Panzer, detrás del mito (II) Estepas y desiertos

Historia Militar 1939-1945.

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Urogallo
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Mensaje por Urogallo »

Japa escribió:
Carmona escribió:Con tantas vueltas a los de los ratones me surge una duda: ¿Actualmente podría volver a suceder lo de los ratones o se han pensado medios para evitarlo?
Los alemanes por lo menos habran sacado conclusiones a lo que les sucedio.
Hombre, basta con no llenar tus motores de paja. Esa metida de paja sólo la cometieron los alemanes porque los rusos usaban máquinas más duras, que soportaban mejor el invierno y nunca se les ocurrió convertir sus carros en heniles. Y los alemanes no volvieron a hacerlo.

Por otra parte, si llenasemos los tanques de paja, teniendo en cuenta lo frágiles que son los motores modernos y toda su electrónica, ten por seguro que el cortocircuito ya lo crearíamos sin falta de ratones.

Supongo que por eso los franceses venden el Leclerc con una especie de funda-burbuja protectora, tendría su gracia verla.


"Adoro Alemania. Por eso me gusta que haya dos" Charles de Gaulle.
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hoff
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Mensaje por hoff »

Japa escribió:Creo que se trataría del Abteilung/Flak regiment 43, equipado con tres compañías de flak ligeros (supongo que de 20 mm) y dos pesadas, equipadas con 88. Esta unidad quedó adscrita a la 90 en abril del 42.

Seguiré buscando por si se trata de otra unidad.

Fuente: Rommel's Afrika Korp, tobruk to el alamein, de Battistelli (Osprey Battle orders)
Leyendo al mismo Battistelli aparece metida en el Artillerie Abteilung 361 (que estaba adscrito al 361 de infantería) la 1/613 Flak Kompanie en noviembre de 1941, cuando era todavía la Division zbV, el I/43 Flak Abt (mot) estaba a mediados de abril con la 15 Panzer.

En agosto de 1942, la 1/613 se redenominó Flak Kompanie 190 (mot). Para entonces, había llegado el Flak Abteilung 606 (sfl) con tres baterías. El "sfl" creo que significa "autopropulsado", así que dudo que tuviera muchos "88"; más bien tendría los Sdkfz 7 u 11, cañones de 20 y 37 milímetros sobre semiorugas.
El miedo es natural en el prudente
Y el saberlo vencer es ser valiente


Alonso de Ercilla (1539-1594)
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Mensaje por Japa »

LA RATONERA SE CIERRA

El 21 de noviembre el VI Ejército informó del grave riesgo de cerco que estaba corriendo. Un general enérgico hubiera preparado inmediatamente una ruptura, ya que las tropas en el área de Stalingrado eran suficientes y tenían potencia de fuego sobrada como para atravesar las líneas soviéticas antes de que se reforzaran. Se perderían aprovisionamientos y material, pero con tres PzDiv en cabeza la mayor parte de los vehículos y la inmensa mayoría de las tropas podrían haber estado fuera de la trampa en cuestión de días. Paulus no era ese tipo de general.

Paulus no había tenido un mando operativo hasta el comienzo de Blau. Había destacado como un muy competente oficial de Estado Mayor (ahí tenemos como prueba sus acertadas previsiones para Barbarossa) pero carecía de la energía necesaria para tomar iniciativas audaces. Hubiera sido un excelente subordinado, pero le pusieron al mando del VI Ejército porque tras la campaña de 1941 Hitler sentía una profunda desconfianza por los generales con inicativa. Paulus era a sus ojos un jefe ideal, que no desobedecería nunca una orden, y desde luego su juicio fue certero: quería un lacayo y lo tuvo. Pero los soldados del VI hubieran necesitado a alguien diferente.

El mismo día 21 Paulus recibió sus órdenes: el VI se quedaba donde estaba y debía formar un erizo. En breve se establecería un puente aéreo para el abastecimiento.

Esa decisión de Hitler y el modo en que llegó a ella ha sido uno de los puntos más estudiados de la Segunda Guerra Mundial. Al parecer inicialmente Hitler hubiera sido favorable a la idea de una ruptura, pero una conferencia con el general Jeshonnek de la Luftwaffe le hizo decantarse por la opción del puente aéreo. Sin embargo Jeshonnek había hecho unos cálculos erróneos debido a una equivocación al calcular la capacidad de carga de los bombarderos medios que debían complementar a los aviones de carga disponibles, y al darse cuenta de ello tras hablar con el general Richtoffen rectifico e informó inmediatamente a Hitler. Pero ya era tarde. El pomposo Hermann Goering ya había hecho suya la causa del puente aéreo, ofreciendo al Führer sus anchas espaldas para que construyera sobre ellas (hubiera sido más sensato ofrecerle sus nalgas: el espacio hubiera sido muy superior)

Zeitzler, Richtoffen y Jeschonnek trataron una y otra vez de persuadir a Hitler de intentar semejante locura, pero entre los días 21 y 25 de noviembre Goering se las arregló para que el Führer no les recibiera. En el Mediterráneo Kesselring había garantizado a Rommel que la LW podría transportar sin problemas de 300 a 500 tn diarias de combustible para sus panzer hasta la línea de El Alamein. La cifra más alta alcanzada no alcanzó las 90 tn diarias. Ahora Goering prometía 600 tn diarias para el VI Ejército aunque había sido informado detalladamente de la situación real, que era aún más angustiosa de lo que parecía.

No sólo los aviones disponibles carecían de la capacidad de carga necesaria, sino que logísticamente era imposible abastecer al VI aunque se dispusiera de suficientes medios. El mínimo indispensable era de 600 tn diarias, pero incluso contando con suficientes Ju-52 (el transporte de mayor capacidad de la Luftwaffe) éstos sólo podían llevar unas tres tn de carga, luego serían necesarios 200 vuelos diarios a la ciudad, lo que suponiendo que se pudiera aterrizar, descargar, repostar y despegar de nuevo en 30 minutos (algo muy dudoso ya que el Ju-52 era bastante engorroso de cargar y descargar), y que pudieran gestionarse cuatro aviones a la vez (que era la capacidad que tenían los aeródromos disponibles en la bolsa) implicaba que se requerirían ¡25 horas diarias!

Las cifras eran inapelables: era imposible abastecer al VI. Pero Goering no quiso desdecirse y Hitler, pese a tener en sus manos todos los datos, optó por creer al Reichsmarshall. Si lo hizo porque de verdad creía en su orondo amigo, o porque esperaba un milagro de algún tipo, es algo que nunca sabremos. Manstein explica que tras la caída de la ciudad Hitler dijo que no podía responsabilizar a Goering del desastre porque siendo su sucesor, acusarle de haber mentido traería consigo una tormenta política. No deja de ser una excusa bastante pobre, pero hoy por hoy es la única alusión hitleriana al tema que conocemos.

En la ciudad cercada los mandos subordinados y los responsables de la Luftwaffe trataron de convencer a Paulus de que desobedeciera las órdenes, pero todo fue en vano: el general era demasiado débil como para hacer algo así. El jefe del LI Cuerpo, general Seydlitz, trató de forzar la situación iniciando los movimientos para la ruptura, pero los soviéticos frenaron a las tropas implicadas (la 94ª InfDiv) y Paulus pudo respirar tranquilo cuando las tropas volvieron a ocupar sus posiciones.

Se iniciaron las operaciones previas, y el puente aéreo empezó. Jamás se alcanzaron las cifras prometidas. La carga diaria fue casi siempre inferior a la mitad, y durante muchos días no hubo ninguna carga. A medida que los soviéticos fueran avanzando hacia el Oeste los aeródromos más cercanos a la ciudad caerían y la pesadilla se haría aún más sombría. Sin gasolina ni repuestos, los panzer atrapados en Stalingrado pronto se vieron reducidos a la impotencia. Sin suficientes alimentos, los hombres empezaron a decaer

Sin embargo en las primeras semanas del cerco la moral seguía alta, sobre todo después de saber que el mariscal Manstein estaba encargado de organizar su liberación.
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Mensaje por Japa »

PREPARANDO EL RESCATE

Tormenta de Invierno fue la última operación acorazada alemana de 1942. Las tropas que participaron en ella eran conscientes de que sus posibilidades de éxito fueron muy escasas, pero también sabían que eran la única esperanza de supervivencia para un cuarto de millón de sus camaradas. Dieron todo lo que pudieron dar, e incluso más, pero no fue suficiente.

