La campaña contra Servia en 1914

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Erich Hartmann

La campaña contra Servia en 1914

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La acción contra Serbia.

Tan Pronto como se hizo oficial la declaración de guerra de Austria a Serbia, el ejército austriaco fronterizo se puso en marcha, siguiendo las órdenes del Estado Mayor General, e inició la invasión del país enemigo por dos puntos distintos.

Con este principio de movilización, coincidió el día 29 de julio la publicación de una nota oficial del Gobierno de Zar de Rusia que vino a alentar a los serbios y a exhortarles a la más desesperado resistencia.

Esta nota estaba redactada en los siguientes términos:

Rusia se mantiene firme en su propósito de defender a Serbia contra Austria-Hungría.

Se espera esta noche un manifiesto de Zar, motivado por su acuerdo de desempeñar las funciones de generalísimo del ejército, creyéndose que la publicación de este documento provocará el entusiasmo general en todo el Imperio ruso y en las naciones que le son afines.

De la actitud de los diarios de opuestos matices y de las manifestaciones hechas por los distintos líderes de los distintos grupos políticos, resulta de modo terminante e inequívoco que todos estos partidos están unidos para apoyar al gobierno en las gravísimas circunstancias por las que atraviesa con motivo del conflicto astro-serbio.

El entusiasmo del pueblo ente la perspectiva de una guerra, no constituye fanfarronada alguna, sino la exteriorización del firme propósito de mantener muy alta la dignidad nacional y de responder en la forma debida a los ataques de que ésta pudiera ser objeto
.

Esta nota, repartida profusamente en Serbia, causó el efecto que de ella se esperaba, pues todos los serbios se sintieron movidos por el ímpetu guerrero como si fueran un solo hombre. Estaba decididos no sólo a defender palmo a palmo el territorio nacional, sino a entrar en el terreno enemigo y adueñarse por la fuerza de las armas de lo que consideraban la Serbia irredenta, llevando a cabo los fundamentos de la Gran Serbia con que todos soñaban.

El Gobierno Serbio aprovechó este entusiasmo del país para ponerlo en estado de defensa. Como medida de previsión y prudencia, se acordó el traslado de la capitalidad de Belgrado a Nisch, por considerar que la primera ciudad, fronteriza y de difícil defensa, no ofrecería garantías suficientes para que funcionase en ella libremente el poder ejecutivo de la nación.


Saludos cordiales


Erich Hartmann

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Desde el primer se creyó que el plan de invasión austriaco sería de avanzar dividido el ejército en tres cuerpos: uno que avanzaría desde el oeste, es decir, desde Sarajevo; otro desde Belgrado, después de la aparentemente sencilla toma de esta ciudad, y el tercero desde Semendria, por el valle del Morava, a fin de presentar batalla a los serbios en el centro del país, es decir, entre Krujevatz, Krujubevatz y Nisch, donde probablemente habían de concentrarse las fuerzas del rey Pedro.

La primera providencia del gobierno austriaco contra los serbios fue la expulsión de todos los ciudadanos serbios que se encontraban en el Imperio, así como de todos los súbditos montenegrinos.

Después de esto, se sucedieron más agresiones.

En día 27de julio, antes de la declaración de guerra, fuerzas austriacas que vigilaban las orillas del Danubio hicieron fuego contra dos buques serbios cargados de material de guerra, y, después de un breve combate, se apoderaron de los citados buques.

Más tarde, y por virtud de indicaciones de la delegación de Alemania en Serbia, que hizo notar al Gobierno austriaco que la captura de dichos buques antes de haberse hecho la declaración de guerra constituía una violación del derecho internacional, ambos barcos quedaron en libertad.

Apenas formulada la declaración de guerra, la flotilla que Austria puso en el Danubio se preparó para cooperar eficazmente con las operaciones del ejército de tierra.

Esta flotilla, aunque poco numerosa, era relativamente poderosa.

Se componía de cañoneros monitores, buques que llevaban sus cañones sobre torres blindadas. La primera pareja de estos monitores la formaban el Temes y el Bodrog, de 440 toneladas cada uno; la segunda pareja se componía del Szamos y el Koros, de 450 toneladas, y la tercera estaba formada por el Maros y el Litha, de 310 toneladas.

A estos 6 monitores se incorporó la escuadrilla de torpederos del Danubio, compuesta de 6 unidades. Cada uno de estos torpederos eran portadores de dos tubos lanzatorpedos.

Con estas disposiciones de la marina de guerra, coincidió el comienzo del paso de Danubio por tropas austriacas.

