La Regia Aeronaútica en Yugoslavia

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La Regia Aeronaútica en Yugoslavia
AUTOR: BUSCAGLIA

Yugoslavia 1941-43: Aviación italiana versus guerrilla comunista

El 6 de abril de 1941 Yugoslavia fue invadida por Alemania, a la que se unieron Italia, Hungría y Bulgaria. Minada por sus desavenencias internas, la resistencia yugoslava fue mínima. El Ejército italiano cruzó la frontera el 9, tres días después de la declaración de guerra, alcanzado todos sus objetivos territoriales y estratégicos el día 17, incluida la captura de la flota enemiga en la base naval de Kotor. Durante la breve campaña rechazaron contraataques yugoslavos tanto en Albania como en Zara y capturaron miles de prisioneros: solo en Delnice apresaron 30.000 enemigos. Todo ello con escasísimas bajas: hay autores que solo señalan 30 muertos en acción del Regio Ejército. Nunca durante la II Guerra Mundial las operaciones se desarrollaron de forma tan positiva para las armas italianas.
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(Foto 1 Yugoslavia y sus vecinos en 1941)
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(Foto 2 Bersaglieris motoristas entran en Croacia)

La Aviación italiana operó desde el día 6. La II Escuadra Aérea y la Aviación del Regio Ejército utilizaron 192 aviones desde Italia. La IV Escuadra y la Aviación Albania también atacaron Yugoslavia desde el sur. Se empleó el material más moderno disponible: 90 cazas MC.200, 61 bombarderos BR.20, 49 CANT.1007 y 40 Ju.87. A costa de menos de diez aviones derribados, la Regia Aeronáutica causó graves daños tanto al ejército enemigo como a la moderna Real Fuerza Aérea Yugoslava.

Tras la victoria, Roma se anexionó el litoral dálmata. Desde Liubliana hasta Montenegro, una franja costera de 120 kilómetros de anchura se convertía en tierra italiana. Para el fascismo se trataba de territorios “irredentos” y, de hecho, le habían sido prometidos a Italia a cambio de su participación en la Gran Guerra. Kosovo y el oeste de Macedonia pasaban a engrosar una «Gran Albania» controlada también por Roma. Y renacía el reino de Montenegro, convertido en una especie de protectorado. La reina Elena, esposa de Víctor Manuel III, era hija del antiguo monarca montenegrino e insistió en ello, pese a que esta decisión provocó un distanciamiento con los ustachas croatas, antiguos aliados del fascismo, que deseaban anexionarse este territorio.
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(Foto 3 Zonas ocupadas por los italianos en los Balcanes)

Como fuerza de ocupación y de «asimilación» en la Gobernación de Dalmacia, que contaba con 400.000 habitantes, se instalaron cuatro Cuerpos de Ejército, con doce divisiones . En Montenegro únicamente quedó como guarnición una división, además de fuerzas policiales. Pocos aviones italianos permanecieron en la antigua Yugoslavia. De hecho, la Regia Aeronáutica no disponía de ninguna unidad. Los únicos aparatos presentes pertenecían a la Aviación Auxiliar del Regio Ejército : los grupos 61º (34ª y 128ª escuadrillas, con 16 Caproni Ca.311 en Mostar) y 63º (31ª y 113ª escuadrillas, con 14 Romeo Ro.37 en Udine) de Observación Aérea (OA). Ambas unidades tenían asignados algunos transportes Caproni Ca.111 como aviones de apoyo.
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(Foto 4 Emblema del 61º Grupo OA)

Los contingentes instalados en Albania y Grecia resultaban mayores. En Albania quedaron el 39º Regimiento de Bombardeo Terrestre (BT) (28 BR.20), los grupos de Caza Terrestre (CT) 22º y 150º (69 MC.200) y los grupos OA 5º, 70º y 72º (38 Ro.37). Este débil despliegue apunta a que Roma no esperaba una oposición importante en Yugoslavia. Fue un gran error.
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(Foto 5 Emblema de la 39ª Escuadrilla del 5º Grupo OA)

Comienza la resistencia

Ya en el mes de mayo se recogieron informes sobre bandas serbias –los futuros chetniks– que operaban en áreas montañosas formalmente bajo control italiano. El 3 de junio 2 Ca.311 del 61º Grupo efectuaron la primera misión bélica de la campaña, un vuelo para comprobar la noticia de poblados incendiados en la frontera entre Montenegro y Serbia. Estas primeras acciones armadas no se dirigían contra los ocupantes italianos, sino que eran choques entre ustachas croatas, chetniks serbios y musulmanes, protagonizadas generalmente por soldados movilizados que no habían vuelto a sus hogares tras el armisticio. Estos guerrilleros buscaban afianzar su opción étnica en determinada zona tras la desaparición del estado yugoslavo.

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(Foto 6 Ca.311 de la 36ª Escuadrilla antes de transferirse a Mostar en agosto de 1941)

Los ocupantes italianos intervinieron de mala gana en estas luchas. Las escuadrillas OA prestaron apoyo aéreo a la división Marche cuando, a finales de junio, atacó una columna motorizada de guerrilleros serbios. Pero la actuación fue más diplomática que militar. La amenaza de bombardeo aéreo sobre las poblaciones rebeldes resultó uno de los recursos más utilizados en las negociaciones. Para inicios de julio se habían neutralizado estas primeras acciones guerrilleras.