Manstein recibió el 21 de noviembre una orden del OKH de cara a la formación del nuevo Grupo de Ejércitos del Don bajo sus órdenes. Esa agrupación incluiría al propio VI Ejército, el IV PzArm (sin panzer alemanes y tan sólo un puñado de carros checos), los restos del III Ejército rumano tres divisiones), el IV Ejército rumano y la 6ª, 11ª, 17ª y 23ª PzDiv, la 16ª motorizada, la 336ª InfDiv y las LufDiv 7ª y 15ª. Sólo la 6ª PzDiv, que venía desde Francia, estaba en buen estado: el resto de esas unidades se encontraban bastante desgastadas y algunas (como la 16ª motorizada) estaban sosteniendo secciones del frente. Aunque el VI estaba asignado al Grupo del Don, Hitler mantenía mando directo sobre el a través de un oficial independiente de enlace del EM.

La misión de Manstein no era sacar al VI de Stalingrado sino romper el cerco y establecer (y sostener) un pasillo de avituallamiento para que las tropas de Paulus pudieran mantener sus posiciones. Según sus memorias Manstein confiaba pese a todo en que llegado el momento obtendría permiso para que el VI rompiera y saliera del cerco reuniéndose con sus fuerzas y abandonando la ciudad, y desarrolló su planificación con esa idea en mente, porque aunque lograra llegar a Stalingrado con las fuerzas a su disposición era imposible defender un pasillo.

Había dos posibles rutas para que el VI abandonara Stalingrado: directamente por Kalach o desde el sudoeste. Aunque Kalach era la opción más corta también sería la más dura ya que implicaba que el ejército en retirada debería atravesar el Don por un solo puente, así que Manstein optó por la segunda, que requería el paso de los ríos Aksay y Myshkova, pero permitiría mover a las fuerzas de Paulus por un terreno más favorable.

EL mariscal organizó un asalto en dos ejes. Por Kalach avanzaría el Destacamento de Ejército Hollidt, con el XLVIII PzKorp (11ª y 22ª PzDiv, 3ª de montaña y 7ª y 8ª LufDiv), junto a las InfDiv 62ª, 294ª y 336ª y unidades menores del III Ejército rumano. Más al sur, desde Kotelnikovo, lo haría el LVII PzKorp, formado por la 6ª y 23ª PzDiv más la 15ª LufDiv. Esta agrupación sería la encargada de abrir la ruta ara el VI mientras el XLVIII cubría la operación desde el Norte. Era muy poca fuerza pero a las peticiones de refuerzos de Manstein tan sólo se accedió al envío de la 17ª PzDiv desde el Grupo de Ejércitos Centro.

Para empeorar las cosas, el 30 de noviembre los soviéticos (5º Ejército Blindado) se lanzaron a una nueva ofensiva contra el saliente de Kalach y el 2 de diciembre las tropas del Frente de Stalingrado trataron de aplastar la bolsa. SIn embargo y como ya hemos dicho Stavka ignoraba la verdadera magnitud de las tropas cercadas y empleó una concentración de fuerza insuficiente, con lo que la ofensiva contra la ciudad fracasó al cabo de una semana de combates. Vassilevsky comprendió que necesitaría un volumen de tropas superior y empezó a organizar un segundo asalto para la tercera quincena de septiembre denominado operación Koltso (anillo)

Por el contrario, aunque el XLVIII PzKorp logró frenar al 5º Blindado, la presión soviética no cedió, y el XLVIII se vio obligado a sostenerse a cualquier precio para evitar que el ER cortara en dos al Grupo de Ejércitos Sur cercando a todo el Grupo A contra el Cáucaso. Ahora Manstein tan sólo contaba con el LVII PzKorp, y eso siempre y cuando el XLVIII aguantara.

Manstein creía que había una posibilidad de forzar el paso a través del Aksay por el área del 51º Ejército soviético, dirigido por Trufanov, con mucho la más débil de las fuerzas del ER en la zona, con sólo tres divisiones y menos de 100 carros de combate. Sin embargo Vassilevsky también vio el peligro en ese sector y envió dos cuerpos mecanizados como refuerzo. Después previno al 2º Ejército de la Guardia, que formaba parte de la operación Koltso, que se redesplegara bloqueando la ruta a la ciudad. Para ello tuvo que obtener el consentimiento de Stalin que, ante los argumentos del mariscal, aceptó el cambio de planes apenas unas horas después de haber autorizado la directiva inicial de Koltso. Igualmente se replanteó la siguiente operación ofensiva del ER, Saturno, ante la evidencia de que el Grupo de Ejércitos Sur aún retenía una capacidad de combate superior a lo esperado. Vassilevsky necesitó sólo unas horas para lograr que Stalin se atuviera a sus argumentos, mientras que unos meses más tarde Manstein requeriría semanas para que Hitler aceptara algo similar.

Unas horas antes de que Stalin accediera a modificar los planes, el 12 de diciembre, Manstein dio comienzo a la operación Wintergewitter.
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Mensaje por Japa »

WINTERGEWITTER Y PEQUEÑO SATURNO.

El avance inicial se encontró con la feroz resistencia del 51ª Ejército y la 6ª PzDiv, con mucho la fuerza más poderosa a disposición de Manstein, fue frenada por el 4º Cuerpo mecanizado. Los alemanes no lograron establecer una cabeza de puente tras el río Myshkova hasta el 19, justo cuando el tiempo empeoró y la Luftwaffe se veía obligada a ceder el espacio aéreo. A partir de ahí el avance se volvió imposible porque la suicida resistencia del 51º había logrado frustrar el avance alemán el tiempo suficiente: frente a ellos el 2º Ejército de la Guardia, al mando de Malinovsky, había establecido firmemente sus posiciones. Stalingrado estaba sólo a 50 km de distancia pero la rapidez de Vassilevsky a la hora de adaptarse a la nueva situación había cerrado el camino a Manstein.

Imagen
Tormenta de Invierno

El mariscal pidió a Hitler que autorizara Trueno, la operación de ruptura del VI Ejército y el IV PzArm; de este modo podrían atacar al 2ª Ejército por ambos lados y contactar. También envió aviso a Paulus bajo su responsabilidad como su comandante directo para que se preparara para salir del cerco. Manstein creía que podría sostenerse en el Myshkova al menos por seis días y, si el VI iniciaba su ataque de inmediato aún habría una posibilidad.

Sin embargo Hitler no fue capaz de decidirse y Paulus no se atrevió a tomar esa decisión, ni siquiera para recibir al menos algunos suministros del LVII PzKorp. Su falta de carácter se mostró fatal en la que sería la última oportunidad de los cercados y primero pidió una semana para los preparativos, y después él mismo argumentó ante Hitler la imposibilidad de la ruptura, aduciendo la falta de gasolina para más de 40 km de marcha, el abandono de gran parte del material pesado y las altas pérdidas que se producirían en el combate.

Dado que era imposible para el XLVIII alcanzar a los sitiados si el VI no rompía el cerco era evidente que Stalingrado caería y las pérdidas humanas no serían altas, sino que serían del 100%, y por supuesto eso traería la pérdida de absolutamente todo el equipo pesado. El único argumento aceptable de Paulus era el del combustible y aunque Hitler se aferró a él para no dar la orden de ruptura, Manstein lo considera ficticio, ya que su propia experiencia le indicaba que las unidades motorizadas mantenían stocks de combustible propios para una emergencia. Además en los días precedentes no se había hecho nada para preparar una salida, ni por parte del VI ni desde los encargados del suministro ya que no se había dado preferencia al combustible. Hiciera lo que hiciera Manstein, el VI no iba a moverse.

Desde el Sur y el Norte llegaban noticias aún más preocupante. Al cancelar Saturno (cuya intención era aislar enteramente al Grupo A) Stavka había organizado una nueva ofensiva menos ambiciosa (Pequeño Saturno) para destruir a las tropas italianas (8º Ejército) al sur del LVII PzKorp, atravesar las posiciones del XLVIII en el Chir y atrapar en la pinza a la fuerza de rescate.

El 16 de diciembre empezó Pequeño Saturno pero el mal tiempo dificultó la coordinación y el asalto del 1º y 3º Ejércitos de la Guardia fue rechazado por los italianos con el apoyo de la 27ª PzDiv y las 62ª y 294ª InfDiv, pero al día siguiente Vatutin, al cargo de la operación, reagrupó sus fuerzas y los italianos empezaron a ceder. El 1º y el 6º presionaron toda la noche del 17 y el 18 el 3º de la Guardia atravesó una enorme brecha en el frente y avanzó hacia el Oeste, directo hacia la retaguardia de Manstein.

El mismo día el I Cuerpo Mecanizado de la Guardia rompió al norte del saliente del Chir junto al 24º Cuerpo Mecanizado y avanzó hacia los aeródromos de Morozhov y Tatinskaya, amenazando con envolver las posiciones de todo el destacamento Hollidt. Ambos aeródromos, los principales suministradores de los sitiados, cayeron en manos del ER y sus instalaciones, almacenes y aparatos quedaron destruidos.

