Panzer, detrás del mito (III) El fiel de la balanza

[Japa]

Tengo unos pocos más, pero algunos (como los del Nashon, por ejemplo) no los he encontrado.

[Quinto_Sertorio]

Sobre Ferdinand Porsche sólo un par de comentarios:

A) Sin duda, fué uno de los hombres que más hizo por la derrota del III Reich, acusarle de nazi es por tanto muy injusto... De hecho, estoy seguro de que más de uno pensó en fusilarle antes de la derrota final... (yo lo hubiera hecho)...

B) Afortunadamente después de la guerra, creo que se dedicó a otro tipo de diseños, más afortunados, aunque igualmente prohibitivos para mí...

Por cierto, cuando acabe JAPA con esta serie, que llevo siguiendo tiempo, me gustaría entrar en discusión sobre ciertas cosas que no entiendo, francamente.... a su tiempo.

Saludos

[Japa]

Hazlo cuando quieras, Quinto. Mientras sea referido a los temas que se van tratando (o que ya se han tratado en las dos partes anteriores) no veo problema

[Japa]

Dicho sea de paso, todo el que tenga referencias de precios de los vehículos acorazados alemanes, diferentes a la de Panzerworl y la de Achtungpanzer, por favor no dude en ponerlas, que es un dato del mayor interés.

[Felix_Feito]

Sobre Ferdinand Porsche sólo un par de comentarios:

A) Sin duda, fué uno de los hombres que más hizo por la derrota del III Reich, acusarle de nazi es por tanto muy injusto... De hecho, estoy seguro de que más de uno pensó en fusilarle antes de la derrota final... (yo lo hubiera hecho)...

B) Afortunadamente después de la guerra, creo que se dedicó a otro tipo de diseños, más afortunados, aunque igualmente prohibitivos para mí...
Por cierto, cuando acabe JAPA con esta serie, que llevo siguiendo tiempo, me gustaría entrar en discusión sobre ciertas cosas que no entiendo, francamente.... a su tiempo.

Saludos

Y los escarabajos, y los escarabajos...

[MINDFLARE]

Japa, una Pregunta, Si tuvieras que elegir entre 100 Tiger I y 100 IS II, Cuales elegirias? ( por supuesto facilidad de recuperacion y reparacion, fiabilidad mecanica etc.) Y ntre 100 T-34-85 y 100 Panther, teniendo en cuenta lo mencionado anteriormente.
seria interesante saber tu opinion, pues concuerdo co la opinion de Hasso von Manteuffel

[Japa]

Entre los Tiger I y los IS, me quedo los IS. Son los únicos carros que podían batir a un Tiger I a mayor distancia de la que lo hacía el Tiger. En el otro caso depende de la situación: situación ofensiva, los soviéticos; situación defensiva, los alemanes.

[Japa]

PROYECTO DE ESTANDARIZACIÓN: LA SERIE E

Además de los proyectos que hemos visto hasta ahora, que se tradujeron en prototipos y vehículos de producción, los alemanes realizaron un montón de diseños de panzer y panzerjäger que apenas llegaron a salir del papel o incluso fueron tan sólo esbozados. Algunos fueron derivados más o menos razonables de medios en servicio, otros fueron ideas tan absurdas como la de los panzer gigantes (Landkreuzer o Cruceros Terrestres) de más de 1000 toneladas… sin embargo hubo un conjunto de trabajos que destacan de entre todos los demás, ya que obedecieron a un intento por parte de WaPrUff 6 de racionalizar la producción de medios acorazados: esos proyectos se agrupan generalmente como Serie E (de Entwicklung, estándar).

La sucesión de vehículos acorazados diseñados por empresas diferentes, el empeño en tener un vehículo específico para cada cometido, la adaptación de chasis de diversos orígenes (y nacionalidades) y la improvisación de soluciones de emergencia para necesidades imprevistas originó un caos logístico en las fuerzas acorazadas alemanas. En 1943 había en servicio cuatro modelos diferentes de carros de combate (Pz III, IV, V y VI), cazacarros derivados de otros tres modelos distintos (Marder en base a los Pz II y 38 y Ferdinand/Elefant) y soluciones improvisadas para municionamiento, cazacarros, ingenieros… casi en base a cualquier chasis con cadenas que los nazis hubieran encontrado en Europa, amén de varios proyectos en desarrollo igualmente basados en mecánicas nuevas (Tiger II y Maus).

Dado que el proyecto de homogeneización basado en el Panther II fue cancelado, WaPrüff 6 pasó una especificación en abril del 43 para el desarrollo de una familia de vehículos basados en componentes comunes que debían reemplazar al maremágnum del parque móvil de la PanzerWaffe hacia 1945. Esta familia estaría compuesta por los vehículos E-5, E-10, E-25. E-50, E-75 y E-100. La denominación se refiere al peso medio estimado de estas máquinas.

El E-5 sería un pequeño vehículo oruga para misiones de exploración, sistemas radiocontrolados y carro lanzallamas. Se esperaba poder armarlo también con un cañón CC de 75 mm o con el nuevo Pak PAW 600 de 80 mm.

El E-10 reemplazaría a las conversiones del Pz 38 y Pz II, construyéndose tanto como carro de combate ligero como en forma de cazacarros o cañón de asalto, con un 75 mm L/48. De todos los modelos E éste fue el único que llegó a completarse como prototipo, en concreto en una versión cazacarros equipada con un montaje abierto del Pak 43 88 mm L/71. Este vehículo denominado WaffenTrager fue empleado en combate en los últimos días de las guerra cerca de Berlín y fue capturado por los soviéticos. Actualmente está en el museo de Kubinka.


Proyecto E-10, en la versión cazacarros de casamata cerrada con el 75 mm L/48


WaffenTrager armado con el cañón de 88 mm L/71

El E-25 reemplazaría a los vehículos basados en los chasis del Pz III y IV, tanto a los StuG como a los diversos montajes como el Hornisse/Nashorn, el Brümmbar, o el Hummel. Igualmente se pensó en desarrollar una versión con torre para su uso como carro de reconocimiento medio. Llevaría un 75 mm L/70 o un 88 L/71


E-25 en versión cazacarros armado con el 75 mm L/70


El E-50 reemplazaría a los carros Pz V Panther y Pz VI Tiger I. Externamente el diseño recuerda mucho al Panther y hacia el final de la guerra parte de los trabajos de desarrollo se aprovecharon para la última versión del Pz V, el Ausf. F. El armamento sería un L/71 de 88 mm.


E-50: como se ve el perfil es muy similar al del Panther

El E-75 sustituiría a los Tiger II y sus derivados como el JagdTiger. En esencia era una versión ampliada del E-50 armada con un 128 mm de gran longitud


E-75. La longitud del arma resulta asombrosamente desmesurada

El E-100 era finalmente un reemplazo para el Maus. Usaría una torre derivada de la de ese carro, armada con un Pak de 175 mm aún por especificar. Se construyó parcialmente una barcaza que fue capturado por los británicos en el 45 y está actualmente en el museo Imperial en Londres.


E-100 con la torre derivada de la del Maus.


Barcaza del E-100

Aparte del prototipo del E-10 WaffenTrager y la citada barcaza ningún ejemplar del proyecto E pasó de los planos y las pruebas teóricas. De hecho el E-100 fue cancelado definitivamente a mediados del 44, de ahí que la barcaza en construcción no se completara.

En sí la idea tras el proyecto E no tiene nada de irracional, ya que se trataba de unificar la mecánica y el armamento para simplificar la logística de las fuerzas alemanas. Sin embargo incluso a la hora de plantearse un trabajo de ese tipo los diseñadores alemanes fueron incapaces de llevar a cabo una verdadera racionalización: pensaron en 6 vehículos diferentes y redundantes cuyas misiones se solapaban de forma absurda. Tres de ellos debían usarse en misiones de reconocimiento, otros tres serían carros de combate pesados y todos ellos serían cazacarros y cañones de asalto. En la misma situación los estadounidenses trabajaban sobre tres modelos (M-4 para cazacarros, carro medio, carro de ingenieros, carro lanzallamas…, M-5 y su reemplazo M-24 para exploración y reconocimiento, y M-26 como carro pesado) y los soviéticos con otros tres (T-70, T-34 y JS I/II, ligero, medio y pesado respectivamente)

Además se estaban planificando reemplazos para carros como el Maus o el Tiger II que aún no habían entrado en servicio (en realidad ya estaba claro para entonces que el Maus no se construiría en serie) y que debían reemplazar a modelos como el del Tiger I o el Panther que a su vez acababan de entrar en servicio y mantuvieron toda su validez táctica hasta el final de la guerra. Tras la aparente sensatez del proyecto E seguía estando la incapacidad del HeeresWaffenamt para racionalizar sus medios de acuerdo a sus necesidades.