Por esas fechas surgió una amenaza más importante. Tras la invasión de la URSS, el 4 de julio el Partido Comunista Yugoslavo llamó a la revuelta. La situación en Montenegro se deterioró especialmente. El 13 de julio se extendió la noticia de que la Asamblea Nacional montenegrina había ofrecido la regencia a Víctor Manuel III y que el nuevo jefe del estado sería un príncipe italiano. Los ánimos, ya exaltados por la anexión a Italia del puerto de Kotor, se desbordaron y estalló la revuelta general. Las fuerzas nacionalistas obtuvieron el apoyo de los comunistas montenegrinos, por esas fechas fuera del control del Politburó del Partido Comunista Yugoslavo.

Los rebeldes, tras una semana de combates, se hicieron con el control del centro y del norte del país, manteniéndose los italianos solo en la costa y en las localidades más importantes. Bosnia y Croacia se unieron a la revuelta el 27 de ese mes. Desde la vecina Albania llegaron seis divisiones y en tres semanas los ocupantes recobraron el control de las vías de comunicación y de la mayoría del territorio montenegrino. Para la reconquista contaron con la activa participación de la Aviación, que bombardeó tanto desde Mostar como desde aeródromos albaneses.

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(Foto 7 Los Ro.37 basados en Albania participaron en la reconquista de Montenegro)

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(Foto 8 Ro.37 volando sobre los Balcanes en acción antiguerrilla)

Como castigo, en lugar de un regente se impuso a Montenegro un gobernador militar, el general Pirzio Biroli, y se suspendió la Asamblea Nacional. El general Pirzio, antiguo instructor del Ejército ecuatoriano, durante la guerra italo-etíope se había labrado fama por su dureza con el enemigo. Era un ferviente defensor de «la superioridad de la milenaria civilización romana» sobre sus seculares enemigos eslavos y del principio de que «Más vale ser temido que despreciado». Sin embargo, en Roma todavía se juzgaba la situación poco amenazadora y el 61º Grupo OA abandonó Yugoslavia para participar en la campaña contra la URSS.

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(Foto 9 Alessandro Pirzio-Biroli, futuro gobernador de Montenegro, durante la campaña etíope)

La práctica de control aéreo del territorio: la Policía Colonial


Italia decidió aplicar en los Balcanes una fórmula de control territorial similar a la utilizada en Etiopía tras su victoria de abril de 1936: uso limitado del Ejército, papel preponderante de la Aviación y empleo masivo de auxiliares locales. Siguiendo las prácticas de la Policía Colonial , las guarniciones del Regio Ejército se acantonarían únicamente en las localidades relevantes por población, interés estratégico o económico. Las áreas rurales y las montañosas se encomendarían a auxiliares locales armados por el Ejército. En Kosovo se apoyarían en el grupo étnico musulmán y en Montenegro, en los chetniks servios. El Regio Ejército se mantendría a la defensiva y la Aviación sería el principal elemento de control, manteniendo abiertas carreteras y vías férreas, ofreciendo apoyo táctico a su infantería, avituallando a las guarniciones aisladas, atacando las concentraciones guerrilleras y realizando bombardeos de represalia sobre las áreas dominadas por el enemigo. En principio, ceder territorio no se consideraba un error porque proporcionaba objetivos específicos a los bombarderos.

Puede parecer chocante que una estrategia diseñada para colonias africanas o asiáticas se extendiese a Europa. Pero para el mando italiano había grandes similitudes entre ambos escenarios: una orografía montañosa, una red de comunicaciones deficiente y un enemigo con medios materiales inferiores, corroído por desavenencias internas y al que despreciaban. Eso sí, en el escenario balcánico nunca utilizarían armas químicas, a diferencia de lo ocurrido en Abisinia. Una cuestión a señalar es que el papel preponderante de la Aviación no había ido unido al desarrollo de un enlace efectivo tierra-aire. La coordinación con la Infantería se desarrollaba siguiendo técnicas de la Gran Guerra: uso de bengalas, humo de colores y telas reversibles de color blanco y rojo de 0´80x1´5 metros. Un sistema en teoría muy imperfecto que en la práctica funcionaba todavía peor por las reticencias de aviadores e infantes a colaborar. Tampoco se habían diseñado aviones antiguerrilla. Las unidades OA volaban aparatos obsoletos, como el biplano Ro.37, o deficientes, como el Ca.311. El primero, con sus dos ametralladoras ligeras frontales y una docena de bombas de 12 Kg. o 72 spezzoni de 2 Kg., resultaba un avión útil para el apoyo a suelo. Pero se trataba de un modelo anticuado, inseguro y cuya estructura de madera y tela resistía mal condiciones atmosféricas extremas. Los más modernos Ca.311 resultaron máquinas fallidas y subpotenciadas, que debían operar con tres tripulantes en lugar de los cuatro prescritos si querían portar cierta carga útil.