Desde Semlin hasta Pasenow, toda la orilla húngara del río se cubrió de tropas imperiales y comenzó el paso por regimientos, cada uno de los cuales tomaba inmediatamente posiciones en la otra orilla.

Mientras se realizaba esta operación, se divisaban a lo lejos batallones de exploradores serbios, que eran las avanzadillas de los grandes núcleos de su ejército que cubrían el camino de Semendria.

Al parecer, en aquellos últimos días de julio, el Estado Mayor austriaco no se preocupaba de otra cosa que de colocar tropas al otro lado del Danubio y de los movimientos de los serbios acampados en los alrededores de Semendria.

Se calculó entonces que el ejército austriaco necesitaría doce días para preparar la marcha sobre Nisch, a lo largo de la línea del Morava, y en desalojar a los serbios de las posiciones que ocupaban.

Sin embargo, el valle del morava, por estar muy poblado y haber allí infinidad de aldeas, facilitaría los aprovisionamientos, y por tanto la marcha de las tropas. Aunque era de prever que el general Yankovitch, jefe de la división servia del Morava, ordenase un éxodo general hacia el sur y que al avanzar las tropas austriacas, se encontrarían desierto el país.

Al iniciarse el avance austriaco, de una orilla a otra del Danubio los invasores y las escasas fuerzas serbias intercambiaron nutridas descargas y se produjeron numerosas escaramuzas sin importancia, que no impidieron la operación acometida por las fuerzas austriacas. De estas escaramuzas, la más importante se libró cerca del puente de Semlin.

Después de sostener fuego durante largo rato ambos ejércitos, los austriacos se aproximaron al puente e intentaron atravesarlo. Entonces los serbios volaron el puente, aunque no consiguieron destruirlo por completo, pues las escuadras austriacas lograron cruzarlo y atacar al enemigo hasta obligarle a huir y dejar la orilla del río.

Al mismo tiempo que estas pequeñas escaramuzas se producían, los austriacos emplazaron gran cantidad de piezas de artillería con las que bombardearon incesantemente los poblados serbios de la orilla opuesta.

Poco antes de la voladura del puente que unía Belgrado y Semlin, los serbios habían destruido ya el puente de barcas cercano al puente de Semlin.

En el combate de artillería al que antes nos referíamos, las fuerzas austriacas sufrieron bajas de escasa consideración.

Durante las primeras refriegas entre serbios y austriacos, un grupo de soldados serbios situados en las cercanías de Belgrado, hizo fuego sobre tres botes que conducían a súbditos austriacos que abandonaban aquella ciudad.

Los fugitivos, sorprendidos por la agresión e incapacitados para oponer una resistencia eficaz, perecieron todos, en su mayor parte ahogados.

También durante estas escaramuzas, la artillería serbia cañoneó al monitor austriaco Aloopmany, matando a 4 de sus tripulantes, hiriendo a 6 y causando grandes desperfectos en el buque.

El cañoneo de los austriacos, sostenido para proteger el paso de los invasores, tuvo como resultado inmediato la completa destrucción de campos y bosques cercanos a la orilla del Danubio.

También la orilla austriaca hubo de sufrir los efectos de la artillería serbia.

Al mismo tiempo que los austriacos cruzaban el Danubio el 29 de julio, otras fuerzas de la misma nación iniciaron un violento bombardeo en la frontera del zanjalato de Novi-Bazar, tan ambicionado por Austria y cuya posesión fue quizá una de las causas determinantes de la guerra, pues dicho zanjalato era el camino natural de Austria hacia Austria.

También en ese mismo día las bandas de guerrilleros serbios intentaron un golpe de mano sobre la frontera de Bosnia, pero fueron rechazados por fuerzas austriacas. No contentos, los guerrilleros serbios regresaron en mayor número, trabando combate con los austriacos en Ciovi, pero también esta vez hubieron de retirarse totalmente batidos por el enemigo.

Cuando se hincaron los primeros encuentros, la movilización del ejército de la Nueva y de la Vieja Serbia no estaba terminada todavía. Esta movilización terminó el día 31 de agosto.

Hasta ese día puede decirse que los choques entre serbios y austriacos no comenzaron a adquirir gran importancia.

El ejército invasor, que se internó en el zanjalato de Novi-Bazar, avanzó hacia el interior de la Nueva Serbia, en tanto que los principales núcleos de del ejército de esta nación se situaban en inmejorables posiciones, dominando los desfiladeros de Kovatch.

