Misiones Yanagi

Operaciones navales.

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M 1
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Misiones Yanagi

Mensaje por M 1 »

Estimados caballeros, aquí os pongo una historia poco conocida y no menos interesante:

Misiones Yanagi

En marzo de 1942 el alto mando naval alemán solicitó que la Armada Imperial Japonesa lanzara operaciones contra los convoyes aliados en el Océano Indico, con idea de aliviar algo la presión a la que estaba sometida la Kriegsmarine. En abril, los japoneses acordaron enviar submarinos a la costa este de Africa para apoyar a los alemanes. Poco después el 8º Escuadrón Submarino perteneciente a la 1ª División fue retirado del atolón de Kwajalein situado en las islas Marshall y enviado a la base naval de Penang, situada en la Península de Malaca.

El I-30 cuyo comandante era Shinabu Endo, fue uno de los asignados al 8º escuadrón submarino. El buque pertenecía al tipo B-1 con una eslora de 108 metros. Una vez unido al escuadron, formó parte del destacamento A, junto con los submarinos I-10, I-16, I-18 e I-20 y sus correspondientes buques de apoyo. El 22 de abril el I-30 zarpó de Penang y una semana más tarde colaboró en el ataque contra la navegación británica en el entorno de la isla de Diego Suarez, en el cual se dañó al acorazado HMS Ramillies y se hundió un petrolero. Tras este ataque el I-30 patrulló al este de la isla de Madagascar durante un tiempo antes de ser enviado a su primera misión Yanagi utilizando un submarino.

Los japoneses denominaron Yanagi a las misiones de intercambio de materias estratégicas y bienes manufacturados entre Japón, Alemania e Italia, en virtud del Pacto Tripartito firmado el 27 de septiembre de 1940. Para esta importantísima misión el I-30 estaba directamente bajo las órdenes del vicealmirante Teruhisa Komatsu perteneciente a la Sexta Flota. El 2 de agosto el comandante Shinobu Endo penetró en el Golfo de Vizcaya. A la altura del Cabo Ortegal, fue localizado por ocho bombarderos de ataque Ju-88 A alemanes que le proporcionaron cobertura aérea. Tres días más tarde se unió a la flotilla de minadores que lo escoltaron hasta la base naval de Lorient. Sin duda alguna fue un momento histórico, el I-30 era el primer submarino japonés en llegar a Europa. Para tal ocasión estaban presentes el Gran almirante Erich Raeder en calidad de Jefe de la Kriegsmarine, el Almirante Karl Dönitz como comandante de la fuerza de submarinos y el capitán Tadeo Yokoi agregado naval japonés en Berlín, para dar la bienvenida a Endo y su tripulación.

La banda de música de la base naval de Lorient amenizó la llegada atacando marchas militares, mientras varias mujeres obsequiaban a Endo con un ramo de flores, práctica habitual a favor de los comandantes de submarinos tras una operación llevada a cabo con éxito.

El I-30 transportaba una carga de 1.500 kilogramos de mica, y 660 kilogramos de laca, que fueron desembarcadas junto con los planos del torpedo aéreo japonés tipo 91. Ingenieros de la Kriegsmarine examinaron el buque japonés y determinaron que el ruido producido por sus motores superaban los niveles normales; llegaron a la conclusión que los hidrófobos de cualquier destructor podría localizar fácilmente al I-30, y si esto no fuera así, las patrullas aéreas aliadas equipadas con radar, lo harían.

Para contrarrestar estos inconvenientes, los alemanes instalaron una “Cruz de Vizcaya” en la vela del submarino, esto es, un detector pasivo de radar; también se le quitaron sus cañones antiaéreos de 25 mm, tipo 96 y se instaló un montaje cuádruple de 20 mm. También se le efectuaron reparaciones al hidroavión E14Y1 del I-30, el cual fue pintado con identificativos falsos de unidad, los alemanes posteriormente realizaron un reportaje con las pruebas de vuelo realizadas con el hidroavión, dándole publicidad y creando la falsa historia de la creación de un cuerpo aeronaval japonés operando desde las bases francesas.