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(Foto 10 Puesta a punto de los Ro.37 al aire libre)

El general Porro, comandante de la II Escuadra, señalaba que el efecto de los ataques aéreos contra un enemigo disperso que operaba en montañas y bosques sería materialmente pequeño. Tampoco el apoyo táctico que podrían otorgar a su infantería cuando atacaba pequeños núcleos de población resultaría efectivo por la dificultad de delimitar ambos bandos. Pese a ello, consideraba que la Aviación sería eficaz al aterrorizar y desmoralizar al enemigo. Para esta labor aconsejaba el uso de los aviones ligeros de OA y bombardeos con artefactos livianos de 2, 12 y 15 Kg. Es decir, preconizaba una guerra povera que se desarrollaría con modelos anticuados, combustible racionado y el stock de bombas ligeras inútil en frentes más modernos. La Regia comenzó a preparar los aeródromos para una campaña prolongada. A excepción de Liubliana y Mostar, todos presentaban graves carencias y la mayoría no pasaba de ser meras pistas de tierra. Se ampliaron y mejoraron las instalaciones de Zara, Karlovac, Ogulin… De momento no se había perdido ningún avión en acción de guerra, pero sí se produjeron bajas entre sus tripulaciones. La pérdida más relevante fue Antonio Proto, el comandante del 71º Grupo, que murió al ser alcanzado por una ráfaga su Ca.311 el 28 de septiembre cuando volaba entre las montañas de Herzegovina.

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(Foto 11 Emblema de la 123ª Escuadrilla del 71º Grupo OA, unidad que tuvo la primera baja mortal de la campaña)

Frente al criterio de la Regia Aeronáutica de no comprometer unidades modernas en Yugoslavia, el Regio Ejército deseaba contar con escuadrillas competitivas. El general Mario Roatta , comandante del II Ejército en Dalmacia, solicitaba y obtenía en enero de 1941 un Grupo BT, con 17 BR.20. El Estado Mayor de la Regia Aeronáutica, muy reticente a las peticiones del Ejército , tuvo que enviar contra su criterio refuerzos para lo que consideraba un frente menor cuando los bombarderos escaseaban en escenarios más decisivos .

En Serbia, bajo control germano, la oposición armada era ya importante. La guerrilla comunista organizada por Josip Broz Tito comenzaba a causar serios problemas a los alemanes y al gobierno colaboracionista. Desde julio hasta septiembre de 1941 partisanos comunistas y nacionalistas chetniks lucharon codo con codo. A partir de esa fecha se fueron distanciando y en diciembre se llegó al conflicto directo entre ambos. Los comunistas se organizaban bélicamente en compañías autónomas de 50 “efectivos” . Cinco de estas compañías constituían un destacamento, que recibía las órdenes directamente del Estado Mayor Guerrillero, que coincidía con el Politburó del Partido Comunista Yugoslavo. La guerrilla comunista de Montenegro era aún independiente y la de Macedonia se mantenía inactiva al depender del Partido Comunista Búlgaro, pero progresivamente se fueron integrando en la de Tito. En octubre de 1941 desembarcó de un submarino en las costas de Montenegro el primer enlace inglés. Pero, siguiendo el consejo del gobierno yugoslavo en el exilio, los aliados se limitaron a apoyar materialmente a los chetniks. En diciembre de 1941 los italianos incrementaron los bombardeos, atacando las villas de Causevici, Jabuka y Crljenica, en poder de los partisanos.

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(Foto 12 Tito líder de la guerrilla comunista)

1942. La guerrilla cobra fuerza

En enero de 1942 Tito contaba con 80.000 combatientes. La reacción alemana en Serbia obligó a los guerrilleros a establecerse en las montañas del este de Bosnia. Los germanos también los expulsaron de allí y en enero de 1942 los partisanos se instalaron en zonas de Montenegro no ocupadas por Italia y en la Bosnia bajo control croata. Los alemanes, escasos de aviación, solicitaron el día 4 que una unidad de la Regia se instalase en Belgrado. Durante la invasión de Yugoslavia las distintas aviaciones del Eje no se coordinaron y los alemanes impusieron a los italianos no volar más allá del sector costero dálmata y de la frontera albano-yugoslava. Pero ahora, debido a su falta de medios, reclamaban colaboración.

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(Foto 13 Bombardero BR.20, el mejor avión italiano de la campaña)

Debido a las pésimas condiciones invernales, la Regia consideró imposible trasladar a Belgrado el personal y el material de la unidad. A cambio ofreció enviar desde Albania a Mostar el 39º Grupo BT (12 BR.20). Pero los bombarderos no cabían en los hangares y tuvieron que quedar estacionados al raso. La extensión de la revuelta llevó a los italianos a adoptar medidas extremas. El día 12 el gobernador de Montenegro, Pirzio Biroli, ordenó que, por cada militar italiano muerto, se fusilase a 50 rehenes. El comandante del II Ejército, general Roatta, expresó así la política a desarrollar en su demarcación: «Es necesario no eludir el uso de la crueldad. (…) Tenemos la necesidad de internar a todos los habitantes y poner familias italianas en su lugar”.