Puede parecer que no es tan problemático llevar a cabo trabajos de tipo teórico, pero en realidad sí lo es. En proyectos como los E o el Maus se desperdiciaron muchísimas horas de esfuerzo por parte de un buen número de profesionales cualificados. En vez de trabajar para solucionar problemas reales de carros reales, como los de la transmisión del Tiger II, los gabinetes de trabajo se dedicaron a crear asombrosos castillos en el aire. Algunos de esos proyectos, como el de los panzer de 1500 tn están tan alejados de cualquier atisbo de racionalidad que sólo es posible explicar que se trabajara en esas ideas por pura demencia o porque los diseñadores trataban de justificar sus puestos de trabajo a fin de no ser mandados al frente. La obsesión por los panzer de papel, lejos de ser inofensiva, supuso una distracción de recursos humanos (y a veces materiales, como en el Maus) que no tiene parangón en ninguna de las naciones que participaron en el conflicto.

Con la serie E podemos dar por completa la revisión de los proyectos del año 43. No obstante antes de volver al campo de batalla veremos otros dos apartados técnicos.

[Satur]

¿Alguien sabe para qué servía esa especie de tejadito o alerones del E-10? ¿Eran para proteger las orugas?

[Japa]

Eso parece, pero es una protección extraña, porque sólo cubre desde arriba y es vulnerable desde los flancos

[Japa]

SOBRE EL ZIMMERIT

Aunque este material es bien conocido, voy a hacer un pequeño apartado para hablar sobre su origen y uso. Como ya comenté anteriormente, los mandos alemanes consideraban que uno de los peligros que amenazaban a los panzer era el uso de minas magnéticas por parte de la infantería soviética. Algunos informes confusos de las operaciones en Zitadelle parecían indicar que este peligro era real (aunque posteriormente se ha podido comprobar que los soldados del ER no usaron ese tipo de arma ni en 1943 ni en el resto de la guerra)

Inmediatamente se tomaron medidas para contrarrestar esa amenaza, y dado que no era posible impedir que el metal de la chapa de un carro atrajera a una carga magnética, se pensó que lo más directo para atajar el peligro sería situar una capa magnéticamente neutra sobre el metal, de forma que las minas no pudieran adherirse. Ese material debía poder aplicarse directamente sobre los carros, como un revoco de pintura, ya que diseñar planchas para todas las formas, superficies y angulaciones de los numerosos modelos de vehículos acorazados alemanes era inviable. El resultado fue el célebre Zimmerit, una pasta adhesiva con una base de cola industrial similar a la usada en la madera que permitía a la mezcla pegarse a la chapa, y dos componentes sulfurados, sulfato de bario y sulfito de zinc, que garantizaban el aislamiento magnético, más un espesante (serrín) y un pigmento ocre. No es que este material tuviera ninguna propiedad antimagnética especial, pero como ya he dicho era neutro, y se interponía entre la mina y la chapa. De este modo el propio peso de la mina la hacía caer ya que sin estar en contacto al metal, la atracción no bastaba para mantenerla en su sitio.

Se trata de un efecto físico fácil de entender. Basta con usar un simple imán de nevera y papel. El imán se sostiene contra la nevera a través de una hoja de papel, pero si vamos añadiendo más papel enseguida dejará de sujetarse (con un imán normal bastará con cuatro o cinco hojas). Puede parecer que un imán potente, como el de una mina, se sujetaría incluso a través de unos centímetros de aislante, pero la mina tiene que luchar contra su propio peso, que es muy grande, e incluso si se sostuviera en equilibrio bastaría la vibración del motor del vehículo para que cayera al suelo.


JagdPanther con el patrón de rejilla rectangular (casi cuadrada, en este caso)

El Zimmerit se aplicaba en las factorías a los carros nuevos y a algunos viejos que llegaban para reparación o mantenimiento. Además en los talleres divisionarios se podía aplicar para reparar las pérdidas de material, porque los impactos y la metralla producían grandes desconchones en el recubrimiento. La aplicación era manual, mediante espátulas, y posteriormente se solidificaba mediante el uso de sopletes. El acabado podía adoptar varios patrones, a modo de hileras más o menos alargadas, irregular, o de rejilla rectangular; en los StuG la pasta era extendida con ayuda de un molde, dándole un aire que recuerda al dibujo de los goffres.


Tiger I con el patrón de aplicación de hileras alargadas

El caso es que como ya hemos visto los soviéticos no usaron armas de adherencia, y los aliados occidentales tampoco. Al final los alemanes consideraron que la amenaza de las minas magnéticas no era inmediata, y dado que la aplicación de la capa protectora era costosa en cuanto a horas de trabajo, en el otoño del 44 dejó de usarse (aunque por supuesto muchos vehículos mantuvieron su cobertura total o parcialmente hasta el final de la guerra); se adujo además la excusa de que un impacto podía incendiar la capa de zimmerit, pero parece tratarse de un rumor sin fundamento real.

Lo curioso es que realmente el zimmerit sí otorgaba una ventaja a los carros alemanes, y es que los hacía menos visibles. Eso se debía a dos efectos; el primero es muy lógico: el zimmerit era una pasta de aspecto mate y apagaba los brillos que normalmente producen las superficies metálicas angulosas; el otro es más complejo y se debe a la manera de aplicarlo: al formar una superficie repleta de crestas pequeñas e irregulares, la capa de pasta producía un efecto de dispersión lumínica, ya que ofrecía múltiples ángulos de rebote a los rayos solares; el resultado es que un vehículo con capa de zimmerit era menos luminoso en las áreas iluminadas y menos oscuro en las áreas sombreadas, de forma que se volvía más plano a la vista. El conjunto de estos dos efectos hacía que los carros alemanes fueran más difíciles de distinguir contra el paisaje, y eso en campos de batalla como los de Francia en 1944, con escenarios tan intrincados como el del Bocagge, era una interesante ventaja.


Stug III con su peculiar patrón de estilo Goffre


Brümmbar con un patrón de tipo teja

Cuando los aliados examinaron los primeros vehículos capturados en Francia no comprendieron cuál era la razón del uso de esa capa externa, ya que no usaban armas de contacto magnético y su infantería se defendía con armas de carga hueca (como el PIAT o el Bazooka) así que llegaron a la conclusión de que la función del zimmerit era de ocultamiento. Algunos carristas del US Army trataron de conseguir un efecto parecido aplicando cemento y barro a sus sherman. Finalizado el conflicto se comprobó cuál era la utilidad real del zimmerit, sin embargo no se ha vuelto a emplear un tipo de protección similar ya que los avances en el desarrollo de las armas de carga hueca y la aparición de los misiles CC hicieron que las armas magnéticas cayeran en el olvido de forma más o menos definitiva.

Aunque los ilustradores fantasiosos han realizado imágenes de casi cualquier vehículo alemán con zimmerit, éste material sólo se aplicó a vehículos acorazados de combate entre agosto del 43 y septiembre del 44, no a modelos antiguos ni a semiorugas o blindados de ruedas. Los modelos que recibieron esta protección fueron los Pz III de las últimas versiones (que lo recibieron cuando pasaban a mantenimiento o reparación), Pz IV 75/48, Tiger I, Tiger II, Panther, StuG III de cañón largo, StuG IV, Brummbär, Nashorn, Marder III, JagdPanzer IV, JagdPanther, Hetzer, JagdTiger y SturmTiger.

[uge]

Japa, si puedieras aportar fotos o cualquier tipo de información sobre Nashors, Marders o Hetzert con zimmerit te estaría muy agradecido.

Saludos

[Japa]

No he encontrado nada. Hay referencias escritas al empleo de zimmerit en esos tres modelos, y coincidencia en fechas, pero no he visto imágenes. Muy pocos de esos vehículos pudieron recibir zimmerit, debido a las fechas. En el periodo de aplicación sólo se construyeron unos 400 Hetzer, tal vez cincuenta Nashorn y un centenar de marder. Únicamente he visto una foto de Hetzer con Zimmeritt, y no era muy clara.

