Como el orden de la batalla ha sido ya bien explicado, yo me voy a centrar en sus repercusiones políticas.
Y empiezo destacando la entereza de Roma ante las derrotas que el jefe semita les estaba infligiendo.
Fortaleza que demuestra el Senado romano cuando, tras la derrota de Trasimeno, los rumores del desastre concentran alrededor del palacio senatorial, a una gente ávida de noticias. Cuando por fin el pretor Marco Pomponio aparece en la puerta, se dirige a la multitud y pronuncia estas simples palabras: “Se ha dado una gran batalla y hemos sido derrotados por completo……” ¡ Nada más! Ni una alusión a las glorias pasadas…… Aquí radica la grandeza de Roma. Perecen 15.000 hombres, entre ellos un cónsul, y el pueblo se entera de la nueva sin amotinarse, con lealtad.
Tras el desastre de Cannas, Roma tampoco desespera, al llegar a la capital el cónsul plebeyo Terencio Varrón (se dice que era hijo de un carnicero), los senadores salen a recibirle manifestándole su agradecimiento por no haber desconfiado de la República. Se reclutan nuevas legiones y se prepara la resistencia. Ni tan sólo se admite a parlamento al enviado de Aníbal, que propone el rescate de los prisioneros.
Por otro lado y ya en el campo de la estrategia hay que explicar el porqué del movimiento de Aníbal tras la batalla, hacia Capua y no hacia Roma.
Los historiadores antiguos y modernos comentan severamente la conducta del cartaginés. Las mismas frases de censura se repiten sin variación a través del tiempo, porque no se lanzó contra Roma tras Cannas.
“ Las delicias de Capua” han sido tomadas como sinónimo de una cobarde manera de excusar los deberes difíciles, pero no hay que olvidar que el propósito de Aníbal era provocar un levantamiento de los descontentos de la dominación romana y la brillante victoria de Cannas daba la impresión que le atraería todos los pueblo itálicos. Aníbal sabía que sólo así podía vencer a Roma.
Transcribo los párrafos de Mommsen que explican por qué Aníbal prefirió Capua a Roma.
“Aníbal- dice Mommsen- conocía mejor a Roma que los estúpidos que, así en la antigüedad como en nuestros días, han creído que podía terminar la guerra con una marcha a la capital. Actualmente una campaña se puede decidir con una batalla, pero en la antigüedad muchas veces una victoria resultaba estéril por la resistencia de las ciudades. El sistema de atacar las fortalezas era mucho más primitivo que el sistema de defenderlas. ¿Qué esperanza podía tener Aníbal de que, al llegar a Roma ésta le abriese sus puertas o, al menos, aceptara una paz razonable? Él creyó oportuno que ocupando Capua, la segunda cuidad de Italia, podía aprovecharse de los puertos vecinos para desembarcar los refuerzos que debían llegarle de Cartago, ahora que sus éxitos habían desmoralizado a la oposición”.
En verdad, los hechos probaron que si Aníbal hubiese puesto cerco a Roma, lo más probable es que él mismo se hubiera encontrado sitiado entre las murallas de la ciudad y las guerrillas de latinos que le hostigarían por todas partes.
Desde la base de Capua, trató Aníbal de conquistar las pequeñas poblaciones griegas de su alrededor, como Nápoles, Nola, Acerra, Casilinum y algunas resistieron sin rendirse, con la ayuda que recibían de los romanos. Especialmente Nápoles, con su puerto magnífico, que tanta falta le estaba haciendo a Aníbal, se mantuvo fiel a Roma.
Concluyendo, el plan de Aníbal para Italia hubo de fracasar, porque, a pesar de sus victorias, los pueblos itálicos desconfiaron de la libertad que les ofrecía el guerrero semita.
SALUDOS!!!
FUENTE----> HISTORIA DEL MUNDO, TOMO III, SALVAT
SOBRE THEODOR MOMMSEN
http://es.wikipedia.org/wiki/Christian_ ... or_Mommsen