En la ciudad de Foca, en la frontera entre Montenegro y Serbia, la guarnición italiana se había retirado y los chetniks se hicieron con el control. Mataron a todos los musulmanes que pudieron capturar, arrojándolos al río. Los partisanos comunistas expulsaron a los chetniks e instalaron allí su capital el 21 de enero. Al día siguiente los alemanes solicitaron el apoyo de los bombarderos italianos. Pero el frío había helado el aceite de los motores de los BR.20 de Mostar y ninguno pudo despegar. Cuando lo hicieron, con dos días de retraso, el resultado fue desastroso. Tres bombarderos acudieron a apoyar a las vanguardias alemanas. Dos debieron abortar la misión por el mal funcionamiento de sus motores. El tercero creyó descubrir fuerzas enemigas en el sector de Vlasenica. Como desde tierra no le respondieron con las señales de reconocimiento preestablecidas, lanzó sus bombas. Causó 4 muertos y 10 heridos… pero eran alemanes. Los germanos ocupaban la localidad desde hacía cuatro días y, además, afirmaron haber señalizado la zona con las previstas telas blancas y rojas. Tras este incidente se suspendió la colaboración aérea italoalemana.

El general Roatta obtuvo nuevos refuerzos aéreos: el 39º Grupo BT se instaló en Mostar (17 BR.20) y el 63º Grupo OA en Pola (17 Ca.311 y 2 Ro.37). Pero el supuesto efecto disuasorio de la Aviación no se producía. En febrero de 1942 muchas guarniciones quedaron cercadas por la guerrilla, sobre todo en el sector del V Cuerpo. También la nieve dejó incomunicados numerosos destacamentos. Una pareja de transportes SM.82 basada temporalmente en Gorizia abasteció a los sitiados, mientras el 63º Grupo OA y el 98º Grupo BT atacaban las posiciones enemigas y realizaban un estudio fotográfico para establecer el mejor itinerario para las columnas de socorro. Los resultados fueron óptimos y en un par de semanas la mayoría de las guarniciones quedó liberada.

La Regia bombardeaba Foca y las zonas bajo control comunista. En este tipo de combate, herir enemigos podía ser más eficaz que matarlos. Debido a la carencia de medicamentos y drogas, la amputación era una medida profiláctica muy habitual. Además, el reglamento guerrillero imponía no abandonar a los heridos y los destacamentos cargados de camillas se convertían en objetivos fáciles. Los bombardeos a menudo se dirigían contra la población civil y el 13 de febrero la Regia mató a cuatro personas en la escuela de la aldea de Morinje.

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(Foto 14 Mujeres bosnias acarreando guerrilleros heridos)

El 1 de marzo el general Roatta emitió la Circular 3C que cambiaba la estrategia italiana en Dalmacia. Se ordenaba pasar de la defensiva a la ofensiva. Ante una incursión guerrillera, se incendiarían casas y pueblos y se fusilarían rehenes civiles. Se iniciaba el internamiento de la población eslava para sustituirla con colonos italianos. La consigna era «Nada de diente por diente, cabeza por diente». Ese mes se fusilaron 102 rehenes. En Montenegro los italianos, más débiles numéricamente, no cambiaron demasiado su modus operandi: establecieron con los chetniks un pacto que les dejaba el campo libre en el interior del país. Comenzó la planificación con alemanes y ustachas de la Operación Trío, que se iniciaría en abril. Su objetivo era destruir a las fuerzas comunistas que operaban en Croacia.

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(Fotos 15, 16 y 17 La terrible secuencia de la conducción y fusilamiento de unos prisioneros por los italianos)

Antes de iniciar Trío los italianos intentaron reforzar su Aviación, lo que resultaba difícil debido a los requerimientos de otros frentes. El 4 de marzo llegaron 4 Ca.111 y 2 SM.81 que fueron agregados a la 36ª Escuadrilla OA. Estos aparatos se destinaron al reconocimiento fotográfico, al lanzamiento de octavillas y, sobre todo, a abastecer las guarniciones aisladas. Los Ca.111 realizaron 480 misiones de avituallamiento, tanto mediante lanzamiento de contenedores como en difíciles aterrizajes sobre pequeñas pistas de fortuna de 200-300 metros. A falta de aviones italianos, se pusieron en estado de vuelo algunos Rogozarski Fizir presa de guerra que reforzaron las unidades OA. También comenzaron a utilizarse para enlace algunos Bücker Bu.131 exyugoslavos. Se realizaron prácticas de coordinación tierra-aire con señales de telas y bengalas.