Mientras todas estas operaciones se llevaban a cabo, el capitán Endo viajó hasta Berlín donde mantuvo una entrevista con Hitler y fruto de su hazaña fue condecorado con la Cruz de Hierro. La visita al puerto francés de Lorient llegó al final el 22 de agosto cuando el I-30 comenzó su viaje de vuelta a casa. Esta vez, el cargamento consistió en un equipo completo de radar de defensa aérea Wurzburg, así como planos y grabados de modelos de torpedos, bombas y sistemas de control de fuego. Quizás lo más importante del cargamento que transportaba el I-30, era un lote de diamantes industriales valorados en un millón de Yens y 50 máquinas Enigma.

Un mes más tarde el I-30 bordeó el Cabo de Buena Esperanza, accediendo al Océano Indico. La mañana del 8 de octubre el submarino atracó en la base de Penang, una vez allí, el contralmirante Zenshiro Hoshina, en calidad de jefe de la sección logística de la Armada Imperial Japonesa fue a darles la bienvenida y le pidió a Endo la entrega de 10 máquinas Enigma. Diez días más tarde el I-30 zarpó y puso rumbo Sur con dirección a Singapur a través del Estrecho de Malaca.

Durante la noche del 13 de octubre, el I-30 llegó a Singapur pero no entró en su puerto hasta la mañana siguiente, una vez en puerto fueron recibidos por el comandante de la Primera Flota Expedicionaria Sur, vicealmirante Denshichi Okawachi y el estado mayor de la Unidad Especial de Bases número 10. Ese mismo día el oficial navegante del submarino solicitó mapas de las zonas que rodeaban Singapur, donde se habían fondeado minas. Deseando llegar a casa, Endo zarpó de Singapur con destino a Kure por la tarde; durante el camino de regreso, el I-30 colisionó con una mina tres millas al Este de Puerto Keppel. Como resultado de la explosión, el submarino resultó fatalmente dañado aunque tanto el comandadnte Endo como la mayoría de su tripulación pudieron ser recatados antes del hundimiento del submarino. Rápidamente se enviaron buceadores con la intención de rescatar las importantes mercancías a bordo del I-30, pero éstos descubrieron que el radar Würzburg había sido destruido por efecto de la explosión, así como que los planos resultaron inutilizables por acción y efecto del agua salada. Por último, el resto de las máquinas Enigma resultaron también inutilizadas, circunstancia tal que fue ocultada a los alemanes durante cuatro meses.

Aunque la travesía del I-30 acabó de una manera desastrosa, las experiencias obtenidas en el transcurso de esta misión habián sido muy útiles, por lo que oficiales de ambos bandos continuaron programando más misiones.

El 31 de marzo de 1943 el embajador japonés en Alemania, Hiroshi Oshima informó a Tokio que el mariscal de campo Erich von Manstein había insinuado que debido a la gran cantidad de buques rompedores de bloqueo que estaban resultando hundidos, podría utilizarse como alternativa los submarinos más grandes para transportar materiales de gran importancia para ambos bandos, en sus viajes entre Europa y el Lejano Oriente.

Oshima recomendó que esta sugerencia de von Manstein fuese adoptada por los japoneses tan pronto como fuera posible.

El mensaje de Oshima fue enviado por el código diplomático japonés, el cuál fue interceptado y decodificado por los aliados.

El 1 de junio de 1943, zarparon de Kure los submarinos I-8 e I-10 junto con el buque tender Hie Maru. El comandante del I-8, Shinji Uchino, tenía instrucciones de dirigirse a Lorient. El I-8 era un submarino del tipo J-3 Junsen y su cargamento consistía en dos torpedos tipo 95, planos de un sistema automático de navegación, tubos lanzatorpedos submarinos tipo 95 y un nuevo avión de reconocimiento naval. Acompañando a Uchino, viajaba el teniente Sadatoshi Norita y 48 hombres de tripulación para cubrir la dotación del U-1224, submarino alemán del tipo IXc/40. Norita y sus hombres recibirían un exhaustivo entrenamiento por parte de los alemanes en aguas del Mar Báltico.

