Quinto_Sertorio escribió:La realidad es que entre los mandos, como entre los cocineros, como entre los curas, o entre los profesores, hay de todo. Y no olvidemos que hay "mandos" mejores y peores, como es natural; los hay que ganan guerras y los hay que las pierden. Pero me atrevo a decir que los que los mandos, en general, son muy avaros con la sangre de sus soldados, aunque sea por puro sentido común.
Otra cosa es que en una guerra a veces pasa lo que tiene que pasar, no lo que el mando en cuestión quiere. En particular, en la PGM los "mandos" se encontraron con que el desarrollo de armas automáticas y artillería había sobrepasado ampliamente el desarrollo de los medios de transporte y movilidad, eso fue lo que llevó a la guerra de trincheras.
Y por lo tanto, en vez de aplicarse en encontrar modos de superar la situación, decidieron seguir haciendo lo de siempre: bayoneta calada y adelante (algunos no, pero muchos sí). Llámalo como quieras, pero el resultado es el mismo.
¿Qué general era el que no visitaba el frente porque le deprimía? ¿Haig?
P.D.: Hablo del contexto de la IGM.