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(Foto 18 Un transporte Ca.111 entre la nieve)

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(Foto 19 y 20 Rogozarski Fizir utilizado por los italianos)

En abril, a petición del comandante de la II Escuadra Aérea, general Porro, se creó el Mando de Aviación de Eslovenia-Dalmacia. Lo mandaría el general Piccini. En el Ejército algunos mandos sospecharon que la decisión respondía más al intento de la Regia de salvaguardar su autonomía operativa que a las auténticas necesidades bélicas. Cuando la Operación Trío se inició el día 15, el 73º Grupo OA llegó desde Italia y actuó durante 20 días. El 9 de mayo los partisanos abandonaron Foca y la jornada siguiente entraron los italianos. La ciudad fue entregada de nuevo al control chetnik. Del 28 de abril al 22 de mayo de 1942 la Aviación efectuó reconocimientos para localizar al enemigo, realizó ataques a suelo y vuelos de enlace. Los italianos protagonizaron 263 salidas operativas, en las que lanzaron 40 toneladas de bombas y abastecieron a sus columnas con 52 toneladas de material. Destacó el capitán Greco, que del 18 al 20 de mayo llevó 3.640 Kg. a la guarnición de Glacko, de la que evacuó a 31 heridos. Para aumentar la carga útil, su Ca.111 viajaba sin mecánico de vuelo, cuyo puesto ocupaba a la vuelta un evacuado. El mal tiempo obligaba a los aviones a volar bajo la capa de nubes y a menudo el enemigo los tiroteaba desde las alturas. Aunque 37 aviones fueron alcanzados por el fuego de tierra, ninguno se perdió.

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(Foto 21 Los disparos de fusilería y de armas automáticas ligeras eran el principal peligro para los aviones italianos)

La Operación Trío resultó un éxito y expulsó a los guerrilleros comunistas de Croacia En junio, los partisanos tampoco operaban ya en Montenegro. Pero el movimiento subsistía. La guerrilla no se aferraba al territorio: si las tropas del Eje presionaban, abandonaba la zona. La partisanos iban a trasladarse unos 300 Km., hasta el montañoso noroeste de Bosnia, bajo teórico control italiano pero nunca ocupado de forma efectiva. De junio a octubre se produjo la “larga marcha” de los comunistas yugoslavos. Debido a que se movían a pie por terreno montañoso, cargados con 4.000 heridos y enfermos, tardaron cinco meses en concluirla.

Además de cambiar de ubicación, la guerrilla variaba de organización. Las limitaciones bélicas de los destacamentos, incapaces de acciones militares de importancia, llevaron a la formación de grupos de élite: las brigadas proletarias. Unidades escogidas de 1.000 combatientes, con las mejores armas y municionamiento disponibles, estaban dirigidas a menudo por brigadistas veteranos de la guerra civil española. Tropas disciplinadas y adoctrinadas por comisarios políticos, podían efectuar operaciones ofensivas o defensivas de entidad. La URSS, a través de la KOMINTERN, desaconsejó a Tito formar estas unidades de impronta comunista, prefiriendo apelar al consagrado “Frente Popular antifascista”. Tito ignoró la sugerencia y para junio de 1942 había organizado cinco brigadas proletarias que iban a ser su fuerza de choque. Pero la mayor parte de los guerrilleros seguía encuadrada en destacamentos de capacidades combativas limitadas.

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(Foto 22 Guerrilleros en las montañas de Montenegro)

A lo largo de 1942 la guerrilla fue extendiéndose por el resto de los Balcanes. El norte de Albania, casi abandonado por los italianos, quedó bajo control de bandas de bandoleros, guerrilleros nacionalistas y comunistas. En Grecia la oposición armada también cobraba fuerza. La respuesta italiana fue sobre todo aérea y en el verano de 1942 la media diaria de vuelos superaba los diez. En julio las salidas fueron 413, con un peso cada vez mayor de las misiones de bombardeo. Esta frenética actividad, superior a la capacidad técnica de los modelos, comenzó a pasar factura. Los Ca.311 colapsaban los talleres con sus cada vez más frecuentes visitas. Las alas de los SM.81 perdían la tela del revestimiento. Comenzaron a dar de baja los Ro.37 por inutilizables. Cada vez había que recurrir más a las tres escuadrillas de modernos BR.20 (bases de Mostar, Zara y Ronchi delle Legionari). Este modelo requería mucho más combustible por lo que no se utilizaban más de 4 ó 5 simultáneamente para evitar agotar el limitado cupo disponible. Paradójicamente, la falta de modelos idóneos provocaba situaciones antieconómicas, como misiones en que un BR.20 atacaba un objetivo aislado en vuelo rasante con su única ametralladora frontal de 7,7 mm. Para evitar estos dispendios y ahorrar carburante, cada vez se usaban más modelos sin aptitud bélica, pero de barato mantenimiento, como los Ca.164 y Nardi 305. También se recurrió a una veintena de hidroaviones CANT.501 y 506 de las bases navales del Adriático: además de patrullar para que los submarinos aliados no socorrieran a la guerrilla, colaboraban en los reconocimientos terrestres. Para limitar la tendencia del Ejército de encargar a la Regia el abastecimiento de sus guarniciones, los lanzamientos de vituallas debían ser autorizados personalmente por el general Piccini salvo en el caso de unidades sitiadas.

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(Foto 23 Nardi 305 de enlace)

El 7 de julio se produjo el primer derribo de un avión italiano. Un Ca.311 de la 121ª Escuadrilla fue alcanzado por una bala en un depósito de lubrificante. El avión intentó retornar a la base pero el recalentamiento del motor provocó su parada. El bimotor se precipitó en el mar, con la muerte de dos de los tres tripulantes.