Otros miembros del pasaje lo componían cuatro traductores y codificadores, un oficial médico y un técnico de motores de lanchas torpederas. Nueve días más tarde Uchino llegó a Singapur y tomó un cargamento adicional de quinina, estaño y caucho, antes de partir hacia Penang. Una vez en esta base, Uchino se puso en camino sólo hacia el Oeste a finales de junio, accediendo al Océano Atlántico el 21 de julio, padeciendo el embate de grandes tormentas durante 10 días.

El 24 de julio los agotados marineros japoneses recibieron la primera señales de radio de los alemanes, los cuales advertían a éstos sobre la existencia de patrullas aéreas aliadas equipadas con radar. Cinco días más tarde, Uchino recibió una segunda señal de los alemanes, ordenándole se dirigiese hacia el puerto de Brest en lugar de Lorient. Uchino atravesó el Ecuador el 2 de agosto y para el día 20 se reunió con el comandante del U-161 Albrecht Achille. El día siguiente embarcó en el I-8 el teniente Jahn y dos suboficiales especialistas en radio. Los alemanes instalaron un detector radar FuMB1 Metox 600 A en el puente del submarino japonés. El 29 de agosto Uchino accedió al Golfo de Vizcaya. La Luftwaffe envió aparatos Ju-88 para dar cobertura aérea y posteriormente los torpederos T-25, T-22 y T-24 pertenecientes a la 4ª Flotilla de Torpederos con base en Brest escoltaron al sumergible japonés hasta puerto. Tras la llegada del I-8, los informativos alemanes anunciaron que incluso ahora operaban en el Atlántico sumergibles japoneses. Continuando con una estancia de poco más de un mes, el submarino partió de Brest el 5 de octubre, esta vez la carga de retorno consistía en ametralladores, visores, un motor Kaimler –Benz de lancha torpedera, cronómetros navales, equipos de sonar, visores antiaéreos, torpedos eléctricos y penicilina. Previo a la partida Uchino recibió a bordo al contralmirante Yokoi, agregado naval en Berlín y al capitán Sukeyoshi Hosaya, agregado naval en Francia. El submarino incluía entre su tripulación a tres oficiales navales alemanes, un oficial del ejército y cuatro técnicos de radar e hidrófobos. Después de cruzar el Ecuador, Uchino envió a los alemanes un mensaje informando de su posición, pero esta vez la señala fue interceptada por los aliados. El siguiente día Uchino fue atacado por un avión antisubmarino, pero Uchino realizó una inmersión de emergencia y consiguió escapar. El 13 de noviembre de 1943, el I-8 pasó a la altura de Ciudad el Cabo; ese mismo día el I-34 que iniciaba su viaje a Francia, fue torpedeado por el submarino británico HMS Taurus al Sur de Penang, ostentando la triste marca de ser el primer submarino japonés hundido por un submarino británico. Debido al peligro que representaban los submarinos aliados que patrullaban por la zona, Uchino recibió órdenes de dirigirse directamente hacia el puerto de Singapur donde llegó el 5 de diciembre.

Uchino atracó cerca del I-29 el cual había llegado de Kure y se disponía a realizar su misión a Francia. Los dos comandantes se reunieron y Uchino advirtió a Kinashi Takakazu, comandante del I-29, sobre las patrullas aeronavales equipadas con radar que seguro encontraría en su viaje, e hizo elogios al detector radar Metox que había recibido del U-161. Tras un corto descanso en Singapur, el I-8 comenzó la última etapa de su viaje, llegando sin novedad a la base naval de Kure el 21 de diciembre, completando así un periplo de 55.000 kilómetros. Uchino viajó a Tokio e informó de su viaje al almirante Osami Nagano en calidad de jefe del estado mayor de la Armada Imperial Japonesa y al ministro de marina almirante Shigetaro Shimada.