Sin reservas disponibles, Manstein sólo podía hacer una cosa: utilizar las tropas a su mando. La 11ª PzDiv debía asegurar el flanco del Chir y la 6ª PzDiv fue desviada para reforzar a los restos del ejército italiano. Las fuerzas del 24º Cuerpo, al mando de Badanov, fueron frenadas y finalmente embolsadas el 25 de diciembre por la reacción del XLVII PzKorp, pero Stalin, al contrario que Hitler, no estaba dispuesto a sufrir pérdidas innecesarias y autorizó la ruptura hacia el Este. Más al Sur fue posible frenar el avance enemigo, pero toda la posición alemana en el Sur de la URSS pendía de un hilo.

Al desviar a la 6ª PzDiv Manstein daba por finalizado cualquier intento de salvar al VI Ejército, ante el hecho consumado de que Paulus no pensaba actuar. Ahora debía preocuparse de no perder igualmente al LVII PzKorp y de tratar de sostenerse el tiempo suficiente como para que el Grupo de Ejército A pudiera salir de la trampa del Cáucaso. El 28 de diciembre Hitler autorizó la retirada hacia el Don.

Así finalizó la última operación de los panzer en 1942. Las tropas del LVII iniciaron el regreso, con la losa en el ánimo de saber que atrás dejaban abandonados a sus compañeros. El VI Ejército quedaba condenado a muerte.
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Satur
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Mensaje por Satur »

Como hubiesen cambiado las cosas con un general de carácter. Un Reichenau, incluso un Hoepner hubiesen sacado al ejército de la trampa, si no en el momento del cerco, sin duda ante el intento de rescate de Manstein y Hoth. Reintegrando a 100 o 200.000 soldados veteranos para completar a las tropas que volvían del Cáucaso hubiesen dado a Manstein una reserva con la que detener la ofensiva soviética.
Cuando el líder eficaz ha dado por terminado su trabajo,
la gente dice que todo ocurrió de un modo natural.
LAO TSE.

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Mensaje por Japa »

MIRANDO HACIA ATRÁS

En los dos frentes sostenidos por Alemania en 1942 el resultado final de la campaña fue una contundente derrota. En ambos casos se llevaron a cabo operaciones que estaban más allá de las posibilidades materiales del Heer, y sólo la habilidad táctica de los militares alemanes permitieron sacar adelante las ofensivas con los medios disponibles. La continua injerencia de Hitler en la campaña del Grupo de Ejércitos Sur en la URSS condujo directamente al desastre de Stalingrado. En el teatro africano la libertad operativa de los mandos en el terreno se vio igualmente cortada de raíz justo en el momento más crítico, aunque en ese teatro la victoria sí hubiera sido posible de haberse atendido de forma satisfactoria las necesidades logísticas de las escasas fuerzas presentes en el escenario y la intervención de Hitler tan sólo agravó una derrota que ya era inevitable, mientras que sus intervenciones en la campaña del Este fueron decisivas ya que casi desde el principio empezó a demoler los principios básicos de concentración de fuerza e independencia operacional que habían sido la clave de las victorias alemanas en años anteriores.

Una política más realista hubiera permitido terminar las operaciones ofensivas en el Frente Oriental antes de la llegada del invierno, dedicando el tiempo necesario a la consolidación de los territorios conquistados. Asegurar la curva entre el Don y el Cáucaso hubiera permitido al Grupo de EJércitos Sur aprovechar varias cuencas fluviales como líneas básicas de defensa y organizarse adecuadamente para rematar la campaña al año siguiente. El ejemplo de la resistencia del Grupo de Ejércitos Centro frente a Marte nos muestra que en 1942 las fuerzas alemanas, con una adecuada preparación, estaban en condiciones de hacer frente a las ofensivas soviéticas. Por el contrario, el empecinamiento en proseguir las operaciones contra el consejo de los mandos militares garantizó que todos los esfuerzos de las tropas en la campaña resultaran baldíos. Al alargar de forma absurda los frentes fue necesario emplear las tropas aliadas en aquellos sectores que se presumían seguros, y al hacerlo así esos sectores se convirtieron en el talón de Aquiles de la defensa alemana.

De todas las órdenes contraproducentes de Hitler ninguna lo fue tanto como las de sostenerse a toda costa en El Alamein y conquistar a cualquier precio Stalingrado. Esas dos órdenes aseguraron la destrucción del PzGr Afrika y del VI Ejército.

En el caso de Stalingrado la responsabilidad de Hitler va más allá de las meras decisiones operativas: fue él quien eligió a Paulus para comandar el VI Ejército, en la idea de que seguiría fielmente todas las órdenes que recibiera. Guderian, Kleist, Manstein… ninguno de ellos hubiera dejado a un ejército atrapado en una posición insostenible, menos aún tras conocer la falacia tras las promesas de Goering. Sin embargo la situación de caos producida en el mando del Heer durante Barbarossa llevó al Führer a buscar hombres sin iniciativa como Paulus que, bien es cierto, satisfizo sus esperanzas de obediencia y lealtad (hasta que se negó a suicidarse) pero ante una crisis fue incapaz de actuar adecuadamente.

Una comparación con el modo de actuar de los soviéticos resulta sangrante: Vassilevsky necesitó tan sólo unas horas de debate para lograr que Stalin renunciara a dos ofensivas, lo que le dio suficiente margen como para reaccionar ante la ofensiva de Manstein. Obtener una decisión firme de Hitler, en cambio, llevaba días de duro esfuerzo, y modificarla una vez tmada era una tarea casi imposible. La capacidad táctica del ER, aunque había mejorado, estaba aún muy por debajo de la germana, pero la habilidad de sus mandos estaba subiendo con gran rapidez, a la vez que aumentaba su libertad operativa. Los soviéticos aún no podían luchar de igual a igual con los alemanes, pero la diferencia se estaba acortando a pasos agigantados.

La errática dirección del Führer perjudicó también la campaña por su propia incoherencia. Al cambiar varias veces de objetivos y desviar una y otra vez las fuerzas disponibles en una u otra dirección Hitler obstaculizó las operaciones en curso y forzó un desgaste innecesario de la fuerza germana. El ejemplo más claro es el absurdo periplo del IV PzArm a través de las líneas del VI Ejército y hacia el Cáucaso para luego volver a virar hacia el norte sin haber obtenido ninguna ventaja de semejante mainobra.

Igualmente fue responsabiidad directa de Hitler la situación respecto a la Luftwaffe. En ambos teatros operativos las promesas incumplidas de abastecimiento aéreo fueron aseguraron la derrota de las fuerzas de tierra. Mientras el Heer era controlado a todos los niveles, Goering pudo manejar a su antojo la Luftwaffe sin que en ningún momento Hitler interviniera, pese a que desde 1940 había evidencias más que sobradas de que la aviación germana estaba fallando por culpa de sus mandos principales. Esa situación se agravó aún más en África ya que la separación de mando del Heer y la Luftwaffe aparejó una notable falta de cooperación por parte de la X LF y el mando alemán del escenario mediterráneo, Kesselring, estuvo mucho más preocupado de sus relaciones italianas que de apoyar a las fuerzas de Rommel.

(En sus memorias Kesselring afirma que, bajo su propia responsabilidad, autorizó a Rommel a retirarse de El Alamein cuando Hitler se lo negó; dado que en las notas de Rommel no aparece ninguna alusión al respecto parece que el sonriente Albert, además, era un mentiroso)

Finalmente y como colofón a la responsabilidad de Hitler, fue decisión personal suya mantener al cargo de la Luftwaffe a Goering después del desastre, cuando era evidente a ojos de todo el mundo que el Reichsmarshall había mentido abiertamente al Führer. El incondicional apoyo a un hombre de semejante ineptitud es algo que escapa a la racionalidad, porque si hubo una baza decisiva en la derrota alemana en la Segunda Guerra Mundial, esa fue la rápida decadencia de la Luftwaffe.

En lo que a la Panzerwaffe se refiere la política seguida durante 1942 fue claramente negativa y agravó las decisiones erróneas tomadas en 1941

Al nivel de las PzDiv la reducción de la fuerza fue continua a lo largo del año. Una división acorazada tipo en 1942 tenía una estructura teórica de un regimiento panzer (formado por tres batallones), un batallón de reconocimiento, una brigada de panzergrenadier, un regimiento de artillería de campaña, un batallón anticarro, uno antiaéreo (asignado, no en plantilla) y uno de ingenieros, más diversas unidades de servicio. Su fuerza acorazada estaba establecida en una plantilla de 200 carros de combate. SIn embargo en la práctica la mayoría de las PzDiv sólo disponían de dos batallones en su PzReg y muy pocas pasaban de los 150 carros de combate en plantilla. Y eso al comienzo de la campaña, porque al final era muy usual que una PzDiv contara en la práctica on un solo batallón. El tremendo desgaste sufrido en las largas operaciones (porque tanto en el desierto como en Rusia las distancias implicadas eran enormes) tuvo un impacto enorme sobre las plantillas divisionarias y pese a la reposición de vehículos y la reparación de todos los averiados posibles hacia el final del año una PzDiv en buenas condiciones desplegaba unos 100 carros. Las unidades que estaban en el frente estaban en una situación mucho más grave, y en diciembre eran comunes las PzDiv con 40-50 panzer operativos, cuando no menos.