En http://www.panzerworld.net/zimmerit.html puedes ver datos de la orden referente a la aplicación del zimmeritt y un listado de los modelos que lo recibieron y de qué modo. Verás que no sólo lo reciben los panther (por ejemplo) o los Pz IV como tales carros, sino también sus versiones de mando, antiaéreas, recuepración… Por cierto que es la única referencia que conozco donde se mencione la aplicación de Zimemrit al SdKfz 251. Dado que no conozco ninguna imagen ni más referencias, no lo he incluido (me resulta extraño porque los vehículos de ese tipo eran de por sí muy vulnerables, para un fusilero soviético que fuera capaz de llegar a su costado sería más rentable lanzarle unas cuantas granadas al interior)

[Japa]

Centrando la pregunta: los Nashorn, Marder y Hetzer aparecen referenciado como vehículos a proteger con Zimemritt, y el Nashorn y Hetzer, en concreto, están mencionados en la orden de aplicación al respecto. Sin embargo no hay referencias fotográficas (o no la shay fiables) de ninguno de esos tres vehículos. Pudo ser porque se desestimara el empleo o porque muy pocos ejemplares lo recibieron y son vehículos muy poco fotografiados.

[Jaques]

Hola japa.

Diversas texturas del uso del Zimmerit :

Utilizado siempre.




Panther.



Stug III.




Stug IV.




Jagdpanther.




Saludos.

[troyano]

Hombre, a un hetzer si que tiene sentido aplicarle Zimmermit porque tiene una estructura completamente cerrada, pero a un Nashorn o un Marder ¿para que? No hacen falta usar minas magneticas para dejarlos fuera de combate. SI te acercas lo bastante como para ponerle una carga es más efectivo arrojar granadas en su estructura abierta ¿no? ... y en los Marder que solo tienen el escudo frontal, ni eso.. basta con fuego de ametralladora o subfusil.

[Japa]

Hombre, a un hetzer si que tiene sentido aplicarle Zimmermit porque tiene una estructura completamente cerrada, pero a un Nashorn o un Marder ¿para que? No hacen falta usar minas magneticas para dejarlos fuera de combate. SI te acercas lo bastante como para ponerle una carga es más efectivo arrojar granadas en su estructura abierta ¿no? ... y en los Marder que solo tienen el escudo frontal, ni eso.. basta con fuego de ametralladora o subfusil.

De ahí mi duda con esos vehículos: es probable que se les incluyera en la orden por estar clasificados como Jagdpanzer, pero lo más seguro es que llegado el momento no se les aplicara. De ahí que sólo haya referencia escrita

[Japa]

EL PROBLEMA DEL COMBUSTIBLE

A partir del 43 el suministro de combustible se convirtió en uno de los más peligrosos talones de Aquiles de la PanzerWaffe. Hasta entonces los panzer dispusieron de suficiente gasolina (salvo casos puntuales como el del teatro africano o Stalingrado)

Hasta Barbarossa, Alemania obtenía su combustible, entre otras fuentes, del comercio con la URSS. El acuerdo comercial entre ambas naciones convirtió el bloqueo inglés en papel mojado. SIn embargo tras el inicio de la invasión, el petróleo soviético dejó de afluir. Los únicos pozos capturados por los alemanes en el Cáucaso, en Maykop, apenas suministraron unos cuantos barriles de petróleo, gracias a la cuidadosa labor de demolición de los ingenieros del ER. lo que dejó el abastecimiento alemán reducido a dos fuentes: los yacimientos de Ploesti en Rumania y las plantas de hidrogenación (Buna) que permitían obtener combustible del carbón.

Así las cosas Alemania no estaba inmediatamente amenazada de verse colapsada por falta de combustible, pero tampoco estaba en condiciones de dilapidarlo. En esa situación, lo esperable hubiera sido que los diseñadores alemanes hubieran prestado especial atención al ahorro de gasolina, trabajando en motores de rendimiento más eficaz, con una buena relación consumo/distancia. Sin embargo no fue así.

Si atendemos a los diseños alemanes que entraron en servicio hasta 1943, veremos que en general el rendimiento de los vehículos alemanes era bastante razonable.

Tomemos como parámetro de comparación los carros soviéticos, los modelos aliados más eficiente en términos de consumo de toda la guerra. Todas las distancias van referidas a circulación por carretera, no campo a través. El modelo T-34/76 llevaba 790 litros de combustible y podía recorrer sin repostar 465 km, dando un rendimiento de 1'69 l/km. El carro pesado anterior a 1943 es el KV-1 que con 600 litros tenía una autonomía de 335 km, gastando 1'79 l/km,

Los carros alemanes medios y pesados diseñados y puestos en servicio hasta comienzos de 1943 son los III, IV, VI (P) y VI (H). Igualmente podemos incluir en esta lista a los StuG, Sturm 33 y Nashorn (ya que éste empleó un chasis diseñado con anterioridad, el híbrido III/IV). No he añadido los Marder pues fueron improvisaciones.



Como muestra la tabla, los vehículos acorazados de la primera generación tienen todos un consumo ligeramente superior al de los carros soviéticos, a excepción del Tiger I, que sube un 50% más que el KV-1, y el Sturm 33, que como dijimos en su momento fue un diseño fallido y pronto se desechó. Ahora bien, las cifras del carro pesado pesado de la Porsche son asombrosas: el Tiger I (P) traga casi tres veces más que el carro pesado soviético. Parece que el concepto ahorro no estaba en la lista de prioridades del doctor Ferdinand.

En cualquier caso y dado que el Tiger (P) no entró en servicio, podemos concluir que el consumo de los carros germanos no era excesivo, al menos durante la primera mitad del conflicto. ¿Qué podemos decir de las siguientes generaciones panzer?

Veamos los carros soviéticos que entraron en servicio a partir de 1943. El T-34/85, más pesado y con el mismo motor que el 34/76, empleaba 810 litros para 350 km, luego bebía 2'31 l/km. y el IS II, que reemplazó al KV, llevaba 820 litros para 270 km, gastando 3'4 l/km, con mucho el consumo más alto de los carros soviéticos en la guerra. Como vemos el rendimiento empeoró ligeramente en los carros medios, y bastante en los pesados. Eso se debió, entre otras cosas, a que de 1943 en adelante la URSS mejoró mucho su suministro de carburante gracias a la ayuda americana y la reconstrucción de sus infraestructuras industriales. El combustible no era ya una limitación para el ER, y no lo fue para sus diseñadores.

¿Y los alemanes? Entre 1942 y 1945 se diseñaron y pusieron en servicio los Ferdinand (los incluyo aquí ya que su planta motriz se reformó para su uso en 1943, instalando una diferente a la del Tiger Porsche), Pz V, Pz VIB, Brümmbar, StuG IV, JagdPanzer IV, JagdPanther, Hetzer, JagdTiger y SturmTiger. Veamos sus cifras



Queda claro que la eficiencia de los motores no era una prioridad para los diseñadores alemanes. Los únicos vehículos que mantienen un consumo moderado son los derivados del Pz IV y el Hetzer, que a su vez es un derivado del modelo checo 38, es decir, son vehículos que emplean la mecánica de la primera generación. En cambio los modelos de nuevo diseño presentan unos niveles de consumo que duplican, e incluso cuadruplican los de los primeros Panzer. Dado que la mayoría de esos vehículos entraron en servicio cuando Alemania ya experimentaba serios problemas con el abastecimiento, debido sobre todo a la destrucción de las comunicaciones gracias al bombardeo aliado (la situación se agravó a finales del 44 cuando Ploesti cayó y los bombarderos americanos se centraron en las plantas de hidrogenación) está claro que la política de introducción de nuevos modelos por parte de WaPrüff 6 no tuvo demasiado en cuenta las limitaciones logísticas. Los cazacarros pesados son de lejos los vehículos más problemáticos al respecto, debido probablemente a su enorme peso: el consumo del Jagdtiger es más de cuatro veces superior al del Hetzer.

La situación no sólo afectaba a las unidades en el frente, sino que dejó bastante incapacitadas a las escuelas de formación: ante la falta de combustible era imposible que los futuros conductores de panzer se adiestraran e el manejo de los Pz V y VIB, limitándose a trabajar con carros Pz III y IV. Cuando llegaban a las unidades, los usuarios debían adaptarse a sus carros partiendo casi de cero. Eso provocó un aumento del volumen de averías y redujo la capacidad operativa de las fuerzas acorazadas, ya que la eficacia táctica de los panzer disminuyó proporcionalmente a la impericia de sus conductores.

