Un hueso duro de roer
La Sexta División Panzer, durante la Operación Barbarroja estaba destinada al ataque sobre Lituania, el 22 de Junio de 1944, había capturado la ciudad de Rossiene. Tras esto, la división debía moverse rápidamente hacia el Este y capturar los dos puentes que cruzaban el río Dubissa. Dos batallones lograron capturar rápidamente ambos cruces y formar cabezas de puente en cada sector.
Los soviéticos responden enviando a la zona a la Segunda División de Tanques, al mando del general Solyalyankin. Los rusos se aprestan a eliminar las cabezas de puente, lo que facilitaría el establecimiento de una línea defensiva a lo largo del río. Cuando es lanzado el contraataque, el día 23 de junio un solitario KV I (o II) y algunos soldados de infantería, logran infiltrarse en las líneas alemanas y se ubican en el lado oeste del río Dubissa, al este de la ciudad de Rossiene, y en un cruce de carreteras que se dirigían hacia ambos batallones, que ahora quedaban aislados. El solitario tanque había bloqueado las comunicaciones de la vanguardia de la Sexta Panzer.
La presión sobre la cabeza de puente era intensa, el 24 de junio los alemanes envían una columna de socorro, pero sus doce camiones son destruidos por el monstruo de acero. Desde su excelente posición, el KV controlaba todo el movimiento de la zona, y podía estrangular todo intento de ayuda que se enviasen a los batallones aislados.
Los alemanes ahora se disponen a acabar con el intruso. Una sección de tanques ligeros (Pz 35 y 38) es enviada para reabrir la carretera, pero son detenidos, y varios destruidos fácilmente por el tanque soviético. Los disparos de los Panzers, con sus cañones de 37 mm, tenían efectos nulos sobre el KV.
La situación se volvía crítica, el batallón aislado solicitaba ayuda desesperadamente. Se pidió a la Primera División Panzer que iniciase ataques sobre el flanco soviético, para aliviar un poco la presión.
Por la tarde, son enviados cuatro PAK 38 de 50 mm, se sitúan en una posición a unos 600 metros del intruso, y abren fuego. Se ven muchos impactos, los observadores y el Estado Mayor de la División estaban complacidos, se habían visto ocho impactos, el KV no hacía nada. De repente comenzó a girar la torreta, apuntó hacia los atacantes, y abrió fuego con proyectiles de alto explosivo. Tres de los cañones vuelan por los aires, mientras el cuarto es abandonado y los alemanes se retiran.
Antes de que caiga la noche, los teutones hacen un nuevo intento por eliminar al tanque que se había convertido en un verdadero dolor de cabeza. Esta vez la División decidió traer un cañón de 88 mm, los alemanes tenían la esperanza de que éste acabaría con la resistencia del blindado de una vez por todas. El 88 intenta acercarse hasta unos 800 metros cuando…un nuevo disparo del KV lo hace añicos!
La situación ya era desesperada, se pidió ayuda de la Luftwaffe, pero ésta se negó a enviar sus Stukas por un solo tanque.
Ya caída la noche, una escuadra de zapadores logró arrastrarse hasta el blindado. Con mucha sutileza lograron colocar una carga doble de explosivos sobre el casco, y la hizo detonar. Todo el esfuerzo de los zapadores fue solo para terminar corriendo a toda prisa, bajo el fuego de ametralladora del tanque y la infantería que había sobrevivido. Un poco más tarde, un miembro de la escuadra se acercó para evaluar los daños producidos: la carga había roto la oruga y desgarrado el guardabarros, sin causar ningún daño en el blindaje. Este tanque parecía un gigante inmortal!
El 25 de junio, los alemanes artos de la situación, deciden utilizar operaciones combinadas. El ataque al KV comienza con bombardeo de artillería con cañones de 105 mm, que solo averían un poco al tanque, pero elimina a la ínfima infantería que lo acompañaba. Acto seguido, se emplean Panzers 38 y IV como señuelos, realizan una finta para distraer a los tripulantes del gigante soviético. Mientras, un cañón de 88 mm, se mueve hacia la retaguardia del KV. Los panzers comienzan a rodearlo y abren fuego desde tres posiciones diferentes. El 88 logra posicionarse en una buena posición y abre fuego, se escucha un ruido metálico, y una nube de humo se levanta. Al despejarse, se ve que la torreta del blindado comienza a girar hacia el 88, seis disparos más hacen blanco sobre el duro KV, quien queda quieto, humeando por el motor.
Cautelosamente, la infantería alemana se acerca, un soldado sube al techo e intenta abrir la escotilla, cuando la torreta comienza a girar! Algunos se lanzan a correr, mientras otros lanzan granadas al interior del blindado. Al fin se acaba con el KV.
De los 7 impactos de 88 mm que recibió, sólo dos habían penetrado el blindaje y llegado al motor. El blindado soviético había detenido el avance de toda una División por más de 24 horas.
Fuentes: Enciclopedia Segunda Guerra Mundial
zonamilitar.com (Resumido de Steven Zaloga . "Los Carros Pesados KV", Russian Military Zone y Battlefield.ru)