Las avanzadas fuerzas austriacas se tropezaron en Kloioco, donde combatieron duramente, viéndose obligados los serbios a retirarse ante el empuje de los austriacos, los cuales prosiguieron su marcha triunfantes.

Las fuerzas austriacas se componían de 2 divisiones al mando del general Tornw.

Las fuerzas invasoras continuaron su avance hasta llegar a las estibaciones montañosas de Kovatch, ocupadas por los serbios al mando del general Yankovittz. Al entrar en contacto ambos ejércitos, se libró una cruenta batalla que la que se luchó encarnizadamente por ambas partes, siendo el número de bajas de ambos contrincantes muy altas.

Los serbios se mantuvieron en sus posiciones y los austriacos tuvieron que suspender su avance emprendido y preparase para nuevos y sangrientos combates. Esta batalla se desarrolló el día 1 de agosto.

La noticia de la victoria de los serbios causó un enorme júbilo en el país y la par contribuyó a que los elementos eslavos de Austria, que sumaban unos 20 millones y que desde un principio se manifestaron francamente hostiles a la guerra, promoviesen disturbios y alborotos. En Croacia el gobernador militar suspendió la publicación de periódicos de carácter eslavo y aplicó otras medidas de rigor, especialmente para evitar las deserciones en el ejército que guarecía aquel país; fruto de la campaña emprendida por las citadas publicaciones.


Saludos cordiales
Erich Hartmann

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El tantas veces citado día 29 de Julio, los cañones de los fuertes de la ciudad austriaca de Semlin y los de los monitores de la escuadrilla del Danubio, rompieron el fuego sobre Belgrado, la capital de Servia, a la vez que fuerzas del ejército austriaco trataron de pasar el río Save para atacar de flanco a la ciudad.

Las fuerzas militares que guarnecían la población de Belgrado se habían retirado de la ciudad, hacia el interior del país, para ocupar una línea de posiciones estratégicas de fácil defensa, que habían de servir de muro de contención por aquel lado contra el ejército invasor.

Quiere esto decir que Belgrado estaba abandonada a sí misma cuando comenzó el bombardeo.

En el primer bombardeo de Belgrado, que no fue muy intenso, cayeron dos granadas sobre el Banco Franco-Servio y otras en la Banca Andreievich.

Resultó herido un subdito alemán.

El bombardeo de Belgrado causó gran sorpresa en todas partes, pues, como ya hemos dicho, en la ciudad solo había gente indefensa: mujeres, ancianos y niños.

El día 30 de Julio y siguientes, prosiguió el bombardeo de Belgrado, y parte de las fuerzas austriacas cruzaron el puente sobre el Save y trataron de dar un asalto a la ciudad, pero desistieron del asalto y prosiguió el cañoneo.

Por efecto de éste la ciudadela quedó destruida por completo.

Este edificio militar era de escaso valor por lo antiguo de sus fortificaciones.

El segundo y ya continuo bombardeo de Belgrado, causó numerosas víctimas, pereciendo muchas mujeres y niños, ya por efecto de la metralla, ya sepultados entre los escombros de los edificios derruidos por la artillería.

Durante el bombardeo gran número de personas se refugiaron en las cuevas y sótanos de las casas, y otras, en gran porción, también abandonaron la ciudad y ganaron los campos.

A aumentar el pánico, que desde los primeros momentos se apoderó del vecindario, contribuyó mucho el rumor que se esparció dando por cierto que los austriacos, apenas penetrasen en la ciudad, se entregarían a una matanza general.

Cuando, después de varios días de cañoneo, los invasores intentaron entrar en Belgrado, hallaron resistencia, y antes de iniciar el ataque a la ciudad, al pasar el Save, las tropas austriacas se vieron atacadas por destacamentos volantes servios, y se trabó furiosa lucha, en la que quedó aniquilado un regimiento austriaco.

Como decimos, Belgrado ofreció resistencia, sobre todo en alguno de sus barrios extremos, en el que hubo grandes tiroteos. Esto se debió a que parte de la guarnición regresó a la plaza para atender a la defensa de ésta.

La parte Este y central de la población fueron las que más experimentaron los destructores efectos del bombardeo. Muchas casas estaban en ruinas y abundaban en ellas los cadáveres.

Los edificios que quedaron casi destrozados por las bombas fueron la Aduana y la Catedral.