Las únicas unidades que sí estarían equipadas de acuerdo a la plantilla serían las nuevas PzGrDiv SS, ya que iban a ser equipadas con prioridad respecto al Heer. Igualmente la extraña división Hermann Goering que en ese año pasó de ser un regimiento de paracaidistas a convertirse en una división de paracaidistas acorazados. Por supuesto Goering se aseguró de que su mimada unidad de élite tuviera prioridad sobre el Heer a la hora de equiparse en el otoño del 42.

La política de reemplazos fue, como ya dijimos, lesiva, ya que las unidades más experimentadas apenas recibieron hombres suficientes para ir cubriendo sus bajas. En particular la formación de las divisiones de campaña de la Luftwaffe fue un gravísimo desperdicio. Su intervención en la operación Wintergewitter fue un fiasco, demostrándose todas sus carencias de adiestramiento, sobre todo en lo que a la cooperación con las fuerzas acorazadas se refiere.

FInalmente, y no menos grave, 1942 fue el año decisivo en el aspecto industrial de la guerra, y los alemanes no actuaron de la misma forma que sus enemigos. Mientras la industria soviética renacía de las cenizas de Barbarossa y empezaba por fin a producir masivamente, y los EEUU ponían a punto su maquinaria para la guerra en tan sólo unos meses, en Alemania las cosas siguieron como hasta entonces ya que la nueva dinámica impuesta por Todt a finales del 41 y Speer a partir de la primavera del 42 no empezó a dar sus frutos hasta ese otoño.

Un incremento razonable de la producción hubiera permitido cubrir las pérdidas materiales del invierno de 41 y las que tuvieron lugar a medida que progresaba la campaña, evitando el progresivo debilitamiento de la fuerza acorazada. Igualmente hubiera sido factible dotar de equipamiento pesado a las fuerzas rumanas e italianas, principalmente artillería CC adecuada, en vez de entregarles el armamento que, como en el caso de los Pak 36, los propios alemanes consideraban obsoleto tras Barbarossa. Armas como el Pak 40 podrían haberse producido en grandes cantidades ya que su costo económico y material era bajo, y su presencia hubiera podido marcar la diferencia entre la resistencia y el desastre. Los soldados rumanos e italianos lucharon con gran valor, pero sin armas adecuadas nada podían hacer frente a los T-34.

A finales del 42 Hitler fue por fin medianamente consciente de hasta qué punto se habían dilapidado los recursos militares alemanes y empezó a pensar en como recuperar la fuerza que se había desperdiciado a lo largo de ese año. Pero como ya se había vuelto habitual, no sería capaz de ser consecuente con sus propias decisiones y él mismo anularía la mayoría de los esfuerzos de sus mejores subordinados políticos y militares. El esfuerzo alemán iba a multiplicarse, pero no lo suficiente.

Y además iba a ser demasiado tarde.


Última edición por Japa el 23 Dic 2007, editado 3 veces en total.
uge
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Mensaje por uge »

Japa escribio:
Al nivel de las PzDiv la reducción de la fuerza fue continua a lo largo del año. Una división acorazada tipo en 1942 tenía una estructura teórica de una brigada acorazada formada por tres regimientos panzer, un batallón de reconocimiento, una brigada de panzergrenadier, un regimiento de artillería de campaña, un batallón anticarro, uno antiaéreo y uno de ingenieros, más diversas unidades de servicio.
Desde 1941 las Pz al ser monoregimentales carecen de brigada acorazada. Su único regimiento panzer podría tener dos o tres batallones acorazados. En el 42 gran parte de las divisiones acorazadas de los grupos de ejercitos Norte y Centro contaban en la práctica con un solo batallón, frente a los dos o tres de las Pz del grupo de ejercitos Sur.
En Rusia, al igual que en Africa ,el batallón antiaéreo no es orgánico, sino agregado. En el 43 las Pz ya tendrán en su organigrama su propio batallón Flak del Heer.
Saludos
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Mensaje por Japa »

Gracias por la corrección porque en efecto es una errata (uno a veces no sabe donde tiene la cabeza): no son una brigada de tres regimientos sino una brigada de un regimiento (como bien dices ya no se puede hablar de brigada) con tres batallones y eso en la teoría porque lo normal durante la campaña de verano del 42 era contar con solo dos batallones por regimiento y a finales de la misma apenas quedaban divisiones con más de un batallón operativo.

Bienvenido y gracias por echar una mano. :dpm: ahora haré la corrección en el texto.
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Mensaje por Japa »

Corregidas las erratas. Para los que se incorporen ahora a este hilo, lo que comenta uge respecto al batallón antiaéreo se debe a la división estructural de las FAS alemanas, en las que cualquier cosa que estuviera relacionada de algún modo con los aviones era asunto de la luftwaffe, con los consiguientes problemas de fluidez operativa.

Lo del paso brigada-regimiento es consecuencia de la reducción de fuerza de las PzDiv entre 1940 y 41, al dividir las PzBri en dos a fin de duplicar el número de divisiones, con lo que ya no se puede hablar de brigadas panzer (a partir del 43 habrá brigadas panzer independientes).

Ya lo comenté en la primera parte, pero por si acaso lo vuelvo a explicar: estaba previsto que cada regimiento se incrementara hasta tres batallones para compensar la pérdida de fuerza, pero a la hora de la verdad eso no se hizo y quedó como uan declaración de intenciones, quedando cada PzDiv con un regimiento de, teóricamente, tres batallones, y en la práctica dos.

En escenarios como el africano la cooperación entre las unidades flak de la luftwaffe y las fuerzas del heer fue buena, pero no siempre fue el caso. Durante la batalla por Caen una batería de 88 se negó a intervenir contra los carros ingleses porque, según su capitán, eso no era asunto suyo, y no aceptó actuar hasta que el mayor Von Luck le encañonó con su pistola y le dio a elegir entre un tiro en la cabeza o la posibilidad de ganar la cruz de hierro. Es por eso que el Heer trataba de conseguir su propia defensa antiaérea y sus propios 88 para uso CC, como veremos a continuación.

Insisto: cuando veáis que cometo algún error no dudeis en reseñarlo. :oops:
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Mensaje por Japa »

DESARROLLOS DE ÚLTIMA HORA



En1942 la industria alemana, todavía a media presión, produjo unos 1900 carros Pz III Ausf. L y M, versiones de blindaje incrementado y cañón largo de 50 mm L60, más unos 900 PzIV Ausf. G, con cañón largo de 75 mm L48. Estas cifras apenas alcanzaron para suplir las pérdidas del año y además fueron rebañadas para la formación de las nuevas unidades ajenas al Heer, de ahí la reducción del potencial de combate real de las PzDiv.

Aparte de las versiones de carro de combate, en el verano del 42 se empezó a producir el Pz III Ausf. N o SturmPanzer III. Este modelo se produjo en base a chasis Ausf J. L y M, cambiando sólo el armamento, ya que el cañón de 50 mm era reemplazado por el KwK 37 L/24 de 75 mm, el mismo armamento montado por las versiones iniciales del Pz IV y el StuG. La misión del Ausf. N era el apoyo contra infantería y objetivos blandos y aparte de los ejemplares producidos también se adaptaron algunos Pz III enviados desde el frente para reparación. Hasta el verano del 43 se produjeron unos 670 ejemplares y se modificaron unos 40.

Imagen
Pz III Ausf. N

También entraron en servicio unos 90 cañones de asalto del modelo StuG III Ausf. E (cañón corto) y unos 700 del modelo Ausf. G con cañón largo. Dado que el StuG demostró ser no sólo una arma contracarro excelente sino que en los combates callejeros se comportó de forma soberbia el Heer empezó a pensar en usar los StuG como reemplazo temporal de los panzer en las PzDiv que habían sido más mermadas. Cierto general panzer (cuyo nombre no creo necesario mencionar) estaba empezando a lamentar sus viejas palabras.

Se entregaron cerca de un millar de Panzerjäger de las series Marder II y III (la serie I, recordemos, se desplegó en territorios ocupados para funciones secundarias). Su rendimiento, pese a su escasa protección, fue excelente.