Para terminar este apartado, y a título de curiosidad, citaré las características de rendimiento del abortado Pz VII Maus y el futuro E-100. El carro súper pesado de la Porsche tenía una capacidad de combustible de nada menos que 2600 litros, lo que le permitía funcionar sin repostar durante la friolera de ¡160 km!. el consumo, pues, era de 16'25 litros por kilómetro. El E-100 tenía una capacidad de 2050 litros para una distancia similar, 160 km, lo que daba un consumo ligeramente mejor, 12'8 litros por kilómetro. De dónde pensaban sacar los alemanes las asombrosas cantidades de combustible requeridas para estos monstruos es algo que sólo podemos dejar a la imaginación, y demuestra hasta qué punto de irracionalidad se llegó en el diseño de los medios acorazados alemanes. Los entusiastas de los carros gigantes (que los hay) deberían fijarse bien en esas cifras antes de lanzarse a elucubrar sobre lo que hubiera hecho o dejado de hacer Alemania de haber podido construir algunos centenares de esos absurdos gigantes.

[hoff]

Parece que la tan cacareada eficiencia alemana desaparecía cuando había que tratar con los aspectos menos glamourosos de la guerra, como la intendencia. Uno se pregunta cómo es posible que después de haber actualizado la teoría decimonónica de la "maniobra decisiva" con las divisiones acorazadas y una eficaz aviación de apoyo, no hubieran podido actualizar también el dictum napoleónico de "un ejército marcha sobre su estómago" mecanizándolo, es decir, incluyendo las ruedas, orugas y combustible junto al estómago.

Me huelo que la insana influencia de Adolfo al mantenerlos desunidos y privilegiar las mezquindades administrativas (este es mi pequeño feudo... no lo toques aunque perdamos la guerra) llegó incluso al interior del Heer.

Por cierto, esos alerones tan futuristas del E-5... podrían ser para proteger las orugas de explosiones aéreas (demasiado alejados de las orugas para ser guardabarros) o compartimentos huecos para estiba de material (palas, cables, etc), una idea que algunos tanques modernos han llevado a la práctica.

[Japa]

Terminado el capítulo sobre máquinas, volvamos al frente.

1943: SICILIA Y EL FRENTE ITALIANO



ESCENARIO Y OPCIONES

La derrota de las fuerzas del Eje en Túnez tuvo funestas consecuencias para el principal aliado de Hitler. Benito Mussolini vio el esfuerzo de veinte años irse por la borda en apenas dos. El imperio colonial heredado y costosamente ampliado se desvaneció como un sueño. La Armada italiana, uno de sus mayores orgullos, fue reducida a la impotencia y sus tropas caminaban hacia los campos de prisioneros de los angloamericanos; eso los afortunados, porque la fuerza expedicionaria en Rusia, el ejército italiano del Don, desapareció en los feroces combates del invierno. No quedaban familias en Italia que no hubieran perdido a alguien en tierras tan lejanas que apenas podían pronunciarse en italiano. El dolor por los seres queridos acabó con el apoyo popular al Duce, ya muy bajo tras la entrada en una guerra que sólo Mussolini había deseado y que había hundido la economía nacional en la miseria. La sociedad italiana estaba al borde del estallido, y su gobierno lo sabía demasiado bien.

El desaliento cundía entre los dignatarios fascistas y los mandos militares: se sentían atados a un barco que se hundía y buscaban el modo de desligarse de Alemania, más aún cuando Mussolini no era capaz de enfrentarse a su socio alemán. En su última reunión, a la que acudió decidido a explicarle la realidad de la situación a Hitler, el Duce apenas se atrevió a articular una sola palabra, abrumado por el torrente del monólogo hitleriano, lleno de vaguedades y promesas que todos sabían que no iban a cumplirse.

No deja de ser curioso que pese a todo, el mariscal Kesselring, al mando de las fuerzas alemanas en el área mediterránea occidental, se mantuviera optimista y confiado con respecto a los italianos, y considerase que una defección era improbable. Sin embargo ahora que toda la costa del Mediterráneo africano estaba en manos aliadas, una nueva sombra se cernía sobre la península italiana: los bombardeos. El pueblo italiano estaba más que harto de la guerra, y los bombardeos sobre su territorio no iban desde luego a hacerles demasiado complacientes con sus aliados germanos.

Así las cosas el mando aliado decidió que el siguiente paso iba a ser atacar el territorio nacional italiano, y se preparó para invadir Sicilia. La inteligencia aliada logró desorientar completamente a los alemanes, y el OKW se preparó para enfrentarse a contingencias tan absurdas como un desembarco en el sur de Francia, un ataque a las posiciones italogermanas del Egeo, un desembarco en Trieste o un ataque contra Cerdeña. Un desembarco en Sicilia les parecía posible, pero poco probable.

En cualquier caso, la pérdida de cerca de 140000 soldados alemanes en Túnez había dejado muy pocas opciones al mando alemán. Restaurar sus fuerzas en el área implicaba o bien desguarnecer Francia, algo que tras la desaparición virtual del estado títere de Vichy estaba fuera de toda cuestión, o enviar fuerzas desde la URSS, algo que implicaba frenar los preparativos para Zitadelle.

Así las cosas lo cierto es que Kesselring tenía realmente muy pocas alternativas, sobre todo porque un despliegue agresivo de las fuerzas alemanas disponibles para pasar cuanto antes a Italia (nominalmente bajo el mando de Rommel) era imposible puesto que hubiera hundido la ya precaria situación de Mussolini ante su pueblo. Así las cosas sólo podía acelerar en lo posible los trabajos de fortificación en las áreas más amenazadas y tratar de desplegar de la mejor manera posible las pocas fuerzas alemanas a su disposición. Aunque la Luftwaffe todavía tenía un fuerte peso en el área, Kesselring suponía que los aliados ganarían rápidamente la superioridad aérea en cuanto iniciaran los combates, y en cuanto a la Armada italiana y las unidades de la KM en el área, poco podrían hacer frente al avasallador dominio angloamericano del mar. Así las cosas, el mariscal hizo lo único sensato: esperar.

[hoff]

El nivel de sofisticación en el engaño del que hicieron gala los aliados, y especialmente los británicos, para desequilibrar a los alemanes durante los preparativos de Husky avergonzaría a muchos servicios secretos actuales. Una de las operaciones consistió en soltar un cadaver (un alcoholico galés muerto de pulmonía, con los pulmones anegados de fluido, algo congruente con una muerte por ahogamiento) frente a las costas españolas haciendolo pasar por un oficial de estado mayor británico, con su maletín de documentos y todo. Los mismos documentos no eran planes (lo que habría sido automáticamente sospechoso), sino cartas de puño y letra de varios generales y almirantes que hablaban "crípticamente" de "sardinas" (Sardinia=Cerdeña) y de posibilidades en Grecia. El Abwehr fotografió diligentemente los documentos antes de que el gobierno español los devolviese y enterrase al "mayor Martin" en el cementerio de Huelva con los máximos honores militares, previa esquela en el Times.

[Japa]

Aún le ponen flores a esa tumba.

[Japa]

FUERZAS DEL EJE EN EL ESCENARIO

Cuando los aliados iniciaron sus desembarcos en Sicilia las únicas unidades acorazadas a disposición de Kesselring para intervenir de inmediato eran las divisiones Hermann Goering y la 15ª PzGrDiv. Esta unidad no era una división en el estilo de las de la misma clasificación que lucharían en Kursk, ya que su complemento acorazado era muy reducido (unos 60 ejemplares entre panzer y StuG) luego la HG era la principal baza de los alemanes en Sicilia.

La Hermann Goering fue sido casi aniquilada en la cabeza de puente de Túnez, pero el orondo Reichsmarschall no estaba dispuesto a dejar que su unidad más mimada desapareciera, y rebañó toda la fuerza disponible entre las tropas de la Luftwaffe para recomponerla, precisamente en Sicilia. La nueva división que acabaría siendo denominada con el extravagante nombre de FallschirmPanzerDivision (división paracaidista acorazada) era una fuerza formidable, con un PzReg formado por dos batallones panzer y uno de sturmartillerie (muy pocas unidades tenían asignado un batallón completo de StuG), dos regimientos de panzergrenadier (formados a partir de unidades paracaidistas, tropas duras y experimentadas) y tres batallones de Flak con 36 piezas de 88, amén de una artillería divisionaria extremadamente reforzada. La Hermann Goering tenía previsto empezar a recibir sus primeros Tiger de cara a disponer de su propia compañía de carros pesados. A la espera de recibir estos carros, los restos del 504 SpzAbt (una compañía reforzada, que contaba con 17 Tiger) fueron puestos bajo su mando directo.