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(Foto 24 Misa de campaña bajo un Ca.311)

La guerra era ya de auténtico exterminio. El 31 de julio Mussolini proclamó en Gorizia: «Estoy convencido de que al terror de los partisanos se debe responder con el hierro y con el fuego. Debe terminarse el tópico que señala a los italianos como sentimentales, incapaces de ser duros cuando se necesita». En el campo de concentración de Arbe muchos prisioneros eslavos morían de hambre.

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(Foto 24 Campo de Arbe)

En agosto las misiones fueron 384. En septiembre, 300, con 500 horas de vuelo. Se trataba en su mayoría de operaciones con aparatos aislados para mantener al máximo tiempo la presencia aérea sobre la zona. El diagnóstico que se hacía de estas acciones era que el bombardeo dañaba fuertemente la moral de los partisanos, pero con escasos efectos materiales. Se estimaba que un 30% de los artefactos no llegaban a explotar. Los guerrilleros utilizaban prisioneros italianos para desactivarlos. El ametrallamiento resultaba más efectivo, pero los tipos utilizados eran inadecuados al no disponer de armamento frontal pesado. Apoyando desde sus bases de Sussak, Zara y Mostar las ofensivas de los V, VI, XV y XVIII cuerpos de ejército, ese mes 21 aviones resultaron alcanzados por el fuego enemigo.

Durante el otoño la Aviación continuó el apoyo a compatriotas y milicias ustachas. Dispersó destacamentos guerrilleros y bombardeó como represalia localidades que se sospechaba apoyaban a los partisanos. Ante las deficiencias detectadas continuaron las maniobras de colaboración tierra-aire. En octubre se inició la Operación Dinara, la mayor ofensiva italiana en Bosnia. El objetivo era retomar el control de la zona minera de los Alpes Dináricos, que se había cedido a Croacia y que los partisanos habían ocupado. La escasez de combustible solo permitió efectuar 266 vuelos. Una veintena de aviones sufrió daños por fusilería y se perdió un Fieseler Storch, que se estrelló al despegar. En noviembre las salidas fueron 113 y en diciembre, 130. Por estas fechas se detectó que la guerrilla comenzaba a utilizar antiaéreos de 20 mm. A partir de este momento la Aviación iba a sufrir un mayor número de bajas, sobre todo en acciones de abastecimiento. Un Ca.311 fue abatido cuando avituallaba a la guarnición de Citlum y un BR.20 tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia al ser alcanzado mientras lanzaba contendedores sobre el puesto de Lovinak.

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(Foto 25 Infantería italiana en los Balcanes)

A lo largo de 1942, la Aviación había participado en doce grandes operaciones antiguerrilla. Pese a las bajas infligidas al enemigo, el resultado no podía considerarse positivo porque en diciembre de 1942 los partisanos eran 150.000, con 28 brigadas de primera línea. Se reconocía que la campaña no se resolvería en breve por lo que comenzaron a fortificarse los aeródromos. Se rodearon de alambre de espino, construyéndose fortines externos e internos, se dispersaron los aviones y se organizaron las primeras baterías antiaéreas con viejas piezas de 75/27 y cañones de 20 mm .

Las grandes ofensivas antiguerrilleras de 1943

El 3 de enero de 1943 se celebró en Roma una conferencia con los alemanes para preparar la Operación Weiss. La labor italiana consistiría en expulsar a los partisanos de la región de Sarajevo. Para esta operación llegaron algunos bombarderos BR.20 tan deteriorados que no podían utilizarse en primera línea. El general Piccini consiguió que se le destinaran algunos viejos cazas biplanos CR.42 , obsoletos para combatir contra ingleses o norteamericanos pero útiles como aviones de asalto. Por fin la Regia obtenía un modelo ágil con el que volar por los estrechos valles del interior.

Ese mes también comenzó a desplegarse en los Balcanes un modelo que por fin cumplía con las expectativas de un avión antiguerrilla: el Ca.314. El 25 de enero volaron los dos primeros Ca.314C. Este modelo contaba con 4 ametralladoras frontales de 12,7 mm., con 1200 balas. Podía llevar hasta 1280 Kg. de bombas, con una autonomía de 1.200 Km. Pero estos aparatos se destinaron al 43º Grupo OA en Albania y actuaron poco en Yugoslavia. Las escuadrillas de esta zona recibieron el modelo Ca.314A, que solo disponía de dos armas frontales de 12,7 mm., con 600 balas, y una carga de 320 Kg. de explosivos. De momento los nuevos Ca.314 no podían operar por falta de puesta a punto del avión y debido a que sus tripulaciones no habían recibido aún entrenamiento operativo con ellos.

