Asesinato en el frente

Historia Militar 1939-1945.

Moderador: MiguelFiz

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Hicks
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Asesinato en el frente

Mensaje por Hicks »

Originariamente este post iba a ser exclusivo de aviación, pero como seguramente los casos no abundaran, he pensado abrirlo y hacerlo generico. El tema es el de asesinatos de compañeros y aliados, no confundir con fuego amigo, se acerca más al "fragging" de Vietnam. Asi pues, voy al tema con el que iba a abrirlo y que desde luego da para una novela, y es, usar un caza para acabar con un camarada.

El tema empezo mientras recopilaba sobre George Beurling, y en el libro The Insubordinate and the Noncompliant, empieza con un relato ficticio de un libro de Keith Scott, que según el autor, esta basado en experiencias reales... la historia habla de un tal "Messer" McPhee que es criticado en publico por su superior tras ser derribado en dos ocasiones seguidas. Durante un vuelo de patrulla, "Messer" aprovecha la situación y derriba a su comandante sin que hubiese testigos presenciales.

Un caso que comentan y que me gustaria que me ayudaseis si podeis buscar en vuestras fuentes, es el relato que narra lo siguiente:
El 23 de mayo de 1942, el Lt. Malloy de 402 Squadron de la RAF vuela en compañia de su punto, Ian Keltie, sobre el Canal. De improviso un Spitfire ataca a su lider; con el Spitfire dañado, Malloy salta en paracaidas. Mientras que su punto, Keltie, se lanza a perseguir al agresor, alcanzandolo con sus ametralladoras. El Spitfire agresor vuela hasta el aerodromo de Hawkinge, donde se estrella intentando aterrizar, saldandose con la muerte del piloto.
A pesar de que he buscado, no he encontrado nada... ¿error de identificación?..., lo que parece poco probable es que Keltie se equivocase, ya que al parecer, derribo al agresor que ataco a su lider en "venganza" o por desconocer quien estaba a los mandos.


Fuentes:
The Insubordinate and the Noncompliant: Case Studies of Canadian Mutiny and Disobedience, 1920 to Present
Por Howard Combs
http://books.google.es/books?id=fug-_mn ... &q&f=false


Los pilotos de caza hacen peliculas. Los de bombarderos, historia
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MiguelFiz
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Re: Asesinato en el frente

Mensaje por MiguelFiz »

Debo reeleer a Mike Calvert en lo referente a sus experiencias con los chinditas en Birmania, pero es bien conocida la anecdota sobre una ocasion en que cierto general particularmente odioado debido al pesimo manejo de la campàña fue llevado por el en una visita a un area abierta donde operaban francotiradores japoneses pretextando que era un buen sitio para ver todo el panorama, con toda la intencion de que algun francotirador le disparase al general y asi dejar de sufrir por las decisiones erradas del sujeto... eso a pesar de que el propio Calvert tambien ¡estaba sirviendo de carnada... al parecer sin embargo ese dia los tiradores japoneses por alguna causa decidieron no tirar...


Eso si, habria que ver que tan cierta es a final de cuentas la anecdota, el hecho de que cuando menso en una o dos peliculas se hayan visto escenas parecidas nos habla de que venia eso a ser cuando menos un deseo "secreto" muy deseado por gran cantidad de soldados en diferentes epocas...
Actualmente leyendo...
  • "The Impact of the Russo-Japanese War" de Rotem Kowner
    "The abyss. World War I and the end of the first age of globalization" de Niall Ferguson"
    "Lost at Nijmegen: A rethink on operation 'Market Garden'! de R.G. Poulussen
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...las tropas afganas tienen 300,000 elementos bien equipados, tan bien bien equipados como cualquier ejercito en el mundo, y una fuerza aerea, contra unos 75,000 talibanes. NO ES INEVITABLE la toma de Afganistan por los talibanes.

Respuesta a la pregunta de un periodista el 7/julio/2021 de Joe Biden, comediante, entrenador de amigos imaginarios y presidente aficionado
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Re: Asesinato en el frente

Mensaje por Buscaglia »

MiguelFiz escribió:Debo reeleer a Mike Calvert en lo referente a sus experiencias con los chinditas en Birmania, pero es bien conocida la anecdota sobre una ocasion en que cierto general particularmente odioado debido al pesimo manejo de la campàña fue llevado por el en una visita a un area abierta donde operaban francotiradores japoneses pretextando que era un buen sitio para ver todo el panorama, con toda la intencion de que algun francotirador le disparase al general y asi dejar de sufrir por las decisiones erradas del sujeto... eso a pesar de que el propio Calvert tambien ¡estaba sirviendo de carnada... al parecer sin embargo ese dia los tiradores japoneses por alguna causa decidieron no tirar...


