De hecho, a los israelíes ya se les ha presentado la opción que citas. Han sabido aprovecharse de la fractura existente en el mundo musulmán para apoyar a Fatah en su lucha con Hamás. Fractura ésta, que recorre todo el Oriente Próximo y que llega hasta al mismo Afganistán. Me refiero a la lucha entre las corrientes sunnitas entre sí por un lado y por otro la que mantienen con los chiítas. Abanderadas de una parte, por Arabia Saudí y por la otra por Irán.Crear o apoyar grupos alternativos para diluir el conflicto internamente.
En el caso de Afganistán, el wahabismo saudí lucha contra la corriente del deobandismo talibán también sunní, pero mucho más riguroso a la hora de interpretar los preceptos del Corán. Aquí los actores son los saudíes por un lado y por el otro los Pakistaníes. Irán, que intenta ampliar su área de influencia, también juega sus cartas
SALUDOS!!!