
SMS Hinderburg.
A finales de Mayo de 1917 el SMS Hindenburg se traslada por el Canal de Kiel hasta el Báltico, donde se realizará el periodo de pruebas y entrenamiento de la tripulación. En las pruebas de mar el buque se mostró igual de estable y marinero que sus predecesores, de suaves y movimientos y una magnífica plataforma de tiro. El primer ensayo de las máquinas sobre la milla medida resulta un tanto decepcionante, alcanzándose una potencia máxima de 64.800 hp y una velocidad de 25.5 nudos, debido a un problema de la temperatura del agua en los condensadores, por el cual el vapor no circula a suficiente velocidad por las tuberías. Las reparaciones se llevan a cabo entre el 5 y el 11 de Junio, y en la mañana de este último día se repiten las pruebas, alcanzando entonces una potencia máxima de 95.777 hp, y con un calado de 8.55 metros y navegando sobre aguas con una profundidad de 35 metros se alcanza una velocidad en la milla medida de 26.6 nudos, que se calcula se incrementaría en un nudo más de realizarse en aguas profundas. Pruebas de artillería y lanzamiento de torpedos se realizaron durante los meses de Junio y Julio, comprobándose que con la disposición interna de las nuevas torres y sus ascensores directos se podía alcanzar un ratio de tres disparos por minuto con las piezas principales. A partir del 18 de Julio el SMS Hindenburg realiza ejercicios integrado en el I Grupo de Reconocimiento, dándose oficialmente concluido el periodo de entrenamiento el 20 de Agosto.
La imagen que nos ha llegado de los dos últimos años de la guerra en el mar es la de una Hochseeflotte anclada permanentemente en sus bases, que no se corresponde con la realidad, pues si bien es cierto que excepto en una ocasión la Flota Imperial no volvió a navegar en Alta Mar, las salidas para escoltar a los dragaminas en su labor ininterrumpida y las prácticas de artillería, combate nocturno y movimientos tácticos en Escuadra resultaron constantes, al menos hasta Febrero de 1918, cuando la declaración de la guerra submarina irrestricta supuso el trasvase de muchos oficiales, suboficiales y marineros a los U-boote, disminuyendo de este modo la actividad de los buques de superficie, aunque nunca llegó a paralizarse. El SMS Hindenburg ocupó su sitio en los piquetes y participó en varias misiones de escolta de los dragaminas, así como en constantes ejercicios de entrenamiento, pero la única vez en la que estuvo a punto de entrar en combate fue el 17 de Noviembre de 1917, durante la denominada Segunda Batalla de Helgoland. Durante el mes anterior cruceros ligeros y destructores germanos habían atacado los convoyes que desde Noruega partían hacia Gran Bretaña, consiguiendo interceptar dos de ellos, hundiendo varios mercantes y destructores de escolta. David Beatty, que por entonces ya había alcanzado del grado de Almirante y estaba al mando de la Grand Fleet, recibió información de Inteligencia indicando que una fuerza de cruceros ligeros y destructores alemanes escoltarían a varios dragaminas fuera del área minada propia, y decidió atacarla enviando a su vez varios cruceros ligeros y destructores acompañados por la nueva generación de cruceros de batalla británicos. Estos eran la clase Renown, armados con seis piezas de 381 mm pero con una cintura acorazada de 152 mm, y la clase Courageous, que representaban el máximo exponente del “speed is armour”, pues si bien superaban los 30 nudos de andar y estaban armados con cuatro piezas de 381 mm, su cintura acorazada sólo alcanzaba un espesor máximo de 76 mm. Los tres buques que formaban esta última serie fueron construidos para apoyar el plan de Fisher de realizar un desembarco nada menos que en Pomerania, plan que sin duda hubiese resultado muy del agrado de los alemanes, que de este modo verían a la Royal Navy al alcance de sus minas, submarinos y Hochseeflotte, pero que lógicamente no se llevó a la práctica. Si bien von Tirpitz tiene todo el mérito de con su esfuerzo haber creado la Flota Imperial ya hemos leído que cometió varios errores en sus planteamientos, y lo mismo podemos decir de Fisher, la fuerza impulsora que llevó a la creación del dreadnought y el crucero de batalla, pero cuya obsesión por la velocidad en detrimento de la protección tuvo un alto coste para los británicos en Jutlandia. Regresando al combate que nos ocupa, las fuerzas ligeras alemanas fueron interceptadas según lo previsto, pero gracias al tendido de cortinas de humo pudo escapar hacia los campos de minas propios perdiendo sólo un pequeño dragaminas, siendo perseguidos por los buques británicos durante dos horas dentro de uno de los varios canales dragados que mantenían los alemanes. En apoyo de sus fuerzas ligeras partieron raudos los buques capitales que estaban de piquete, primero los acorazados SMS Kaiser y SMS Kaiserin, seguidos de cerca por los Schlachtkreuzer SMS Hindenburg y SMS Moltke, siendo los primeros quienes llegaron antes a distancia de tiro, abriendo fuego y alcanzando a un crucero ligero, forzando entonces la retirada de todos los barcos británicos antes de que el SMS Hindenburg pudiese intervenir.
En Abril de 1918 la Inteligencia alemana señala que un gran convoy partiría de Noruega hacia Gran Bretaña, y el Almirante Scheer decide realizar una salida con toda la Flota con el fin de interceptarlo. El I Grupo de Reconocimiento zarpa a las 5:00 de la mañana del 23 de Abril, con el SMS Hindenburg en la posición táctica número 1, pues es utilizado como buque insignia por el Vicealmirante von Hipper. La navegación transcurre sin sobresaltos durante todo el día, hasta que en la mañana del 24, como ya sabemos, una grave avería en las hélices deja casi al garete al SMS Moltke, pero la operación continua hasta llegar a la altura de Bergen, cruzando la Hochseeflotte en varias ocasiones la ruta del supuesto convoy, sin encontrarlo. Más tarde se sabrá que los agentes alemanes erraron al señalar la fecha de salida, que no se produciría hasta el día siguiente.

SMS Hindenburg en Scapa Flow. Al fondo se aprecia al SMS Derfflinger.
Tras la frustrada salida del 28 de Octubre de 1918 debido al amotinamiento de parte de las tripulaciones de los buques capitales y el fin de la guerra, el SMS Hindenburg es internado en Scapa Flow, donde permanecerá hasta el autohundimiento del 21 de Junio de 1919, siendo el último gran buque en desaparecer bajo las aguas, a las 17:00 horas, y el único que se hundió adrizado, debido a que su tripulación inundó los compartimentos de tal forma que así lo hiciera, con el fin de facilitar la evacuación del buque. Debido a ello también fue el primero que se quiso rescatar en 1925 pues se pensó que resultaría más sencillo, pero tras varios intentos se abandonó la empresa. Hasta el 24 de Julio de 1930 no se logró su salvamento, siendo entonces trasladado a Rosyth, donde fue desguazado entre 1931 y 1932.

SMS Hindenburg hundido en Scapa Flow.

SMS Hindenburg tras ser reflotado.
Homenaje a todos aquellos que dieron la vida por su Patria en Jutlandia.