Eso si, habria que ver que tan cierta es a final de cuentas la anecdota, el hecho de que cuando menso en una o dos peliculas se hayan visto escenas parecidas nos habla de que venia eso a ser cuando menos un deseo "secreto" muy deseado por gran cantidad de soldados en diferentes epocas...

Saludos.

Exactamente estaba pensando en ese caso, que leí hace treinta años en el libro de San Martin. Entonces me pareció algo extraño, sobre todo porque quedaba claro que Calvert era un líder de los pies a la cabeza y muy apreciado por sus hombres.

Pero con el paso de los años he ido encontrando algunos casos similares, que no siempre se pueden poner por escrito (sobre todo, si se trata del caso español). Pongo un ejemplo: durante la guerra civil, en la compañía PUA que está en el frente de Madrid, las novias van a visitar a la tropa. Un sargento se insinúa a una de ellas y el novio, a partir de ese instante, no paró de buscar la ocasión de matarlo aprovechando los combates. Una cuestión de celos patológicos, porque la cosa no había pasado a mayores. No lo logró porque un amigo del novio lo evitó en un par de ocasiones (con lo que, en combate, estaba tanto pendiente de los nacionales como de su compañero) y porque el sargento acabó muerto por el fuego enemigo. Curiosamente, el frustrado homicida ahora es un héroe porque fue detenido en 1946 cuando formaba parte del maquis, aguantó las torturas sin delatar a nadie y tuvieron que llevarlo a rastras a su ejecución, porque ni siquiera estaba en condiciones de andar.
Según reza una antigua inscripción en la portada de la iglesia de Otxate, cuando el mundo era joven, solo habitaban la tierra y los océanos seres primordiales a los que no resultaba agradable contemplar. Extraños y deformes, procedentes del vacío y las estrellas. En una época aún arcana, estos seres primordiales se ocultaron más allá del tiempo, pero dejaron su semilla. Cthulhu engendró a los seres de la tierra; Dagón, a los marinos, y Derleta, a los lunares.

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Satur
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Re: Asesinato en el frente

Mensaje por Satur »

Si no recuerdo mal, lo del general y Calvert no lo cuenta el propio Calvert, sino el prologuista del libro de San Martin.
Cuando el líder eficaz ha dado por terminado su trabajo,
la gente dice que todo ocurrió de un modo natural.
LAO TSE.

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Re: Asesinato en el frente

Mensaje por Juan Manoel »

En donde se daban este tipo de cosas era en la Legión, y creo el caso más conocido es el ese soldado judío que mata a su cabo y ex-carcelero, en Indochina :
A fines de 1951, un joven que habría de hacerse legionario y que combatiría en Indochina acababa de purgar una condena de cinco años en un establecimiento correccional en Rumania. Era judío y se llamaba Eliahu Itzkovitz. Su caso es único en los anales de la Legión.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Eliahu Itzkovitz había sido internado en un campo de concentración de Rumania, junto con sus padres y hermanos. En 1944, cuando llegaron los rusos, era el único sobreviviente de la familia. El carcelero al que Eliahu consideraba responsable de la muerte de los suyos (a dos de ellos les había dado muerte con sus propias manos) era un rumano apellidado Stanescu, nacido en una ciudad cercana.

En cuanto hubo recobrado un poco de vigor, Eliahu se dedicó a la labor a la que había decidido consagrar todo el tiempo que fuese necesario, aunque hubiese de ser el resto de su vida : la venganza.

Era manifiesto que Stanescu no había vuelto a su ciudad natal; había desaparecido entre el gran desorden de la invasión rusa. Pero Eliahu descubrió al hijo y, con un golpe dado con un tremendo cuchillo de carnicero, lo envió ad patres. Como había obrado sin esconderse para nada y como tampoco negaba absolutamente nada, invocando tan sólo a lo legítimo de su venganza, el tribunal rumano ante el que compareció, aún siendo un tribunal “popular”, no se decidió a absolverle; le impuso una pena de cinco años de correccional.

- Quiero emigrar a Israel - dijo Eliahu al cumplir su condena -. Quiero servir en el ejército de ese país.

Así le fue concedido. Totalmente repuesto en lo físico y convertido incluso en un robusto adulto, Eliahu pudo alistarse en los Paracaidistas Israelíes. La vida plena y activa que llevaba hubiese podido hacerle olvidar su promesa, pero el sobreviviente de los Itzkovitz no era el único militar el Israel que guardaba un mal recuerdo de un campo de concentración. En el curso de una conversación, se mencionó el nombre de Stanescu.

- Logró salir de Rumania antes de que los rusos le prendiesen. Se cree que pasó a Alemania Occidental. Su rastro se ha perdido.

- Yo lo encontraré de nuevo – dijo Eliahu.

