Ahora probamos con Polibio, mucho más difícil porque su relato es muchísimo más inconexo.
Luego de dos días de marcha hizo uno de barcas, y encargó a Asdrúbal el paso de las tropas. Él pasó poco después y dio audiencia a los embajadores que habían venido de los pueblos próximos. Pues con la victoria que había ganado, todos los galos de la comarca anhelaban ganar su confianza según su primer propósito, proveerle de municiones y militar bajo sus banderas. Recibidos que fueron éstos con agrado, y pasadas sus tropas a esta parte, caminó río abajo haciendo una marcha opuesta a la anterior, con el deseo de alcanzar al enemigo.
Es un Asdrúbal el encargado de hacer pasar las tropas. Aquí no hay vanguardias, el grueso va junto, sólo que Aníbal se queda atrás ¿No se nota un desfase, que los tiempos no encajan? Asdrúbal si iba por delante, el ejército dividido. Y ese nombre, ese Asdrúbal es aprovechado para el cuento de Hispania. Con Livio Livio es Magón, más lío con generales.
Escipión, después de atravesado el Po, había acampado alrededor de Placencia, colonia romana. Allí se había detenido para curar su herida y las de sus soldados, creyéndose seguro de todo insulto. Entretanto, Aníbal, al segundo día de haber pasado el río, alcanzó a los enemigos, y al tercero formó a su vista el ejército en batalla. Pero viendo que nadie se le presentaba, se atrincheró a cincuenta estadios de distancia.
Aquí, ya tratado en el hilo del Trebia, falta algo. Según eso, o Publio no estaba en Placencia, o Aníbal acampó al otro lado del Trebia, o el Trebia estaba del otro lado. Esto es casi lo de menos. Lo raro es que abandona su campamento por inseguro, a pesar de supuestamente contar con una poderosa fortaleza.
Por lo cual, llegada la noche, levantó el campo al amanecer, y tomó el camino hacia el río Trebia y eminencias a él inmediatas, para afianzar su seguridad en la fortaleza de aquel terreno y vecindad de sus aliados. Pero apenas advirtió Aníbal su traslado, destaca prontamente en su seguimiento la caballería númida, y poco después la restante, siguiendo él detrás con todo el ejército. Los númidas encontraron desierto el campamento romano y le prendieron fuego. Esto tuvo mucha cuenta a los romanos; como que si los hubieran perseguido los númidas sin detenerse, habrían alcanzado los bagajes y hubieran dado muerte a muchos romanos en aquellas llanuras. Pero llegaron cuando ya los más habían pasado el Trebia. Sólo faltaba la retaguardia, y de ésta una parte fue muerta y otra hecha prisionera. Escipión, pasado el Trebia, sentó sus reales en las primeras colinas, y fortificado su campo con foso y trinchera, mientras aguardaba a Sempronio y las legiones que con él venían, curaba su herida con cuidado, deseoso de tener parte en el futuro combate. Aníbal sentó su campo a cuarenta estadios de distancia del enemigo. Allí, los galos que habitaban aquellas campiñas, alentados con los progresos de los cartagineses, proveían abundantemente de víveres al ejército, y en toda acción o peligro los hallaba Aníbal por compañeros.
Dos detalles, la retirada romana, perdiendo el campamento y la retaguardia pero salvando el equipaje (cosa que los cartagineses pierden en Cissis) Y que Aníbal también cambia de campamento.
En el transcurso de este tiempo, Aníbal tomó por trato la ciudad de Clastidio, entregándosela Brundusino, su gobernador por los romanos. Dueño de la guarnición y de los acopios de trigo...
el cebo. Pudiera haber ciertos parecidos o duplicados con Victumula con Livio el multicopista, en un caso hay pacto por traición y en el otro, una salida desesperada. Sea como fuera, esto es Castrum Album, las provisiones, la guarnición romana cercada, el acoso de la caballería, el incendio del campamento... está todo ahí.
Lo raro es la siguiente batalla con Sempronio que mencionaba en el anterior post.