Entre unas y otras fuerzas los alemanes contaban en el momento de iniciarse la operación Husky (el desembarco aliado) con unos 200 vehículos acorazados entre panzer y StuG. Por supuesto se esperaba (o al menos Kesselring lo esperaba) que los italianos combatirían con dureza por el suelo de su patria, así que el mariscal no tenía motivos para ver la situación con un pesimismo excesivo.

El despliegue defensivo de las fuerzas italogermanas en la isla contaba, además de las dos divisiones germanas mencionadas, con unas diez divisiones italianas, más o menos completas, entre fuerzas de defensa costera y unidades móviles. De todas ellas tan sólo la división motorizada Livorno nº 4 tenía verdadero peso como unidad de combate. El conjunto de estas fuerzas estaba al mando de del general Guzzoni, con Hube como su subordinado nominal al cargo de las unidades alemanas, agrupadas como el XIV PzKorp, aunque con la consiguiente duplicidad de mando al estar presente una división del Heer y una de la Luftwaffe. Estaba previsto el refuerzo de la 1ª FallDiv de la LW y la 29ª PzGrDiv, y parte de esas unidades formaba parte del despliegue inicial del XIV PzKorp.

El apoyo aéreo desplegado en la zona por la X LF era bastante considerable, ya que en los aeródromos de la isla y del área continental adyacente había cerca de 600 aviones de combate, y se suponía que la Armada italiana se enfrentaría al asalto naval aliado. Por supuesto los mandos alemanes tenían nula confianza en la intervención naval italiana, pero lo que no esperaban era la desaparición de la Luftwaffe como fuerza combativa, y eso fue lo que sucedió: una meticulosa campaña aérea angloamericana arrasó las bases germanas en el área y dejó fuera de combate a la X LF antes del desembarco.

En la otra gran isla italiana, Cerdeña, la brigada SS Reichsführer había iniciado su proceso de ampliación de cara a convertirse en la 16ª división de las Waffen, siendo la 6ª que se formaría como PzGrDiv. No obstante esta fuerza no estaría a disposición de Kesselring ya que Hitler continuó temiendo un desembarco en Cerdeña y la Reichsführer SS siguió allí hasta el momento de la evacuación, varios meses tras Husky.

[hoff]

La 15 PanzerGrenadier estaba todavía en constitución. No hay que olvidar que era una unidad que recogía a los supervivientes de la 15 Panzer (la del DAK) que habían conseguido escapar de Tunez.

[Japa]

LA LUCHA EN SICILIA

La invasión de Sicilia, operación Husky, cogió por sorpresa a Hitler y el OKW, ya que como hemos dicho estaban convencido de que el asalto sería contra Cerdeña, gracias a la excelente labor de desinformación llevada a cabo por los aliados. Sin embargo, en su calidad de jefe alemán del escenario, Kesselring no dejó de tener en cuenta la evidencia de que Sicilia era un objetivo lógico para un asalto, así que la reacción de las fuerzas del Eje fue bastante rápida.

La operación estaba al mando de Alexander, comandante del XV Ejército, dividido a su vez entre el VII US Army de Patton y el VIII de Montgomery. EL apoyo aéreo se ejecutó desde los aeródromos de Túnez. El plan de asalto inicialmente contempló la idea de desembarcar en dos puntos distantes, al Sureste y Noroeste de la isla. Sin embargo se estimó que la coordinación de ambas fuerzas sería muy difícil y se optó por concentrar los esfuerzos en la esquina sureste. El asalto se organizó sobre la base de siete divisiones en tierra (tres americanas y cuatro inglesas) apoyadas por dos aerotransportadas. Patton desembarcaría en el área occidental, en torno a Gela, y Monty lo haría en el lado oriental, en Pachino, para capturar cuanto antes el puerto de Siracusa. EL despliegue alemán, dicho sea de paso, no estaba concentrado. La 15ª PzGrDiv estaba estacionada al oeste de Sicilia, cerca de Palermo, mientras la HG y la Livorno estaban en el área de Catania, cerca de las zonas elegidas para los desembarcos.

Las tropas aliadas aerotransportadas tomaron tierra con bastantes problemas (sobre todo de orientación) el 9 de julio y pocas horas después, ya el día 10, las fuerzas anfibias desembarcaron sin más dificultades. La armada italiana, pese a todo, combatió, pero con muy poca contundencia, mucho menor de la esperada por los aliados, que habían calculado unas pérdidas del 15% de la flota de invasión, cuando sólo se perdieron 14 buques de todos los tipos y una veintena sufrió daños. Menos del 1% de bajas; la diferencia se explica por la contundente superioridad aérea aliada y la previa eliminación de la Luftwaffe. Sin demasiada oposición, los aliados reforzaron rápidamente a las tropas desembarcadas. Sólo los americanos encontraron dificultades ya que dos columnas acorazadas italianas trataron de rechazar a las tropas que desembarcaban, apoyadas rápidamente por algunos carros e ingenieros de la Hermann Goering. Los asaltos de los defensores, que lograron alcanzar el pueblo de Gela, fueron pronto rechazados gracias a la rápida reacción del fuego naval y la dura resistencia de los paracaidistas.

Ante la evidencia de que los aliados habían logrado afirmarse en sus cabezas de playa, Guzzoni cedió a Hube el mando operativo con la orden de contraatacar de inmediato con la Livorno y la Hermann Goering. Los combates del primer día habían dejado las posiciones americanas mal distribuidas y confiaba en poder romperlas con un fuerte golpe acorazado.

El día 11 de julio las fuerzas italogermanas lanzaron dos columnas acorazadas contra las posiciones de Patton, tratando de cortar a cabeza de playa en dos, a la altura de Gela. Los carros de la Livorno, reforzados por algunos alemanes atacaron por el flanco occidental mientras los panzer de la HG hacían lo propio al este de la ciudad. El contraataque cogió a los americanos en mala situación, ya que todavía no se había establecido un buen perímetro para la artillería. Las tropas del VII no cedieron al pánico y respondieron con todo lo que tenían, pero las fuerzas del Eje estuvieron a punto de romper las líneas aliadas. SIn embargo no habían contado con un factor: el apoyo naval.

A petición de las tropas en tierra, Patton ordenó a los buques que abrieran fuego de inmediato. Dos batallones panzer estaban a punto de romper las líneas estadounidenses. El área estaba cubierta por dos cruceros ligeros y 8 destructores. Entre los diez barcos sumaban 30 cañones de 152 mm y 56 piezas de 127. El avance alemán fue frenado en seco por una verdadera tempestad de acero. Los enlaces de artillería en tierra coordinaron el fuego casi desde la misma línea de combate de modo que los directores de tiro de los barcos podían apuntar a placer. Los cañones navales se caracterizan por un fuego extremadamente preciso ya que usualmente disparan desde plataformas en movimiento contra blancos en movimiento, y empleados contra blancos terrestres al descubierto resultaron devastadores.

Los asaltantes se encontraron con un diluvio de casi 4000 proyectiles prácticamente a bocajarro, y durante las siguientes tres horas apenas lograron avanzar 500 metros. Finalmente las tropas del Eje empezaron a retroceder. Los italianos fueron los últimos en abandonar la lucha. Los restos del 3º batallón (34º regimiento) de la Livorno cubrieron la retirada del resto de las fuerzas hasta que sus posiciones fueron aniquiladas al amanecer del día 12. Entre ambas divisiones habían sufrido cerca de un millar de bajas, y la moral de sus hombres estaba tan baja como exultante la de las fuerzas de Patton.

La eficacia de la artillería fue una sorpresa no sólo para los alemanes, sino para los propios aliados. El US Army no confiaba demasiado en el apoyo de los barcos, pero a partir del combate de Gela las cosas cambiaron: los observadores, enlaces y directores de tiro fueron aclamados por las tropas en las playas y los mandos tomaron buena nota de un factor con el que no habían contado demasiado y que iba a facilitar mucho las siguientes operaciones anfibias. No obstante las fuerzas en tierra lucharon con gran decisión, y la intervención de los carros y artillería de la 2ª división acorazada, aunque menos espectacular que los cañones navales, fue decisiva a la hora de frenar a los alemanes.

Para los alemanes la sorpresa fue, lógicamente, mucho más profunda. Hasta el momento mismo en que los cañones navales abrieron fuego el contraataque acorazado había marchado según lo previsto, y la destrucción de la cabeza de playa parecía al alcance de la mano. Para los soldados supervivientes la experiencia fue traumática. Ni siquiera los poderosos Tiger podían resistir semejante aluvión de proyectiles. El 504 SpzAbt dejó en la playa los restos de 12 Pz VI. En cuanto a los Pz IV, literalmente habían saltado por los aires al recibir los tremendos impactos. Sin cobertura aérea de ningún tipo, los panzer fueron juguetes en manos de los artilleros navales.

