es posible que hubiese sido hundido, con la consiguiente repercusión. El combate contra el Bismarck hubiese acabado poco más allá del Estrecho de Dinamarca (dependiendo de lo que decidiese Holland, sobreviviendo o no el Hood). La batalla de Creta hubiese sido mucho menos cruenta la poder protegerse la flota de los ataques aéreos. Etcétera.
Y tras esto, que cada uno obtenga la conclusión que quiera. Saludos
Saludos.
Pues lo que yo concluyo es que para completar esas dotaciones y las unidades de entrenamiento operativo correspondientes eran necesarios entre 400-500 aviones extras, de los que la mayoría se moverían con el motor Merlin.
En Gran Bretaña llevaban dos años fabricando todos los aviones que podían para alcanzar a los alemanes. Además, el rearme inglés dependía del presupuesto, ordinario o extraordinario, que un partido debía sacar adelante. Un partido que, a diferencia de en Alemania, Japón o Italia, tenía que encarar unas elecciones, a la prensa y a la opinión pública.
En el presupuesto de la Marina, ¿qué había que eliminar del plan de construcciones para pagar esos aviones? ¿Los submarinos tipo U? Pues fueron los que más hundieron en el Mediterráneo. ¿Los nuevos destructores y corbetas? Se podrá objetar, desde la atalaya actual, que el dinero se podía sacar del presupuesto del Howe o del Anson, pero en aquella época todas las potencias construían nuevos acorazados y nadie era tan clarividente para ver que servirían poco más que como chatarra.
¿Convenzo a la opinión pública de que la RAF tenga 500 aviones menos para dotar al Arma Aérea de la Flota? Con el miedo a los bombardeos alemanes, imposible. ¿Reducimos el plan de fabricación de los Matilda, de los cañones de 2 libras, menos Bren Carriers...?
Desde luego, en 1939 todos los Cuerpos hubieran querido 500 aviones más o su equivalente en dinero. El problema eran los recursos, que resultaban limitados. Yo sigo pensando que Gran Bretaña invirtió bien el dinero en lo que era más rentable para su supervivencia. Con los bombarderos alemanes cerca, no sé cómo sus señorías en el Parlamento iban a convencer a nadie de que había que destinar una parte importante de los recursos para vencer en una hipotética guerra naval contra Japón. Había que destinarlos a lo más inmediato, frenar a la bestia. Y la bestia en 1939 era Alemania e Italia. Contra ellos más valía invertir en tanques, motorización, municiones y Spitfire.
Y, si consideramos que podemos aumentar los recursos libremente, aplico esos 400-500 aviones extra a otros frentes y otros países:
- Con esos aviones en manos francesas, los alemanes no cruzan el Mosa.
- Con esos aviones en manos italianas, Graziani llega hasta el Canal.
- Con esos aviones en Filipinas, los japoneses no entran en guerra.