Después, advirtiendo que algunos galos de los que habitaban entre el Po y el Trebia habían contraído con él alianza, y al mismo tiempo se comunicaban con los romanos, persuadidos a que por este medio hallarían seguridad en uno y otro partido; destacó dos mil infantes y mil caballos entre galos y númidas, con orden de que talasen sus tierras. Ejecutada prontamente esta orden, y dueños de un rico despojo, al instante acudieron los galos al campamento romano para implorar su socorro. Sempronio, que ya de antemano buscaba la ocasión de actuar, valiéndose ahora de este pretexto, envió allá la mayor parte de su caballería, y con ella hasta mil flecheros. Éstos, pasado prontamente el Trebia, vienen a las manos con los que traían el botín, los hacen volver la espalda y retirarse a su campamento. Las guardias avanzadas del campo cartaginés que lo advirtieron, se dirigen prontamente al socorro de los que eran perseguidos, ponen en huida a los romanos y los hacen volver hacia su campo.
Mucho y muy gordo. Si Aníbal había llevado su campamento a 40 estadios del romano dos cosas ¿Qué campos recorría su caballería? Forzosamente tenían que ser los de la retaguardia cartaginesa. Los romanos cruzan el Trebia y se internan en la retaguardia púnica, algo muy muy raro. Y los hacen volver a cruzar el Trebia. Esta es una primera fase que luego se complica.
Es decir, o no estaba Aníbal acampado frente a los romanos y la caballería eran las vanguardias de Asdrúbal que retroceden hasta Aníbal o como dice Polibio, los romanos cruzan el Trebia en el quinto pino, lejos del campamento de Aníbal, sin ser vistos, se internan en la retaguardia, persiguen a la caballería púnica cargada de botín sin perderlo y son hechos salir corriendo por las guardias del campamento, hablando de casi toda la caballería romana y mil ligeros. Ni de coña.
Entonces Sempronio, visto este accidente, destacó toda la caballería y los flecheros, con cuyo refuerzo vueltos a retroceder los galos, se acogieron dentro de dos fortificaciones.
Ahora es toda la caballería la que cruza de nuevo el Trebia, con todos los ligeros, más de lo mismo, pero Aníba no estaba a estas alturas dispuesto para la batalla general...
Que no, que éste es el rescate de Sempronio de una tentativa ¿De Publio? de atacar a las vanguardias cartaginesas antes de llegar el grueso cartaginés. Este grueso supongo estaría frente a Clastidium, al menos una parte. Para tomar por trato la ciudad, no basta con un traidor, hace falta una fuerza que se haga cargo de la plaza, eso al menos. Si no todo el grueso cartaginés sería necesario allí, si al menos una parte no desdeñable, con Aníbal al frente. Y un Asdrúbal con el resto recorriendo la campiña y acosando a los romanos en su retirada hacia el Trebia, sin pasar por Placencia. Las mentiras de Polibio son infinitas. Y estas son las campañas de Hispania.
se envió una escuadra a las órdenes de P. Escipión, quien después de haber llegado a España e incorporándose con su hermano, hizo grandes servicios a la República. Hasta entonces no se habían atrevido los romanos a pasar el Ebro, sólo se habían contentado con ganar la amistad y alianza de los pueblos de esta parte; pero ahora lo cruzaron por primera vez y se animaron a adelantar sus conquistas del otro lado coadyuvando no poco la fortuna sus intentos. Después de haber aterrado a los pueblos de la comarca con su paso, fueron a acampar a cuarenta estadios de Sagunto,
Traducción: los cartagineses cruzan el Po, la caballería cartaginesa tala la tierra de los aliados de los romanos y acampan a 40 estadios de Publio.
En cuyo supuesto, si ahora que los romanos se habían aproximado a Sagunto, la tenían puesto sitio y peligraba la ciudad, sacase los rehenes y los devolviese a sus padres y ciudades;
Se traduce sólo:
Efectivamente, vinieron, y con ellos los boios, que le entregaron los tres personajes enviados por los romanos para la división de las tierras, de quienes se habían apoderado contra todo derecho al iniciarse la guerra, como hemos indicado anteriormente. Aníbal aplaudió su buen afecto, les dio testimonios de amistad y alianza, y les devolvió los tres romanos, advirtiéndoles los custodiasen para canjear por ellos sus rehenes, como al principio habían pensado.
Y suma y sigue...Brundusino/Abilix.... si es un no parar. A cada acción, una reacción de la misma magnitud y en sentido opuesto.
Prometí también que no haré guerra ni paz ni pacto a no ser con el consejo de los obispos, nobles y hombres buenos, por cuyo consejo debo regirme.
IV Item. Decreta que Don Alfonso, Rey de León y de Galicia estableció en la Curia de León en 1.188