Tras haber consagrado todos sus momentos de ocio a buscar e interrogar a los que habían sido compatriotas suyos supo, al cabo de unos meses, que Stanescu se había enganchado, bajo una falsa identidad, en la Legión Extranjera Francesa. Con toda probabilidad al igual que la mayoría de los legionarios, se encontraba en esos momentos en Indochina. Tras haber reflexionado, Eliahu pidió ver a su jefe de batallón.

- Mi comandante, quisiera permutar y que se me enviase a la marina. No hay nada que me guste tanto como el mar.

El paracaidista Itzkovitz tenía un buen historial y la Marina Israelí no andaba sobrada de buenos soldados. Se aprobó pues la permuta. El nuevo marino sabía que debía tener paciencia, pero la persona que jamás pierde de vista su objetivo y que acecha todas las ocasiones, espera menos que los demás. Al cabo de unos meses, Eliahu fue embarcado en buque de guerra israelí que zarparía con rumbo a Génova, donde había de ir a buscar material. Desde el mismo instante que desembarcó en Génova, Eliahu desertó, tomó el tren con destino a Bordighera, cruzó la frontera y llegó a Marsella. Su buen aspecto y el relato que hizo al oficial de reclutamiento del fuerte Saint-Jean (nadie ha sabido exactamente qué fue lo que dijo en esa ocasión ni lo que llegó a saberse) resultaron agradables y el oficial anotó “Aprobado” en su solicitud de enganche en la Legión. Salió pues para Bel Abbés y tres meses más tarde llegaba a Haifong.

Tal como hemos dicho, Stanescu había cambiado de nombre, y los preguntones eran mal vistos en la Legión. Pero Eliahu no tenía un pelo de tonto y había perfeccionado sin cesar su técnica para la investigación. De esta forma, una semana más y se encontró incorporado al Tercer Extranjero (3° REI), en la misma compañía que el ex torturador, que tenía el grado de cabo. A éste no se le ocurrió, ni por un momento, identificar al atlético y bronceado tipo que tenía ante sí como el flacucho muchachito judío cuya familia había liquidado.

Un poco más de paciencia y habilidad, y Eliahu Itzkovitz (que también, es menester decirlo, había cambiado su nombre) formó parte de la misma escuadra a la que pertenecía aquél al que tanto había buscado.

Eliahu decidió que el momento había llegado el día en que, en el curso de una patrulla, se encontró a solas con Stanescu mientras iban arrastrándose por la maleza, junto a la Ruta 18, entre Bac-Ninh y las Siete Pagodas. El ex carcelero iba adelante, a tres pasos de Eliahu. Este le llamó :

- ¡Stanescu!

El otro se volvió asombrado. Eliahu no le dio tiempo para pensar. Le habló en rumano :

- Eres Stanescu, ¿no es cierto?

- Sí pero.....

- Stanescu, yo soy uno de los judíos de Chisinau.

El cabo abrió la boca. Pero en ese mismo instante recibía en la mitad del pecho, con gran precisión, el contenido el cargador de la subametralladora.

Eliahu había llevado a cabo su venganza con admirable sangre fría. Con igual serenidad y de acuerdo a la tradición legionaria, llevó de nuevo al camino el cadáver de su víctima.

- ¡Toma! - exclamó un compañero -. ¡Esos cerdos viets le han acertado! Era rumano como tu, ¿verdad?

- Sí. Rumano como yo.

La continuación no carece de interés. Eliahu sobrevivió a la Guerra de Indochina, terminó sus cinco años en la Legión, y se presentó en la Embajada de Israel en París, logrando que el agregado militar le recibiese.

- Soy desertor de la Marina Israelí – le dijo – y ésta es mi historia.

Al principio, el agregado militar creyó que se las había con un loco mitómano, pero de todos modos la precisión de los detalles le dejó perplejo.

- La Legión conoce parte de mi historia – dijo Eliahu -. Allí puede informarse.

La historia acabó en una austera sala del Tribunal Militar de Tel Aviv. Los jueces eran tres oficiales de la marina. Cuando el presidente leyó la sentencia, los tres se pusieron de pie.

- Teniendo en cuenta las circunstancias, un tribunal de Israel no podía imponer una pena demasiado grave.

La condena fue de un año de cárcel.
Lo anterior es un extracto de lo aparecido en el libro “La Legión Extranjera” de Georges Blond.

Tengo la impresión de que esta historia está en los archivos históricos de la Legión Extranjera Francesa, ya que Erwan Bergot en su libro “La Legión”, la presenta con mucha similitud.

Para terminar sólo una cosa que recordar : “Legio, Patria Nostra”.

Saludos
“En el asfato, los más cerdos.....” E. Bergot
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