El uso de los PzJg Marder demostró la viabilidad del concepto y el Heer solicitó una versión autopropulsada del nuevo modelo Pak 43 L/71 de 88 mm, desarrollado por la Krupp en base a su Flak 37. Este cañón iba a entrar en servicio al año siguiente como arma contracarro remolcada principal: era un arma realmente terrorífica, capaz de atravesar 90 mm de blindaje a casi 3000 metros de distancia, pero era muy grande, lo que dificultaba su desplazamiento durante los combates. Se había diseñado un excelente afuste en cruceta que simplificaba mucho su movimiento y entrada en posición, pero debido a la complejidad y coste de construcción de ese montaje se optó finalmente por usar mayoritariamente un afuste clásico de dos ruedas con escudo. Dado el tamaño del cañón su manejo en esas condiciones resultaba bastante engorroso.

Imagen
Pak 43 en afuste de cruceta. Podía usarse con y sin ruedas, y permitía rotar el cañón sin dificultades

Imagen
Afuste clásico. Para girarlo era preciso mover toda la pieza.

Las PzDiv querían un arma similar que les acompañara en los avances igual que los StuG acompañaban a la infantería, y se buscaron dos soluciones diferentes, ambas basadas en proyectos que no se habían puesto en servicio.

PANZERJÄGER SDKFZ 164 HORNISSE/NASHORN

En aras de simplificar la logística, la idea más lógica era instalar el Pak 43 en los chasis de los Pz III o IV, pero la Alkett presentó otra propuesta.

¿Recordáis el proyecto de unificar la mecánica del Pz III y el Pz IV? El resultado había sido un chasis similar al del IV con la transmisión y caja de cambios del Pz III, más segura que la de su hermano mayor, denominado Geschutzwagen III/IV. Fue muy sencillo adaptar ese chasis para dar movilidad al Pak 43, mediante una casamata abierta similar a la utilizada en los Marder II, situada en la mitad posterior del vehículo mientras que la planta motriz se situaba en posición adelantada. El nuevo vehículo fue denominado Hornisse SdKfz 164 pero Hitler cambió posteriormente Hornisse (avispón) por Nashorn (rinoceronte); dado que el último nombre es el más popular lo usaremos desde ahora, aunque el cambio no se hizo efectivo hasta el año 44. Dicho sea de paso aparte del nombre hay sólo una diferencia real entre los dos vehículos, que es la protección del puesto del conductor.

La movilidad era bastante similar a la del Pz IV aunque la suspensión iba un poco forzada ya que el Nashorn tenía un peso ligeramente superior al del Ausf. G (24 tn frente a 23,5). El uso de un vehículo en base a modelos en servicio facilitó bastante la logística. El concepto en sí era un apaño, pero resultaba bastante práctico así que ese tipo de montaje fue muy utilizado en otros autopropulsados, y así el mismo chasis Geschutzwagen III/IV fue usado para una versión ATP del obús de 155 mm denominado Hummel SdKfz 165, mientras que el chasis del Pz II se modificó de forma similar para dar movilidad al obús de 105 mm, dando lugar a un ATP conocido como Wespe SdKfz 124.

El prototipo fue presentado en diciembre y se realizó un pedido de 100 nashorns a finales de mes para equipar a los batallones CC de las PzDiv, aunque los artilleros opinaban que la casamata abierta no era una idea demasiado buena ya que apenas protegía de la metralla y dejaba a la dotación del arma a la intemperie en las duras condiciones invernales. Aún así se construirían hasta el final de la guerra unas 500 unidades.

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Pero el Hornisse/Nashorn no iba a ser el único ATP de 88 mm en servicio. Había otro proyecto en marcha.

PANZERJÄGER SDKFZ 184 TIGER (P) FERDINAND

Speer decidió dar salida a las barcazas ya construidas en las factorías Porsche para el fracasado proyecto Tiger I (P) de cara a fabricar un nuevo cazacarros pesado. La conversión fue ordenada en septiembre del 42 y se emplearon 90 de las barcazas disponibles. Se reemplazaron los novedosos (y problemáticos) motores cuádruples de la Porsche por dos motores gemelos Maybach HL 120. Al igual que en el Geschutzwagen III/IV se desplazó la planta motriz a una posición adelantada y así se despejó la mitad posterior para instalar una casamata fuertemente acorazada y cerrada enteramente que acomodaba al 88 mm L/71. El blindaje frontal era enorme, 200 mm, y el lateral de 80 mm era superior al frontal de la mayoría de los carros en servicio en ese momento.

El nuevo vehículo entro en servicio en la primavera del 43 como Ferdinand SdKfz 184, como homenaje al Dr. Porsche. Ni este ni el Nashorn disponían de armas de defensa cercana ya que se suponía que actuarían desde algo más atrás de la línea principal de avance, o con fuerte acompañamiento de infantería. En ningún caso eran vehículos pensados para ruptura, al modo de los Pz VI Tiger.

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La fase de diseño fue muy rápida: el proyecto se autorizó en septiembre del 42 y el trabajo estuvo listo en noviembre. El prototipo se presentó finalmente en marzo del 43. La conversión de las barcazas se llevó a cabo en las factorías de la empresa austríaca Nibelungenwerke.

El nuevo cazacarros era un vehículo monstruoso de casi 67 tn y un consumo de combustible dantesco: 950 litros para 150 km en carretera o 100 en todo terreno. Pese al cambio de la planta motriz la mecánica seguía siendo extraordinariamente compleja y los requerimientos logísticos eran muy superiores a los de cualquier vehículo del Heer, incluyendo al Tiger I. No obstante el asombroso alcance del Pak 43 unido a su casi invulnerable coraza le daban un increíble potencial de combate en funciones de apoyo CC.

Dado que los dos modelos de cazacarros armados con el Pak 43 eran ante todo aptos para apoyo a largas distancias se optó por no incluirlos en las unidades de panzerjäger de las divisiones, y en su lugar se decidió agruparlos en unidades independientes; batallones de cazacarros pesados, Schwere Panzerjäger Abteilung (sPzJgAbt), equipados cada uno con 30 vehículos (en el caso de los Nashorn); regimientos de cazacarros pesados, Schwere Panzerjäger Regiment (sPzJgReg) con una plantilla de 45 cazacarros en el caso de los Ferdinand.

Estas unidades se asignarían a nivel de Ejército o Cuerpo de Ejército a fin de usar su devastadora potencia de fuego de forma concentrada en las operaciones de ruptura o a la hora de frenar contraataques enemigos, y verían su debut en los combates del verano del 43.
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Mensaje por Guderian »

Puf!, impresionante Japa!

Menudo Articulo. De esta te llevas premio.

Saludos y espero ansioso ti próxima entrega! :dpm:
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Felix_Feito
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Mensaje por Felix_Feito »

El Ferdinand es el elefant?


Siempre me sopreprendio, sobre todo visto desde ahora, el brutal consumno de los vehiculos de le epoca( desde un Kubel a un Tiger, pasando por camiones q gastaban decenas de litros para 100km) pero ese "950 litros para 100 kilometros" es algo increible,

saludos
¡Pero no dispares más, hombre, que le vas a dar a alguien!

Dicho desde una trinchera republicana a otra nacional. Y pararon...
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Mensaje por Japa »

Son el mismo vehículo, pero el elefant es el nombre que recibe a partir de las modificaciones tras 1943
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Mensaje por hoff »

De las que se hablará (suponemos) en el próximo episodio...

El PaK 43 con su afuste cruciforme y su plataforma baja era realmente exigente en materia de materias primas y sistemas de fabricación, exigencia agravada porque apenas iniciada la producción los aliados tuvieron la ocurrencia de bombardear Essen, lo que obligó a mover las cadenas de fabricación a otro lugar.

Esto llevó al PaK 43/41, un arma simplificada, con la culata y el sistema de cierre simplificados, aunque con su boca de fuego inalterada, montados sobre el afuste del obús de campaña habitual del ejército (el leFH 18 de 10,5 cm) y con las ruedas del obús pesado sFH 18 de 15 cm. Si ya la pieza original pesaba como un pecado (3.605 kilos en orden de combate) la nueva era aún peor, con casi 4.400 kilos, ganándose el mote Scheuentor (puerta de granero). Lo que lo haría popular sería su alcance (hay relatos de T-34 destruidos a 3.500 metros) y su poder perforante (casi 20 centímetros a mil metros con munición perforante). Su versión para vehículo (el KwK 43 de 8,8 cm) es la que fué montada en los Nashorn.
El miedo es natural en el prudente
Y el saberlo vencer es ser valiente


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Mensaje por Japa »

Continuaré con el tema a la vuelta de fin de año. Paciencia. Y gracias por el añadido, Hoff
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Mensaje por Japa »

Bueno, tras una pausa navideña retomamos el tema.