Mientras tanto, Kinashi con el I-29 había comenzado su viaje con rumbo al Atlántico. El veterano capitán no había tomado parte en las misiones Yanagi en la fecha del encuentro con Uchino, pero como comandante del I-19 se había convertido en un as de la fuerza submarina japonesa, acreditado con el hundimiento del portaviones norteamericano Wasp y al destructor O’Brien, dañando seriamente al acorazado North Carolina.

Aunque Kinashi era novato en las misiones Yanagi, su buque y la tripulación no lo eran; el 5 de abril de 1943 el I-29 había zarpado de Penang en una misión secreta. Transportaba 11 toneladas de una carga variopinta que incluía entre otras un torpedo tipo 89, dos torpedos aéreos tipo 2 y dos toneladas de lingotes de oro con destino a la embajada de Japón en Berlín. El I-29 también llevaba planos y bocetos de un submarino enano Tipo A y del portaviones Akagi, el cual los alemanes querían estudiar para la construcción del Graf Zeppelín. El 25 de abril, a 450 millas al Sureste de Madagascar, el I-29 llegó al punto de reunión predeterminado para encontrarse con el submarino alemán U-180. El U-180 fue el primer submarino alemán en realizar el viaje hacia el Lejano Oriente para encontrarse con los japoneses. El U-180 había zarpado de Kiel el 9 de febrero portando planos y dibujos del submarino tipo IXC/40, una muestra de cargas huecas, quinina, diversos tipos de munición, tres cajas con señuelos de sonar junto con documentos y cartas con destino a la embajada alemana en Tokio. En el sumergible alemán también viajaba Subhas Chandra Bose, jefe del Ejército de Liberación Nacional Hindú y su ayudante musulmán el comandante Habib Hassan. Los dos buques se encontraron como estaba previsto el 26 de abril. Después de transbordar a un oficial alemán y a un señalero, los dos submarinos continuaron juntos siguiendo un rumbo Noreste, buscando aguas más tranquilas para transferir cargas.

Después del trasvase de pasajeros y cargas, el I-29 viró hacia el Este y el U-180 viró hacia el Oeste con rumbo hacia el Cabo de Buena Esperanza, Océano Atlántico y posteriormente su base en Burdeos.

Esta experiencia fue de gran valor para Kinashi, cuando finalmente fue enviado a Francia el 16 de diciembre. Esta vez la carga a transportar consistía en caucho, tungsteno, estaño, zinc, quinina, opio y café. También viajaban a bordo 16 oficiales, especialistas e ingenieros de la Armada Imperial Japonesa. Tras una semana de navegación, el I-29 repostó combustible del buque de apoyo alemán Bogotá, cuya maniobra tuvo una duración de casi seis horas, tras las cuales el sumergible japonés continuó su viaje. Los primeros días de febrero Kinashi recibió una señal por parte de los alemanes para reunirse con un submarino alemán que le proporcionaría un detector radar nuevo. El día 12 Kinashi se encontró con el U-518, al Suroeste de las Azores, embarcando tres técnicos que retiraron el detector radar Metox que portaba e instalaron el nuevo FuMB 7 Naxos. La noche del 4 de marzo, mientras el I-29 navegaba a la altura del Cabo Finisterre, un avión de patrulla de la RAF iluminó al sumergible japonés; Kinashi reaccionó con gran destreza, realizando una inmersión de emergencia para eludir el ataque del avión británico; llegando al Golfo de Vizcaya cinco días después. Una vez alcanzado el punto de reunión, fue escoltado por cinco aviones Ju-88 C a cuyo grupo se le unieron dos destructores y dos torpederos, dirigiéndose entre grupo rumbo a Lorient.

