cv-6 escribió:Sabía que la identificación visual de barcos desde gran altura puede ser muy complicada, pero sí me sorprende que se produjeran errores respecto al número de barcos (sobre todo tratándose de ungrupo tan pequeño). Pero en fin, como siempre, es muy fácil decirlo a toro pasado y comodamente sentado.
En efecto los errores de identificación eran a veces terribles, pero me gustaría indicar que (nuevamente gracias a Hollywood) generalmente tenemos la idea de que el reconocimiento aéreo visual se hacia a alturas de varios miles de metros.
Desde luego hasta hace pocos años un servidor tenia esa idea. Pero va resultando que, a menos de que las condiciones climáticas fuesen excepcionalmente feas, el reconocimiento aéreo, tanto por parte japonesa como por parte aliada se efectuaba a alturas que oscilaban entre los 1000 a 1500 pies (304 a 458 metros).
En “Shattered Sword” aclaran el porque, pues uno pensaría que volar a alturas tan bajas al efectuar reconocimiento va en contra de todo sentido común…
- 1.- Volar a esas altitudes permitía detectar submarinos mas fácilmente.
2.- Permitía también evitar aviones hostiles mas fácilmente al ser mas difícil que se les pudiera divisar desde arriba.
3.- Permitía usar el horizonte como herramienta para perfilar (e identificar mejor) a los buques detectados.
Claro, otra cosa era cuando los aviones volaban ya con la misión (y el armamento) para efectuar un ataque, allí se tenia que volar a fuerza en las alturas idóneas para viaje de crucero y asumir (rezar
) que la info que les habian dado sobre la ubicacion del enemigo fuese relativamente correcta.
Y por supuesto, si una tripulación en misión de reconocimiento divisaba algo interesante, podía optar por ganar algo de altura y dar una hojeada “panorámica”; pero generalmente se hacia por pocos periodos de tiempo, como “asomándose” para luego “agacharse”.
Cuando el radar (por parte aliada) se hizo cotidiano en aviones como los PBY o los Liberator o en los TBF, entonces si, se optaba por altitudes mayores, pero si el reconocimiento era visual, se mantenían altitudes como las indicadas anteriormente.
En misiones de reconocimiento armado, eso podia dar lugar a ciertas cosas que parecerian de pelicula muda. En el libro “Dauntless at War” de Barret Tillman, en la pagina 22 a 23 se narra por ejemplo el encuentro del SBD del teniente Clarence Dickinson (VS-6), que había salido en patrulla de reconocimiento desde el Enterprise el 10 de diciembre de 1941, apenas 3 días después de Pearl Harbor. Dicho portaviones estaba patrullando las aguas cercanas a Hawai.
Dickinson diviso a un submarino japonés, el I-70, que previamente había sido dañado por otro Dauntless (Subt. Perry Teaff) por lo que no podía sumergirse y le ataco con su bomba de 250 kilos, claro que primero tuvo que ascender de la altura que tenia cuando diviso al enemigo, de 800 pies (244 mts.) a 5,000 pies (1,524 mts) para atacarle en picado. Tillman menciona que Dickinson tardo casi 10 minutos en alcanzar esa altitud, obviamente quería asegurarse de acertarle al submarino, Teaff le había dañado con una bomba igual que no le acertó, volando mas o menos a 250 metros.
Para no hacer el cuento mas largo, clavo su bomba en el centro del sumergible y este se hundió en menos de un minuto.