La clave de la victoria de Gela residió, empero, en la magnífica estructura de mando y comunicaciones de los estadounidenses, que permitió coordinar perfectamente la lucha en tierra con el apoyo marítimo. Los buques pudieron permitirse el lujo de hacer puntería incluso contra blancos individuales gracias a la precisión con que los enlaces en tierra iban dando las correcciones del tiro. Además bastó una orden de Patton para que los buques empezaran a bombardear al enemigo: en una situación similar la Kriegsmarine hubiera sido incapaz de reaccionar con semejante rapidez y eficacia, y muy probablemente hubiera puesto todo tipo de trabas a la cooperación con las tropas de tierra, como haría de forma abierta en los combates de 1944.



A partir del fracaso en Gela y la caída de Siracusa la suerte de Sicilia estaba echada. Los refuerzos alemanes afluyeron (29ª PzGrDiv, 1ª FallDiv, pero siempre bajo la pesada sombrilla de la aviación aliada. Lo único que pudieron hacer los panzer y los paracaidistas fue ir frenando el avance aliado hacia Messina, una tarea en la que tuvieron más eficacia a la hora de cortar el paso a las tropas de Montgomery (que se había reservado la que creía sería la ruta más rápida) mientras Patton empujaba a sus fuerzas con toda su energía y la creciente colaboración de la población siciliana. Los estadounidenses tuvieron la precaución de destinar una buena cantidad de soldados italoamericanos a la campaña (gran parte de la emigración italiana a América fue siciliana) y se aseguraron el apoyo de la Mafia, así que el VII ejército tuvo toda la ayuda que los habitantes pudieron darle.

De hecho el principal obstáculo para Patton no fue tanto la resistencia alemana como las continuas interferencias de Alexander, que insistía en apoyar el papel predominante en la campaña al VIII Ejército, pese a la evidencia de que el avance del VII era mucho más prometedor. Por cierto que el general americano no tuvo ningún reparo en hacer caso omiso de las órdenes de Alexander y se lanzó hacia el norte para cortar en dos a las fuerzas enemigas.

El 20 de julio las fuerzas de Montgomery se vieron frenadas por los alemanes al sur de Catania, apenas a 30 millas de su cabeza de playa. El día 22 las tropas de Patton tomaron Palermo, a casi 90 millas de la suya. Inmediatamente giró hacia el Este para tratar de alcanzar Messina y atrapar a las tropas de Hube en la isla. Monty seguía entretanto paralizado frente a Catania, para desesperación de Churchill y Alexander: los ingleses esperaban obtener un gran triunfo en Sicilia, y al final eran los americanos los que estaban haciendo todo el trabajo.

Las tropas italianas abandonaron la lucha de forma masiva, quedando la resistencia casi enteramente en manos del XIV PzKorp.

Aunque nominalmente los cuarteles divisionarios seguían siendo la pirámide de la estructura de mando alemana, la realidad del terreno escabroso, la falta de buenas comunicaciones y la amenaza aérea aliada llevó a que las fuerzas de Hube actuaran como Grupos de Campaña (KampfGruppe), unidades tamaño brigada formadas por diversas unidades sacadas de las unidades divisionarias a fin de equilibrarlas lo más posible. El más destacado fue el KampfGruppe Schmalz, organizado en base al PzReg 115 de la 15ª PzGrDiv PzReg Hermann Goering, y posteriormente reforzado con los 3º y 4º regimientos de paracaidistas, más diversas unidades italianas. Esta forma de operar es contraria a la estereotipada imagen de la rigidez organizativa alemana, pero como ya hemos visto los mandos germanos llevaban tres décadas convirtiendo la flexibilidad operativa en uno de los puntales de su ejército, y la independencia con la que funcionaría hasta el final de la guerra el escenario italiano iba a permitir que esa flexibilidad se manifestara de forma magistral en los dos años siguientes.

En Sicilia, sin embargo, no había nada que hacer: las unidades acorazadas alemanas fueron retrasando a los americanos, pero aisladas como estaban de sus líneas de suministro la batalla estaba perdida de forma irremediable. Pronto la falta de combustible empezó a pesar como una losa sobre las cabezas de los carristas germanos, ya que sólo quedaba abierta la ruta de suministros por Messina. Con el VII ejército presionando por el norte de la isla, directamente hacia su única vía de escape, Hube decidió que mantenerse ahí era inútil y preparó la retirada. Primero estableció una línea defensiva para cubrir el repliegue de sus tropas hacia el Estrecho tropas (línea Etna) y luego organizó todo el tráfico naval disponible para sacar a sus hombres de la trampa.

El 3 de agosto los aliados desembarcaron en San Fratello, tras las posiciones de la 29ª PzGrDiv en la línea Etna, y el día 11 lo hicieron en Brolo, pero el núcleo de la división logró abrirse camino combatiendo hacia Messina. El mismo día 11 Hube inició la evacuación. Los alemanes lograron evacuar a casi todas sus fuerzas por el estrecho, e incluso lograron llevarse consigo buena parte de su material pesado, incluyendo la media docena de Tigers restantes del 504 SpzAbt. Dado que el mar era dominado por los aliados de forma incontestable Hube llevó a cabo un logro asombroso.

El 17 de agosto Patton entró en Messina: Sicilia había caído. Y poco antes lo hizo Mussolini, tras un golpe de estado de los propios miembros del Gran Consejo Fascista el día 24, dos días después de la caída de Palermo. Sin embargo aunque la deposición de Mussolini y la salida de Italia de la guerra era el objetivo más evidente de la campaña mediterránea, los aliados no esperaban que tuviera lugar tan pronto, y no pudieron aprovechar las circunstancias. Su indecisión unida a su incapacidad para embolsar a las fuerzas alemanas en Sicilia convirtió la posterior campaña italiana en una pesadilla larga y sangrienta.

Ahora llegaba el momento de prepararse para desembarcar en la península. Entretanto los alemanes empezaron a reconstruir sus fuerzas, reorganizando las cuatro divisiones que habían combatido en la isla y desplegando nuevas unidades en el norte, listas para hacerse con el mando en cuanto los italianos hicieran el más mínimo gesto de defección.

[Leiva]

Ya tuvimos un debate en el foro sobre los combates de Gela:

gela-apoyo-naval-en-sicilia-vt13445.html?highlight=gela

También inserté hace unos meses la web de los archivos históricos americanos:

http://cgsc.cdmhost.com/cdm4/item_viewe ... TR=8&REC=9

(Véase el relato correspondiente al 11/7/43)

Saludos

[Japa]

De hecho el CGSC es una de las fuentes documentales de mayor interés que he encontrado. Los estudios sobre la campaña italiana, lorena, bagration, túnez… son de un nivel muy alto.

Al igual que Leiva, recomiendo a todos los que no tengan problema con el inglés que os sumerjáis en ese archivo: os aseguro que valdrá la pena.

Y para los interesados en el tema de los desembarcos italianos, no dudéis en participar en viewtopic.php?t=13323

[Japa]

DE HUSKY A AVALANCHA

Operación Avalancha fue el primer desembarco aliado exitoso en el continente. Por supuesto los aliados planearon varias operaciones encaminadas a desorientar a los alemanes y obtener así la sorpresa táctica en el asalto anfibio, que se vio precedido por la operación BayTown: consistía en un desembarco directo de fuerzas del 8º Ejército en Calabria, en la misma punta de la bota italiana. A la vez que se desembarcaba cerca de Nápoles, en Salerno, los ingleses debían hacer lo propio en Tarento (operación Slapstick) e Igualmente se pensó en un asalto aerotransportado sobre la misma Roma, operación Giant.

BayTown tuvo lugar el día 3 de septiembre, contra la oposición frontal de Montgomery que consideraba que la operación era una absoluta pérdida de tiempo, ya que si los alemanes decidían luchar en Calabria el desgaste aliado sería muy alto, y si no lo hacían toda la operación carecería de sentido. Tras pasar el estrecho de Messina las fuerzas del 8º Ejército, en efecto, constataron que no había enemigos, y se vieron obligadas a emprender la marcha hacia el norte por rutas estrechas e inadecuadas, perdiendo un tiempo precioso y consumiendo inútilmente grandes cantidades de combustible.