Pero los aliados no se quedaron con los brazos cruzados éstos habían interceptado los mensajes del I-29, localizando su posición relativa. Para el ataque contra el I-29, enviaron dos Havilland Mosquito armados con cañones de 57 mm. y otros cuatro más, todos ellos pertenecientes al 248º Escuadrón de la RAF. Los británicos encontraron los buques a la altura del Cabo Peñas, dividiendo sus unidades para atraer hacia ellos a los aviones alemanes, y dejando a los Mosquito armados con cañones la misión de atacar a las unidades navales. El resultado de esta acción se saldó con el derribo de un avión alemán, pero el I-29 salió indemne del encuentro. Posteriormente este mismo día la agrupación naval resultó otra vez atacada, esta vez por aviones Bristol Beaufighters y B-24, cuyo resultado también fue negativo para las armas aliadas. Por fín el día 11 de marzo el I-29 llegó a la base naval de Lorient y atracó junto al U-190, aunque más tarde fue trasladado a uno de los muelles protegidos Keroman; una vez desembarcada la dotación, el comandante del sumergible japonés viajó, como sus antecesores, a Berlín para se condecorado por el propio Adolfo Hitler. Mientras la dotación del I-29 era trasladada a parís y Kinashi visitaba Berlín, se acometieron trabajos de sustitución de las armas antiaéreas del submarino por modelos de 37 m y 20 mm. alemanes que eran más eficaces.

Esta vez para el viaje de retorno a Japón, el cargamento pendiente de transporte por el I-29 consistía en un motor cohete HWK 509 A-1 utilizado por el Me-163 y un Jumo 004B utilizado por el Me-262, también llevaría planos del motor Isotta-Fraschini de lanchas torpederas, el fuselaje de una V-1, minas acústicas, bauxita, mercurio y radio; también parecer ser que el I-29 transportaría una cantidad de óxido de uranio y finalmente se cargaron a bordo 20 máquinas Enigma. Con todo este cargamento, el sumergible japonés zarpó de Lorient el 16 de abril; a finales de junio accedió al Océano Indico, pasando a través del Estrecho de Malaca a mediados de julio llegando sin novedad a Singapur, donde se desembarcaron los planos y documentos para su posterior reenvío a Japón por vía aérea.

Dado que los aliados habían descifrado un mensaje Berlín-Tokio, informando del importante cargamento a bordo del I-29, estos comenzaron a trabajar febrilmente para interceptar al sumergible antes de su llegada a Japón. Los norteamericanos lograron también interceptar un mensaje de Kinoshi dando cuenta de la ruta a seguir en el último tramo de su viaje, por ello enviaron a su búsqueda a los submarinos Tilefish, Rock y Sawfish con la intención de interceptar al sumergible japonés.

Los nipones ignorando la amenaza que se cernía sobre ellos, ordenaron zarpar el 29 de julio al I-29, pero mientras navegaba en superficie por el canal de Balintang en el Estrecho de Luzón, fueron descubiertos por el Sawfish, el cual disparó cuatro torpedos contra el I-29, resultando tocado por tres de ellos, lo que supuso su rápido hundimiento. Uno de los supervivientes consiguió alcanzar una isla del archipiélago de las Filipinas y pudo informar posteriormente sobre la suerte acaecida al I-29. La pérdida del submarino con su valioso cargamento supuso un retraso en el desarrollo de los aviones a reacción por parte de los japoneses, pero teniendo en cuenta que tanto los planos como bocetos habían llegado a Japón, los nipones consiguieron desarrollar el Kikka basado en el Me-262, así como el Shosui inspirado en el Me-163.

Volviendo un poco atrás en esta historia, cabe indicar que mientras el I-29 evolucionaba en su periplo hacia Francia, los japoneses prepararon otra expedición. Esta vez le correspondió al I-52, al mando de Kameo Uno, el cual zarpó de la base naval de Kure el 10 de marzo de 1944. El I-52 era un sumergible de ataque, tipo C-3, mucho más lento que los del tipo B-1. La carga que transportaba consistía en molibdeno, tungsteno y 146 lingotes de oro, así como opio y cafeína. Como pasaje junto con la tripulación, llevaba también a 14 ingenieros y técnicos japoneses con la misión de estudiar los sistemas de armas alemanes.

Cuando llegaron a Singapur, el comandante Uno añadió a su cargamento estaño, caucho y quinina. El 23 de abril zarpó con destino a Lorient, vía Estrecho de Senda, Océano Indico, bordeando el Cabo de Buena Esperanza. Como medida para evitar la posible localización por parte de la aviación aliada, Uno adoptó el plan de navegar in inmersión durante las horas diurnas, emergiendo a la superficie durante las noches para recargar baterías.

