- “Gneo, por su parte, no llevó a cabo nada digno de mención en Iberia antes de que regresara a su lado su hermano Publio. En efecto, los romanos, cuando expiró el tiempo del mandato de Publio, después de haber enviado en Italia contra Aníbal a sus sucesores en el consulado, lo enviaron de nuevo a Iberia tras nombrarlo procónsul. Y desde este momento los dos Escipiones sostuvieron la guerra en Iberia teniendo como oponente a Asdrúbal, hasta que los cartagineses, atacados por Sifax, el rey de los númidas, le hicieron regresar junto con una parte de su ejército y los Escipiones vencieron con facilidad a los que quedaron. Muchas ciudades se les pasaron voluntariamente, pues eran persuasivos en sumo grado, tanto para hacer la guerra como para atraerse aliados.
Los cartagineses, cuando concertaron la paz con Sifax, enviaron de nuevo a Asdrúbal a Iberia con un ejército más numeroso y con treinta elefantes. Le acompañaban otros dos generales, Magón y otro Asdrúbal que era hijo de Giscón. Y a partir de entonces la guerra se hizo mucho más difícil para los Escipiones, pero, incluso en estas condiciones, resultaron vencedores. Perecieron muchos africanos y gran número de elefantes y, finalmente, al aproximarse el invierno los africanos invernaron en Turdetania y, de los Escipiones, Gneo lo hizo en Orsón y Publio en Cástulo. Aquí recibió la noticia del avance de Asdrúbal; (y mientras efectuaba una salida de la ciudad con unos pocos para reconocer el campamento no se dio cuenta que se aproximaba a Asdrúbal, y aquel tras rodearles con la caballería acabó con él y con todos los que le acompañaban). Gneo que no tenía noticias de nada envió soldados a su hermano para que se aprovisionaran de trigo, y encontrándose con ellos otros africanos entablaron combate. Al enterarse Gneo salió a la carrera como estaba con las tropas ligeras en su auxilio. Sin embargo, ya habían matado a los anteriores y persiguieron a Gneo hasta que se refugió en una torre. Entonces le prendieron fuego a la torre, y Escipión y sus compañeros murieron abrasados.”
Apiano, Sobre Iberia, 15-16.
Traducción de Antonio Sancho Royo; la frase entre paréntesis, no obstante, la he tomado de Javier Gómez Espelosín.
De momento sólo tengo intuiciones, pero creo que la cosa promete mucho. Una vez trazadas las líneas generales gracias a Apiano, la abundancia de detalles que aporta Livio podría permitir una gran precisión.
Grosso modo, los Escipiones derrotan a Asdrúbal en una batalla naval en la desembocadura del Ebro. Seguidamente se produce una rebelión en territorio púnico. Los Escipiones aprovechan para saquear la costa mediante golpes de mano. Cuando Asdrúbal, tras sofocar la revuelta, recibe refuerzos de África, tiene lugar al parecer una batalla campal favorable a los romanos, aunque esto no está del todo claro. En cualquier caso, ésta podría ser la causa de una nueva revuelta, esta vez de los oretanos. Ahora, por fin, tras recibir también suministros desde Italia, unos siete años después de desembarcar en Hispania, los Escipiones avanzan hacia la Turdetania. Publio lo hace por tierra y Gneo por mar. Publio inverna en Cástulo mientras su hermano lo abastece desde Urso (Almería). Los ejércitos cartagineses confluyen en Cástulo y Publio cae en una escaramuza de caballería. Sus tropas se retiran a Iliturgi, a dónde acude Gneo en su ayuda. Insisto en que de momento todo está muy borroso. Esta Iliturgi se encontraría a cinco días de marcha de Cartagena, identificándose entonces con Baza, o acaso a cinco de Almería, correspondiéndose así con Mengíbar. De cualquier modo, aquí se produce una traición por parte de los iberos y aquí o cerca muere Gneo, el cual seguramente ya arrastraba una herida en el muslo.