Así pues los alemanes no estaban en Calabria: ¿Dónde se habían metido?

Como ya dijimos, la caída de Palermo aparejó la de Mussolini: el gobierno sucesor de Badoglio trató de tranquilizar a los alemanes acerca de su lealtad mientras emprendía negociaciones de cara a un armisticio a espaldas de Hitler. Por su parte el Führer no tenía la más mínima fe en los italianos, y mientras mantenía a Kesselring en Italia (aprovechando su fama de italianófilo para aparentar que todo estaba en calma), empezó a preparar una operación encaminada a tomar el control de la península a la primera señal de defección, bajo el mando de Rommel, a quien suponía mucho menos predispuesto hacia los generales del Duce. El día 8 los aliados anunciaron por radio la rendición de Italia, dejando a Badoglio, como suele decirse, a los pies de los caballos, ya que no se tomó ninguna medida encaminada a aprovechar la situación enviando por sorpresa tropas a los puntos estratégicamente claves de Italia. Al día siguiente se inició el desembarco principal aliado en las playas de Salerno.

La operación paracaidista sobre Roma se desechó temiendo la presencia de fuerzas acorazadas alemanas en la zona, así que sin esperanzas de ser protegidos por los estadounidenses la familia real y el gobierno de Badoglio en pleno huyeron a la carrera de la capital, abandonando a la población a su suerte.

El desembarco de Salerno en sí cogió a los alemanes desprevenidos no porque no esperaran que tuviera lugar de inmediato, sino porque no esperaban tanta pusilanimidad en los aliados. Kesselring pensaba que el enemigo podría desembarcar a la altura de Roma y cortar en dos la península italiana, o más al norte para ganar rápidamente las llanuras del Po y aislar a toda la fuerza alemana en tierra hostil. En vez de eso lo hicieron tan al sur que el mariscal tuvo que replantearse la retirada hacia el norte de sus fuerzas, ya que no había ningún peligro de verse copados. En cambio vio la oportunidad de aplastar el desembarco aliado, tarea en la que Alexander le ayudó bastante ya que, como ya hemos visto, la operaciones BayTown y Slapstick no sólo no distrajeron fuerzas alemanas, sino que dispersaron las aliadas.

Las fuerzas alemanas estaban desplegadas en dos grandes agrupaciones, siendo la más alejada la del Grupo de Ejércitos B bajo el mando de Rommel, que se había desplegado al norte con la 24ª PzDiv, la SS PzDiv Adolf Hitler, cinco InfDiv (44, 65, 71, 76 y 94) más una brigada de montaña. Estas fuerzas debían establecer la defensa principal al norte de los Apeninos mientras el resto de las tropas se retiraba desde el sur, pero como hemos visto estas tropas ya no necesitaban retirarse.

Al sur las fuerzas alemanas se encuadraban en el X Ejército bajo las órdenes de Kesselring, que contaba con el XIV PzKorp, formado por la Hermann Goering FallPzDiv, la 16ª PzDiv y la 15ª PzgrDiv, el LXXVI PzKorp formado por la 26ª PzDiv, la 29ª PzGrDiv y la 1ª FallDiv. Algunas unidades de la 26ª PzDiv estaban en ese momento ralentizando el avance de las tropas del 8ª Ejército desde Calabria, cortando los caminos y sembrando obstáculos de todo tipo. El XI FlakKorp estaba desplegado alrededor de Roma con la 3ª PzGrDiv y la 2ª división paracaidista. Además de estas unidades Kesselring tenía a su mando la 90 PzGrDiv que guarnecía Cerdeña y la SS PzBri Heinrich Himmler, en proceso de conversión a división en Córcega, como ya apuntamos.

Aunque las operaciones de engaño no dispersaron a las tropas germanas, la división del mando entre Rommel y Kesselring y la obcecación del Führer en mantener las posiciones de Córcega y Cerdeña dejaban a Kesselring con unas fuerzas relativamente débiles para hacer frente al desembarco. En caso de haber tenido el mando unificado es posible que hubiera trasladado a toda prisa las PzDiv del Grupo B hacia el sur lo que le hubiera puesto en condiciones de aplastar la cabeza de playa aliada. Sin embargo Hitler temía que Kesselring no actuara con la suficiente dureza con los italianos, de ahí que hubiera decidido mantener dos mandos independientes. Ahora, con los aliados de vuelta en el continente, la doble jefatura se mostraría funesta.

[Japa]

Mis disculpas por el retraso. Ha sido una semana bastante dura de trabajo.

(Los mapas que acompañan esta entrada pertenecen a http://www.history.army.mil)

SALERNO

La rendición de Italia fue anunciada el día 8 de septiembre, justo un día antes de iniciarse los desembarcos. Dado que dicho anuncio fue provocado por la difusión previa de la noticia por el mando aliado, deberíamos cuestionarnos bastante la sensatez de dicho mando. Sin más excusas para frenarse, los alemanes iniciaron las operaciones para hacerse con el control de la mitad norte de la península y, lo que fue aún más grave, las tropas de Kesselring se pusieron en máximo estado de alerta, puesto que el mariscal consideró que el desembarco tendría lugar de inmediato. Debido a ello, cuando las fuerzas aliadas tomaron tierra tuvieron una casi inmediata muestra de la dureza de la lucha que les esperaba.

Las dos divisiones inglesas que participaron en la operación anfibia (X cuerpo) se encontraron con una firme resistencia por parte de la artillería germana en Salerno, que fue inmediatamente seguida por contraataques por parte de las fuerzas acorazadas presentes en el área pertenecientes a la 16ª PzDiv. Estas tropas estaban en buen estado de combate gracias a que el general Clark (al frente del desembarco) había ordenado que no hubiera fuego de cobertura a fin de asegurar la sorpresa táctica. Dicha sorpresa no existía gracias al anuncio aliado de la rendición italiana, así que Clark inició su carrera italiana con muy mal pie.

Las fuerzas estadounidenses (VI cuerpo) tuvieron menos dificultades iniciales en las playas de Volturno y Paesto, pero igualmente sufrieron las acometidas de los panzer. La eficacia de la artillería de campaña y el apoyo naval permitieron rechazar todos los contraataques y hacia el final del día la cabeza de playa estaba establecida, aunque las fuerzas inglesas estaban demasiado extendidas y la defensa alemana había impedido una rápida expansión. La cabeza ocupaba una estrecha franja de unos 9 km de profundidad y una longitud de unos 65.



Los aliados empezaron a reforzar la cabeza, de modo que ambos cuerpos de desembarco tenían en tierra el día 10 dos divisiones completas cada uno, más elementos de apoyo pertenecientes a dos divisiones aerotransportadas. Sin eebargo los intentos de expandir la cabeza de playa a fin de dar acomodo al resto de las tropas expedicionarias (Avalancha preveía el empleo de un total de ocho divisiones) fracasaron ante la resistencia y los contraataques alemanes. El día 11 se sucedieron los combates en torno a Persano y el río Sele. Precisamante en esta localidad (en torno a las instalaciones de la tabaquera, concretamente) tuvieron lugar duros enfrentamientos los Pz IV de la 16ª y los Sherman americanos, que despuntaron la ofensiva aliada. Al final del día los alemanes evacuaron la tabaquera, pero sólo para preparar un nuevo golpe mucho más fuerte.

Para el día 12 Kesselring disponía (además de la 16ª PzDiv) de la mayor parte de la 26ª PzDiv, la HG, la 3ª, 15ª y 29ª PzGrDiv y la 2ª FallDiv. Esta rápida concentración de fuerzas alemanas se vio facilitada por la operación BayTown, ya que al retrasar el avance del VIII Ejército los alemanes habían podido mover sin dificultades las fuerzas en el sur de la península. Así las cosas consideró que esperar más sería una imprudencia y organizó un gran contragolpe contra la cabeza de playa.

El día 12 hubo algunas escaramuzas en torno a Sele mientras los panzergrenadier tomaban posiciones. Un nuevo contraataque acorazado trató de impedir que los americanos establecieran posiciones en el Sele, y el 13 se desató el infierno en el sector de la 45ª división estadounidense. Esta fuerza era la situada más al norte, en teoría en contacto con los ingleses, pero en la práctica había un amplio hueco entre ambas fuerzas.

La noche del 12 al 13 las tropas de la 29ª PzGrDiv, encabezadas por una fuerte columna acorazada, tomaron el pueblo de Battipaglia, justo en el límite entre ambos cuerpos aliados. Ante la emergencia el VI Cuerpo reforzó su flanco izquierdo para prevenir una ruptura.