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(Foto 26 El mejor avión italiano de ataque a suelo, el Ca.314, de la 61ª Escuadrilla de Scutari)

Ese mes de enero se realizaron 202 misiones, de ellas 135 ofensivas. Cuando el 3 de febrero se inició la Operación Weiss, la concentración de fuerzas del Eje era impresionante: 5 divisiones alemanas, 3 divisiones del Regio Ejército, 1 división croata, unidades búlgaras y 20.000 chetniks que actuaban dentro del despliegue italiano. Su superioridad era de 6 a 1. Casi un centenar de aviones italianos prestaría apoyo aéreo. En Mostar actuaba el 39º Grupo BT (8 BR.20) y la 12ª Escuadrilla OA (7 Ca.311 y 5 Ro.37). En Zara estaba basada la 51ª Escuadrilla BT (7 BR.20), el 5º Grupo OA (10 Ca.311), el 61º Grupo OA (7 Ca.311) y una escuadrilla de ataque a suelo (8 CR.42). Desde Pola actuarían el 62º Grupo OA (11 Ca.314 y 1 Ro.37) y el 63º Grupo OA (3 BR.20, 7 Ca.311). Desde Albania, con bases en Valona y Scutari, volarían 14 Ro.37 y 9 Ca.311. Ante esta avalancha, la guerrilla decidió abandonar el noroeste de Bosnia y regresar a la zona de Montenegro donde operó antes de la “larga marcha”. El punto más peligroso de su difícil itinerario era el cruce del río Neretva. A mediados de febrero los partisanos lograron una victoria que les llenó de moral, al tomar Prozor y destruir el 259º Regimiento de la división italiana Murge . Ese mes, en un esfuerzo sin precedentes, la Aviación realizó 584 salidas. Las pérdidas fueron un BR.20 y un Ca.311, mientras que 33 aparatos resultaron alcanzados por fuego antiaéreo. Con 5 muertos y 9 heridos, resultó el mes más sangriento para la Regia hasta ese momento.

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(Foto 27 Un Ro.37 despega en las difíciles condiciones invernales de los Balcanes)

El 6 de marzo la vanguardia partisana logró cruzar el Neretva en las proximidades de Jablanica, desbandando a doce mil chetniks. Pese a que aviones alemanes e italianos los bombardearon durante siete días, miles de guerrilleros y civiles en fuga pasaron el río. Los CR.42 de la 383ª Escuadrilla Autónoma de Caza y Asalto se mostraron especialmente eficaces en sus ametrallamientos. La Aviación realizó también operaciones de vigilancia de vías de comunicación y escolta a las columnas del Eje. Con 665 salidas, fue el mes de mayor actividad durante toda la campaña. También el de mayores pérdidas materiales: los guerrilleros derribaron un BR.20, un Ca.311 y un CR.42, además de alcanzar 30 aviones más. Entre el personal hubo un muerto, ocho desaparecidos y 4 heridos.

En abril siguió desarrollándose la Operación Weiss. La Aviación realizó 635 salidas, el 82% ofensivas. Aunque 65 aviones recibieron daños desde tierra, solo se produjo una pérdida, la de un CR.42 durante un ametrallamiento en Kljuni. Pese a que Berlín acusaba a los italianos de no participar en los combates y de dejar la lucha en manos de auxiliares chetniks o musulmanes, durante la Operación Weiss el Regio Ejército sufrió 1.500 muertos y 1.000 prisioneros, mientras que solo 436 alemanes fueron dados por muertos o desaparecidos. Los partisanos tuvieron más de 10.000 bajas pero no habían sido eliminados. Los alemanes reconocieron que habría que iniciar una nueva campaña. Cuando volvía de Italia de una reunión para coordinarla, el 23 de ese mes murió el general de Brigada Aérea Mario Piccini en un accidente con un Ca.312. Lo sustituyó el coronel Carlo de Capoa.

Imagen
(Foto 28 Italia armó a los musulmanes de Kosovo para combatir a la guerrilla comunista)

Las actividades de la Aviación en mayo se centraron en apoyar la nueva ofensiva alemana y socorrer a la guarnición de Foca, donde el batallón alpino Aosta resistió durante semanas hasta ser liberado. Ese mes los ingleses enviaron por primera vez una misión ante los comunistas. El enlace con los aliados resultaba vital porque las carencias materiales de la guerrilla provocaban miles de bajas por congelación, tifus, gangrena, septicemia, tétanos… El 15 se puso en marcha la Operación Schwarz, en la que 117.000 soldados del Eje intentaron cercar y aniquilar a 22.000 partisanos, de ellos unos 4.000 heridos Las tres divisiones italianas tenían encomendado que el enemigo no pudiera huir hacia Albania y empujarlo desde el oeste y el sur. Ese mes se produjeron 483 salidas y 24 aviones resultaron alcanzados, pero sin pérdidas definitivas materiales o personales.

De nuevo la guerrilla eludió su destrucción al escapar hacia el noroeste a través de las líneas croatas. Cuando finalizó la operación el 16 de junio, las bajas comunistas eran importantes, unas 8.000, pero la guerrilla seguía en pie. Además se detectaron por primera vez vuelos de aprovisionamiento para los comunistas. Se trataba de suministros anglo-americanos porque los rusos no proporcionaron ayuda alguna hasta febrero de 1944. Debido a la inexistencia de caza nocturna no se podían evitar estos vuelos. Como contramedida, los BR.20 comenzaron a buscar las pistas de aterrizaje y las zonas de lanzamiento. Detectaron cuatro, que bombardearon para destruir los depósitos de material. Ese mes se produjeron 516 salidas, con 21 aparatos dañados por el fuego antiaéreo. El presidio croata de Gospil recibió 19 toneladas de víveres y 110.000 balas por vía aérea.