NUEVOS CAÑONES DE ASALTO: STURM 33 Y BRUMMBÄR


Dado que la vida operativa del Pz III había llegado a su fin se planificó el cese paulatino de su producción a lo largo de la primavera del 43 a fin de utilizar sus cadenas de montaje para incrementar la del utilísimo StuG. Pero además, y puesto que el StuG se había mostrado tan práctico los ingenieros pensaron en modos de mejorar sus prestaciones a fin de que su potencia de fuego fuera más efectiva contra blancos difíciles como los edificios derruidos de Stalingrado.

Una de las opciones, presentada por Alkett, fue incrementar el calibre del arma, lo que dio lugar al Sturm 33, en base al chasis del Pz III, armado con un cañón SIG33 de 150 mm, un arma de apoyo a la infantería fiable y bien conocida

A in de adaptar el nuevo armamento se diseñó una gran casamata cerrada, pero el peso del conjunto era excesivo para la suspensión y la gran altura de la casamata la hacía muy vulnerable, así que el proyecto se desechó tras producir un par de docenas de vehículos

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Sturm 33. Vease la desmesurada casamata requerida por el SIG 33

En la misma linea de trabajo Alkett decidió usar el chasis del Pz IV para un cañón de asalto basado en un obús de 150 mm derivado del Sig33, el StuH 43 L/12. El resultado del proyecto fue el Brummbär SdKfz 166. La conversión era muy similar a la del Sturm 33, con una enorme casamata cuyo blindaje alcanzaba en el frontal los 100 mm, pero con un tipo de montaje nuevo, esférico, que permitía una amplia rotación del arma.

Speer autorizó el proyecto en octubre y la producción se inició en febrero del 43. Hasta 1945 se producirían unas 300 unidades pero para la primavera del 43 tan sólo unos 60 estaban en servicio.

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SurmPanzer IV Brummbär

Las primeras series sufrieron algunos problemas mecánicos atribuidos al sabotaje por parte de trabajadores checos. Además había los ya usuales inconvenientes motivados por el peso (28 tn, casi un 20% más pesado que el Pz IV) y por la falta de espacio de almacenaje, ya que pese a las dimensiones de la casamata los proyectiles de 15 cm eran muy voluminosos sólo podían transportarse tres docenas. No obstante y al igual que en el Hornisse los problemas logísticos eran muy reducidos.

En cualquier caso estos dos diseños se había llevado a cabo pensando en las necesidades de la lucha ofensiva urbana y ese tipo de combate no volvería a darse a partir de 1942 (con la notable salvedad de la batalla por Varsovia) así que aunque el Brummbär tenía una más que razonable capacidad de combate en ofensiva y resultaba un vehículo bastante más eficiente que el Sturm 33, todo el proyecto de incrementar la potencia de fuego del StuG de cara al combate cercano parece una pérdida de tiempo y recursos.

Aunque no sería la única. De hecho todavía en el 44 se trabajaría en el diseño de un nuevo cañón de asalto realmente monstruoso en base al chasis del Tiger, un arma absurda en un momento en que el Heer se batía a la desesperada en todos los frentes, aunque no tan absurda como otro modelo también basado en el Tiger para la lucha urbana. Esperaremos un poco antes de ver esos proyectos
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Mensaje por Japa »

UN NUEVO MARDER

Aparte de los modelos alemanes propiamente dichos, volvió a rediseñarse la barcaza del Pz 38 a fin de mejorar las prestaciones de los Marder III. Al igual que en los Nashorn, se optó por adelantar la posición del motor para situar una casamata en posición posterior de modo que la protección de la tripulación fuera mayor. El resultado fue el Marder III Ausf. M SdKfz 138 Ausf. M que entró en producción en abril de 1943 y que sería el más numeroso de las series Marder , con casi 1000 unidades entregadas entre 1943 y 1945. Éste Marder iba armado con el Pak 40/3 de 75 mm al igual que el SdKfz 138 Ausf. H.

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El compartimento de combate resultaba más racional y el empleo de blindaje inclinado permitió reducir el peso e incrementar algo la velocidad y las prestaciones en todo terreno. El perfil del vehículo era también ligeramente más bajo al del Ausf. H. En cambio la carga de munición era inferior, con 27 proyectiles en vez de los 38 del Ausf. H. A fin de paliar esa deficiencia se diseñó una versión de municionamiento en base al mismo vehículo, retirando el cañón y cerrando el frontal de la casamata

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Marder III Ausf. M de municionamiento

El Ausf. M fue, a ojos de sus usuarios, el mejor de toda la serie Marder.

PROYECTOS DE FUTURO

Como hemos visto, en base a las experiencias del 42 se trabajó en una serie de proyectos de urgencia que, a excepción del Ferdinand (que se llevó a cabo para aprovechar unas barcazas ya construidas) se apoyaron en la mecánica bien probada de los panzer en servicio. En todos los casos se trataba de mejoras en base a modelos ya existentes y apaños más o menos afortunados, para solventar con rapidez los problemas más urgentes, principalmente el de disponer de vehículos con una potencia de fuego superior. Sin embargo y aunque algunos de estos modelos estuvieron en producción casi hasta el final de la guerra eran vistos como soluciones transitorias a la espera de disponer de máquinas diseñadas específicamente para esas funciones. Eso se vería sobre todo cuando llegara la tercera generación de Panzerjäger.

Además de esos diseños implicados directamente en la capacidad CC y artillera del Heer era necesario mejorar la defensa antiaérea de las Pz Div, y se pensó en aprovechar los chasis del Pz IV para instalar artillería antiaérea móvil, un proyecto que se desarrollaría a lo largo del año 43. Había a priori una clara tendencia a simplificar los nuevos diseños de modo que toda la estructura de las PzDiv se basara en vehículos de mecánica compatible. Sin embargo la puesta en servicio de la nueva generación de panzer iba a dar al traste con la simplificación e iba a volver a dificultar la logística de las PzDiv.

Por cierto que aunque suele considerarse a los PzKfw V y VI como la segunda generación de los panzer alemanes, se trata de una apreciación bastante errónea. Mientras que los PzKfw I al IV formaban parte de una línea de diseño muy homogénea basada en las teorías desarrolladas en los años 30 para el uso de carros de combate, los carros posteriores respondieron a necesidades muy dispares. El Tiger I era un diseño cuyo desarrollo obedecía a los problemas vistos en la campaña francesa, y el modelo finalmente puesto en producción se basaba en la experiencia de diseño de los carros Pz III y IV, con lo que está mucho más cercano a la primera generación que al Panther. Éste, por el contrario, respondía a la amenaza surgida con la aparición de los nuevos carros soviéticos en la campaña de 1941 y se basaba en tecnologías más modernas, sin demasiado en común con sus predecesores, así que propiamente el Panther es un carro de segunda generación. El Luchs, aparecido en 1943, fue a su vez un desarrollo del Pz II en el que se aplicaron las experiencias de 1942 y, en propiedad, se puede considerar un carro intermedio, pero los posteriores Tiger II en el que se aplicaron tecnologías derivadas de los Tiger I y Panther, y el proyecto Leopard son a su vez armas de tercera generación. Eso dificulta mucho el hablar con propiedad de una segunda generación de carros, ya que sólo tras el diseño del Tiger II se planteó la necesidad de una homogeneización en el diseño que debía llevar a una serie de proyectos unificados, la familia E, que sí podría ser considerada una generación en sí misma, la cuarta, que nunca llegaría a ver la luz.
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Mensaje por uge »

Los Sturmpanzer se asignaron a batallones independientes dentro del arma acorazada. Por su cometido de apoyo directo en combate urbano parece mas lógico su adscripción al arma de artillería.
¿Su control por parte del arma acorazada suscitó alguna reacción en la artilleria?
Saludos
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Mensaje por Japa »

Hablando suavemente, digamos que la sturmartillerie y la panzerwaffe no mantenían unas relaciones demasiado amigables. Hablaré de ello cuando llegumos a la reorganización del arma acorazada en 1943 con Guderian.

Respecto al Brummbar, hasta donde sé estaba en realidad integrado dentro de la artillería, no de la fuerza acorazada (aunque en Kursk, por ejemplo, se desplegó un Sturmpanzerabteilung dentro del regimiento 656 de cazacarros pesados).