Con Battipaglia asegurada, los alemanes iniciaron una ofensiva general contra el VI cuerpo, organizando tres Kampfgruppe para el ataque. Desde el propio pueblo atacó la 29 PzGrDiv reforzada por la 26ª PzDiv, en el flanco más al sur la 15ª PzGrDiv y parte de la HG y por el centro la 16ª PzDiv reforzada por unidades de la 1ª FallDiv.

La situación del VI Cuerpo se volvió crítica mientras las tropas americanas iban siendo empujadas poco a poco de sus posiciones de Sele y Altavilla. Los soldados de Clark estaba demasiado extendidos como para poder oponer una resistencia en profundidad. Además la rapidez del golpe alemán fue un factor muy grave ya que apenas habían desembarcado para entonces fuerzas suficientes como para disponer de una reserva móvil.



Al caer la noche las tropas alemanas estaban firmemente establecidas en una cuña directamente hacia el sur de Persamo, entre los ríos Sele y Calore, y el frente aliado había retrocedido casi cinco kilómetros. Las pérdidas americanas eran muy altas, con cerca de un millar de bajas (en su mayoría prisioneros)

Sin embargo los alemanes no lograron flanquear las posiciones del VI. La rápida reacción de los batallones de carros y cazacarros, y el inmediato apoyo artillero naval y terrestre permitieron estabilizar la situación, impidiendo a los alemanes avanzar más allá del puente del Sele, loq ue les hubiera permitido acceder a la llanura costera y barrer la cabeza de playa con suus carros de combate. Esa noche las tropas americanas concentraron la mayoría de sus medios pesados en ese área.

El 14, a las 8 de la mañana, los panzer iniciaron de nuevo el asalto hacia el sur de la tabacalera, para encontrarse frente a un diluvio de fuego. Algunos carros lograron entrar a través de las posiciones americanas pero fueron destruidos. La artillería del VI concentró sus andanadas en torno a la factoría, dejándola en ruinas y embotando la acometida alemana.

Los combates continuaron todo el día, con pequeños avances alemanes abortados por la rápida reacción de los artilleros estadounidenses. Al caer el día las posiciones seguían donde estaban 12 horas antes.

Los ingleses no habían estado entretanto de vacaciones. Parte de la 16ª PzDiv y la 29ª PzGrDIv se encargaron de mantener la presión al norte de la cabeza de playa a fin de impedir que pudieran reforzar a las tropas estadounidenses. Los panzer trataron de expulsar a los ingleses de sus posiciones al oeste de Battipaglia para aumentar la profundidad de su penetración y partir en dos la cabeza de playa. Sin embargo el resultado de los combates ese día se decantó hacia el bando aliado en todo el frente. Además empezaron a desembarcar unidades de refresco, como la 7ª acorazada británica, que empezó trasladar su equipo pesado ese mismo día.

Un punto que pasó desapercibido a los mandos alemanes fue la eficacia de la artillería de campaña estadounidense. En la confusión de los combates los observadores pensaron, equivocadamente, que la artillería naval llevó el peso del apoyo. Sin embargo fue la rapidez y contundencia de los cañones en tierra lo que permitió cerrar la mayoría de las brechas. El volumen de fuego fue asombroso, gracias a la eficacia de la logística americana, que permitió disponer de ingentes reservas de proyectiles en los primeros momentos del desembarco.

Entre el 14 y 1l 15 las tropas de Clark cerraron el hueco entre ambos cuerpos de ejército, y la aviación angloamericana, ocupada hasta entonces en cortar las líneas de transporte y comunicación en el sur de Italia, se centró en dar apoyo a las fuerzas de la cabeza de playa. Al final del día las posiciones estaban firmemente aseguradas. Sin embargo las bajas habían sido muy altas y pese a la llegada de refuerzos de la 82ª aerotransportada, Clark no se atrevió a lanzar una ofensiva hacia el interior.

Aunque las fuerzas implicadas en estos combates no fueron muy grandes, su importancia pudo ser muy grande. Sólo la falta de refuerzos impidió que el día 13 los alemanes lograran una ruptura decisiva. Dado que la estrategia aliada pasaba inexorablemente por el desembarco en Francia, la destrucción de la cabeza de playa de Salerno hubiera sido un mazazo tremendo al mando anglosajón, máxime cuando una vez destruidas las fuerzas en Salerno y Volturno, los alemanes podrían haberse enfrentado sin problemas a las tropas de Montgomery. Los aliados tuvieron mucha suerte porque la suerte de las tropas desembarcadas llegó a pender de un hilo, y para el día 15 el hilo era ya grueso y seguro.

Kesselring reagrupó sus fuerzas y se retiró hacia el norte preparándose para establecer varias líneas defensivas que cortaran el paso a los aliados. La orografía de la península iba a facilitar mucho su tarea. La primera línea defensiva (Volturno) sólo estaba destinada a frenar al enemigo el tiempo suficiente como para establecer una verdadera posición defensiva más al norte, la línea Winter, cuya espina dorsal eran las posiciones de la línea Gustav. Los aliados no lograron atravesar Volturno hasta el final del año, sólo para encontrarse con que la lucha invernal frente a las posiciones alemanas iba a ser una dantesca pesadilla de sangre y barro. Churchill había apoyado el ataque aliado a través del blando vientre del cocodrilo, anunciando una campaña rápida y sencilla en la soleada Italia: lo único blando que iban a encontrar los aliados en su avance iba a ser el barro, donde hasta los jeeps iban a hundirse hasta los ejes mientras los alemanes aprovechaban cada recodo del camino para establecer una nueva posición.

Los combates de Salerno vieron la última operación acorazada del 43 en el escenario mediterráneo. A partir de ahí los panzer y StuG fueron empleados en pequeños grupos en una feroz lucha defensiva en la que la iniciativa de las tropas alemanas sobre el terreno iba a contrastar de forma rotunda con la rigidez táctica de los aliados. Además la imposibilidad de obtener un resultado rápido en el escenario italiano iba a conjugarse con la necesidad de preparar el paso del Canal en la siguiente primavera, así que la tropas al mando de Alexander no iban a contar con una abrumadora superioridad sobre los alemanes. Iba a ser una guerra larga, sangrienta, y olvidada que duraría casi 18 meses y que a la postre no iba a dar demasiadas ventajas a las fuerzas angloamericanas, ya que las tropas alemanas en el teatro nunca serían numéricamente lo bastante importantes como para considerar siquiera que se había logrado distraer una fuerza considerable de los escenarios principales.

Hay que decir que de haber recibido a tiempo refuerzos del grupo B probablemente Kesselring hubiera logrado eliminar a las fuerzas aliadas en Salerno y forzado la retirada hacia Sicilia del 8º Ejército. Eso habría cerrado de forma definitiva la posibilidad de un nuevo asalto aliado en Italia al menos en un año lo que habría dado una buena ventaja estratégica a los alemanes. Sin embargo Rommel convenció en agosto a Hitler de la inutilidad de combatir al sur de Roma, y el OKW no envió ningún apoyo al X ejército. El cuasi-éxito de la lucha en torno a la playa y la eficacia de las tropas de Kesselring a la hora de frenar una y otra vez los posteriores avances de los aliados hacia el centro peninsular convencieron finalmente a Hitler de que la opción del sonriente Albert había sido la adecuada. En noviembre se unificó el mando de las fuerzas alemanas en Italia, pero para entonces ya no era posible derrotar de forma decisiva a las fuerzas aliadas, así que Hitler y el OKW fueron de nuevo los mejores apoyos de la estrategia aliada, y el Zorro del Desierto colaboró de forma decisiva a la hora de obstaculizar una importante victoria alemana (algo que sus biógrafos ingleses han procurado no comentar, ya que eso hubiera dañado bastante su mito del invencible Rommel). De todos los personajes del Eje implicados en la campaña sólo brilla por su eficacia el mariscal Kesselring, el único mando de la Luftwaffe que tendría bajo sus órdenes un frente al completo.

[MINDFLARE]

esto Japa, demuestra lo que se dice en el tema Rommel contra Patton, de que Rommel era exelente a nivel tactico pero no era un buen estratega o no tuvo la oportunidad de demostrarlo , y tal vez no aprendio por lo pequeño de las fuerzas que tuvo bajo su mando en africa, ahora si la fuerza acorazada Alemana hubiera sido solo de stugs, no habrian dado mejor resultado,? pues yo opino, aunque no soy experto como tu, que debieron ser despues de que alemania perdio la iniciativa, la mejor opcion de la Whermacht.