El 30 de junio la Aviación italiana disponía de 113 aviones en Yugoslavia, con un muestrario de lo más variado: 27 BR.20, 34 Ca.314, 16 CR.42, 12 Ca.311, 6 Ro.37, 6 Ca.164, 3 Ca.309, 2 Ca.111, 2 FN.305, 1 SM.81, 1 Ca.312, 1 Ca.310, 1 Fieseler Storch y 1 Ba.25. En Albania estaban basados 48 Ca.313 y 314.

El mes de julio se realizaron 516 salidas. La actividad guerrillera no se había incrementado, pero existían 38 guarniciones parcialmente aisladas que había que sostener. El 31 los partisanos derribaron un Ca.314 de la 119ª Escuadrilla.

Durante ese verano el XI Cuerpo de Armada (general Gambara) comenzó a utilizar, a título experimental, radios RF3C , con las que los infantes podían contactar desde tierra con la Aviación en acciones tácticas. Se demostró que eran útiles para comunicar con los aviones en un radio de 40 kilómetros. Como se trataba de un modelo de 1936, se descubría con injustificable retraso ¡que Italia tenía medios para haber dispuesto de un eficaz enlace tierra-aire durante todo el conflicto!

La situación en vísperas del armisticio. Balance final

En septiembre de 1943 había medio millón de soldados italianos en los Balcanes . En Yugoslavia hacían de guarnición el 2º Ejército y el Grupo de Ejércitos del Este, con una fuerza equivalente a 17 divisiones. Cuando se conoció el armisticio, el 8 de septiembre, los aviones de primera línea eran unos 90:

- En Zara estaban basados el 39º Grupo BT (14 BR.20) y la 383ª Escuadrilla de Asalto (22 CR.42).
- En Mostar se encontraba el 56º Grupo OA (15 Ca.314).
- En Pola-Lubiana se basaban el 63º Grupo OA (12 Ca.314 y 11 BR.20) y una sección de interceptores.

Además, una treintena de hidroaviones CANT 501 y 506 se encontraba en las bases navales. Tras la desaparición de estos hombres y de estos aviones, Alemania comenzó a perder el control de Yugoslavia. En 28 meses de ocupación, de mayo de 1941 a agosto de 1943, los italianos perdieron, según las fuentes, de 21 a 23 aviones y 320 resultaron alcanzados. Del 1 de julio de 1941 al 8 de septiembre de 1943, la Aviación efectuó 3.970 salidas ofensivas, 3.250 vuelos de reconocimiento y 600 acciones de ataque a suelo. Se transportaron 720 toneladas de material y 400 pasajeros. Los Ca.111 y SM.81 de los Núcleos de Transporte suministraron 650 toneladas más. Los aviadores muertos fueron 40, con 21 heridos.


Bibliografía

AUTY, P.: Tito. Editorial San Martín. 1974.
BOCCA, Giorgio: Storia d´Italia nella guerra fascista 1940-1943. Mondadori, 1997.
DI MARTINO, Basilio: La Regia Aeronáutica in Yugoslavia, p.25-38, en Storia Militare. Edizioni Storia Militare SRL.
EMILIANI, A., GHERGO, G. y VIGNA, A.: Regia Aeronáutica. Balcani e fronte orientale. Intergest, 1974.
GOBETTI, Eric: Alleati nel nemico. L´Occupazione italiana in Yugoslavia (1941-43). Laterza, 2013.
VVAA.: Enciclopedia de la II Guerra Mundial. Editorial Noguer, 1972.
VVAA.: Enciclopedia de la II Guerra Mundial. Editorial Sarpe, 1983.
VVAA.: Dimensione cielo. Vol. 4-7. Ediziones Bizzarri, 1973.


Según reza una antigua inscripción en la portada de la iglesia de Otxate, cuando el mundo era joven, solo habitaban la tierra y los océanos seres primordiales a los que no resultaba agradable contemplar. Extraños y deformes, procedentes del vacío y las estrellas. En una época aún arcana, estos seres primordiales se ocultaron más allá del tiempo, pero dejaron su semilla. Cthulhu engendró a los seres de la tierra; Dagón, a los marinos, y Derleta, a los lunares.

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Re: La Regia Aeronaútica en Yugoslavia

Mensaje por Lutzow »

Se puede agradecer el trabajo de Buscaglia y debatir el artículo en el Subforo del Frente Aéreo de la WWII: http://www.elgrancapitan.org/foro/viewt ... 52&t=23573

Saludos.
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Re: La Regia Aeronaútica en Yugoslavia

Mensaje por Rafa.Rodrigo (kappo) »

Artículo subido al portal e imágenes recuperadas:
http://www.elgrancapitan.org/portal/ind ... -comunista
[...] y 100 millones de ducados [...]
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