Una vez atravesado el Cabo de Buenas Esperanza, y alcanzadas las aguas del Atlántico Sur, Uno envió su primer mensaje a Alemania. La inteligencia aliada, había descifrados la totalidad de los mensajes enviados por Uno a Berlín y Tokio. A primeros de junio, el contralmirante Hideo Kojima, agregado naval japonés en Berlín, informó a Uno sobre el desembarco aliado en Normandía, por lo que le comunicó la posibilidad de alargar su viaje a los puertos noruegos y le ordenó se reuniese con un sumergible alemán para el 22 de junio. El 16 de junio el I-52 envió un mensaje codificado señalando su posición en torno a las costas africanas, pero los aliados consiguieron interceptar este mensaje, por lo que enviaron a la zona al portaviones de escolta Bogue con una dotación aérea de 14 aviones, con la intención de dar caza al sumergible japonés.

Una vez llegado a la zona, el comandante del Bogue ordenó a sus torpederos Grumman TBF Avenger realizar una búsqueda de los submarinos del Eje. Aún a pesar de ser intensa, Uno consiguió reunirse con el U-530 a 850 millas al oeste de Cabo Verde, tal y como estaba previsto. Por parte de los alemanes, se transfirieron el teniente Schäffer y dos suboficiales, así como un FuMB7 Naxos como ayuda para el último tramo de su viaje. El día después de este encuentro, el I-52 mientras navegaba en superficie amparado en la oscuridad de una noche borrascosa, fue localizado por el radar de un Avenger, el cual lanzó bengalas iluminantes. El piloto norteamericano fondeó sonoboyas que transmitieron cualquier movimiento del sumergible japonés; una vez que este estuvo perfectamente localizado, se lanzó un torpedo acústico que tras una ansiosa espera, logró impactar en el submarino.

El 24 de junio otro Avenger, lanzó más sonoboyas que transmitieron una leve señal proveniente del submarino japonés, lanzándole posteriormente otro torpedo acústico que consiguió impactar nuevamente contra el submarino. Al día siguiente, el destructor Janssen, escolta del Bogue, encontró en la zona una gran mancha de fuel, prueba evidente de la destrucción del submarino I-52. Mientras tanto en la base naval de Lorient, la espera era ansiosa, además un nuevo cargamento con destino a Japón, compuesto de documentos, planos del torpedo T-5, un motor Junkers Jumo 213-A, 450 kg de oxido de Uranio.

Tras el fracaso de la misión del I-52 y con los norteamericanos acercándose peligrosamente a las costas metropolitanas, la Armada Imperial Japonesa dio por finalizadas las misiones Yanagi y por lo tanto no se volvieron a enviar más submarinos a Europa.

Fuentes consultadas:

http://en.wikipedia.org/wiki/Japanese_submarine_I-29

http://www.combinedfleet.com/sensuikan.htm

http://www.subart.net/guess_who_i30.htm

http://homepage2.nifty.com/nishidah/e/index.htm

http://www.historynet.com/wwii/

German Destroyers of World War Two. M.J. Whitley. Arms & Armour Press.


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Foto del I.30 con tripulantes germano-nipones.

Saludos, M 1.


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VLaKo
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Mensaje por VLaKo »

Felicidades M 1, excelente post :dpm:

Tenía constancia de algunas misiones de este tipo, pero desconocia los materiales intercambiados y las medidas y ayudas tomadas, así como el nombre que recibian las mismas.

Gracias por la información :D
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Triton
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Mensaje por Triton »

Magnifico post, si señor :dpm: .


Saludos.
........Y caminaré sin miedo por el valle de las sombras y la muerte y a nada temeré porque soy el mayor hijo de puta del valle.
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Ramius
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Mensaje por Ramius »

Aquí tienes el pecio del I-52 junto a unas placas y la bandera japonesa en honor a los caidos.

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Saludos.
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