También los stugs formaban batallones independientes para su empleo a nivel cuerpo o ejército, y ocasionalmente fueron adscritos a fuerzas acorazadas, pero siempre como parte de la sturmartillerie
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Mensaje por Japa »

Y llegamos al momento en el que los tiger entraron por fin en servico ¿a que lo estabais deseando? (viciosetes, que somos unos viciosetes)


EL AÑO DEL TIGER
Imagen
Tiger con el Snorkel desplegado


De todas las armas empleadas por Alemania en la guerra ninguna ha alcanzado la relevancia psicológica que logró el carro Tiger. Es un vehículo que por derecho propio ha entrado en la leyenda. Por eso dedicaremos este capítulo a repasar los acontecimientos que acompañaron a su entrada en servicio en 1942

PZKFW VI TIGER I: PRIMERA PRODUCCIÓN

Como ya vimos la decisión final de fabricar el Tiger en base al prototipo Henschel se tomó entre junio y julio del 42, y los primeros ejemplares estuvieron disponibles para finales de julio, lo que para los estándares de la industria alemana fue algo realmente insólito. Sin embargo el Tiger se benefició de que la Henschel, al contrario que la Porsche, se había basado en componentes bien conocidos y probados, lo que facilitó la puesta en producción.

Los cien primeros Tiger usarían la torre diseñada por Krupp para los Tiger Porsche, estando previsto pasar después a usar la nueva torre de Rheinmetall que no utilizaría el cañón de 88 mm L/56 sino el nuevo cañón KwK42 de 75 mm L/70 cuyas prestaciones CC eran superiores a las del 88. Sin embargo y para evitar retrasos en la producción se optó finalmente por hacer una mínima modificación de la torre Krupp y seguir utilizando el 88 mm, que además tenía una capacidad para proyectiles de alto explosivo mejor que la del 75; la torre Rheinmetall se desestimó pero, como vimos, con algunas modificaciones el proyecto fue empleado en el Panther.

Resulta fácil distinguir los primeros carros Tiger del resto de la primera serie ya que la torre Krupp inicial tenía una curiosa distribución de las cajas auxiliares a los lados de la torre, a modo de dos orejas semicilíndricas, pero considerando (con mucha lógica) que esa posición incrementaba el blanco frontal del Tiger y le hacía más vulnerable a larga distancia, se optó en las siguientes por instalar una sola caja en posición trasera, justo tras la torre. Esa sería la disposición estándar desde el otoño del 42 hasta el final de la producción

Imagen
Uno de los primeros Tiger capturado por los soviéticos. Puede verse la posición de las cajas auxiliares laterales

El blindaje del Tiger era de 100 mm en el frontal y 80 en los lados, tanto de la torre como de la barcaza, y su cañón L/56 atravesaba 90 mm de coraza a 1500 m (123 mm con la munición de wolframio) lo que le bastaba para destruir un T-34/76 a esa distancia, mientras que el cañón del T-34 no era eficaz contra el Tiger hasta los 500 m y por los flancos. Por comparación con los Panther, lo que más llama la atención del Tiger es la verticalidad de su estructura, sin apenas inclinación en el blindaje. En eso el Pz VI está mucho más cerca de los Pz III y IV, lo que es lógico ya que su diseño arranca de antes de Barbarossa, y no se empezó a trabajar en blindajes inclinados hasta noviembre-diciembre de 1941, cuando los proyectos de Henschel y Porsche ya estaban muy avanzados. Pese a ello la coraza del Tiger I era de una calidad extraordinaria lo que compensaba en buena parte la falta de angulación.

El motor era inicialmente el Maybach 210 con una potencia de unos 650 hp, y pronto se vio que era insuficiente para las necesidades del Tiger. A partir del ejemplar 250 se pasó (en febrero del 43) a usar un Maybach 230 que daba 700 hp. Incluso así el Tiger no iba demasiado sobrado de potencia pero su movilidad era muy buena siempre que no se encontrara con puentes demasiado débiles o rutas demasiado angostas, ya que la presión sobre el suelo era de 0,75 Kg/cm2 y en carretera podía alcanzar los 45 km/h (en campo a través alcanzaba una media de 15). Los puntos débiles de la mecánica del Tiger eran la transmisión y la caja de cambios, que estaban al límite de sus posibilidades por el enorme peso del carro (58 tn en orden de combate) y podían romperse si el vehículo se veía obligado a efectuar demasiados cambios de velocidad o movimientos muy bruscos. Un buen conductor, no obstante, podía sacar un partido extraordinario de este carro: no era ni mucho menos una máquina torpe y lenta, como tantas veces se ha dicho.

Un talón de Aquiles muy real era el consumo. Un Pz VI con el depósito lleno (unos 550 l en cuatro depósitos separados) podría desplazarse unos 140 km por carretera, y más o menos la mitad en campo a través. No era un consumo desmesurado para los estándares alemanes (un Pz IV recorría unos 210 km con 470 l) pero era mucho combustible y requería un gran esfuerzo logístico mantener abastecida una unidad de Tiger.

Además la compleja mecánica del carro, con gran cantidad de circuitería eléctrica y bastantes piezas móviles poco estandarizadas ocasionaba un fuerte desgaste en acción y forzaba a un durísimo mantenimiento antes de su uso para la puesta a punto, y un periodo de recuperación tras el combate.

En los primeros combates en que intervino este carro se pudo apreciar que la cúpula del comandante debía mejorarse. Estando abierta las portezuelas quedaban en vertical y resultaban muy visibles, con lo que indicaban a los tiradores enemigos la presencia de un punto vulnerable. Más adelante el defecto se solucionó rediseñando la estructura de la cúpula.

El último problema, y no de los menos graves, era el del transporte. El Tiger era demasiado ancho para los vagones de ferrocarril en uso en 1942 así que se optó por una solución salomónica. Para subirlos en los trenes se les ponía unas cadenas de ancho reducido de 520 mm a fin de que pudieran sujetarse sobre el vagón, y al bajar del tren se les cambiaba por las de ancho estándar de combate, de 720 mm. Eso suponía una complicación extra de cara a un despliegue rápido y obligaba a usar un gran volumen de transporte para las cadenas redundantes. El peso de los vagones podía ser excesivo para los puentes, así que en transporte ferroviario la norma era situar un vagón vacío entre cada dos vagones cargados de forma que el peso del convoy se distribuyera mejor.

La limitación de peso de los puentes trató de resolverse dotando a los Tiger de medios propios para cruzar los ríos. Casi un tercio de los Tiger fueron equipados con snorkels a fin de vadear en profundidad, pero al final se consideró que no era práctico y a partir del ejemplar 500 fueron dotados de medios de vadeo superficiales. En cualquier caso la salida del río de una mole de ese tamaño destrozaba las orillas y era difícil que un Tiger pudiera pasar por donde habían salido un par de unidades. Así pues los ríos siempre serían un obstáculo problemático para ellos.

Hay que añadir, para completar la descripción del Tiger, que pese a su enorme peso era un vehículo relativamente sencillo de camuflar, precisamente por su verticalidad. Ofrecía una excelente relación peso-volumen y una forma general muy compacta, lo que facilitaba su ocultamiento en emboscada. Otra cosa era en avance, ya que aunque se encontraran rutas que permitieran aproximarse al enemigo sin ser vistos su motor era tremendamente ruidoso y anunciaba su presencia y posición a más de un km de distancia

Así pues en el verano de 1942 el Heer empezó a disponer de un carro muy diferente a cualquiera de los utilizados hasta ese momento por cualquiera de los ejércitos en la contienda. Su potencial de combate era tremendo pero también tenía una serie de limitaciones logísticas y operativas. ¿Cómo debían pues, utilizar esta nueva máquina?
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Mensaje por APV »

Según su manual de uso el Tigre podía cruzar los ríos por donde cruzara cualquier tanque y también los puentes, incluso de troncos de cierta anchura.

Para determinar si una zona pantanosa era viable se debia explorar antes con un hombre subido sobre otro y el de abajo se ponía a la pata coja, si el suelo no se hundía, según la guía de uso, el Tigre podía pasar.
Conoce al enemigo y conócete a ti mismo; y en cien batallas no estarás jamás en peligro Sun Tzu.
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Mensaje por Japa »

DESPLEGANDO EL TIGER: LOS BATALLONES PESADOS

El Heer consideraba a primeros de año que en el verano de 1942 sería posible iniciar el despliegue del nuevo carro pesado. Como ya vimos la idea inicial era equipar con ellos a una compañía de cada batallón de carros, de acuerdo a la estructura original de las PzDiv. De este modo cada batallón dispondría de tres compañías de carros medios y una de carros pesados, que contaría con 9 Tiger. Hasta ese momento las tareas de los carros pesados se habían cubierto con el uso de los Pz IV que ahora se integrarían en las compañías de los Pz III completando las plantillas de carros medios. Sin embargo pronto quedaron a la vista varios problemas que imposibilitaban ese empleo.

