Lo veo de otra manera, aunque coincido en el fondo. Las fortificaciones no faltaban, la ingeniería militar no estaba en retroceso. Lo que faltaban eran defensores. De nada sirven unas sin los otros, hasta pueden ser perjudiciales. La población no estaba por la labor. La falta de un poder central llevó a la fragmentación en multitud de intereses particulares, cada terrateniente tenía su pequeño ejército privado. Una parte de la población se encuadró en bagaudas, cuando no se unía directamente a los bárbaros. Los visigodos tienen montones de leyes referentes a deserciones, no cooperar con la autoridad central, sobre movilización y castigos a los que no cumplían. La Reconquista básicamente es el esfuerzo por unificar, por crear un poder central sólido, un estado.Johnny Darko escribió: ↑09 Oct 2020Creo que militarmente, que en esa epoca era lo fundamental, perjudico, pues dejo a la península a capricho de cualquier potencia cuando ceso el mandato romano y durante el mismo. Básicamente hasta Alfonso el Batallador o la conquista de Toledo en la region no se destaco una milicia con poder ofensivo-defensivo reseñable, casi mil años.
Para empezar los romanos prohibieron las fortificaciones, para cuando se re hicieron nuevamente necesarias la ingeniería militar estaba en retroceso y parte de las construcciones delatan materiales improvisados, no habia un gran punto fuerte tipo Bizancio en el que resguardarse hasta encontrar una respuesta a una invasion fuerte.
Una parte si que colaboraría con Bizancio, no es posible como bien dices que con ese exiguo número de soldados pudieran mantener un territorio. La profesionalización de los ejércitos fue el gran problema, la falta de un ejército ciudadano. A eso achaco todos los males. Los godos lo intentaron y no lo consiguieron. Fueron los reyes cristianos quienes lo lograron tras numerosos esfuerzos. Las "repoblaciones" entre otras cosas supuso el mando único y un ejército de amplia base.
Y curiosamente las fortificaciones, aun existiendo muchas de gran envergadura, fueron trampas que rehuyeron hasta el S. X y sólo en casos puntuales. No se dejaban encerrar en ellas. Si vemos el caso de León, unos muros tan anchos como no hay más en el mundo, se defendía sólo simbólicamente, se evacuaba y se luchaba en la montaña. Lugo vio incluso mucha menos guerra. A partir del XI-XII, los ciudadanos ya defendían las ciudades, ya era otra historia. Ese fue realmente el fin de la romanización, hasta entonces, no era muy distinta de la época de Roma imperial.