Las fuerzas austriacas que intentaron tomar posesión de la plaza fueron poco numerosas.
Después del segundo bombardeo la población ofrecía tristísimo aspecto: Las calles estaban desiertas y los malhechores, por causa de la falta de vigilancia, robaban hasta en los sitios más céntricos. Por esta causa se creó inmediatamente una especie de policía particular, compuesta de dos mil voluntarios armados.

Al principio de las hostilidades circuló como válido el rumor de la toma de Belgrado por los austriacos, pero no se confirmó, reduciéndose el hecho a una mera demostración sin resultado, puesto que las fuerzas invasoras no llegaron a la ciudad y se retiraron para incorporarse a los núcleos que caminaban hacía el interior de Serbia.

Esto dio lugar a que la ciudad aumentase su guarnición y se pusiese en condiciones de resistir nuevos ataques, que no tardaron en reproducirse.


Saludos cordiales
Erich Hartmann

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Belgrado

Belgrado aparecía a los ojos del viajero como una ciudad de cuento oriental, tranquila y plácida, solamente su ciudadela recordaba que Belgrado fue, en tiempos no muy remotos, una formidable fortaleza en el camino de Oriente a Occidente.

Belgrado ha visto desfilar bajo sus muros a innumeras gentes. En primer término los romanos hallaron en Belgrado un punto de apoyo contra las invasiones de los bárbaros; luego los turcos, andando el tiempo, se apoderaron de la ciudad y la retuvieron en su poder buen número de lustros.

Los turcos llamaron a Belgrado "Dar-el-yijad,, (Puerta de la guerra santa), porque desde allí emprendieron la conquista de Occidente.

La conquista de Belgrado costó a los turcos grandes esfuerzos y sacrificios.

En 1440 el sultán Amurates perdió cerca de veinte mil hombres, y al dar el asalto definitivo fue herido en su propio campamento por una flecha traidora disparada por mano servia.

Más tarde (diez y seis años después), Mahomed II, que se había apoderado del trono de Constantinopla, fue derrotado delante de Belgrado por Juan Huyandí y Juan Capistrano, dejando en manos de éstos cerca de trescientos cañones.

En 1521 los turcos renovaron sus ataques a Belgrado, aprovechando las disidencias que dividían la Hungría, y Solimán el Magnífico logró entrar en la plaza. A partir de esta fecha Belgrado yació bajo el poder de los turcos durante luengos años. Inútilmente el príncipe Eugenio y el general Laredon les combatieron hasta expulsarlos de la plaza, ya que en 1790, al firmarse la paz de Sístova, los turcos tomaron posesión de ella otra vez.

En 1813 Jorge Karageorvitch (Jorge el Negro), los expulsó nuevamente de Belgrado, pero dos años más tarde se apoderaron otra vez de la plaza, hasta que Miloch Obrenovitch, su hijo Miguel y sobre todo la acción de las grandes potencias europeas en 1867, determinaron el abandono de Belgrado por los turcos, no obstante lo cual, la bandera de la media luna flotó en Belgrado al lado de la bandera servia hasta el año 1876, en que el tratado de Berlín deslindó los campos.

A partir de esta fecha comenzó la transformación de Belgrado, desapareciendo la antigua ciudad turca, las callejas tortuosas, las casas de madera, los oscuros bazares, las mezquitas y minaretes, que fueron sustituidos por calles y plazas a la moderna, soberbios edificios, estatuas, fuentes, tranvías eléctricos, ferrocarriles, etc.

Se construyó el Kalimegdan, suntuoso paseo, al extremo de la Avenida del Rey Milano, sobre el Promontorio, en el que confluyen el Save y el Danubio.

Este paseo era el principal de Belgrado y punto de reunión de la buena sociedad.

De la ciudadela ya hemos hablado antes. Era una ruina, un recuerdo histórico de pasados tiempos, de la que había muy poco aprovechable.

Belgrado contaba con seis iglesias de rito griego, una católica, una protestante, dos sinagogas y una mezquita.

¡No se dirá que en Belgrado no se ejercía la libertad de cultos!...

En la iglesia metropolitana estaban sepultados Miguel Obrenovitch, el héroe de la independencia servia, y su hijo Miguel.

El edificio era poco interesante en sí.

Los mejores monumentos de Belgrado eran: el Palacio Real, el Banco del Estado y la Universidad, la gran escuela, como la llamaban los servios.

Merecen también ser mencionados el Museo Regional y la Biblioteca, en la que existían más de ochenta incunables de gran valor para la historia servia.

La mayoría de los vestigios históricos descritos en este pasaje se perdieron o resultaron gravemente dañados durante el conflicto entre 1914 y 1918.


Saludos cordiales
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