El primer problema era numérico: dado el alto coste económico y de materias primas necesario en la construcción del Tiger, y lo dificultoso de su manufactura, era imposible pensar en reemplazar a corto o medio plazo los Pz IV por los Pz VI. Las cifras de producción más optimistas en ese momento daban una posible producción de 24 mensuales en el verano, muy por debajo de las necesidades de las PzDiv.

El segundo problema era el propio Tiger. Era enorme y complejo, y superaba las posibilidades de las PzDiv en cuanto a logística y transporte. Además su consumo de combustible era superior al que podía aceptar la logística divisionaria. Así pues no parecía factible pensar en su despliegue dentro de los PzBon.

La solución fue crear un nuevo tipo de unidad, el batallón de carros pesados, o Schwere Panzer Abteilung (sPzAbt), que actuaría de forma independiente para ser desplegado de acuerdo a los requerimientos de cada momento, bajo el mando de un ejército o de un cuerpo de ejército. Aparte de estas unidades los Tiger sólo serían empleados por algunas divisiones de élite encuadrados en compañías de carros pesados. Así se hizo por ejemplo en las divisiones SS de panzergrenadier y en la GrossDeutschland del Heer.

Las primeras unidades de Tiger fueron los sPzAbt 501, 502 y 503, que se organizaron entre mayo y septiembre de 1942, es decir, antes de que se dispusiera de carros, e incluso antes de que se hubiera decidió qué prototipo sería la base de los Tiger. Su equipamiento pudo iniciarse en julio pero la entrega de los carros era desesperantemente lenta.

Los carristas alemanes se mostraron entusiasmados con el nuevo carro. La increíble solidez de su blindaje fue quizás la característica mejor valorada por los usuarios, ya que por fin contaban con un vehículo capaz de dar una protección real contra los cañones soviéticos. Por comparación, cualquiera de los modelos que habían empleado hasta ese momento parecía un juguete.

La estructura de los primeros sPzAbt (conocida como estructura D) estaba formada en torno a tres compañías de tres pelotones cada una, con tres Tiger por pelotón y un total de 27 por batallón. Sin embargo la estructura real más usual en 1942 fue de dos compañías de carros más una de mando y una de mantenimiento. Además se consideró que era preferible asignar algunos carros Pz III a las compañías de carros para realizar determinadas tareas que los Tiger no parecían poder llevar a cabo, como la exploración o el apoyo cercano contra infantería. Cinco sPzAbt se formaron bajo esa estructura, y los recién constituidos 501, 502 y 503 fueron los primeros con los que se enfrentaron los aliados, en Leningrado y en Túnez. El modelo más usual empleado en esta tarea fue el Ausf. N ya que su cañón de 75 era mejor que el de 50 mm L60 en funciones de apoyo.

La mejora en las cifras de producción lograda por Speer en el invierno permitió incrementar el potencial de cada batallón hasta las tres compañías previstas, eliminando los Pz III (sustituidos por vehículos acorazados desplegados en una compañía de reconocimiento) e incrementar la plantilla de Tiger a 45 unidades, 27 en las compañías de carros más 18 asignados como reserva del CG del sPzAbt. Esta sería la estructura que trataría de mantenerse hasta el final de la guerra (estructura E). La estructura E prescindió de los Pz III a fin de simplificar las tareas de logística y mantenimiento. Aparte de los propios Tiger los SpzAbt desplegaban también semiorugas de transporte para las tareas de remolque de los vehículos averiados.

Los SpzAbt no iban a contar con su propia dotación de Panzergrenadier. Eso iba a suponer una limitación táctica seria ya que su cobertura de Infantería dependería de las unidades con las que se integrara en cada momento, y mientras algunas PzGrDiv tenían un excelente adiestramiento en el combate junto a carros, la mayoría de las divisiones de infantería del Heer no estaban entrenadas en las tácticas de cooperación.

Dado que el sPzAbt era un concepto nuevo había que plantearse cómo utilizarlo. La idea era emplear los carros pesados como elementos de ruptura y explotación inmediata, aprovechando su enorme blindaje. Por supuesto se estableció la prioridad para el uso concentrado de la fuerza, máxime cuando no iba a haber de momento demasiados carros pesados disponibles. Era importante que los Tiger fueran transportados lo más cerca posible del punto en que debían ser empleados para evitar un excesivo desgaste mecánico antes del combate. Sin embargo no estaba muy claro cómo utilizar los nuevos carros durante la ruptura ¿debían avanzar solos o acompañados por panzergrenadier? ¿Con o sin el apoyo de los Pz III? ¿Agrupando las compañías u operando por pelotones?

Por supuesto se había teorizado sobre el empleo de los carros pesados en el periodo de entreguerras, y Guderian les había asignado un claro papel, pero dentro de las operaciones divisionarias. El uso del Tiger estaba más allá de los supuestos en los que había trabajado el general. A lo largo del año se barajaron diversas opciones tácticas sin llegar a un acuerdo. Había algunas ideas claras como el empleo del pelotón de carros y el empleo prioritario del batallón contra las formaciones de carros enemigos, considerándose que era la misión en la que el Tiger sería más efectivo, pero los batallones no recibieron unas premisas demasiado específicas de empleo. Se esperaba que una vez hubiera varios batallones operativos la experiencia permitiría concretar más sobre el mejor modo de aprovechar el potencial del nuevo carro.

Sin embargo las ideas pronto iban a verse contrastadas y aclaradas ya que los Tiger iban a entrar en servicio mucho antes de lo previsto por el Heer. Antes, de hecho, de que estuvieran realmente listos para hacerlo.
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Mensaje por Japa »

APV escribió:Según su manual de uso el Tigre podía cruzar los ríos por donde cruzara cualquier tanque y también los puentes, incluso de troncos de cierta anchura.

Para determinar si una zona pantanosa era viable se debia explorar antes con un hombre subido sobre otro y el de abajo se ponía a la pata coja, si el suelo no se hundía, según la guía de uso, el Tigre podía pasar.
Parece a propósito para una peli de Stan Laurel y Oliver Hardy. Stan y Oli salen del Tiger, Stanley se pone a la pata coja con Oliver en la espalda y segundos después sólo se ve a Oli, medio hundido en el barro, y unas burbujitas saliendo del mismo, mientras Oli dice "¿Ya estás otra vez haciendo estupideces, Stanley?"
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Mensaje por Jaques »

Hola Japa.

Una contribución a su excelente trabajo.

Foto de Tigre Porsche.


Imagen


Este tigre Porsche era el único a entrar en combate.
Incorporado en servicio en 1944 en la Rusia ( 653º Panzerjager), junto con Elefantes. Destruido en Julio del mismo año.

Saludos.
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Mensaje por Japa »

Gracias, Jacques. Por cierto que tu avatar, si mal no recuerdo, fue un consumado usuario de tigres ¿no?
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Mensaje por APV »

Parece a propósito para una peli de Stan Laurel y Oliver Hardy. Stan y Oli salen del Tiger, Stanley se pone a la pata coja con Oliver en la espalda y segundos después sólo se ve a Oli, medio hundido en el barro, y unas burbujitas saliendo del mismo, mientras Oli dice "¿Ya estás otra vez haciendo estupideces, Stanley?"
Aparece en una especie de guía rápida (viene en el libro de Kurt Zetner) en la cual da unos consejos de uso del Tigre con referencias al manual.

Así recomienda el motor a 2.600 revoluciones por minuto y que no supere las 3.000; usar eslabones de cadena bajo las orugas en caso de hielo (la paja y las ramas no sirven); para pasar un puente recorrerlo primero a pie, después enfilarlo y avanzar a marcha corta, sólo acelerar pasados los 5 metros; que el Tigre puede derribar árboles de hasta 80 cm;...

Lo de la zona pantanosa pone así: "Es preferible que des un rodeo. En caso de duda, es preferible explorar el suelo bajado del vehículo. Que un hombre suba a tus espaldas y mantente sobre una sola pierna. Si el suelo resiste bien vuestro peso, entonces no te preocupes, soportará perfectamente el peso del tanque. Pasad a marcha lenta...."
Conoce al enemigo y conócete a ti mismo; y en cien batallas no estarás jamás en peligro Sun Tzu.
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Mensaje por Japa »

Gracias por la aportación: sabía lo del motor, pero el tema del hielo o el del barro son nuevos para mí. Carius, eso sí, menciona algunos problemas con puentes de circunstancias hechos de madera.
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Mensaje por Felix_Feito »

EN la mula hay unmanual del Tiger muy curioso, sale con caricaturas,mujeres y todo eso, pero con muchos graficos serios, es muy raro, lo has visto?

saludos
¡Pero no dispares más, hombre, que le vas a dar a alguien!

Dicho desde una trinchera republicana a otra nacional. Y pararon...
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Mensaje por Japa »

Debe ser el que reseñó Panzefaust en su hilo
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